Estimados diputados:
Ayer un reconocido abogado hizo un llamado público a Jaime Martínez a
que desista de su candidatura, para desentrampar la elección de los 5
magistrados y 5 suplentes de la Corte Suprema de Justicia. Obviamente,
no va a renunciar. Y tiene razón: Como cualquier otro abogado que cumple
los requisitos mínimos, Martínez tiene el derecho de ser postulado –
más no el derecho de ser elegido. Pero no depende del candidato
determinar si queda descartado o si sigue en la carrera – esto depende
de ustedes, los diputados, que son los electores de los magistrados.
El problema es que ustedes en la
Asamblea no han definido bien las reglas, y por esta negligencia se
suelen entrampar las elecciones de magistrados y otros funcionarios
importantes – como la del fiscal general que ya viene.
La única regla existente es la que
establece la Constitución: Se necesita mayoría calificada para elegir
magistrados, o sea 56 votos. Esto tiene una razón: evitar que un partido
o bloque de partidos, normalmente el gobernante, pueda imponer a un
magistrado.
La pura lógica indica: Esta regla
constitucional no solo otorga a una mayoría calificada el derecho a
elegir magistrados, sino también a una minoría calificada de 29
diputados el derecho de vetar a un candidato. Partido que tiene 29 votos
puede efectivamente vetar a cualquier candidato. ARENA tiene 35
diputados y hace uso de este derecho. Es absolutamente legítimo y
constitucional.
El problema es que la Asamblea no se
ha dado un reglamento que corresponde a esta regla constitucional que
establece una mayoría calificada para elegir magistrados – y por tanto
una minoría calificada que puede ejercer su derecho a voto.
Ustedes deberían acordar un mecanismo
para evitar que el proceso se entrampe por el hecho normal y legítimo
que un grupo parlamentario vete a uno o varios candidatos. La regla debe
ser esta: Luego de la preselección que hace la Comisión Especial, los
candidatos que pasaron este filtro se someten a una votación para
determinar si son elegibles o si enfrentan un veto. De esta manera, se
eliminan de la lista de los elegibles los que han sido vetados por una
minoría calificada. En el caso actual, el licenciado Jaime Martínez ya
estaría descartado, porque ARENA lo vetó. Posiblemente el FMLN con GANA
hubiera vetado a otro candidato.
Quedarían suficientes para volver a armar una planilla de 5 magistrados y 5 suplentes y someterlos a elección.
Hay que resaltar que no es el veto
que entrampa la elección, sino el hecho que otros no aceptan que una
minoría calificada (en esta caso de los 35 diputados de ARENA) haga uso
de su derecho constitucional de vetar a un candidato. Lo que entrampa el
proceso actual no es la necedad de los que vetan a Jaime Martínez, sino
la terquedad de los que se niegan a retirarlo de la lista de elegibles.
Por esto se necesitan reglas claras
que parten del derecho de una minoría calificada de vetar a candidatos y
regulan cómo proceder luego de un veto. La regla tiene que ser:
candidato que enfrenta un veto, sale de la lista de los elegibles – y
que sigue el proceso. Así de simple como en el juego de “No te enojes” o
“Parchís”. Afuera y el juego sigue. Hasta lo niños entienden esto…
No se olviden: El derecho y
también la política tienen que corresponder a la razón común.
Aplíquenla, no se enchibolen. Saludos,
Ayer tuve el gusto de almorzar con Billy Sol Bang, cosa que
acostumbramos a hacer cada dos o tres semanas – y que disfruto mucho.
Estos almuerzos nunca son formales, siempre amenos, llenos de
anécdotas, risas, bayuncadas – pero también de discusión política e
intercambio de ideas, propuestas y polémicas.
Luego de comer el Pollo al Chipotle, receta de mi esposa Daniela, y
el pie de manzana, receta de mi madre Verena, nos recostamos en nuestras
sillas para hablar política.
“¿Cómo se atreven a ponernos nuevos impuestos y amenazarnos con
expropiar nuestros ahorros de pensiones, cuando acaban de botar 750
millones de dólares?”
“Billy, ¿cuáles 750 millones – y adónde los botaron?”
“280 millones para comprar las acciones de ENEL en La Geotérmica. Son
280 millones perdidos, sin ningún beneficio para el país. Por lo
contrario: Con esta ‘inversión’, la CEL y La Geo quedan más débiles.
