Pregunta. La crisis financiera está acaparando la agenda. El economista estadounidense Joseph Stiglitz afirma que esta crisis financiera significa para el mercado lo mismo que significó para el comunismo la caída del muro de Berlín. ¿Cómo ve la situación?
Respuesta. Creo que no son comparables. La caída del Muro fue un acontecimiento positivo, pero la crisis que vivimos es una experiencia muy negativa.
P. ¿Qué lecciones puede sacar Europa de la crisis de EE UU?
R. Lo más importante ahora es ver qué podemos aprender. Desgraciadamente nuestros socios americanos rechazaron más transparencia y más control en el campo financiero. Estoy aconsejando a las instituciones y Gobiernos europeos que empiecen a desarrollar una legislación política europea con más transparencia y más control en el sistema bancario.
P. ¿Esta crisis supone el fin del capitalismo anglosajón, desarrollado sobre todo en EE UU, que desconfía de la regulación y del Estado y lo fía todo al mercado?
R. Siempre hemos tenido modelos diferentes, pero esta crisis demuestra que el modelo europeo es más convincente. Pero incluso nuestro modelo requiere nuevos desarrollos. Las soluciones nacionales ya no son suficientes y necesitamos soluciones europeas. Ciertamente, el modelo americano no es el modelo del futuro.
P. La canciller Angela Merkel, propone un mayor contenido social con medidas como limitar los sueldos de los ejecutivos o la participación de los trabajadores en los beneficios empresariales.
R. Nuestro modelo se describe por primera vez en el Tratado de Lisboa. Es la política social de mercado. No es sólo política de mercado ni sólo política social, sino política social de mercado.
P. Reflexionando sobre las raíces de la crisis, el comisario de Asuntos Económicos, Joaquín Almunia, dice que las causas se resumen en una palabra: codicia.
R. Aprecio mucho al comisario Almunia y creo que tiene razón. No podemos permitir que tras la crisis monetaria, los americanos pongan 700.000 millones de dólares en el sistema bancario, es decir, a unos bancos que ganan dinero para su uso privado. Además, hay otro aspecto. Nunca comprenderé que haya 700.000 millones de dólares de los contribuyentes disponibles para salvar al sistema financiero y no para luchar contra el hambre del mundo. Esto no es aceptable y por esto propongo correcciones.
P. ¿En qué tipo de medidas piensa?
R. Es lo que decía Angela Merkel hace un año, cuando planteaba que era necesaria más transparencia y más control. Necesitamos más legislación y el Parlamento Europeo está dispuesto a hacer esta contribución. Mi consejo para Europa es no gastar dinero como hacen los americanos sino empezar a legislar.
(El País. Entrevista de Andreu Missé)