lunes, 9 de julio de 2007

EL OLVIDO DE LAS VÍCTIMAS

El 5 de julio de 2006 se dio un acto injustificado, desajustado y horrendo que debe ser rechazado por todos los salvadoreños. El acto produjo muertos y heridos. En días recientes se capturó a Mario, quien se presume es el principal autor material del hecho.

Ante un caso de esta magnitud, lo que se demanda de las instituciones (presidencia de la República, ministerio de Seguridad, fiscalía, policía, partidos políticos, etc.) es verdad y justicia. Pero, la respuesta de las distintas instituciones nos presenta una realidad escindida. Una realidad aparente, en donde el discurso está cargado de frases grandilocuentes, que nos dicen: se está buscando llegar a la verdad, los responsables intelectuales serán castigados, crímenes de esta naturaleza no quedarán en la impunidad, se hará justicia, etc. La otra realidad la denominaría Platón como el mundo verdadero, que para nuestro caso lo podemos nombrar como el espectáculo electorero en busca de obtener réditos para el 2009.

La verdad y la justicia no se lograrán si no se tiene en cuenta tres preguntas claves: ¿Desde dónde se consideran los hechos? ¿Para quién se proclaman? ¿Para qué se proclaman?

Se debe decir que en este país no es muy clara la demarcación entre gobierno y partido de gobierno (ARENA), no sé distingue cuándo se habla como funcionario público y cuándo como miembro del partido.

La postura del gobierno es desde la ideología de ARENA. Desde el primer momento han hecho responsables de los sucesos al FMLN. La captura de Mario Belloso, su innegable vinculación histórica con el FMLN, más todo lo encontrado en su casa, todo esto ha dado pie para sostener que dentro del Frente existen responsables ideológicos del hecho. Lo cual es correcto presumir, el problema radica cuando lo que más importa es menoscabar la imagen de un partido político. ¿Para quién se proclama? - para aquel voto indeciso. ¿Para qué? –para desprestigiar al adversario político de cara a las elecciones del 2009.

Por su parte, el FMLN considera el hecho desde su ideología dizque de izquierda, lastima que trasnochada e indefinible, donde todo, incluso lo innegable, es percibido como campaña para desprestigiarlo, como una persecución política del partido por parte del gobierno. Advierten que es todo lo relacionado con Belloso es una maniobra que busca ilegalizar al FMLN como partido político. Además presentan pruebas que demuestran que no toda la argumentación del gobierno es cierta. Para citar un ejemplo, muestran una fotografía de un helicóptero de la PNC con policías armados en su interior, sobrevolando la UES el día y a la hora del acto. ¿Para quién se proclaman?, de igual manera que su adversario político para ese grueso de voto indeciso. ¿Para qué? -para defenderse de las acusaciones y contraatacar con el fin de convencer al electorado y desacreditar al partido de gobierno de cara a las elecciones del 2009.

Es claro, pues, que lo sucedido el 5 de julio está siendo utilizado ideológicamente al servicio de intereses de unos u otros grupos. La esfera política-partidaria prima sobre cualquier otra esfera de la vida humana (dignidad, libertad, económica, etc.). En este país toda medida, antes de hacerse realidad, es evaluada por sus réditos electorales; éstos al final son los que pesan a la hora de la toma de decisiones. El espectáculo electorero sigue su curso, basándose en la de-construcción de los argumentos del adversario y, finalmente, el que tenga la mejor retórica -si se beneficia con alguna suerte- gana.

Por el tan anhelado triunfo electoral del 2009 se ha olvidado a las víctimas. Ese día fueron asesinados dos seres humanos que trabajaban como agentes de la Policía Nacional Civil y fueron heridos varios agentes más y un empleado de la UES, que se encontraba al interior de un edificio universitario.

Es justamente desde estas víctimas olvidadas que se deben de considerar los hechos. ¿Para quién? - en primer lugar para las familias de las víctimas y en segundo para la sociedad entera. ¿Para qué? -para disipar las brumas y las oscuridades, para que se ponga orden y claridad en lo real, y para que se revelen las leyes que gobiernan los partidos políticos y sus intereses de grupo.

Solamente desde las víctimas podremos aproximarnos a lo que tiene de verdadero y falso, lo que tiene de justo e injusto y lo que tiene de ajustado o desajustado el hecho del 5 de julio. Solamente desde las víctimas evitaremos caer en la pretensión partidaria de controlar y dominar lo real. Solamente desde las víctimas seremos capaces de tratar de dialogar, de negociar, con lo real.