martes, 29 de noviembre de 2011

Carta al vice-presidente de la República




Estimado Salvador Sánchez Cerén:

Al fin han decidido dejarse de pajas y no esconderse más detrás del presidente. De todas formas, ya se choteó esta imagen que ustedes lograron crear con Mauricio Funes (y que les permitió ganar las elecciones del 2009) – y de repente se dan cuenta que esconderse detrás de un presidente fracasado no es conveniente, mucho menos en tiempos electorales.

Así que ahora sacan su propia cara. Sorpresa para muchos (no para mi): Sigue siendo la misma cara de antes; el FMLN no ha sufrido cambio ninguno; todo este discurso, con el cual el presidente ha tratado de vender el gobierno FMLN-Funes como una izquierda moderna, tolerante y abierta, no ha dejado huellas en el rostro del FMLN.

El dilema: Con tal de llegar al poder y asumir ministerios claves, han tenido que sacrificar (y hasta negar) su propia identidad. Y ahora tienen que ir a elecciones, pero solitos, sin Funes y sus amigos, y se dan cuenta que la gente ya no los entiende. Perdieron tres años sin promover su propia agenda política...

Ahora deciden sacar su propia cara, pero enfrentan un problema grave: Todas sus posiciones van contra corriente, ya ni su propia gente las entiende...

Durante tres años (empezando con la campaña 2008/9), se ha dicho a la gente que la salvación viene del Norte. La bella amistad Funes-Obama, y ahora el Asocio para el Crecimiento han creado grandes expectativas entre los salvadoreños...

Pero de repente viene usted y da este discurso en Santa Ana: “Nos vamos a enfrentar ahora no solo con la derecha, nos vamos a enfrentar ahora con la política de Estados Unidos. Ellos no quieren que el FMLN siga gobernando. ¿Por qué? Porque nosotros somos amigos de la revolución latinoamericana, somos amigos de Cuba, de Venezuela."

Igual con el tema de los militares y la Seguridad. Para calmarles los nervios a los salvadoreños agobiados por la violencia, el gobierno sacó a la calle al ejército. Durante dos años escuchamos que así se resolverá el problema. Logran crear una gran expectativa, tan fuerte que el presidente decide trasladar al General Mungía Payez de Defensa a Seguridad.

Precisamente en este punto, ustedes arman el gran berrinche contra “la militarización de la policía” y amenazan con romper con el presidente.

Su gran problema es el punto de ruptura. Su fuera la corrupción, todo el mundo les aplaudiría. Pero deciden ir contra las expectativas que ustedes mismos crearon. ¿Y todavía les sorprende que salen mal en las encuestas?

Saludos, Paolo Lüers

(Más! y El Diario de Hoy)