No les gustó mi carta a su invitado, Rudy Giuliani. Lo siento mucho. Pero voy a dejar clara una cosa que tal vez se ha mal entendido: Hubo recomendaciones de Giuliani que tienen todo el sentido del mundo. Sería un enorme avance, si ustedes lograran que el gobierno, aunque sea a regañadientes, acepte aplicar el sistema CompStat que propone Giuliani, para procesar en tiempo real toda la información sobre actividades delictivas y convertirla en instrumento de intervención ágil y focalizada.
Tal vez así, con ayuda del equipo de Giuliani, el gobierno podría aumentar la eficiencia de su policía, basada en información correctamente procesada. Tal vez así, la PNC ya no tendría que recurrir a prácticas obsoletas, no eficientes y además al margen de la ley, como las redadas masivas en los barrios, las capturas indiscriminadas y las ejecuciones extrajudiciales. Ojalá que ustedes tengan la capacidad de convencer al gobierno que implemente este sistema.
Lo que yo critico del concepto de Giuliani no es la metodología que recomienda a la Policía, la Fiscalía y el sistema penitenciario. Critico la filosofía que hay detrás de su concepto: la idea que el problema de la violencia y delincuencia se resuelva creando un sistema que logre capturar, condenar y mantener en prisión a todos los pandilleros. En un país, como El Salvador, donde unas 100 mil familias, con entre medio millón y un millón de personas, vive al margen de la ley, esta idea es absurda.
Mucho de lo que Giuliani recomienda, hay que hacerlo. Pero aunque se haga todo, no tendrá sentido (ni éxito) si no abrimos al mismo tiempo caminos para insertar a este contingente social de más de 10 % de nuestra población al sistema productivo y legal de la Nación.
La frase que más me gustó en el Enade no fue de Rudy Giuliani, sino de Jorge Daboub: "Cero tolerancia al crimen. Cero tolerancia a la exclusión". Esta frase sería perfecta si agregáramos un tercer elemento: "Cero tolerancia a cualquier práctica policial (militar, penitenciaria…) al margen de la ley".
Lo que dijo Daboub va mucho más allá del enfoque de Giuliani de "law enforcement" - la persecución del delito, o la represión. El "law enforcement" es importante, pero no es cierto que es la clave maestra. La recuperación de Nueva York no hubiera funcionado solo con represión del crimen y sin las inmensas inversiones en la economía e infraestructura de la ciudad. Si Giuliani puede dar el impulso para que el gobierno, en vez de deslizar al país hacia una "guerra contra las pandillas" sin eficiencia, inteligencia y estrategia, desarrolle planes eficientes y constitucionales de persecución de delitos, bienvenido sea. Y gracias a ANEP por facilitar este impulso.
Pero de los empresarios de mi país espero más. Espero que la frase de Jorge Daboub se convierta en acción: "Cero tolerancia a la exclusión social". Esta parte de la solución (que obviamente no le interesa a Giuliani, así como no le interesa a nuestro fiscal general) constituye un desafía directo, más que al Estado y su gobierno, a la sociedad civil y, sobre todo, a la empresa privada. Dejen que Giuliani asesore al gobierno para hacer mejor su trabajo, y para que lo haga con apego estricto a la ley, sin ninguna erosión del Estado de Derecho.
De los empresarios de mi país espero que se conviertan en el motor de una sociedad civil que con audacia y creatividad encaren los retos de la inclusión, de la transformación de los barrios, de la creación de oportunidades de reinserción de este 10 % de nuestra población que vive (o sobrevive) al margen del sistema productivo y de la ley. En el documento del Enade hay algunas ideas al respecto, pero lastimosamente como elementos complementarios al enfoque central, que es la represión y el plan Giuliani. Comencemos a trabajar para que estas ideas ganen prioridad, concreción y viabilidad.
Para esto, cuenten conmigo.
(Mas!/El Diario de Hoy)