jueves, 10 de abril de 2014

Carta al nuevo ministro de Seguridad

Aun no sabemos quien es. Lamentablemente, el presidente electo todavía no ha nombrado al ministro tal vez más importante para el éxito o fracaso de su mandato.
Esto es un poco preocupante, ya que aumenta el peligro que el actual ministro Ricardo Perdomo siga cometiendo errores y disparates antes de entregar el mando. Por ejemplo, publicar “informes de inteligencia” a todas luces inventados, para preparar el terreno para decisiones con consecuencias fatales...

La única manera de prevenir el daño que puede causar es que el equipo de transición del gobierno entrante tome control de la situación mientras se definan los nuevos mandos en el Ministerio de Seguridad y la PNC.

Pero esta carta es para usted, el futuro responsable de la Seguridad Pública (llámese Oscar Ortiz, Jorge Meléndez, José Luis Merino, o Benito Lara, para sólo poner los nombres que yo he escuchado...). Usted tiene la oportunidad histórica de construir seguridad y paz sobre la base de la inversión social focalizada en los territorios conflictivos, la rehabilitación de las comunidades, la generación de oportunidades de reinserción – y de una policía profesional que persiga el delito de manera focalizada, sin redadas masivas ni represión a comunidades enteras, sino con inteligencia, eficiencia y justicia.

Para lograr esto, primero tiene que resistir la tentación de politizar las PNC. A largo plazo a ustedes no les conviene tener una policía al servicio de un proyecto partidario, sino más bien una policía al servicio de toda la sociedad. Sabemos que dentro del FMLN hay cabezas calientes que sueñan con convertir la PNC en un aparato de control político. Pero también hay en el Frente visionarios que sueñan con una policía que provee certidumbre y confianza.

Hay quienes temen que ustedes van a hacer pactos con las pandillas. No lo hagan. No hace falta. La reconciliación es una tarea de la sociedad civil, no del gobierno. Como gobierno, negocien con los alcaldes y los liderazgos comunales. Si ellos tienen capacidad de diseñar caminos de inserción de los
sectores que se encuentran al margen de la ley y de la vida productiva, ustedes como gobierno provéanlos de apoyos y recursos. Como Ministerio de Seguridad, premien a los municipios que desarrollen novedosos planes de reducción de violencia, prevención y reinserción. Así como otros ministerios crean concursos de “Pueblos Vivos” o “Municipios sin Analfabetismo”, usted promueva “Municipios sin Violencia” – pero no con puro discurso, sino con recursos y programas gubernamentales que transformen la realidad de estos lugares.

Hay otros que temen lo contrario: que ustedes van a destruir el proceso construido a partir de la tregua, para iniciar otro proceso que es más fácil de controlar. Sería un grave error. Los procesos de diálogo y mediación necesitan autonomía y sólo serán sostenibles cuando nacen de la sociedad civil. No pueden sustituirse por medidas controladas por el gobierno o un partido. Independientemente de las preferencias políticas de cada uno, todos los que estamos involucrados en el este proceso que inició con la tregua (incluyendo cientos de pandilleros, los mediadores, la Iniciativa Cristina por la Paz, y la Fundación Humanitaria) tenemos la plena disposición de trabajar de la mano con su gobierno si respeta la autonomía de estos esfuerzos. Y si está dispuesto a comprometer recursos para hacer sostenible la paz. Yo, por ejemplo, he apoyado este proceso de paz y felicitado al gobierno por su disposición de facilitarlo, a pesar de mi distancia crítica al gobierno de Funes.

Así que, futuro ministro, esperamos que sea un hombre de palabra, de coraje y de diálogo. Saludos, Paolo Lüers
(Más!/EDH)