Otros 280 millones para el Chaparral – cuando hace años los estudios nos
indicaron que esta presa sólo será rentable si no costaba más de 145
millones de dólares. Faltan los 189 millones para la ampliación de la 5
de noviembre, otro proyecto que nunca será rentable. Agrega generación
extra sólo cuando hay abundante agua, pero no nos rinde nada cuando hay
escasez de energía. Suma: 759 millones botados, solamente en el sector
energético.”
Tiene razón don Billy. ¿Cuál porción de estas ‘inversiones’ no
productivas quedó en los bolsillos de funcionarios de los gobiernos
Saca, Funes y (¿quien sabe?) Sánchez Cerén y sus respectivas
administraciones en la CEL, La Geo e INE? No sabemos. Y no lo sabremos,
mientras no exista institución (nacional o internacional) que lo
investigue en serio.
La
pregunta que uno tiene que hacerse es: Si estos tres proyectos
fracasados y fraudulentos (Chaparral, ampliación de la 5 de noviembre,
expansión de la generación geotérmica) fueron responsabilidad de los
gobiernos de Saca y Funes y sus hombres en la CEL, ¿entonces por qué el
FMLN los defiende, los asume, y sigue botando dinero público para
salvarlos?
Lo más lógico hubiera sido que el FMLN, al asumir el control del
gobierno y de la CEL, cortara en sano estos proyectos, asumiera las
pérdidas, y echara la culpa a Saca y Funes… Pero hicieron lo contrario:
Se metieron en el mismo hoyo que ya habían cavado Saca y Funes. Hoy son
parte del complot. Y aún el país no tiene una política energética capaz
de bajar los costos de energía que ahogan la economía…
En este contexto hay que discutir la crisis fiscal del gobierno y su
urgencia de poner nuevos impuestos, robar los ahorros a los futuros
pensionados, y aprobar créditos. Así tendrá que comenzar la discusión en
la Asamblea y en la Interpartidaria. El que pide dinero primero tiene
que rendir cuentas, antes de que le aprueban nuevos impuestos o
créditos. Así es la vida. Vaya usted al banco a buscar refinanciamiento
de sus deudas, y vea si le dan pisto sin que usted se baje los
pantalones.
Repito lo que pregunté en una columna sobre el “Pacto de Ataco”:
¿Pueden y deben la oposición, la empresa privada y la sociedad civil
entrar en la búsqueda de un acuerdo nacional con el gobierno, sin que
este esté abierto a cambiar el rumbo de sus políticas?
Al concluir el almuerzo, con don Billy llegamos a una respuesta: No.
Su Santidad:
¿Cómo habrá sido su visita a Fidel Castro? En los medios nos enteramos
que usted hizo un gesto que los papas y jefes del Estado, que yo sepa,
jamás hacen: Fue a visitarlo en su casa. Tan así que, según las fotos
publicadas, Fidel lo recibió en sudadera – como si usted hubiera caido a
la casa sin avisar.
Normalmente los personajes que no son
jefes de Estado, para ver al papa (o a cualquier jefe de Estado
visitante), vienen a verlo en su embajada. Claro, usted va a ver al
presidente del país que visita en su palacio presidencial. Pero Fidel ya
no es presidente. Obviamente, tampoco es un pensionado común y
corriente. Es un mitos. Así que entiendo que usted, reconociéndolo como
un mitos, lo fue a visitar a su casa.
Bien. Pero, ¿cómo funcionó el
protocolo? ¿Qué le dijo Fidel? ¿Le dijo “su Santidad”, o le dijo
“Pancho”? ¿Le besó el anillo o simplemente le abrazó como a un hermano?
¿Y qué hablaron, cortesías y
protocolo aparte? ¿Le dijo a Fidel, muy en privado y sin ninguna
publicidad de por medio, que Cuba tiene que cambiar, que ya no puede
tener presos políticos, ni censura, ni elecciones con un solo partido?
Alguien se lo tiene que decir a los hermanos Castro – y si el papa no se
atreve, ¿quién se va a atrever?
Fidel ya no ejerce la maquinaria del
poder, pero sí el poder. Si se quiere una transición suave y pacífica,
donde el partido, el gobierno y la Fuerza Armada son parte del cambio,
esto no puede pasar sin la aprobación de Fidel. Sin Fidel, de alguna
manera, poniéndose a la cabeza. ¿Usted le dijo esto? ¿Usted le dijo a
Fidel la verdad que tal vez no le gusta escuchar? La verdad que él ya no
podrá detener el cambio de la dictadura a la democracia, que viene con
él o contra él – y que lo único que depende de él es si esta transición
será pacífica o violenta; si su gente al final del proceso serán parte
del nuevo régimen que habrá una ruptura total…
Si usted, desde la autoridad y la bondad de su cargo, no le dice estas verdades a Fidel, ¿quién lo hará?
