(El Nacional, Caracas)
viernes, 7 de agosto de 2009
Zapatazo: Criminalidad
Nueva Ley de Educación en Venezuela
miércoles, 5 de agosto de 2009
Zapatazo: Censura
El dilema de Honduras
El golpe de Estado contra el presidente hondureño Manuel Zelaya y su deportación a Costa Rica, el domingo 28 de junio, es un episodio revelador de los límites del sistema interamericano. Todos los Gobiernos del hemisferio reprobaron la deposición violenta del mandatario y demandaron su restitución, pero no todos lo hicieron por las mismas razones.
Bajo el aparente consenso se escondió la paradoja de una inversión de roles: los tradicionales defensores de las soberanías (Cuba, Venezuela, Nicaragua, Bolivia, Ecuador) demandaron la "insubordinación", la "resistencia", el "derrocamiento" y las "sanciones", mientras que los tradicionales defensores de las democracias (Estados Unidos, México, Colombia, Chile, Costa Rica) propusieron una solución multilateral, basada en el diálogo con un Gobierno ilegítimo.
La crisis hondureña tiene el interés de colocar las posiciones de esos Gobiernos fuera de sus enclaves simbólicos tradicionales y de localizar las tensiones regionales, no en la ideología, sino en la geopolítica. La verdadera polarización interamericana sale a la luz en este conflicto: de un lado, los países "bolivarianos", interesados en concertar alianzas que permitan continuar la guerra contra el "imperio" por otros medios; del otro, los países "interamericanos", que no entienden la integración latinoamericana como un arma contra Estados Unidos sino como parte del proceso global de creación de pactos regionales. Los primeros buscan en Honduras el restablecimiento de un gobierno aliado y su perpetuación en el poder; los segundos, más que en Zelaya, piensan en una solución que restablezca el orden constitucional en ese país.
Desde la mañana del 28 de junio las dos estrategias comenzaron a chocar: Cuba, Venezuela y Nicaragua intentaron convertir la crisis hondureña en un problema exclusivo del ALBA, mientras que Costa Rica, México y Colombia privilegiaron otras instancias como el Sistema de Integración Centroamericana (SICA), el Grupo de Río, la OEA y la ONU.
(lea el articulo completo en EL PAIS. Rafael Rojas es historiador cubano exiliado en México. )
lunes, 3 de agosto de 2009
Moving Ahead in Honduras
NEWSWEEK | From the magazine issue dated Aug 17, 2009
More than a month has passed since the coup that removed Honduran President Manuel Zelaya from office, and still today no one can predict how and when, let alone if, the crisis will be resolved. While there are some promising developments underway—the Honduran armed forces have backed Costa Rican President Oscar Arias's mediation effort, and the de facto president, Roberto Micheletti, has suggested he might agree to Zelaya's return—there are still many imponderables. How far are Zelaya and his Venezuelan, Nicaraguan, and Cuban sponsors willing to go to restore him to power? How long can Micheletti resist tacit international sanctions?
An opportunity to break new ground in Honduras and Latin America comes on Aug. 9 when Mexican President Felipe Calderón, U.S. President Barack Obama, and Canadian Prime Minister Stephen Harper gather at the annual trilateral North American summit. They can begin to address the Honduran coup by correcting a misstep committed more than a month ago at the meetings of the Organization of American States and the Rio Group. At those meetings, the leaders essentially aligned themselves with Venezuela's Hugo Chávez and his left-wing allies—Nicaragua's Daniel Ortega, Rafael Correa from Ecuador, and Evo Morales from Bolivia—in their condemnation of the coup. Now they ought to rectify that error by reaffirming their condemnation of the events but go on to point out that the coup did not take place in a vacuum. It occurred because of the polarization of Honduran society wrought by Zelaya's alignment with Chávez, the Nicaraguans, and the Cubans, and by his obvious attempt to keep himself in office with the same kinds of undemocratic strategies that have already been used by Chávez, Correa, and Morales, and that are now being planned by Ortega. The causes and consequences of the coup matter.
In trying to mediate, the leaders of the Americas have effectively taken sides in an ideological battle, but there is a way to right the balance. At their meeting, Obama, Harper, and Calderón should reaffirm and expand on their commitment to the Inter-American Democratic Charter, which calls on all members to defend democracy and was signed in 2001 by every government in the hemisphere, except for Cuba. (This writer signed on Mexico's behalf.) Article 19 calls for the suspension of any member state during serious interruptions of the democratic order, including "an unconstitutional alteration of the constitutional regime." It has been invoked only twice—against the 2001 coup against Chávez and against the Honduran coup—but it should be applied everywhere in Latin America, all the time, not selectively when one group of countries is unhappy. It should have applied to the electoral fraud in Nicaragua last year, the eviction of the elected mayor of Caracas this year, and the repression in Bolivia. It should apply to all presidents defenestrated by the military, like Zelaya, but also to those overthrown by the "street," like Fernando de la Rúa in Argentina in 2001, Bolivia's Gonzalo Sánchez de Lozada and Carlos Meza in 2003 and 2005, respectively, and Lucio Gutiérrez in Ecuador in 2005.
The charter is ambiguous in places, because in 2001 the only way to achieve a consensus was by resorting to generalities. If that is a problem in applying the charter more evenhandedly, then the leaders should call for the creation of a working group to revisit the charter and attempt to dot the i's and cross the t's.
