Cuando en Alemania, en la noche del 22 de
septiembre, se contó los votos, al partido de la actual jefa del gobierno,
Angela Merkel, sólo faltaban 2 ó 3 diputados para alcanzar la mayoría absoluta
en el parlamento y poder gobernar sólo, todo el mundo celebró la gran victoria
de ‘Mutti’ (mamá), como llaman los alemanes a su popular gobernante. Un logro
fenomenal. Porque el sistema partidario alemán no suela a producir mayorías absolutas. Hay dos
partidos grandes (La Unión Demócrata Cristiana CDU/CSU y el Partido
Socialdemócrata SPD), y varios partidos menores (Liberales, ‘Los Verdes’ y ‘La
Izquierda’) que suelen a ganar cada uno entre 5 y 10 por ciento del voto, así
que siempre hay que construir colaciones para llegar a la mayoría absoluta
parlamentaria que en Alemania es requisito para formar gobierno. Durante años,
el Partido Liberal ha sido proveedor de mayorías gubernamentales, normalmente
uniéndose a la Democracia Cristiana, a veces a la Socialdemocracia. Pero luego
dos partidos más (Los ecologistas de ‘Los Verdes’ y los post-comunistas de ‘La Izquierda’)
lograron entrar al parlamento, complicando la matemática de gobernabilidad.
En esta elección del 2013, compitieron
dos propuestas de coalición: Angela Merkel quería continuar gobernando con el
bloque de derecha entre Democracia Cristiana y Liberales, y socialdemócratas y
verdes ofrecieron un cambio en forma de una coalición ‘roja-verde’. Más ‘La
Izquierda’ que estaba en contra de todo.
Resulta que Merkel logró un impresionante
crecimiento del CDU/CSU, pero no suficiente para gobernar sola. Su propuesta de
continuar la colación gobernante con los liberales fue derrotada en las urnas:
El Partido Liberal quedó debajo de 5% del voto nacional y afuera del
parlamento. Entonces, el partido de Merkel ganó, quedando como el partido más
fuerte, pero su coalición fracasó. El bloque de derecha perdió contra una nueva
mayoría de izquierda: Socialdemócratas, Izquierda plus Verdes – sólo que este
bloque políticamente no es viable, porque nadie quiere gobernar con ‘La
Izquierda’, porque su oposición a la Unión Europea y la pertenencia de Alemania
en la OTAN.
Así que los tres partidos de izquierda
juntos ganaron la elección, pero la perdieron porque no hay plataforma conjunta
posible.
Por otra parte, el gobierno de coalición
de Angela Merkel perdió las elecciones, porque los Liberales fueron eliminados
por los votantes - pero la señora Merkel las ganó, porque nadie podrá gobernar
sin ella. Entre las 3 coaliciones matemáticamente posibles, solo hay dos
políticamente viables, y en cada una la Unión de Merkel es el socio
mayoritario: O gobierna en colación grande con los socialdemócratas, o en
alianza con ‘Los Verdes’.
Esta última constelación parece poco
viable, tomando en cuenta las diferencias entre ambos, no tanto políticas, sino
ideológicas y de estilo. ‘Los Verdes’ nacieron de los movimientos de protesta
de las movidas décadas de los 60, los 70 y 80: movimientos ecológicos,
pacifistas, antiimperialistas, feministas, etc. Se han calmado bastante, en
muchos aspectos se han vuelto conservadores, pero todavía no existe química con
los partidarios de Angela Merkel.
En cambio, existen estilos y lenguajes
bastante parecidos entre los dos partidos grandes, CDU/CSU y SPD. Es más,
muchos analizan que Merkel ganó precisamente porque asumió muchas posiciones
clásicas de los socialdemócratas. Ella movió su partido del tradicional
conservadurismo al centro, igual que su predecesor Gerhard Schröder movió al
SPD de posiciones de izquierda al centro.
A pesar de que la Unión ganó 42% del voto
y la SPD solamente 26%, Merkel va a tener que hacer muchas concesiones a la
Socialdemocracia, sobre todo en políticas sociales y de reforma del mercado de
trabajo. Por una simple razón: Hay una mayoría de izquierda que, aunque no
puede gobernar, coincidió casi plenamente en estos. Y ganó en las urnas.
Entonces, ‘Mutti’ Merkel no puede seguir gobernando como antes. Su próximo
gobierno será bastante socialdemócrata. Esto no le gusta por nada a la derecha
alemana, pero a lo mejor es la mejor solución para Alemania y Europa: combinar
los aspectos de justicia social con la estabilidad económica que representan
Angela Merkel y su partido.
(@paololuers)
(El Diario de Hoy)