Publicado en MAS! y EL DIARIO DE HOY, jueves 23 septiembre 2021
Estimada señora embajadora¹:
Casi nunca veo las entrevistas matutinas. En horas tan tempranas tengo poca tolerancia para sermones, mucho menos para mentiras, respuestas evasivas, rodeos discursivos. Pero el pasado martes, en mi desayunando con café, bagels y Twitter me di cuenta que esa mañana me había perdido algo importante: la revolcada que usted dio al presidente Bukele. Muchos la habíamos esperado desde hace tiempo. Pero mejor tarde que nunca...
Busqué la grabación en YouTube y me quedé impresionado. Como corresponde a su misión, usted ha sido siempre muy diplomática -para mi gusto demasiado cuidadosa- en su forma de criticar la manera como Bukele estaba desmontando la democracia. Pero ahora sí habló claro y pelado y sin filtro diplomático, como alguien que quiere decir “Enough is enough! No more bullshit” - lo que en Salvador traduciríamos así: “¡Ya basta! A mi ya no me des más paja...”
Entendemos porque usted le daba a Bukele el beneficio de la duda, aunque aquí ya todos hablábamos del peligro de una dictadura. Como representante del gobierno de Estados Unidos tenía la obligación de explorar todos los medios posibles para llegar a acuerdos con el gobierno de El Salvador. Acuerdos que incluirían que se espetara el Estado de Derecho, la independencia judicial, la Constitución, los Derechos Humanos y la libertad de prensa. Pero como dijo el martes: “No queremos cerrar todas la puertas (con el gobierno), pero no podemos mirar al otro lado.”
Me puedo imaginar las incontables reuniones que le toco hacer con Bukele, y las reiteradas garantías que él le dio de que iba a respetar la democracia y erradicar la corrupción. El problema es que ninguna de estas garantías las cumplió. Llegó el momento del desengaño y de decir que usted y el gobierno de Estados Unidos de sienten defraudados. Demasiados engaños. Llegó el momento de hablar fuerte.
En su entrevista, usted dio un diagnóstico demoledor: En El Salvador, gracias al gobierno de Bukele, la democracia estáen declive. El gobierno se pasa encima de la Constitución, busca la reelección y está consolidando su control sobre la Corte Suprema, los juzgados, la fiscalía.
Y usted dejó claro: La inclusión de los 5 magistrados impuestos en la lista Engel de funcionarios que atentan contra democracia es sólo el inicio de una política que Estados Unidos adopta, luego de desengañarse del carácter del régimen Bukele. Todo se puede revisar en la grabación de la entrevista y en las notas informativas en los periódicos, pero quiero citar una frase clave que dijo: “Cuando ustedes tenían a un fiscal independiente, nosotros apoyamos los casos contra la corrupción. Vamos a seguir apoyando donde podemos. Si hay un fiscal independiente, vamos a apoyarlo. Si no, no vamos a apoyar.”
Esto quiere decir: El fiscal impuesto tiene que irse, y si quieren mantener la ayuda de Estados Unidos, tendrán que poner a un fiscal independiente, no otro lacayo del gobierno.
La respuesta inmediata de Bukele a la nueva lista Engel vino en Twitter: “No somos el patio trasero de nadie.” Bueno, aquí nadie quiere que nuestro país sea patio trasero de nadie, pero si un presidente lo dice en esta situación, es como si hubiera dicho: “Yankee go home!” o ”F.... you!”
Para mi, la parte más contundente de sus declaraciones donde explica cómo Bukele sigue el guion de Hugo Chávez y Daniel Ortega para transitar de la democracia a la dictadura - lo que usted llama “el libro de jugadas”. La descripción de este manual, que dio usted como representante del presidente Joe Biden en El Salvador, da la razón a todos los que hemos pasado ya dos años señalando que el clan Bukele nos está llevando a una dictadura. Los miles de ciudadanos que marchamos el 15 de septiembre señalamos precisamente esto. Pero no sólo era lamento y denuncia, sino dijimos al presidente: Usted tiene su manual, pero nosotros tenemos claros cuál es la ruta. Usted ya sabe cuál ruta es...
Usted se desengañó de Bukele y su régimen y tuvo la decencia de decirlo, en público y sin rodeos. Se lo agradecemos. No se trata de que Estados Unidos nos devuelva la democracia. Nosotras la vamos a recuperar. De ustedes sólo esperamos que no le den oxígeno al autoritarismo. Y que sigan hablando con la misma claridad que usted mostró en la entrevista.
Saludos cordiales,
¹ Sé que usted no ejerce como embajadora, sino como encargada de negocios. Pero entiendo que ustedes mantienen de por vida el título de embajador o embajadora.