Finally, the three leaders should take on the difficult matter of economic sanctions against Honduras. The OAS and the Venezuelans, and ironically even the Cubans, have called for trade sanctions against the Micheletti government, and the Inter-American Development Bank, the European Union, the U.S. Agency for International Development, and the World Bank have all temporarily suspended aid to the region's third-poorest country. While there are good reasons for applying sanctions to Honduras, and they may even work, the three North American leaders should make it clear that they can be permissible only if very clear guidelines are laid down regarding their duration, their applicability to other conceivable cases, and the firm commitment by parties who can make them effective, like the United States, to resort to similar measures in similar situations in the future. If not, the sanctions will be seen as a form of placating Chávez—with Obama, Calderón, Brazil's Luiz Inácio Lula da Silva, Chile's Michelle Bachelet, and other democratic leaders of the hemisphere simply bending over backward to appear opposed to the coup, regardless of its causes, its consequences, and the precedents that sanctions may create.
Castañeda Is A Former Foreign Minister Of Mexico, Global Distinguished Professor At New York University, And A Fellow At The New America Foundation.
Menos periodismo y más corrupción
Una paradoja: no abundan los trabajos reflexivos sobre la naturaleza del oficio periodístico y las consecuencias de su crisis actual en medios de comunicación masivos. O bien porque resultan extensos y cada día existe menos capacidad para publicar debates. O bien porque los editores se encuentran demasiado angustiados con los recortes financieros, la caída de la circulación y la desaparición de la publicidad, como para pensar en lo que deberían estar pensando.
En Letras Libres, raro oasis mexicano en el magma de las revistas latinoamericanas, dirigida por el ingeniero e historiador Enrique Krauze, apareció un artículo de esos que ya rara vez se suelen publicar. Lo firma Paul Starr, profesor de comunicaciones y asuntos públicos en la escuela Woodrow Wilson, de la Universidad de Princeton. Y posee un título sugestivo: "Adiós a la era de los periódicos: bienvenida la nueva era de corrupción".
Especialista en medios y periodismo, autor del libro Freedom's Power (Basic Books, 2007), Starr confirma la siguiente especie: "Entre más baja resulta la circulación de periódicos en un país, más alta es la posición de dicho país en el índice de corrupción".
Esta no es idea que Starr pone en circulación porque le parece ocurrente: es una reflexión central en su interesante y cautivador trabajo que se apoya en un estudio de 2003 realizado por The Journal of Law, Economics, & Organization, por Alicia Adsera, Carles Boix y Mark Payne, en donde rastrean la relación entre corrupción y libre circulación de periódicos.
Como agrega Starr, una prensa financiera comprometida es más susceptible de ser una prensa éticamente comprometida. Ahí es donde está el detalle. Los diarios se encuentran en el mundo entero en crisis. Pocos han superado esa primera conmoción que implica ver disminuidas sus plantas de periodistas, o recortados los sueldos para sobrevivir la hecatombe financiera. Menos aún han logrado entender que si no se adaptan a los desafíos que impone la red, desaparecerán como los dinosaurios.
Existe demasiada rabia en la sociedad contra los medios como para justificar esta crisis con estas palabras: "Lo merecían, dejemos que sean ellos los que sufran ahora". Pero semejante reclamo es lo que llaman alegría de tísico.
Lo que perdemos todos es algo que vale demasiado como para hipotecarlo con un resentimiento pasajero. La investigación que siempre ha desvelado a los corruptos, porque pone en evidencia sus chanchullos con el Estado y con la empresa privada, para engordar sus alforjas con sobreprecios y otros negocios turbios.
Quiérase o no, los medios constituyen una parte esencial de cualquier sociedad.
Han sido los ojos de la comunidad frente a malos desempeños públicos, la posibilidad de controlar a los abusadores, una suerte de sistema cívico de alarma, como lo llama Paul Starr. En Venezuela el tema posee una vigencia alarmante: no sólo porque la crisis económica afecta la calidad del periodismo que podría servir de auditor social. Sino porque el gobierno de Hugo Chávez, con su naturaleza autoritaria, desea arrodillar a la profesión.
RCTV perdió la concesión; Venevisión optó por el nicho de las comiquitas; Globovisión pende de un hilo porque tubearon al Estado informando sobre un sismo; Unión Radio ha sido visitada por funcionarios del Estado con grabaciones puntuales de programas que el Gobierno considera incómodos. Los medios impresos, que marcaban la agenda con grandes investigaciones sobre casos de corrupción o ineficiencias del Gobierno, sufren los embates de la crisis económica y en algunos casos son adquiridos por grupos que desean enfocarse en el negocio (no se sabe de quién).
domingo, 2 de agosto de 2009
Miguel Henrique Otero: El Nacional siempre defenderá la democracia
El presidente editor del diario, que este lunes celebra su 66 aniversario, dijo que "es preocupante lo que está pasando con los medios, porque está expresado en el plan de la nación con aquel término de ‘hegemonía comunicacional', está expresado todo los días en el discurso del presidente Chávez y ahora con los ministros"
Insistió en que el papel de los medios, que es informar "lo bueno y lo malo", está acompañado de otra faceta propia de los mismos, que es defender la democracia. "Al defender la democracia son actores políticos.¿Por qué defienden la democracia? porque hay un régimen que quiere acabar con el periodismo independiente".
