Estos almuerzos nunca son formales, siempre amenos, llenos de anécdotas, risas, bayuncadas – pero también de discusión política e intercambio de ideas, propuestas y polémicas.
Luego de comer el Pollo al Chipotle, receta de mi esposa Daniela, y el pie de manzana, receta de mi madre Verena, nos recostamos en nuestras sillas para hablar política.
“¿Cómo se atreven a ponernos nuevos impuestos y amenazarnos con expropiar nuestros ahorros de pensiones, cuando acaban de botar 750 millones de dólares?”
“Billy, ¿cuáles 750 millones – y adónde los botaron?”

Tiene razón don Billy. ¿Cuál porción de estas ‘inversiones’ no productivas quedó en los bolsillos de funcionarios de los gobiernos Saca, Funes y (¿quien sabe?) Sánchez Cerén y sus respectivas administraciones en la CEL, La Geo e INE? No sabemos. Y no lo sabremos, mientras no exista institución (nacional o internacional) que lo investigue en serio.
La pregunta que uno tiene que hacerse es: Si estos tres proyectos fracasados y fraudulentos (Chaparral, ampliación de la 5 de noviembre, expansión de la generación geotérmica) fueron responsabilidad de los gobiernos de Saca y Funes y sus hombres en la CEL, ¿entonces por qué el FMLN los defiende, los asume, y sigue botando dinero público para salvarlos?
Lo más lógico hubiera sido que el FMLN, al asumir el control del gobierno y de la CEL, cortara en sano estos proyectos, asumiera las pérdidas, y echara la culpa a Saca y Funes… Pero hicieron lo contrario: Se metieron en el mismo hoyo que ya habían cavado Saca y Funes. Hoy son parte del complot. Y aún el país no tiene una política energética capaz de bajar los costos de energía que ahogan la economía…
En este contexto hay que discutir la crisis fiscal del gobierno y su urgencia de poner nuevos impuestos, robar los ahorros a los futuros pensionados, y aprobar créditos. Así tendrá que comenzar la discusión en la Asamblea y en la Interpartidaria. El que pide dinero primero tiene que rendir cuentas, antes de que le aprueban nuevos impuestos o créditos. Así es la vida. Vaya usted al banco a buscar refinanciamiento de sus deudas, y vea si le dan pisto sin que usted se baje los pantalones.
Repito lo que pregunté en una columna sobre el “Pacto de Ataco”: ¿Pueden y deben la oposición, la empresa privada y la sociedad civil entrar en la búsqueda de un acuerdo nacional con el gobierno, sin que este esté abierto a cambiar el rumbo de sus políticas?
Al concluir el almuerzo, con don Billy llegamos a una respuesta: No.