jueves, 16 de diciembre de 2010

Columna transversal: ¿Qué pasa a El Faro?

Entro a El Faro un martes 14 de diciembre y el editorial es el mismo que veo desde el 6 del mes. Hay cinco columnas de opinión, todas del 5 o del 6 de diciembre, o sea entre 9 y 10 días desfasados.

El tradicional "plato fuerte" de El Faro, la Plática, es la misma con Ricardo Navarro que leí hace 12 días, el 3 de diciembre.

En la sección "El Faro Académico", la más reciente entrada data del 3 de mayo del 2010, pero viéndola bien, se trata de una columna de opinión de Luis Fernando Valero. La penúltima entrega de "El Faro Académico" data del 29 de marzo del 2010, pero se trata de la versión corta de un artículo del autor israelí Or N. Rose, publicado en Israel en 2005. La anterior entrada de "El Faro Académico", de Robert Kaufman, data del 13 de enero de 2010, pero se trata de la versión corta de una artículo publicado en Estados Unidos en 2007. La sección "El Faro Académico" fue inaugurado el 14 de noviembre de 2009 con la reproducción de un trabajo de Gerardo Marín sobre Martin Baró, publicado en Estados Unidos en 1991.

Las últimas cartas al editor publicadas en El Faro datan de mayo del 2010. El lector interesado encuentra también cartas al Faro de los meses diciembre 2009 y enero 2010. ¿Será que desde entonces nadie ha escrito a El Faro?

La sección cultural "El Ágora" -otro ingrediente con el cual El Faro hizo una marcada diferencia a los periódicos salvadoreños con poca atención a la cultura-, contiene exclusivamente cables de AP. La última entrada de un ar-ículo escrito para "El Ágora" data del 17 de noviembre, una recensión de Elmer Menjívar sobre la puesta en escena de Bernarda Alba por parte de Esartes de Suchitoto. Un mes sin notas culturales escritas para El Faro...

Una de las mejores secciones de El Faro es "Especiales", que son reportajes. Entramos a la sección y las últimas entradas datan de junio del 2010. El último reportaje especial, titulado El Investigador y escrito por Carlos Martínez, me lo perdí: Lo vi anunciado la semana pasada, pero cuando entro hoy (martes 14 de diciembre), ya no hay rastro de él en el sitio de El Faro. No sé si desapareció por que lo quitaron o simplemente por inoperancia técnica del sitio.

Sobre la cual hay bastante que hablar. Ya no existe archivo accesible de "El Faro". Lo más valioso de El Faro, el archivo de años de Pláticas, ya no existe o no es accesible. El archivo de las "Pláticas en Punto Literario" y de las "Pláticas en Marte" ha desaparecido. De las decenas de "Pláticas en La Ventana", son accesibles solamente las últimos cuatro de enero/febrero 2009.

Para tener acceso al archivo de El Faro, hay que dar complicadas vueltas por el sistema de búsqueda. En el sitio ni siquiera existe un botón de acceso al archivo. Con razón. Porque cuando uno logra entrar vía búsqueda, se da cuenta que sólo existen (o es accesible) los archivos de los años 2006, 2007 y 2008. Los anteriores no existen. Del 2009 sólo hay un archivo sobre elecciones. Y del 2010 no hay archivo disponible.

Toda la documentación de otra sección de El Faro llamada "Encuentros-la cena política de El Faro" ha desaparecido de la memoria, no sólo de El Faro, sino del ciberespacio. Más de cien debates organizados por El Faro con los actores políticos del país, patrocinados por el PNUD, han dejado de existir, porque El Faro decidió no seguir haciendo accesible esta memoria. Ni siquiera para Google siguen existentes estos archivos. Por suerte existe un libro que recoge lo más importante de estos Encuentros... ¿Pero para quiénes es accesible este libro?

¿Qué pasa con El Faro? Siguen publicándose notas muy importantes en este periódico digital. Investigaciones que nadie más hace. A veces son excelentes, a veces no. El Faro sigue teniendo reporteros valientes y creativos -como Edith Portillo, Carlos Martínez y Daniel Valencia-, que aportan mucho al periodismo salvadoreño. Ex-integrantes de El Faro como Edu Ponces y Oscar Martínez han publicado en sus páginas investigaciones sobre la represión a los migrantes centroamericanos en México, que ningún otro medio ha sido capaz de generar. Sigue habiendo en la sociedad salvadoreña una demanda por lo que El Faro prometió y aportó al país. Ojalá que los signos de decadencia observados en esta revisión de El Faro se puedan superar.

(El Diario de Hoy)