Durante una entrevista transmitida este domingo por Televen, Otero dijo que "es preocupante lo que está pasando con los medios, porque está expresado en el plan de la nación con aquel término de ‘hegemonía comunicacional', está expresado todo los días en el discurso del presidente Chávez y ahora con los ministros".
"Ahora quieren montar una ley para todos los contenidos porque a la prensa no la pueden atacar, ya que no es una concesión con una arquitectura legal como la de Conatel. Pero sí pueden criminalizar el periodismo como lo hacen en Cuba" en donde, según explicó Otero, "cualquier periodista que publique una información que el gobierno considere que va en contra de los intereses del Estado es acusado de traidor a la patria y tiene prisión de 20 años y hasta fusilamiento"; sin embargo, aclaró que en Venezuela "no habrá fusilamiento porque no pueden".
Según lo que leyó en el proyecto de la ley especial contra delitos mediáticos, "todo periodista o todo medio que publique una información que va contra el desenvolvimiento del Estado o contra la gestión pública" tiene una pena de dos a cuatro años.
Aseguró que para el gobierno "los medios perjudican porque publican los desastres, las promesas incumplidas, las mentiras" y aseguró que también publican "lo bueno".
Señaló que una de las maneras que usa el Gobierno venezolano para descalificar a los medios de comunicación del país, es diciendo que estos quieren ser partidos políticos. "Nunca van a los argumentos. ¿Qué partidos políticos? ¿Dónde está la casa de partido de El Nacional o de El Universal? No hay casa de partido, no hay casa de gobierno, no hay militancia, no hay nada", subrayó.
(El Nacional, Venezuela)
El dinero perdido de las FARC
(lea el artículo completo en El País)
Con estos finalistas no llegan a nada
Digo error porque sigo pensando que Henry Campos hubiera sido el hombre ideal para la Fiscalía: capaz, valiente e independiente. Obviamente sigue siendo capaz y valiente -incluso más que todos los demás candidatos a la fiscalía-, pero ya no es independiente. Tomó la decisión de formar parte del gobierno del FMLN y Funes. Tomó partido. Se hizo parte en este juego de pesos y contrapesos, donde la Fiscalía tiene un rol, y el ejecutivo otro. ¡Qué lástima!
Ya hace meses escribí que Campos era el mejor candidato para la Fiscalía. La derecha tuvo sus dudas y resistencias con él, igual que las tuvo con Sidney Blanco y Florentín Meléndez para la Corte Suprema. Pero la derecha se vino convenciendo que ser de izquierda no es impedimento para que alguien sea independiente de amarres partidarios y de decisiones apegadas a la ley. Algunos en la derecha incluso se convencieron –y por eso no sólo aceptaron a Sidney Blanco sino promovieron además a Florentín Meléndez- que no hay mejor antídoto contra los peligros de la izquierda ortodoxa y autoritaria que personajes de la izquierda independiente y democrática. En este sentido, el siguiente paso lógico hubiera sido elegir a Henry Campos fiscal.
Por esto es tan lamentable que Henry Campos, en vez de arriesgarse y seguir apostando a la Fiscalía, se fue por el atajo y se hizo parte del gobierno Funes. Adiós independencia, adiós Fiscalía...
Porque exigir a la oposición que acepte como fiscal general a uno de los protagonistas de la política de seguridad del gobierno Funes –política que ella considera errática y peligrosa-, es lo mismo que exigir al FMLN que acepte a Astor Escalante, quien fue artífice de la política de seguridad del gobierno Saca, la cual el FMLN consideró errática y peligrosa. Estamos de regreso al empate y mutuo bloqueo...
Para romper el empate, era correcta y lógica la decisión de la Asamblea de volver a abrir la lista de candidatos a fiscal. No puedo entender cómo la lista de más de 80 aspirantes se haya reducido a una lista de cuatro, de los cuales nada menos tres son ex-viceministros de Seguridad (dos de Saca y uno de Funes), y el cuarto está vinculado históricamente al FMLN. Otra vez empate y bloqueo. De regreso al punto de partida. Al punto muerto.
No me van a decir que entre los 80 aspirantes no hubo nadie que cumpliera los requisitos profesionales que no sea viceministro o ex viceministro de Seguridad. No me van a decir que no haya nadie independiente que quiere ser fiscal general.
A saber con qué criterios los negociadores de los partidos han hecho la reducción de la lista a los cuatro (o dos, como muchos dicen) finalistas. Pero no pueden mantener esta reducción. Tienen que abrir la lista nuevamente, y aplicar un criterio diferente para reducirla a finalistas: eliminar a todos los candidatos que tienen amarres partidarios; luego eliminar a los que son responsables de la política de seguridad del gobierno y los que han sido responsables de la política de seguridad de los últimos gobiernos. Esto no excluye a los cuadros profesionales que han servido o sirven de fiscales. Pero sí a los viceministros...
De los independientes y no comprometidos hay que buscar a los han mostrado más capacidad y valentía.
El fin de todo el proceso es encontrar a un Fiscal General que goce de la confianza de ambos bloques políticos. Sólo así tendrá capacidad de realizar las reformas radicales que necesita la Fiscalía para cumplir su mandato constitucional.
Así que déjense de las pajas de estar proponiendo cada uno a sus hombres de confianza. Aprovechan las vacaciones para reflexionar. Tómense unos tragos bien helados para regresar con cabeza fría. Tengan la audacia de poner la Fiscalía en manos de alguien independiente.
