jueves, 14 de marzo de 2019

Carta al nuevo Fiscal General: ¿Quién revisa los casos?

Estimado Raul Melara:
Cualquier fiscal que presenta un requerimiento ante un juez, lo hace en nombre del fiscal general. Cualquier fiscal que presenta una prueba y acusa a un ciudadano, lo hace en nombre de su jefe máximo. Siempre es usted, como titular, quien actúa a través de sus auxiliares. De cualquier acusación, justa o abusiva, usted es el responsable. (Disculpe que se lo diga, porque obviamente usted lo sabe – pero tal vez no todos los lectores de esta carta.)

Cada fiscal general tiene sus propios criterios y prioridades – y algunos, por ejemplo los dos últimos que tuvimos, sus obsesiones y mañas. Un fiscal general nuevo no puede personalmente revisar los expedientes de todos los casos en curso o pendientes, para evitar que no vengan contaminados por obsesiones o mañas de sus antecesores, y para asegurar que correspondan a sus propios criterios del Estado de Derecho, a sus exigencias en cuanto a solidez de pruebas y coherencia de argumentos jurídicos. No puede revisar y corregir todos los casos, pero sí puede y debe instalar una instancia para hacerlo.
Sabemos que Luis Martínez tuvo la maña de armar casos para extorsionar. Douglas Meléndez, su sucesor, no tuvo esta maña, pero sí una obsesión enfermiza con los casos mediáticos y populistas. Esto lo hizo cometer el error de sacar de la gaveta de Luis Martínez algunos de estos casos mal armados, sin revisarlos debidamente. Un ejemplo: Luis Martínez estaba obsesionado con con la tregua. Armó un caso novelesco contra el ministro de Defensa, acusándole de toda una conspiración alrededor de la tregua. Pero nunca presentó este caso, porque sabía que su teoría de conspiración no iba a resistir el escrutinio de una vista pública. Lo tuvo en su arsenal para presionar a Munguía Payes y para desacreditar mediática y moralmente la tregua y a los mediadores.

Douglas Meléndez, en vez de revisar exhaustivamente el expediente tregua, solo ordenó que quitaran a Munguía Payes de los imputados – pero sin cambiar toda la narrativa sobre la conspiración encabezada por el ministro. Resultado: el caso se cayó, por la falta de coherencia de su narrativa. En abril habrá que repetir esta vista pública, porque la cámara aceptó la apelación de la fiscalía contra la sentencia absolutoria. Pero me pregunto:

¿Usted mandó a revisar bien el requerimiento fiscal, los argumentos jurídicos, y todo el manejo de pruebas y testigos criteriados? ¿O va a mandar a sus fiscales con la misma teoría de conspiración?

¿Usted formó en su oficina un Grupo de Análisis que somete a revisión a todos los casos heredados de Luis Martínez y Douglas Meléndez? 

¿Se ha revisado de fondo el caso Infocentro contra Nicola Angelucci, que estaba en pleno desarrollo? Lo dudo, porque escuchamos los mismas alegatos que los fiscales han repetido durante años – y que la jueza presidente no los acepta.

¿Revisaron bien el caso de los cheques de Taiwán, antes de imputar a Juan Wright y Gerardo Balzaretti – o viene así como Luis Martínez armó el caso contra Paco Flores? Más bien parece así – y esto sí es preocupante.

Pero no solo urge revisar minuciosamente los casos emblemáticos, con imputados conocidos. Sobre todo hay que revisar los casos que involucran a criminales convertidos en testigos criteriados y los casos que tienen que ver con abusos policiales. No puede ser que sigan saliendo libres los policías responsables de ejecuciones. Por todo esto, su fiscalía necesita una instancia que revise los requerimientos fiscales y unifique criterios, compuesta por profesionales que no han sido parte de las fiscalías anteriores y sus mañas.

Quiero pensar que para esto se decidió cambiar de fiscal general. La mejor respuesta a esta carta sería que usted me dijera: No se preocupe, todo esto ya se está haciendo.

Saludos,