¿Y Fidel qué le dijo? ¿Está dispuesto
a permitir que la nueva generación de cubanos decida libremente qué
sistema político y económico quiere para Cuba? ¿Cómo Fidel le explicó,
si es que hizo el intento de justificarse ante su Santidad, que luego de
50 años de los revolucionarios cubanos todavía temen la libertad de
prensa, de expresión y de organización política?
Y cualquiera que haya sido la
respuesta de Fidel, ¿qué le contestó usted? ¿Le dijo que Cuba ha
defraudado todo el amor y entusiamso que su rebeldía contra la dictadura
ha despertado en el continente? ¿Le dijo a Fidel que cuando usted, como
nuevo papa, habla de justicia y lucha contra la pobreza, este viraje de
la Iglesia no reindivica la manera como los Castros han gobernado Cuba
durante 55 años, sino lo contrario: un profundo respeto a ser humano, su
dignidad, sus derechos, su libertad.
Y cuando de Cuba viaja para Estados
Unidos, ¿cuál es el mensaje que lleva para el presidente Obama? ¿Le va a
decir que el punto central no es la reconciliación entre los dos países
y sus gobiernos, sino la reconciliación entre los cubanos, y que esta
no será posible sin un cambio del sistema político? El sistema político
existente es excluyente, y Cuba, para reconciliarse, necesita un sistema
incluyente.
Está bien que la Iglesia, que tiene
dos mil años de ejercicio de diplomacia y conspiración, nunca diga estas
cosas en público – con tal que las diga en la intimidad del Oval Office
y de la mansión de Fidel.
La Constitución alemana (el
“Grundgesetz”, con el cual los alemanes iniciaron su vida democrática
luego de una década de dictadura, holocausto y crímenes de guerra)
comienza con una frase fuerte, clara, inequívoca y bella: “La dignidad humana es intangible. Respetarla y protegerla es obligación de todo poder público. El
pueblo alemán, por ello, reconoce los derechos humanos inviolables e
inalienables como fundamento de toda comunidad humana, de la paz y de la
justicia en el mundo”.
No habla de la dignidad y de los derechos
humanos de los alemanes, ni de los cristianos, ni tampoco de los
pueblos arios. Dice la dignidad y la comunidad humana, sin distinción
alguna de la raza, la religión, el estatus social, la condición cultural
del ser humano.
Esta obligación está cumpliendo el
gobierno alemán, dirigido por Angela Merkel, al decidir no cerrar sus
fronteras ante el mayor éxodo de refugiados que Europa ha visto desde el
fin de la Segunda Guerra Mundial. Cientos de miles de sirios, kurdos,
iraquíes, yazzidis y miembros de otras etnias del medio oriente están
atravesando el mar mediterráneo y los países de Europa sur, oriental y
central, en búsqueda de asilo, seguridad, protección y sobrevivencia que
no están garantizados en los países vecinos a sus patrias. Alemania ha
decidido acoger a decenas de miles de estos refugiados, y está
negociando con los demás países miembros de la Unión Europea una
política conjunta para responder al drama de los desplazados.
Esta decisión encuentra muy fuerte
crítica por parte de personajes y organizaciones de derecha
nacionalista, no solamente dentro de Alemania. El argumento central:
“Europa está en su pleno derecho de defender su cultura, su cristianismo
y su refinada civilización, de sectas que no solo buscan destruirla,
sino que también se exterminen unos a otros.”
Es
un poco absurdo este argumento, porque los miles de refugiados que
actualmente deambulan por Europa, precisamente son los que huyen de las
sectas islamistas, tanto sunitas como chiitas, que se están disputando
el control de Medio Oriente. Claro que entre los refugiados que Alemania
y otros países van a acoger habrá varios cuya integración cultural,
educacional y social no será fácil. Claro que esto implica riesgos. Sin
embargo, no atender a los refugiados plantearía riesgos mucho más serios
para el futuro de Europa y su relación con sus vecinos en el
Mediterráneo y el Medio Oriente. La integración planeta riesgos para la
paz social; no acogerlos plantearía riesgos para la seguridad nacional y
regional.
Hay otro argumento en contra de la
decisión de acoger a los refugiados. Reza sí: “Tiene sentido que Europa
acoja a los fugitivos cristianos como a un par de etnias como los
yazzidis, una rama de los pueblos arios que invadieron la región hace
más de tres mil años.”
