
Queridos amigos nicaragüenses:
Durante años, los Ortega hicieron cuentas alegres que en Nicaragua ya no quedaba ni rastro de oposición. Tenían razón: Vencieron toda la resistencia de las instituciones que supuestamente controlan el poder, y relegaron a los partidos políticos a la irrelevancia. Pudieron instalarse en el poder como pareja feudal, Daniel Ortega casi ausente, su esposa Chayo Murillo ejerciendo el poder.
De repente, cuando nadie lo esperaba, estalló una ola de protestas que obligó a los Ortega a soltar su aparato represivo. Ya son 4 días seguidos que, a pesar de antimotines golpeando a estudiantes y amas de casa y dejar docenas de heridos y 5 muertos, no logran desarmar las protestas. Hicieron un movimiento falso con el Seguro Social, aumentando las cuotas y bajando los servicios – y el vaso

Es una movilización espontánea, sin líderes, sin organización – y el aparato represivo del Estado no sabe cómo enfrentarla sin fuerza letal. Es como echar gasolina al fuego.

Lo más seguro es que el régimen del clan Ortega-Murillo, que ha privatizado al Frente Sandinista, va a sobrevivir esta movilización ciudadana. Tienen el aparato, tienen las armas, y tienen la voluntad de usarlas contra su pueblo. Pero de todos modos, estamos viendo el comienzo del fin de este régimen anacrónico.
Una vez que el espíritu salió de la botella, no habrá manera de volver a meterlo. Medio lo lograron luego de la represión contra los campesinos que protestaron contra el proyecto del canal interoceánico y la expropiación de sus tierras, pero luego de esta nueva escalada de represión violenta no hay manera que en Nicaragua no surja una nueva oposición que va a seguir desafiando al sandinismo corrupto.
Enhorabuena.Los nicas dijeron: Basta. Ya era tiempo que se vuelva a despertar la revolución nicaragüense…
Saludos,
(MAS! / EL DIARIO DE HOY)