sábado, 8 de mayo de 2010

Carta a Chicho, alcalde de San Francisco Menéndez

Estimado Chicho:

Espero que te recuperés rápido de los balazos que te cayeron, no para que retomès tu cargo de alcalde, sino para que te juzguen.

No sé si todavía sos alcalde o si tuviste la decencia de renunciar. O si el PDC te removió. Era algo folklórico que un municipio fronterizo tuviera de alcalde a un coyote. Siempre he pensado que en este país deberíamos hacerles monumentos a los coyotes. Digo, a los coyotes buenos que sepan burlarse de las autoridades mexicanas y gringas, pero que nunca dejan abandonados a sus ´clientes´.

Pero un alcalde pistolero que anda en negocios con traficantes de droga y armas, esto es otra cosa. Es una verguenza, para el municipio y para el partido que te postuló.

Los partidos que andan recogiendo a figuras folklóricas y dudosas como candidatos deben darse cuenta que tal vez les sirven para ganar un municipio, pero al costo de perder su alma. O sea, su credibilidad.

Pero bueno, don Chicho, esto ya no sería problema suyo. Usted estará o en la cárcel o en el cementerio. Jugaste con la vida, la tuya y de otros. Así como con la confianza de tu pueblo y de tu partido. Nada es gratis. Pero eso ya lo sabías.

Saludos, Paolo Luers

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