Esto es un poco preocupante, ya que
aumenta el peligro que el actual ministro Ricardo Perdomo siga cometiendo
errores y disparates antes de entregar el mando. Por ejemplo, publicar
“informes de inteligencia” a todas luces inventados, para preparar el terreno
para decisiones con consecuencias fatales...
La única manera de prevenir el daño que
puede causar es que el equipo de transición del gobierno entrante tome control
de la situación mientras se definan los nuevos mandos en el Ministerio de
Seguridad y la PNC.
Pero esta carta es para usted, el futuro
responsable de la Seguridad Pública (llámese Oscar Ortiz, Jorge Meléndez, José
Luis Merino, o Benito Lara, para sólo poner los nombres que yo he
escuchado...). Usted tiene la oportunidad histórica de construir seguridad y
paz sobre la base de la inversión social focalizada en los territorios
conflictivos, la rehabilitación de las comunidades, la generación de
oportunidades de reinserción – y de una policía profesional que persiga el
delito de manera focalizada, sin redadas masivas ni represión a comunidades
enteras, sino con inteligencia, eficiencia y justicia.
Para lograr esto, primero tiene que
resistir la tentación de politizar las PNC. A largo plazo a ustedes no les
conviene tener una policía al servicio de un proyecto partidario, sino más bien
una policía al servicio de toda la sociedad. Sabemos que dentro del FMLN hay
cabezas calientes que sueñan con convertir la PNC en un aparato de control
político. Pero también hay en el Frente visionarios que sueñan con una policía
que provee certidumbre y confianza.
Hay quienes temen que ustedes van a hacer
pactos con las pandillas. No lo hagan. No hace falta. La reconciliación es una
tarea de la sociedad civil, no del gobierno. Como gobierno, negocien con los
alcaldes y los liderazgos comunales. Si ellos tienen capacidad de diseñar
caminos de inserción de los
sectores que se encuentran al margen de la ley y de
la vida productiva, ustedes como gobierno provéanlos de apoyos y recursos. Como
Ministerio de Seguridad, premien a los municipios que desarrollen novedosos
planes de reducción de violencia, prevención y reinserción. Así como otros
ministerios crean concursos de “Pueblos Vivos” o “Municipios sin
Analfabetismo”, usted promueva “Municipios sin Violencia” – pero no con puro
discurso, sino con recursos y programas gubernamentales que transformen la
realidad de estos lugares.
Hay otros que temen lo contrario: que
ustedes van a destruir el proceso construido a partir de la tregua, para
iniciar otro proceso que es más fácil de controlar. Sería un grave error. Los
procesos de diálogo y mediación necesitan autonomía y sólo serán sostenibles
cuando nacen de la sociedad civil. No pueden sustituirse por medidas
controladas por el gobierno o un partido. Independientemente de las
preferencias políticas de cada uno, todos los que estamos involucrados en el
este proceso que inició con la tregua (incluyendo cientos de pandilleros, los
mediadores, la Iniciativa Cristina por la Paz, y la Fundación Humanitaria)
tenemos la plena disposición de trabajar de la mano con su gobierno si respeta
la autonomía de estos esfuerzos. Y si está dispuesto a comprometer recursos
para hacer sostenible la paz. Yo, por ejemplo, he apoyado este proceso de paz y
felicitado al gobierno por su disposición de facilitarlo, a pesar de mi
distancia crítica al gobierno de Funes.
Así que, futuro ministro, esperamos que
sea un hombre de palabra, de coraje y de diálogo. Saludos, Paolo Lüers
(Más!/EDH)