Publicado en MAS! y EL DIARIO DE HOY, martes 21 diciembre 2021
Estimado Gabriel Boric:
Qué bueno que los votantes salvaron a Chile de un nuevo desliz hacía un régimen autoritario con un líder que se siente mesías.
Qué bueno fuera que tú, victorioso contra el populismo rancio de la derecha, salvaras a tu país del otro populismo de una izquierda demagógica.
Pienso que este es el verdadero mandato que te dieron este domingo.
Yo era de los muchos que, cuando empezó el proceso preelectoral, hubiera preferido que llegara a la vuelta final la candidata del centro, Yasna Provoste, con su discurso racional, concertador, reformista. Pero tal vez me equivoqué. ¿Quién sabe si esta mujer tan moderada hubiera podido vencer a un político tan agresivo como Kast?
Como muchos, pensé que el enfrentamiento entre los dos polos opuestos podía romper la democracia chilena, que tanto ha costado reconstruir luego de Pinochet. Pero observando tu campaña y ahora los resultados, parece que fue necesaria una alternativa clara, una con la ilusión de transformación, no sólo de preservar el orden democrático.
Lograste mucho más que movilizar una fuerza política de izquierda, también más que una mayoría en defensa contra una ultraderecha antidemocrática, parece que lograste movilizar y unir a una mayoría alrededor de un proyecto de renovación, de ruptura política, pero sin ruptura del sistema. Es un gran logro que pocos esperaban de ti. Y tu responsabilidad será muy complicada de cuidar esta nueva mayoría, de no permitir que la destruyan la parte sectaria y la parte populista de la izquierda.
La escena que vimos del candidato perdedor que, a pesar de toda la confrontación ideológica, reconoció su derrota inmediatamente y te estrechó la mano, es una señal de que la democracia chilena es más sólida de lo que muchos pensaron.
Para América Latina, el gobierno tuyo será un experimento muy observado. Si en Chile se consolida un modelo de un gobierno de izquierda racional, firme en sus principios, pero abierto al diálogo ya la concertación, libre de estos complejos históricos que han llevado a la perversión a los regímenes en Cuba, Venezuela y Nicaragua, y también libre de prepotencia y autoritarismo, la izquierda latinoamericana ganará una nueva oportunidad.
Tu mensaje a Daniel Ortega, a quien, en vez de felicitarle por su reelección, le regañaste por su farsa electoral y le exigiste la libertad de sus presos políticos, tiene una enorme importancia. ¿Dónde se ha visto en América Latina que el candidato presidencial de una coalición de izquierda, que incluye muchos amigos de Daniel Ortega, se muestra solidario con los opositores encarcelados por este tirano – y no sólo con los opositores con larga trayectoria de izquierda? Si fuera chileno, luego de este mensaje tuyo a Ortega, te hubiera dado mi voto no optando por el mal menor, sino con convicción. Me imagino que durante tu campaña mandaste a los chilenos muchos de este tipo de mensajes, de otra manera no hubieras ganado el apoyo del centro político del país. Ahora te toca mostrar que estos mensajes no fueron canciones de campaña…
Aquí en El Salvador, la izquierda fracasó, lo digo como autocrítica. No logramos articular políticas que respondieran a las expectativas de cambio que despertamos. Los que formaron parte de los dos gobiernos de izquierda decepcionaron, y los que quedamos al margen aún debemos al país el proyecto de izquierda democrática y transformadora. Ambos fallamos, y ahora tenemos el resultado: un gobierno populista y corrupto, que logró construir una mayoría sólida sobre la frustración y los resentimientos de la gente.
Te deseo que logres mostrar que la izquierda puede más.
Saludos, Paolo Luers