martes, 16 de abril de 2013

Carta a mis amigos en Venezuela

Amigos:
Qué país más loco el de ustedes: Un movimiento popular 'gana' las elecciones, y nadie celebra. Maduro da un discurso, supuestamente de triunfo, y la multitud de chavistas ni siquiera aplaude. Capriles es decretado perdedor, pero se comporta como ganador. Como escribe Juan Andrés Ravell, el creador de La Isla Presidencial: "No salgo del asombro, nunca pensé que la oposición tendría un líder y el chavismo no..." Parece el mundo al revés. Uno pierde acreditándose un triunfo en las elecciones. El otro gana perdiéndolas...
Este resultado 50:49, proclamado por la autoridad electoral, es probablemente el resultado ideal para Henrique Capriles. Incluso mejor que ganar. No tiene que gobernar a una Venezuela ingobernable y en serios problemas económicos, sociales y de inseguridad; puede asumir el rol de líder incuestionable de una oposición consolidada que representa la mitad del país. Tiene que asumir el gobierno un Maduro debilitado, cuestionado en su propio campo. Tiene que manejar la crisis (del chavismo y del país) el hombre que heredó de Chávez una sólida ventaja electoral sobre Capriles de 8 puntos - y la perdió en un mes. Es más, en el momento emocional crítico de la muerte del presidente-comandante, las encuestas le daban al heredero entronizado por el moribundo una ventaja de más de 20 puntos sobre Capriles. Esta es el capital que le dejó el líder a Maduro y que hizo agua en un sólo mes.

Entiendo que ustedes están frustrados: Llegaron tan cerca del deseado momento de cambiar el país - y otra vez la historia les pide paciencia... Pero imagínense que el resultado hubiera sido al revés: 50:49 a favor de Capriles. ¿Cómo iba a gobernar Capriles contra una oposición que controla casi toda la institucionalidad del país: todos menos 3 gobernaciones, la Asamblea Nacional, la Corte Suprema, la Fiscalía...? Y lidiando con la profunda crisis financiera y social creada por la megalomanía de Chávez, el financiamiento a Cuba (Bolivia, Nicaragua, el FMLN...), por el desmontaje de la estructura productiva del país, por la corrupción...
Lo más probable es que, como no lo iban a dejar gobernar y buscar soluciones, el gobierno de Capriles hubiera ido a las elecciones de diputados en 2015 con las manos vacías. Lo más probable es que el chavismo se hubiera consolidado en el rol de oposición con capacidad de veto, y que se hubiera desecho del perdedor Maduro. Ahora están condenados a aguantarlo...
Ahora le toca a Maduro cuidarse de las conspiraciones de palacio y al mismo tiempo administrar la crisis. Si la oposición actúa tan unida e inteligente como en esta coyuntura de la muerte de Chávez, podrá arrebatarle el control parlamentario en 2015. Esto profundizaría la fragilidad con que de todas formas nació el gobierno de Maduro.
Lo que ahora necesitan ustedes es paciencia. Obviamente tienen que insistir en una auditoria y un recuento total de los votos. Tienen que denunciar todas las irregularidades y abusos del poder estatal durante la campaña y el día electoral. Pero tengan claro: Al final del día Maduro quedará en el poder. Pero no necesariamente por 6 años. Ustedes tienen una constitución que permite que a los 3 años el pueblo revoque el mandato de un mal gobernante.
A raíz de este triunfo pírrico del chavismo, lo más probable es que la oposición y el liderazgo de Capriles se van a fortalecer, y que al mismo tiempo el chavismo y el liderazgo de Maduro se va a continuar debilitando.
A esto, me imagino, se refirió Henrique Capriles en su primer discurso postelectoral cuando dijo: "Nicolás, el tuyo es un gobiernos mientras tanto..."
Saludos les manda desde San Salvador Paolo Lüers
(Más!/EDH)