Los que plantean este idea racista, ¿cómo
se imaginan su implementación concreta? ¿Se imaginan a la policía
federal alemana, que ya se encuentra desplegada en la frontera sur de
Alemania para documentar a los refugiados, separando y identificándolos
según categorías religiosas, étnicas y raciales? Cristianos a este lado,
musulmanes al otro. Kurdos y un lado, árabes al otro. Arios por este
lado, no arios por el otro lado donde ya esperan los buses para su
inmediata deportación.
No. Estrellas amarillas para judíos ya
las tuvimos en Alemania, y nunca jamás pasará una cosa igual. Por esto
los alemanes nos inventamos esta frase introductoria de nuestra
Constitución: “El pueblo alemán, por ello, reconoce los derechos
humanos inviolables e inalienables como fundamento de toda comunidad
humana, de la paz y de la justicia en el mundo”.
No es por primera vez que Europa se ve
ante el reto de migraciones masivas generadas por guerras. Millones de
europeos tuvieron que abandonar sus lugares de origen en los años de la
guerra y postguerra mundial. Solo Alemania Occidental tuvo que acoger e
integrar a más de 12 millones de alemanes que tuvieron que salir de sus
lugares de origen en Polonia, Rusia, Ucrania, Checoslovaquia, Hungría y
Rumania. No fue nada fácil, sobre todo en tiempos de postguerra. Esta
migración también provocó muchas preocupaciones de carácter religioso,
porque alteró, en varias regiones de Alemania, la correlación histórica
entre católicos y luteranos. Hoy esta correlación ya no tiene la misma
importancia que en los años 50.
Luego Alemania Occidental tuvo que acoger
e integrar a millones de refugiados de Alemania Oriental y, en años mas
recientes, como un millón de refugiados de la ex Yugoslavia, cuando
esta nación se desintegró y estalló en guerras étnicas y religiosas.
Siempre al final de estos complicados,
controversiales y sumamente costosos procesos de migración e
integración, Alemania y Europa han salido fortalecidos, tanto cultural
como económicamente. De todos modos, toda Europa enfrenta una crisis
demográfica que solo podrán resolver abriéndose a la migración. Puede
ser que la migración masiva de familias enteras de clase media desde
Kurdistán, Irak y Siria, lejos de una maldición, resultará siendo una
oportunidad para Europa.
Ciudadanos: En
la última carta escribí: Quieren meternos la mano en el bolsillo – hablando del
plan del gobierno de expropiar nuestros ahorros de pensiones. Pero mientras
estamos tratando de cuidamos un bolsillo, ya nos caen al otro – hablando del
plan de ponernos un impuesto especial de Seguridad.
Este
plan fue presentado por el trío fatal: gobierno, FMLN y GANA. El gobierno representado
por Carlos Cáceres de Hacienda, Hato Hasbún de Presidencia, y Benito Lara de
Inseguridad. El FMLN representado por Lorena Peña, presidenta de la Asamblea
Legislativa. Y GANA representado por Guillermo Gallegos, vicepresidente de la
Asamblea. Donde estos andan juntos, cuídense sus carteras…
Los
periódicos reportan: “Impuesto de seguridad lo pagarían usuarios de telefonía“
(LPG); “Nuevo impuesto de 10% a usuarios de telefonía” (EDH); “Gobierno propone gravar con 10% a uso de
teléfono” (El Mundo). Pero esto ni siquiera es la mitad de la triste verdad.
Lean con atención esta frase: “El impuesto será aplicado a
los usuarios, revendedores de servicios de telecomunicaciones y los
adquirientes de cualquier dispositivo tecnológico que permita la utilización de
los servicios de telecomunicación.”
Leyendo bien este comunicado del gobierno, nos van a
cobrar 10% sobre todo que paguemos, no sólo para telefonía (fija y celular),
sino para cualquier tipo de telecomunicaciones: telefonía, Internet, y cable. Y
nos van a cobrar 10%, no sólo sobre los servicios (o sea, la factura mensual y
cada saldo prepago), sino también por la compra de equipos: “cualquier
dispositivo tecnológico que permita la utilización de los servicios de
telecomunicación.” Ningún medio lo ha traducido a lenguaje normal. ¿Qué son
estos dispositivos? En el caso de telefonía, los teléfonos fijos y los
celulares. En el caso de Internet, computadoras, tablets, laptops. En el caso
del servicio de cable: televisores, proyectores.