(El Diario de Hoy)
sábado, 1 de agosto de 2009
Carta a un ex magistrado del Tribunal Electoral
la democracia es una mujer caprichosa. Es imperfecta. A veces es injusta. Pero a pesar de todo, hay que serle fiel. Ni modo...
¿A quién le cuento esta verdad? Vos la acabas de vivir en carne propia. Acaban de nombrar a los cinco magistrados del nuevo Tribunal. El único que no fue reelegido fuiste vos. Aunque para muchos has sido el magistrado más capaz y más independiente.
Los cuatro que de manera abierta y a veces descarada corresponden a intereses partidarios, siguen. El magistrado que ha tratado de responder al país, a la transparencia y la razón común, está afuera.
No se si a vos te da rabia. A mi sí. Es un pésimo mensaje. No lo entiendo. De Reforma Electoral ya nadie habla. Todo sigue igual, sólo que ahora el presidente del Tribunal es del Frente, y que el independiente ya no está. No conozco al señor que te sustituye. Ojala que no sea peón de nadie.
Te deseo suerte en tu carrera judicial. Lástima que no te inscribiste como candidato a fiscal. Me imagino que te dio pena autoproponerte...
Saludos, Paolo
(Más!)
jueves, 30 de julio de 2009
ETA, la costumbre de odiar
(lea artículo completo en El País)
Columna transversal: Día del periodista
El día del periodista es una aberración. Es un pretexto para recibir invitaciones, regalos, elogios y otras cosas que comprometen la decencia y la independencia de los periodistas.
No quiero hacer más grande el montón de paja que se produce en ocasión del día del periodista. Esas fechas de homenaje a ciertos sectores (madres, trabajadores, contadores, maestros, periodistas...) siempre se prestan a repetir viejos mitos. Esto puede ser admisible en el caso de las madres, pero en el caso del gremio de periodistas es absurdo: Nuestra tarea es desmantelar los mitos. Desmitificar la realidad.
Siempre en esas fechas se habla de la esperanza que inspiran ‘las nuevas generaciones’. Se habla de ‘el talento de periodistas jóvenes bien preparados para hacer frente a una nueva realidad’. Se sermonea de ‘una nueva generación de reporteros ávidos de explorar nuevos géneros y de aventurarse a desafiar nuevos límites’.
Claro que, afortunadamente, existen muchos periodistas jóvenes talentosos. Pero igual existen en todas las generaciones. Y existen periodistas dóciles, oportunistas, corruptos e incapaces en todas las generaciones, incluyendo las nuevas. (Y en todos los medios, incluyendo los ‘alternativos’, de paso sea dicho). Lo del periodismo no es un desarrollo darwinista y lineal. No hay ningún indicio que cada nueva generación de periodistas sea mejor que la anterior. Si en nuestro país el periodismo ha mostrado un avance notorio en los últimos 20 años, no es por un relevo generacional. Es porque el país cambió. Es porque a partir de los Acuerdos de Paz nació un sistema político propicio para el pluralismo, la tolerancia, la inclusión. Es porque unos fuimos a la guerra por la falta de espacios y libertades. Y otros aprendieron la lección. Este país y su periodismo cambiaron, porque a partir de 1992 hubo gobiernos que respetaron la libertad de expresión, y una oposición que no permitía retrocesos a una relación autoritaria entre el Estado y los medios. El periodismo dio enormes saltos de calidad por todo esto, y porque también hubo importantes aperturas en los medios de comunicación.
Eso nos lleva a otro mitos que brota de nuevo a la superficie cada año cuando hay que hablar paja el día de periodista: que el obstáculo principal para el desarrollo del periodismo es la forma de propiedad y el carácter comercial de los medios. Que existen contradicciones entre los intereses comerciales de un medio de comunicación y su calidad e independencia editoriales, es una verdad por todos compartidos. La vida está llena de contradicciones. Hay que aprender a lidiar con ellas y volverlas fuentes de creatividad y productividad.
La historia nos muestra que el intento de resolver estas contradicciones simplemente cambiando el modelo de propiedad y dirección de los medios, normalmente han llevado a menos libertad de expresión, menos calidad periodística y menos independencia editorial. Este es el caso con los medios manejados por partidos políticos, gobiernos, iglesias, o movimientos sociales. El Salvador está lleno de estos ejemplos: el canal 10, Radio Mayavisión, los medios de los diferentes pastores, el Colatino, las radios ‘comunitarios’ manejados por organizaciones sociales militantes, la radio de la UCA - todos muestran menos capacidad editorial, menos independencia, menos ética periodística y menos apertura a la pluralidad que cualquier medio comercial en manos de la ‘oligarquía mediática’. Eso no les quita el derecho de existir, pero sí el derecho de hablar tan arrogantemente de independencia y ética.
En otras latitudes existen radios y canales de televisión estatales que logran un alto grado de pluralidad. Pero tienen absoluta independencia de los gobiernos y los partidos gobernantes. Tienen un estatus de autonomía comparable a las universidades públicas. Algunos, como la BBC británica, son empresas líderes en cuanto a información veraz, pluralidad de opiniones e libertad de expresión interna. Pero no crean que para los periodistas que trabajan en estos medios estatales autónomos, no existen contradicciones diarias entre el ejercicio individual de la libertad de expresión y las líneas editoriales y los intereses del medio. No hay paraíso para la libertad de expresión. Contradicciones y limitaciones existen para los periodistas, sea cual sea el modelo de propiedad y dirección del medio.
