Afortunadamente, el presidente de la Republica aún no tiene suficiente poder cómo para decidir quiénes tenemos la calidad de análisis para escribir en los periódicos y quiénes no. Ganas obviamente no le faltan al ex-periodista Mauricio Funes de adquirir el poder para decidir sobre quién tiene derecho de criticarlo y quién no. Y con qué argumentos es permitido criticarlo o con qué otros argumentos no.
El hecho que el presidente te haya atacado a un columnista de esta manera, con nombre y apellido y con amenaza de callarte, muestra que la crítica pegó en el blanco. Y que le dolió. Como cualquier político, Mauricio Funes no es el vigilante de la calidad crítica en los medios, sino el vigilante de sus propios intereses y de su imagen pública. Y como cualquier humano, Funes grita cuando le duele.
No importa si lo que Membreño escribió (y lo que provocó este exabrupto del presidente contra él) era correcto o no. Sobre esto se puede discutir. Habrá discusión entre los columnistas y académicos. Habrá críticas a Luis Membreño, habrá otros enfoques de análisis sobre las contradicciones entre FMLN y Funes que Membreño caracterizó como juego de policía malo-policía bueno. Imagen que yo también utilicé anteriormente...
Habrá debate. Pero no sobre si cerrar o no ninguna columna. Y el que menos puede decidir sobre la correcto o no del planteamiento de Membreño -mucho menos sobre cerrar o no su columna- es el presidente de la República, sobre todo cuando él mismo es el objeto de crítica en la columna en cuestión.
Mucho menos un presidente que, cuando aún era periodista y autor de espacios de opinión (que irónicamente se llamaban “Sin censura”), a cada rato acusaba a los presidentes areneros de ejercer presión sobre los dueños de Canal 12 con el fin de callarlo por sus posiciones críticas al gobierno. El periodista Funes acusó al gobierno de Francisco Flores de haber orquestado el retiro de publicidad al canal 12, como medida de presión contra la línea editorial de Funes. Luego acusó al presidente Flores de haber estado detrás de la clausura de su programa de opinión “Sin Censura” en 2003, supuestamente por las críticas que ahí hacía Funes al manejo de la ayuda internacional para los terremotos de 2001. Y cuando en 2005 Mauricio Funes fue despedido como director de noticias y entrevistador del Canal 12, no faltaban las denuncias contra el gobierno de Toni Saca de haber tenido su mano peluda en esta decisión del consorcio mexicano.
Para un presidente con estos antecedentes, ir a un programa de televisión para recomendar a un periódico que cierra la columna de un autor crítico a su gestión presidencial, es grave. Habla muy mal del periodista Funes, y aún peor del político y presidente de la República Funes.
Luis Membreño, en la columna que sacó de quicio a Mauricio Funes al punto tal de dar declaraciones que no competen a su investidura como presidente de la República, estaba hablando del juego del policía malo-policía bueno, donde el FMLN y el vicepresidente Sánchez Cerén asustan con el Socialismo del Siglo 21 y donde Mauricio Funes da el estadista que nos quiere inspirar confianza. Bueno, sea como sea este juego de policía malo-policía bueno, Luis Membreño logró que el supuesto policía benévolo enseñara sus dientes...
(El Diario de Hoy)