Publicado en MAS! y EL DIARIO DE HOY, martes 11 mayo 2021
Estimado emisario de Joe Biden:
Welcome back! Ha pasado un mes desde su primera visita, en la cual el presidente no lo quiso recibir. Pero si en aquel entonces la situación de la democracia salvadoreña era preocupante, en sólo un mes se ha vuelto crítica. Los peligros que en abril algunas de los voceros de la sociedad civil le advirtieron ahora se han materializado, de manera mucho más rápida y radical de lo que se imaginaron incluso los más pesimistas.
El 1 de mayo, de un solo golpe la nueva Asamblea, dominada por la gente de Bukele, terminó con los dos pilares de la independencia judicial: la Sala de lo Constitucional y la Fiscalía General. Con esto, los tres órganos del estado están bajo control de una persona.
Bueno, pero todo esto ya lo sabe usted. Entonces, ¿qué hacer?
Bukele está jugando un juego atrevido. Él sabe que sus acciones antidemocráticas no le gustan a la administración Biden, pero parte de que Estados Unidos no va a ir más allá de un regaño. Según Bukele, ustedes necesitan de su (supuesto) liderazgo en una región fraccionada, que para Estados Unidos es importante, pero incómoda. Bukele apuesta a que por esta razón ustedes no le van a retirarle el apoyo de facto. Es su tarea dejar claro que Bukele está equivocado y que su juego con Estados Unidos no le funcionará.
A los niños traviesos hay que pintarles la raya. Si no, van a seguir jodiendo, sintiéndose impunes.
Ya es un poco tarde, porque Bukele ya se pasó de todas las rayas que separan la gobernanza democrática del autoritarismo. Así como trata con desprecio a la oposición, los magistrados, las instituciones y la prensa libre, falta también el respeto a los embajadores. Urge que alguien golpee la mesa y le diga a Bukele que no podrá extorsionar a los Estados Unidos – ni con la carta china, y mucho menos con la carta migratoria. Y como usted es el enviado especial del presidente Biden, todos esperamos de usted este golpe a la mesa. Tenga seguro que de otra manera no entenderá, sino seguirá pensando que ustedes son débiles y fáciles de engañar y extorsionar.
El hombre les está tomando el pelo. Estados Unidos, desde la transición democrática de la posguerra salvadoreña, ha invertido sistemáticamente recursos en la consolidación democrática y profesional de 4 instituciones: la Fuerza Armada, la PNC, la Fiscalía General y el sistema Judicial. Nayib Bukele está buscando revertir todos los progresos que con colaboración de Estados Unidos se han logrado en estas 4 áreas tan esenciales para la democracia, la seguridad jurídica, la seguridad ciudadana y los derechos humanos. Es un ataque consciente y sistemático a la base de la cooperación entre El Salvador y Estados Unidos. Si a este ataque ustedes no responden con claridad y fuerza, el niño travieso nunca va a entrar en razón. Ustedes tienen una expresión genial para el comportamiento de niños y políticos populistas: “Pushing the limits.” Desafiar las reglas, chocar contra los límites para extender paulatinamente el espacio para salirse con la suya…
Es hora que ustedes rompan, de una vez por todas, este juego que les está haciendo Bukele. Es hora de exigirle a este presidente que respete la Carta Democrática, que deje de extorsionar a la comunidad internacional, en especial a Estados Unidos, así como está tratando de extorsionar a los empresarios del país.
Cierro esta carta con la misma frase, con la cual finalicé la primera que le envié cuando vino en abril pasado: “No pedimos que usted asuma el rol de oposición, que nos corresponde a nosotros. Sólo le pedimos claridad. Ante el gobierno y ante la sociedad civil”.
Bienvenido. Éxito en su gestión.
Saludos,