Es parte integral de nuestro oficio saber movernos productivamente en un mundo imperfecto. Y la única receta que he encontrado es: Conectar con los lectores. Son ellos, en última instancia, los que tienen el poder. Del consumidor y su confianza depende el poder económico y político de un medio.
(El Diario de Hoy)
Carta a una periodista joven
Estás entrando a nuestro gremio, llena de entusiasmo, compromisos, ideas, dudas. ¡Bienvenida!
Vas a encontrar, entre tus colegas viejos y jóvenes, farsantes y grandes maestros. Hay de todo. Vas a encontrar jefes con visión y jefes miopes. En eso, el periodismo no es diferente a ninguna otra profesión. Si en la universidad te han dicho otra cosa, te han dado paja. No será la única que te han dado...
Por ejemplo: que siempre tengás cuidado, porque el dueño o director del medio donde trabajás te va a limitar, censurar. Es al revés: ¡No tengás cuidado! No dejés que el cuidado te corte el valor. En la mayoría de los casos, tu jefe te va a respaldar si tu información es correcta y tu enfoque es valioso. Sobre todo cuando mostrás valor.
Tu jefe, el único que cuenta, es el lector o radioescucha o televidente. Y este aprecia que le hablés claro y sin miedo. El problema de nuestro medio no es la censura, es la autocensura, la falta de valor.
Otra paja que posiblemente te han dado en la U es que tenés que ser imparcial. No les hagas caso. El peor periodismo es el que no huele a nada, no sabe a nada, no sirve para nada. El siempre balanceado. El del ‘por una parte, por otra parte’...
Tenés que tomar en cuenta todas las informaciones, todas las fuentes, todas las opiniones. Pero luego tenés que decir que la cosa es negra o blanca, sucia o limpia...
No será fácil. Si quieres fácil, búscate otra chamba.
Saludos, Paolo Lüers
PD: Dirijo esta carta a una mujer, porque no soy capaz de escribir el lenguaje correcto que siempre incluye ambos géneros: querida y querido colega, o querid@ colega, u otras aberraciones que la gente inventa para nunca meter la pata con nadie...
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martes, 28 de julio de 2009
Carta a Mel Zelaya, presidente de la República Fronteriza de Las Manos
Le felicito por el hecho que su amigo Daniel Ortega le haya dado un pedazo de tierra nicaragüense para formar la República Fronteriza de Las Manos. No es gran cosa, pero por lo menos sigue siendo presidente.
Hoy leí que usted mandó a notificar a la Secretaria de Estado Hilary Clinton que, si ella quiere hablar con usted, sería en su nueva sede presidencial en Las Manos.¡Vaya, para que la señora aprenda cómo tratar a un presidente macho! Nada de citarlo a Washington…
A lo mejor usted ha logrado encontrar la solución salomónica a la crisis hondureña: Usted despacha en Las Manos, Roberto Micheletti o quien le siga gobierna en Tegucigalpa - y ambos pueden participar en la OEA y en las cumbres presidenciales.
Los países como Venezuela, Bolivia y Nicaragua, que no están dispuestos a reconocer a ningún presidente hondureño que no sea usted, pueden trasladar sus embajadas de Tegucigalpa a Las Manos o a Ocotal…
Con esta solución creativa a una crisis con gran potencial de violencia política, Usted se convierte en candidato a premio Nobel de paz. Oscar Arias, con todo su plan de San José, no es nada a la par de usted...
Nuevamente felicitándole, le saluda Paolo Lüers
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lunes, 27 de julio de 2009
Revolución sandinista: la vigencia de sus ideales
Las causas que produjeron este movimiento social, político y militar hace más de tres décadas siguen vigentes en la actualidad. Después de la revolución sandinista, que fue precedida por la revolución liberal y otros intentos de movimientos políticos y militares que han ocurrido en nuestro país la situación no parece haber mejorado en lo más mínimo.
La justificación que dio sustento a la revolución sandinista fue principalmente el derrocamiento de la dictadura somocista en busca de construir una nueva sociedad bajo nuevos ideales de justicia, desarrollo social, integración plena de los sectores marginados a la dinámica socioeconómica del país y hacerlos fundamentalmente partícipes de la riqueza que el país produce.
La exclusión social y la marginación económica históricamente ha azotado a la sociedad nicaragüense que no ha podido encontrar en ninguna forma de gobierno, sea ésta dictadura, revolución o democracia, una respuesta congruente para este desajuste estructural del país que deja por fuera a una inmensa mayoría que sobrevive con casi nada y continúa alentando el enriquecimiento obsceno de una exigua minoría que como clan privilegiado disfruta a manos llenas de la enorme riqueza que nuestro país produce.
Esta fractura social es tan evidente hoy como lo fue en el pasado, sin importar los colores políticos de los gobiernos de entonces ni su forma de ejercer el poder. Esta fractura social inquietante por lo deshumanizante que resulta nos lleva a clasificar a los ciudadanos de nuestro país, que según la Constitución Política deberían ser iguales en derechos, en categorías perfectamente útiles y funcionales para sostener el inicuo sistema político que aflige a la nación nicaragüense. Dentro de esa clasificación hay una categoría, la más pobre y vulnerable, que es tenida en cuenta como el ganado o como borregos con los cuales se puede comerciar y utilizar a conveniencia.
