Estimado Norman:
No sé cuántas cartas le hice al alcalde
Norman. Varias. Algunas regañadas, otras veces dándote ánimo en esta
misión (casi) imposible de pelear contra el desorden, el caos, los malos
gobiernos, la crisis económica y las herencias fatales de
administraciones anteriores del FMLN. Y un par de cartas reconociendo
que, a pesar de todas las adversidades, lograste sacar adelante la
capital, cambiando su cara…
Luego mandé un par de cartas al
candidato presidencial Norman. Incluyendo una bien encachimbada, en la
cual te dije que acabaste de perder mi voto por este terrible discurso
de mano dura. Al fin te terminé apoyando, porque resulta que escuchaste
la crítica, no te enojaste, te abriste a la discusión y la reflexión, y
de hecho cambiaste tu discurso…
Hoy escribo al futuro diputado de
la capital. Yo sé que los diputados tienen que representar a todo el
departamento que los elige y, de alguna forma, al país entero. Pero tú
vas a entrar a la Asamblea con un mandato muy especial: convertirte en
el diputado de la metrópolis que llamamos Gran San Salvador; usar toda
tu experiencia de seis años de alcalde para luchar desde la Asamblea por
esta gran ciudad, que es el corazón de la nación, su economía, y su
cultura.
No hay gran nación sin una gran capital. Y no habrá una
gran capital sin un fuerte liderazgo, no sólo en la alcaldía, sino
también en la Asamblea. Juntos Edwin Zamora, continuando tu gestión y
dándole nuevos impulsos innovadores, y Norman Quijano, como diputado
capitalino, pueden empujar la descentralización del Estado y la creación
de verdaderos gobiernos municipales, que ahora no tenemos. Tenemos un
Estado centralizado, regulador, burocrático, que no permite que los
gobiernos municipales se hagan cargo del transporte urbano, del tráfico,
de la educación y de la salud en sus ciudades.
Por esto, Norman,
en mi planilla personalizada de diputados, tú tienes un espacio y un
mandato muy especial: Forjar junto con Edwin y los demás alcaldes el
liderazgo que se necesita para transformar nuestras ciudades.
Me
di cuenta que mucha gente ni siquiera se ha enterado que tú vas de
candidato a diputado. En el bosque de vallas y mupis aparece cualquier
cantidad de caras de candidatos, menos la tuya. Me imagino que es porque
tú decidiste dedicarte 100 % a tu trabajo de alcalde hasta el último
día. No como cierto alcalde de cierto pueblito que está gastando
millones para pasarse a la alcaldía de San Salvador, dejando abandonado
su trabajo, por cierto bastante inconcluso, en su pueblito…
Bueno,
ni modo, si tú no estás haciendo campaña, tus amigos tenemos que hacer
público que sos candidato, ya que sabemos que es necesario que tú entrés
a la Asamblea, pero con mucha fuerza y con un mandato indiscutible:
representar la capital y todo el Gran San Salvador y sus alcaldes en la
Asamblea.
Pero no te preocupes, Norman: los capitalinos te van a
catapultar a la Asamblea - con tal que sepan que vas de diputado; con o
sin campaña de publicidad. Saludos, Paolo Lüers