Surgen voces criticando la decisión del PDC y la intención del PCN de salir de la carrera presidencial. Mauricio Funes acusa a Rodolfo Parker de “negociaciones”, otros sospechan que la cúpula del PCN esté platicando con ARENA - como si negociar fuera algo ilegal o sucio.
Hoy recibí por e-mail un manifiesto digno de antología, firmado por “ciudadanos y ciudadanas por la transparencia” que quieren “crear un verdadero movimiento ciudadano contra la lluvia de desinformación y engaños electorales de los que estamos siendo victimas”. El documento comienza así: “Ante las negociaciones de los principales dirigentes de los partidos PNC y PDC, que están vendiendo al mejor postor sus voluntades y buscando manipular el voto de sus partidario/as y simpatizantes a favor del partido oficial...”
Lo que tanto tiene preocupado a Funes (y sus movimientos ciudadanos amigos) es que el retiro de las candidaturas del PDC y del PCN deja abierto el camino para una alianza amplia de todos contra el FMLN. La idea que estén hablando y tal vez negociando los tres partidos (y posiblemente otros más allá de los partidos y de la derecha), los tiene asustados.
La última vez que revisé mis libros de texto, negociar y formar alianzas eran parte de la esencia de hacer política. Constituyen el verdadero arte de la política. Se llama concertación, y es la única alterativa viable a la imposición y la violencia.
La última vez que vi noticieros nacionales, diferentes dirigentes del FMLN y su candidato estaban diciendo que buscaban “alianzas con los liderazgos locales del PDC y del PCN.”
Ahh, negociar alianzas con liderazgos locales de otros partidos es legítimo, porque es asunto de las ‘bases populares’. Sobre todo, cuando las hace el propio partido. Y más aun cuando puede servir para comprar dirigentes locales. Es casi como liberarlos de las sucias prácticas de sus cúpulas...
En cambio, negociaciones institucionales entre direcciones de partidos, sobre todo cuando involucran al adversario, son ilegítimos. Claro, todo estamos en contra de las maniobras cupulares...
Dos alcaldes del PDC -que a nivel local tienen coaliciones con el FMLN- ya frustraron las propuestas indecentes de ‘acompañar’ al candidato del FMLN en los cantones de sus municipios. Le dijeren que se comunicara con el secretario general del PDC, porque es la dirección nacional la que ve asuntos de las elecciones nacionales. Bueno, le estaban diciendo al FMLN: “Estamos en la misma alcaldía, pero no en la misma cama.”
Las negociaciones entre los partidos que quieren formar una alianza deben ser lo más transparentes posible. Siempre cuando la gente sepa quién está con quién y cuáles son los objetivos comunes, una alianza entre partidos (y más allá de partidos) es una forma legítima de ganar elecciones.
Ya que estamos hablando de alianzas: ¿Cuál es el contenido del acuerdo entre FMLN y CD? ¿Cuáles son los términos del pacto entre la Comisión Política del FMLN y Mauricio Funes y sus amigos?
Hoy recibí por e-mail un manifiesto digno de antología, firmado por “ciudadanos y ciudadanas por la transparencia” que quieren “crear un verdadero movimiento ciudadano contra la lluvia de desinformación y engaños electorales de los que estamos siendo victimas”. El documento comienza así: “Ante las negociaciones de los principales dirigentes de los partidos PNC y PDC, que están vendiendo al mejor postor sus voluntades y buscando manipular el voto de sus partidario/as y simpatizantes a favor del partido oficial...”
Lo que tanto tiene preocupado a Funes (y sus movimientos ciudadanos amigos) es que el retiro de las candidaturas del PDC y del PCN deja abierto el camino para una alianza amplia de todos contra el FMLN. La idea que estén hablando y tal vez negociando los tres partidos (y posiblemente otros más allá de los partidos y de la derecha), los tiene asustados.
La última vez que revisé mis libros de texto, negociar y formar alianzas eran parte de la esencia de hacer política. Constituyen el verdadero arte de la política. Se llama concertación, y es la única alterativa viable a la imposición y la violencia.
La última vez que vi noticieros nacionales, diferentes dirigentes del FMLN y su candidato estaban diciendo que buscaban “alianzas con los liderazgos locales del PDC y del PCN.”
Ahh, negociar alianzas con liderazgos locales de otros partidos es legítimo, porque es asunto de las ‘bases populares’. Sobre todo, cuando las hace el propio partido. Y más aun cuando puede servir para comprar dirigentes locales. Es casi como liberarlos de las sucias prácticas de sus cúpulas...
En cambio, negociaciones institucionales entre direcciones de partidos, sobre todo cuando involucran al adversario, son ilegítimos. Claro, todo estamos en contra de las maniobras cupulares...
Dos alcaldes del PDC -que a nivel local tienen coaliciones con el FMLN- ya frustraron las propuestas indecentes de ‘acompañar’ al candidato del FMLN en los cantones de sus municipios. Le dijeren que se comunicara con el secretario general del PDC, porque es la dirección nacional la que ve asuntos de las elecciones nacionales. Bueno, le estaban diciendo al FMLN: “Estamos en la misma alcaldía, pero no en la misma cama.”
Las negociaciones entre los partidos que quieren formar una alianza deben ser lo más transparentes posible. Siempre cuando la gente sepa quién está con quién y cuáles son los objetivos comunes, una alianza entre partidos (y más allá de partidos) es una forma legítima de ganar elecciones.
Ya que estamos hablando de alianzas: ¿Cuál es el contenido del acuerdo entre FMLN y CD? ¿Cuáles son los términos del pacto entre la Comisión Política del FMLN y Mauricio Funes y sus amigos?
(El Diario de Hoy, Observador Electoral)