Cabe preguntarnos ¿qué ha pasado con todas estas revoluciones, procesos de cambio, gobiernos democráticos, revoluciones pacíficas en las urnas como la de 1990, nuevas eras anunciadas con bombos y platillos; que en vano han intentado encontrar una respuesta para la sociedad nicaragüense y que han resultado totalmente ineficaces?
Han fallado simplemente porque no han podido cambiar lo esencial como es la mentalidad y los paradigmas éticos de la sociedad nicaragüense. Al llegar al poder en 1979 algunos líderes guerrilleros sandinistas que estaban esperando su momento para medrar indignamente y colocarse en posiciones de poder traicionaron los ideales y la verdadera ética revolucionaria y el compromiso de los auténticos líderes que perseguían un cambio. El oportunismo traicionó, como siempre, a la revolución sandinista. De un liderazgo arribista, excluyente y oportunista a más no poder, no podía nacer ningún nuevo orden social. La construcción del hombre nuevo que tanta falta hace aún a la sociedad nicaragüense, no podía venir de líderes empapados en los rancios métodos de enriquecimiento personal y el ejercicio del poder con lógica de clan, familia o logia ideológica.
La revolución fue traicionada al igual que otras revoluciones en el continente que terminaron siendo verdaderos fracasos por causa de un mal común: el arribismo de líderes inescrupulosos y sin la más elemental ética para ejercer el poder en beneficio del pueblo.
La revolución sandinista sólo existió en la mente imaginativa y en los ideales de un puñado de guerrilleros que, muertos la mayoría, y purgados de los grupos de poder los que sobrevivieron, acabaron en el descrédito y el escarnio. El cálculo político y el plan táctico para ocupar completamente el poder por parte de los infames guerrilleros oportunistas que aguardaban como larvas enquistadas del mal que ha azotado la historia de nuestro país como lo es la dictadura, fue tan preciso y exacto que en muy poco tiempo mataron la esperanza de una revolución y se dedicaron a construir un mito revolucionario y una mampara político-ideológica que fueron a prostituir a la Unión Soviética. ¿Qué tenia que ver la URSS con el cambio que anhelaban los nicaragüenses? La revolución sandinista nació muerta. Fue un aborto más en la historia política de nuestro país.
El mito, sin embargo, sobrevivió y se convirtió en un rentabilísimo partido político con marca registrada que está al servicio de quienes lo concibieron como un eslabón para escalar a la cima del poder como verdaderos mercenarios ideológicos que dieron al traste con el clamor de un pueblo por un cambio. La praxis de los líderes de ayer del partido que se apoderó de la marca revolucionaria es básicamente la misma de todos los dictadores que hemos visto desfilar en la historia de nuestra patria.
Mientras no se genere un cambio sustancial en los paradigmas éticos de la sociedad nicaragüense cualquier intento de revolución llevará intrínseco el enorme riesgo de fracaso que experimentó la revolución sandinista. Rodeando a los muchos jóvenes idealistas que puedan andar por toda Nicaragua, que sueñan con una patria mejor y con un nuevo orden social, seguramente están muchos oportunistas y arribistas como los “comandantes” que desde 1979 hicieron de la revolución y del Frente Sandinista un negocio privado al servicio de intereses mezquinos.
El cambio tiene que venir a través de la educación. La verdadera revolución que cambiará a Nicaragua será del orden ético y moral. En la construcción de esa revolución tenemos mucho por hacer todos y cada uno de los ciudadanos sobre todo en lo que a la educación de nuestros hijos se refiere.
(El Nuevo Diario, Managua/Nicaragua. El autor es especialista en Economía Pública y Administración Financiera Pública.)
Tras las bambalinas de la crisis política en Honduras se siente la mano de Chávez
Durante las celebraciones del Día de la Independencia hondureña, el pasado 15 de septiembre, el entonces presidente Manuel Zelaya compareció para participar en un ritual tradicional que festeja la unidad nacional. Pero en vez de limitarse a seguir el protocolo y gritar "Viva la Independencia, Viva la República", esa vez Zelaya agasajó a su audiencia con una diatriba de 15 minutos contra el capitalismo.
"Los empresarios y las oligarquías criollas corruptas son las responsables del atraso de casi dos siglos porque impulsan un sistema económico neoliberal injusto que explota al hombre y a nuestras riquezas naturales", exclamó el mandatario. El ataque de Zelaya fue recibido con abucheos y gritos de "¡Fuera! ¡Fuera! ¡Fuera!"
Obligado por los militares a salir del país el mes pasado, Zelaya volvió a Honduras el viernes y el sábado. El viernes, seguido de reporteros y hablando por su celular, cruzó la frontera desde su exilio nicaragüense. Caminó hasta la oxidada cadena que separa a los dos países, la levantó y dio unos pasos en su tierra de origen.
La conexión latina de la casa Blanca
Zelaya parecía un poco desilusionado de que su teatral retorno no hubiera provocado un tiroteo. Unas pocas horas después regresó a Nicaragua, en donde el presidente sandinista Daniel Ortega le ha brindado refugio.
