Lo de Guatemala (mejor Guate-buena) entusiasma a todos: Se instaló una Comisión Internacional contra la Impunidad (CICIG); comenzaron las investigaciones pertinentes; esto le despertó en la gente una esperanza y confianza perdidas durante décadas; a presión de la ciudadanía se eligió a una mujer independiente y valiente como Fiscal General; se profundizaron las investigaciones; cayó la vice-presidenta y sale señalado el presidente de la República en multimillonaria corrupción – y de repente la gente supera el miedo, la indiferencia, la pasividad. El resultado: manifestaciones de la ciudadanía que insiste en la renuncia del presidente y elecciones limpias.
Cualquiera se entusiasma con esto. ¿Cómo que no?: De repente operan instituciones limpias de investigación - y la ciudadanía puede jugar un rol decisivo. Yo igual me entusiasmo con esto. Por esto voy a participar en la marcha que ustedes convocaron para sábado 5 en Fuentes Beethoven.
Pero cuidadito: No se dejen llevar por un entusiasmo equivocado. No confundan Guatemala con El Salvador. Aquí no se trata de botar gobierno. Aquí faltan los primeros pasos que en Guate los dieron hace años: la elección de un Fiscal General independiente, capaz, valiente y no corruptible – y un acuerdo nacional para instalar en El Salvador una Comisión Internacional contra la Impunidad (CICIES), dentro o fuera de la fiscalía, que trabaje de la mano con el nuevo Fiscal General.
De esto se trata, entiendo yo, el sábado 5. Exigir esto. Porque ninguno de esto dos pasos fundamentales se dará sin la movilización de la ciudadanía: sin tintes partidarias, pero también sin exclusiones.
Quien ahora pide que este incipiente movimiento ciudadano sea anti-FMLN, o anti-ARENA, o anti-gobierno o anti-partidos, solo abona al aborto de la iniciativa. Esta movilización tendrá éxito si tiene un objetivo claro, simple y realista: abrir campo a que se elija a un Fiscal General y se instale una CICIES, que juntos acepten el reto de investigar y perseguir la corrupción de donde venga. Punto.
Que algunos piensan que la corrupción es un lastre histótico de la derecha y otros que es un lastre de la izquierda autoritaria – eso no debe importar. Lo importante que ambos se junten contra la corrupción de donde venga. Punto.
A los partidos más les vale quedarse al margen de esta campaña cívica. Lo que toca a los partidos es hacer, cada uno, una reflexión profunda y aceptar que sus funcionarios, ex funcionarios y aliados sean investigados. Y si resultan culpables, que sean sancionados. Punto.
Si esto se desliza hacía una cacería de brujas o una cadena de venganzas, no lleva a nada más que a otro triste capítulo de la polarización estéril. Necesitamos fiscales y una CICIES que actúen ideológicamente independientes. Y esto na nacerá de un movimiento cívico con colores y resentimientos partidarios. Esto no significa que militantes y simpatizantes del FMLN o de ARENA no se puedan incorporar – con tal que estén dispuestos que se investigue también a los suyos. Al fin, son ciudadanos. Al fin deberán tener necesidad que sus partidos sean limpios…
Yo ni siquiera sé quienes son ustedes quienes convocan y organizan esta manifestación. Como muchos, les voy a confiar y los voy a acompañar.
Nos vemos el sábado 5 de septiembre, a las 4 de la tarde, en las Fuentes Beethoven.
Saludos, Paolo Lüers
(Mas!/El Diario de Hoy)