Publicado en MAS! y EL DIARIO DE HOY, jueves 1 julio 2021
Magistrados y “magistrados”:
Digo “nueva corte”, porque entre los 4 magistrados de facto, elegidos de manera inconstitucional el 1 de mayo, y los cinco elegidos anoche, en un procedimiento por lo menos cuestionable, son 9 magistrados nuevos del pleno de 15. Es una nueva corte. Muchos asumen, con cierta razón, que es “nueva” en el sentido de que se ha puesto de moda: Nuevas Ideas, Nueva Asamblea Legislativa, Nueva República…
Ojalá que entre los “sobrevivientes” del golpe del 1 de mayo, es decir, los 6 magistrados de otras salas que no fueron desbancados juntos a la Sala de lo Constitucional y cuyo mandato no terminó el 30 de junio pasado; y entre los 5 electos anoche haya algunos suficientemente profesionales, honestos, independientes y valientes como para no querer militar en una fracción cian mayoritaria dispuesta a supeditarse al poder Ejecutivo. Uno del grupo de los “sobrevivientes” del 1 de mayo ya se definió en esta lamentable dirección, en el momento que aceptó que lo movieran, de manera inconstitucional, de la Sala de lo Civil a la Constitucional y lo entronizaran como presidente de la Corte.
Lo que quiero decir es que hasta que estos 10 magistrados no me convenzan de lo contrario, voy a asumir que en El Salvador todavía hay magistrados dispuestos a defender la Constitución y que Casa Presidencial no ha ganado del todo la batalla por el control de la Corte Suprema. No sabemos cuántos son y qué fuerza tendrán. ¿Bastará para bloquear que en corte plena se consolide una mayoría dispuesta a participar en el desmontaje del orden constitucional? De esto depende la democracia en nuestro país.
Ninguno de ustedes está obligado a plegarse al gobierno. Siempre existe la opción de juntarse con otros magistrados y formar una mayoría en defensa de la independencia judicial.
Como uno de los miles de ciudadanos que están enfrentando juicios penales y la tarea de comprobar ante la justicia su inocencia, me hago la pregunta de si puedo seguir teniendo confianza en el sistema de justicia. ¿Puedo tener la certeza de que nuestros derechos estarán garantizados y que existen instancias imparciales donde apelar cuando fiscales o jueces cometan injusticias?
Con la imposición de un fiscal que se entiende como parte del gabinete de Seguridad del gobierno, nuestra confianza en juicios justos ya se debilita. Aún más se merma con la remoción de la Sala de lo Constitucional. En los últimos 12 años hemos vivido con cierta certeza que existe árbitro al cual todos podemos apelar cuando sentimos violados nuestros derechos. La ausencia de esta certeza no es un concepto abstracto de “seguridad jurídica”, sino que de repente se vuelve un sentimiento muy personal de desprotección.
No soy quien puede decidir quiénes entre los miembros de la CSJ tienen compromisos firmes con las garantías de nuestros derechos y libertades, y quienes no. Teóricamente es la tarea del parlamento hacer estas evaluaciones y sólo nombrar a magistrados independientes y fieles a la Constitución. Nunca hemos tenido una Asamblea que plenamente ha cumplido con esta responsabilidad. A todos las Asambleas las hemos criticado por las prácticas de cuotas las partidarias. Pero por lo menos el pluralismo político evitaba que toda la Corte estuviera en manos de un solo partido. En los últimos 12 años hemos avanzado en la dirección correcta de la independencia judicial. Pero ahora hemos ido de mal en peor: del reparto de cuotas al monopolio.
Claro que nos vemos desprotegidos. Claro que deseamos que no todos los magistrados y jueces se alineen con el nuevo eje de poder que emana de Casa Presidencial y lo conecta con el fiscal general y los presidentes de la Asamblea y de la Corte Suprema. Claro que exigimos que alguien siga defendiendo las garantías constitucionales. Claro que tendría que ser la tarea de la Corte Suprema…
Los magistrados hablan con sus sentencias. Pronto vamos a saber qué dicen ustedes.
Saludos,