Si Zelaya sigue así, la crisis podría extenderse mucho más. Pero sin importar como se resuelva esta contienda de poderes, probablemente será recordada como el momento que definió la política estadounidense hacia Latinoamérica bajo Barack Obama.
Zelaya tenía los medios, el motivo y la oportunidad para destruir las instituciones democráticas del país y estaba tomando medidas para hacerlo. De haber tenido éxito habría consolidado su poder en la misma forma en que lo hizo el presidente de Venezuela Hugo Chávez y habría transformado al país en un estado policial. La insistencia de Obama de que Zelaya sea devuelto al poder ha fortalecido la imagen de un Tío Sam arrogante y condescendiente desconectado de la realidad de la región.
Los hondureños podrían ser más abiertos a una cátedra sobre la democracia de Obama si Estados Unidos mostrara más interés en desafiar a Chávez y sus aliados antidemocráticos o si entendiera el peligro que representan. En vez de eso, desde que asumió la presidencia en enero, el mandatario estadounidense se ha acercado a los malos dirigentes de la región, sólo para quedar en vergüenza posteriormente al revelarse que sus nuevos "amigos" en realidad son enemigos de la paz y la libertad.
Esta locura comenzó con la Cumbre de las Americas, llevada a cabo en abril en Trinidad, cuando Obama prácticamente saludó a Chávez como si fueran almas gemelas que hace tiempo no se veían. La respuesta del gobierno fue que la tensión en la región fue causada por George W. Bush. El encantador Obama cambiaría todo eso y a partir de entonces la influencia de EE.UU. volvería a hacerse sentir. Chávez no recibió el memorando. El 19 de julio, el Washington Post informó que un nuevo reporte de la Oficina de Responsabilidad Gubernamental encontró que "la corrupción en los altos niveles del gobierno del presidente Hugo Chávez y la ayuda estatal a las guerrillas narcotraficantes colombianas han convertido a Venezuela en uno de los principales trampolines para la cocaína con destino a EE.UU. y Europa". Ahora, Chávez dice que derrocará al gobierno hondureño.
A principios de junio, Obama llamó al presidente de Ecuador, Rafael Correa, para felicitarlo por su reciente reelección y, según un portavoz de la Casa Blanca, "expresar su deseo de profundizar nuestra relación bilateral y mantener un diálogo constante que pueda asegurar una relación basada en el respeto mutuo". Esto de nuevo hizo ver a Obama como alguien mal informado, ya que la falta de respeto que muestra Correa ante los intereses estadounidenses es legendaria.
El 22 de junio, reporté en esta misma columna que la inteligencia militar de Colombia tenía evidencia de que el gobierno de Correa apoya las FARC, el grupo guerrillero colombiano. Un furioso Correa saltó en frente de las cámaras de televisión para emitir una amenaza a The Wall Street Journal. "Estamos hartos de sus mentiras", advirtió.
Él no podría haber previsto que días después la agencia de noticias Associated Press emitiría un video de un líder rebelde leyendo una carta del fallecido líder de las FARC sobre documentos "comprometedores" que muestran el apoyo financiero de las FARC a la campaña presidencial de Correa en 2006 y "acuerdos" con emisarios de Correa. En el reporte de esta noticia, el diario español El País escribió que "varios correos electrónicos de los ordenadores de [el cabecilla de las FARC] Raúl Reyes dan cuenta de la entrega de US$100.000 al equipo de campaña de Correa. La novedad, ahora, es que un alto dirigente de la propia guerrilla admite verbalmente tal aportación". Correa niega las conexiones con las FARC y dice que esto es un "montaje". No se sabe aún si planea demandar a todos los demás periódicos que posteriormente informaron la noticia.
Luego de establecer que hacer las paces con los causa problemas de la región es una de sus prioridades, Obama ahora desea que Zelaya, quien fue respaldado oficialmente por las FARC la semana pasada, sea devuelto a su cargo. Si Honduras no cumple con ello, EE.UU. ha amenazado con congelar activos y revocar las visas de los funcionarios del gobierno interino.
Algunos observadores en Washington creen que esta extraña postura se debe al hecho de que Obama dependa profundamente del consejero para la Casa Blanca Gregory Craig para los asuntos latinoamericanos.
Craig era el abogado de Fidel Castro —quiero decir Juan Miguel González— durante la repatriación a Cuba del niño de 7 años Elian González en 2000 por parte de Bill Clinton. A lo largo de la campaña presidencial, cuándo él estaba asesorando a Obama, el izquierdista Council on Hemispheric Affairs lo respaldó diciendo que era "el hombre correcto para revivir las profundamente defectuosas relaciones entre EE.UU. y América Latina". En Otras palabras, darle un giro a la política hacia la izquierda.
Hay mucha especulación sobre si Obama está diseñando políticas en base a los "conocimientos" de Craig. No es muy difícil de creer. De hecho, si todas las políticas están siendo dirigidas fuera de la Casa Blanca, como muchos observadores argumentan, entonces las perspectivas del Consejo de la Casa Blanca podrían explicar mucho.
(The Wall Street Journal)
El camino a seguir para Honduras
En los últimos días, la retórica de los aliados del ex presidente Manuel Zelaya también ha predominado en los medios de comunicación en Estados Unidos. La peor distorsión es la repetición de la falsa aseveración de que el señor Zelaya fue destituido de su cargo por el ejército y por ser un "reformador". Lo cierto es que fue destituido por un gobierno civil democráticamente elegido porque las independientes ramas judicial y legislativa de nuestro gobierno dictaminaron que había infringido nuestras leyes y constitución.
