Culpamos al “régimen de Bukele”, al ‘estado de excepción”, pero nadie habla de los jueces, que están detrás de cada acto de violación a los derechos de los acusados.
El audio: JUECES SIN ROSTRO.mp3
Estimados jueces de todos los niveles del sistema judicial:
“We truly have the best criminal justice system in the world.”
“Realmente tenemos el mejor sistema de justicia penal del mundo.”
Twitter/X, @nayibbukele, 21/08/2024.
Todos sabemos -ustedes más que todos nosotros- de las barbaridades que se están cometiendo en el sistema de justicia penal: detenciones arbitrarias; juicios masivos sin derecho a defensa; torturas y muertes en los penales, que no son debidamente investigados; cartas de libertad, que no son aplicados por Centros Penales; persecuciones judiciales por razones políticas...
Ustedes saben que estas violaciones a las Derechos Humanos y al Debido Proceso no son excepciones ni excesos, son sistémicos. Son la regla.
Pero nadie habla del papel y de la responsabilidad de los jueces en cada caso de justicia arbitraria. Hablamos del “sistema de justicia”. Culpamos al “régimen de Bukele”, al ‘estado de excepción”, pero nadie habla de los jueces, que están detrás de cada acto de violación a los derechos de los acusados.
Lo que se está haciendo a Neto Muyshondt, igual que lo que pasó a su primo Alejandro, igual lo que está pasando a cientos o miles de encarcelados, no fuera posible sin la actuación -o omisión- de un juez. Actuación negligente, en el mejor de los casos. Actuación cobarde. Actuación corrupta, en muchos casos. Son diferentes grados de complicidad.
Aun no sabemos quién fue el juez que no actuó para evitar la muerte a Alejandro Muyshondt y que privó a la familia de su derecho de saber del estado de salud de su familiar. Tampoco dan la cara los jueces, que han firmado cartas de libertad para reos en detención provisional, pero que sabiendo que Centro Penales no los liberaba, no tomaron medidas para hacer cumplir sus resoluciones.
Cualquiera de estos jueces, que tienen ser muchos, puede decir: “Yo cumplí con la ley, firmando la carta de libertad, pero no funcionó ‘el sistema’”. No, señores jueces: ustedes no cumplieron. Un juez tiene la potestad -y el deber- de hacer cumplir sus resoluciones, y cuando no lo hace, es igual de culpable de la tortura que sufre un reo que el custodio que lo maltrata.
No habrá impunidad, ni para los torturadores y sus jefes, pero tampoco para los jueces que no aplican justicia, que no garantizan el debido proceso, que no hacen cumplir los derechos de los acusados, defensores y familiares.
Sin jueces corruptos o cobardes no funcionaría “el sistema”, ni “el régimen”, ni “la dictadura”. No son mecanismos anónimos ni abstractos.
Los actos y las omisiones de los malos jueces serán registrados, procesados, hechos públicos – y en algún momento sancionados. Con la colaboración de todos los defensores, de las organizaciones de Derechos Humanos, y de los medios de comunicación se podrá garantizar que los malos jueces no logren esconderse detrás de “el sistema”. Aquel sistema que según Bukele es el mejor sistema de justicia penal del mundo. Los jueces, cada uno de ustedes, son parte del sistema y responsables de sus actos y sus omisiones. No existe debido proceso con jueces sin cara. Vamos a garantizar que las caras y los nombres de los malos jueces sean públicos. Sólo así, ellos pagarán el costo social de sus actos. Y en el futuro, el costo penal.
Espero que los jueces honestos e independientes ayuden a identificar y hacer responsables a sus colegas malos y corruptos. Quiero pensar que en El Salvador hay todavía verdaderos jueces, a pesar de toda la corrupción, presión y manipulación.
Me despido saludándolos a ellos,