domingo, 1 de junio de 2008

EL CONSENSO DE COPENHAGUE 2008: COMO UN PELOTON DE ECONOMISTAS QUIERE SALVAR AL MUNDO

(Christoph Seidler, Spiegel-Online, Alemania, 1 de junio 2008)

“¿Cómo gastaría usted 75 billones (50 mil millones) de dólares en ayuda de desarrollo en el transcurso de los próximos 4 años?” Esta pregunta la trató de contestar un grupo de los mejores economistas del mundo que se reunió en Copenhague, en Dinamarca. El resultado sorprende, sobre todo porque el cambio climático casi no juega ningún papel.

El anfitrión de la ilustre mesa fue Bjorn Lomborg, catedrático en la Escuela de Negocios de Copenhague. Lomborg no es ningún desconocido, tiene fama de polarizar. Con libros como “Apocalipsis, ¡No!” y “Cool it” (Calma) el danés hizo algunos amigos pero sobre todo enemigos. Su tesis principal es: Sí, el cambio climático generado por el hombre existe, pero no es tan importante para el bienestar de la humanidad. Dice que hay mucha histeria en el debate sobre el cambio climático, sobre todo porque en todo el planeta existen problemas mucho más importantes: hambre, Sida, corrupción, un sistema injusto de comercio mundial, etcétera.

A Lomborg le han pegado –injustamente- la etiqueta de alguien que niega la existencia del problema climático. No lo niega, pero sí insiste en otras prioridades. Para reforzar sus argumentos, el ‘ecologista escéptico’ –como él mismo se describe- pidió apoyo externo. Ya una vez, en el año 2004, Lomborg había invitado a un grupo de expertos a Copenhague para discutir los problemas más urgentes del mundo y para hacer propuestas para 10 complejos temáticos. Nació el ‘Consenso de Copenhague”, financiado por el gobierno de Dinamarca y la revista “Economist”.

La segunda edición del ‘Consenso de Copenhague’ tuvo lugar la semana pasada. Los científicos participantes –todos economistas- fueron esta vez:
* Jagdish Bhagwati de la Columbia University en New York
* François Bourguignon de la École d'Économie de Paris
* Finn E. Kydland de la University of California de Santa Barbara (Nobel de Economía 2004)
* Robert Mundell de la Columbia University de New York, (Nobel de Economía 1999)
* Douglass North de la Washington University en St.Louis (Nobel de Economía 1993)
* Thomas Schelling de la University of Maryland (Nobel Economía 2005)
* Vernon L. Smith de la George Mason University en las afueras de Washington (Nobel Economía 2002)
* Nancy Stokey de la University of Chicago

Además, varias docenas de expertos de diferentes disciplinas trabajaron durante dos años para aportar propuestas de solución en varios complejos temáticos. La prioridad entre las más de 30 ideas desarrolladas – decidir esto era tarea del grupo de los 8 economistas.

Al final de los 4 días de discusiones, los expertos presentaron una lista de los 12 proyectos de solución que ellos decidieron financiar con los 75 billones de dólares hipotéticamente disponibles para un período de 4 años. Esto corresponde a 18.75 billones al año, o sea 18.750 millones de dólares.

Financiamiento anual en millones de dólares:

1. Proveer a los niños en los países en desarrollo
de vitaminas e zinc 60
2. Provisión de hiero y sal yodada 300

3. Programas de vacunas infantiles 1.000

4. Investigación y desarrollo de nuevas técnicas
de producción agrícola y semillas 60

5. Programas escolares de asesoría de nutrición 30

6. Reducción de pagos para escolaridad 5.400

7. Aumentar y mejorar escolaridad para niñas 6.000

8. Asesoría de nutrición a nivel comunal 800

9. Mejores ofertas para mujeres en cuanto a
planificación familiar 4.000

10. Tratamiento de emergencia para infartos
cardíacos 200

11. Tratamiento y previsión de malaria 500

12. Identificación y tratamiento de
enfermedades relacionadas con tuberculosis 400

TOTAL $18.750 millones

El tema cambio climático terminó en el lugar 14 de la agenda, fuera de los 12 temas prioritarios a financiar.

En 2004 los integrantes de la mesa académica pusieron el combate al Sida en el número uno de la lista de prioridades. En 2008, terminó en el lugar 19. ¿Será que el mundo ha cambiado tanto en 4 años?

La ronda de expertos no analizó las problemáticas institucionales, por ejemplo cómo hacer que la ayuda prevista realmente llegue eficientemente a los necesitados. Pero el ‘Consenso de Copenhague’ logra, por lo menos, dos cosas: repensar las prioridades en la ayuda al desarrollo, y cuestionar ciertas verdades que parecían ya escritas en piedra.

Puede ser que el mundo no sea exactamente como Lomborg y sus expertos economistas lo ven, pero tampoco tiene que ser así como el ciudadano –y el político- promedio suele pintarlo.


(publicado en Spiegel-Online, Alemania)