Revisemos algunos hechos fundamentales que no pueden discutirse:
domingo, 26 de julio de 2009
DESARME EN COLOMBIA: La reinserción de Caraemuerto
Caraemuerto se remueve inquieto en la silla. No es fácil sentarse tranquilo en un pupitre tras años de estar alerta ante posibles ataques o emboscadas de la guerrilla colombiana. Pero este antiguo paramilitar lucha ahora para retomar sus estudios y encontrar un trabajo.
A la puerta del edificio, varios adolescentes charlan con indolencia. Dentro, la algarabía marca las idas y venidas de los estudiantes entre sus clases. Sin embargo, pese a las apariencias, este centro de Medellín no es un instituto de Bachillerato. La mayoría de los alumnos ha cambiado las armas por los cuadernos: son antiguos paramilitares y guerrilleros, pero también jóvenes de barrios marginales en peligro de sumarse a estos grupos ilegales o víctimas del conflicto. Ahora son todos compañeros de pupitre en el Centro de Formación para la Paz y la Reconciliación (Cepar).
En el centro continúan una educación que terminó en muchos casos en los primeros cursos de Primaria y en otros nunca empezó. Ahora, tras desmovilizarse, se encuentran en desventaja para competir en el mercado laboral. Tienen experiencia de la muerte, pero mucha menos de las clases, los exámenes, o de enviar un currículo...
"Me considero una persona de mucha suerte. Estuve nueve años en el monte y nueve tiros me dieron, pero estoy vivo y no me duele nada", explica Luis Edison Jaramillo, Caraemuerto, de 27 años, que se unió a las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC) "por la situación económica. Pasó un grupo de paramilitares y me dijeron que me pagaban buena platica". "Al principio fue duro, mucha guerra, pero luego se acostumbra uno". Finalmente, "el patrón tomó su decisión": el jefe del Bloque Mineros, al que pertenecía, decidió desmovilizarse, y con él, más de 2.500 hombres bajo su mando.
Un caso diferente es el de Luis Villegas, de 25 años, que tomó por su cuenta la decisión de abandonar las AUC. "Decían que iba a ganar más, que iba a tener mejor vida. Nunca pasó eso. Entonces llegó el día que tomé la decisión de salirme. Sentía la necesidad de corregir muchos errores, el daño que había hecho". El nacimiento de su hija, que ahora tiene cinco años, le impulsó a salir, tras dos años y dos meses en el Bloque Mineros. "Es la mejor decisión que yo tomé en mi vida". Ahora tiene "un proyecto para salir adelante", cursa Secundaria y quiere estudiar Ciencias Políticas.
El programa Paz y Reconciliación es una iniciativa de la alcaldía de Medellín. "Si bien las desmovilizaciones eran un programa nacional, esta administración decidió apropiarse del proceso de reinserción de estas personas", explica Luis Fernando Pineda, coordinador del área de jóvenes, que añade que "el 33% de los desmovilizados de la nación están en Antioquia", el departamento del cual Medellín es la capital. Desde 2004, la alcaldía se ha ocupado de 4.300 antiguos paramilitares, 870 ex guerrilleros y 1.200 jóvenes en peligro de asociarse a grupos ilegales.
Las incertidumbres de la prensa escrita
El periódico de papel no está muerto, puede incluso tener aún larga vida, pero el futuro es sin duda digital. Éste podría ser el resumen de una serie de debates a los que he asistido en las dos últimas semanas en la Universidad Internacional Menéndez Pelayo de Santander, la Universidad de León y el Colegio de Periodistas de Catalunya. En todos ellos se debatía la crisis de la prensa escrita y las inquietantes incógnitas que se ciernen sobre el futuro del periodismo, una cuestión que preocupa en las redacciones. Como la de muchos otros diarios, la de EL PAÍS se encuentra en estos momentos inmersa en un cambio estratégico, de adaptación a las enormes posibilidades que ofrecen las nuevas tecnologías, que considero importante que ustedes conozcan. Son cambios organizativos y tecnológicos que abren grandes oportunidades, pero también ciertos riesgos. El más importante de estos cambios es la integración de las dos redacciones, la del diario impreso y la del digital, que durante años no sólo han funcionado por separado, sino que incluso han pertenecido a empresas diferentes dentro del Grupo PRISA. Entre los tecnológicos destaca la búsqueda de nuevas vías de distribución, como el reciente acuerdo alcanzado con la librería electrónica Amazon.com para poder descargar (de momento, sólo en Estados Unidos) el contenido del diario impreso en el lector electrónico Kindle.
Lo que confiere gravedad e incertidumbre a la actual situación de la prensa escrita es la coincidencia de al menos tres crisis que operan de forma simultánea: la crisis económica general, que ha llevado a una caída sin precedentes de los ingresos por publicidad; una crisis de modelo industrial y tecnológico, que obliga a replantear no sólo los formatos del periódico, sino la organización del trabajo periodístico, y una crisis de credibilidad que afecta al periodismo en general y que en los últimos años ha dado lugar a intensos debates como el propiciado en torno al Project for Excellence in Journalism, cuya web les invito a visitar....
(Vea el artículo completo en El País. La autora es Defensora del Lector del periódico español)