¿Todo
esto lo van a gravar con 10%? No sé. Pero esto es lo que dice el comunicado del
gobierno. Que tengan por lo menos el valor de decirlo de manera transparente e
entendible, en vez de esconderlo en frases burocráticas y confusas…
¿Y
para qué es este impuesto? Para la seguridad, dicen. Para financiar el “Plan El
Salvador Seguro”, dicen. ¿Pero qué parte del plan? ¿Para el plan de ofensiva
policial, que en seis meses de su implementación ha duplicado el número muertos
por homicidio? ¿O para el plan de prevención?
¿De
este pisto van a comprar más armas y pagar a más policías, o lo van a invertir
en mejores escuelas, más profesores y creación de empleos en las comunidades
marginadas donde nace la violencia?
Si
fuera para lo segundo, o sea para al fin atacar el problema de raíz, muchos con
gusto contribuiríamos. Pero no para seguir haciendo lo mismo, o sea para más
mano dura, más muertos, más fracasos.
De
todos modos: Antes de hablar de nuevos impuestos, el gobierno tiene que rendir
cuentas de los miles de millones que ha gastado en seguridad – y de los
resultados. Y en caso que de esta manera llegáramos a aceptar la necesidad de
pagar más impuestos, tendríamos que preguntar: ¿Y por qué castigar el uso de
las comunicaciones, el acceso a Internet? ¿Por qué no ser más honestos,
aumentar el IVA los puntos que sea necesario, y dar a la Asamblea y la
ciudadanía los instrumentos para controlar el uso de los fondos. El instrumento
se llama Ley de Responsabilidad Fiscal, y sin que esta se aprueba y tenga
dientes, ni siquiera deberíamos de hablar de impuestos ni de préstamos ni del
presupuesto nacional…
Así que, mientras nada de
esto esté claro, cuiden sus carteras. Saludos, Paolo Lüers
Jaime Martínez acaba a dar el tiro de gracia a su campaña por una
magistratura en la Corte Suprema. Ya estaba bastante dañada, por su
activismo partidista en las redes sociales, por la sentencia de la Sala
de lo Constitucional que prohíba a la Asamblea elegir magistrados que no
sean independientes de los partidos, por el veto de ARENA basada en esa
sentencia…
En esta situación ya un poco crítica de sus
pretensiones, surgen dos declaraciones adicionales: Una de Guillermo
Gallegos de GANA, fiel aliado del FMLN, que le aconseja mejor retirar su
candidatura, por el bien del país. Y la otra de Florentín Meléndez,
magistrado de la Sala, quien reiteró el principio de independencia de
jueces plasmado en varias sentencias: “Los jueces no pueden vincularse
con actividades partidarias. El que quiera dedicarse a la política que
lo haga, pero no a la judicatura a la vez. Somos firmes con nuestro
fallo porque fortalece el Estado de Derecho”.
Y al escuchar estas
dos declaraciones, Jaime Martínez se encachimba y comete un error
fatal, atacando a la Sala de lo Constitucional: “Las decisiones de la
Sala hay que respetarlas, eso es un hecho, pero no quiere decir que son
eternas o que tienen toda la robustez de la doctrina jurídica y del
derecho comparado, por el contrario adolece de ella.” Con esto queda
claro, por boca propia de Jaime Martínez, de qué se trata en esta
candidatura: revertir la jurisprudencia marcada por esta Sala de lo
Constitucional, que obliga a la Asamblea a desmontar el control
partidario de las instituciones estatales.
Con esto, queda
confirmado que es justificado el veto de ARENA contra la inclusión de
Martínez en la lista corta de los diez magistrados a elegir
(propietarios y suplentes).
Es más: si con todo esto queda claro
por qué Jaime Martínez no es apto para asumir una magistratura en la
Corte Suprema de Justicia, de inmediato surge la pregunta: ¿Y es apto
para dirigir la Academia Nacional de Seguridad Pública, institución
responsable de la formación profesional de los futuros agentes y jefes
policiales?
Tal vez un abogado como Martínez y su filosofía
jurídica no tengan mucho impacto, ni positivo ni negativo, en la
enseñanza técnica y física de los policías, inspectores y comisionados
–no creo que él les imparte clases de tiro y tácticas operativas-, pero
sí él tiene que ver con la doctrina que se enseña en esta academia.
¿Queremos que los futuros agentes y oficiales policiales se definan como
defensores del gobierno o como defensores de la sociedad y el Estado de
Derecho? ¿Queremos que las nuevas generaciones de la PNC superen el
problema histórico de la institución, las cuotas con las cuales nació, o
queremos que siempre, cuando haya un cambio de gobierno, se cambie toda
la estructura de mando en la PNC con criterios partidarios? Es obvio
que los errores que se han cometido en este sentido (no sólo por los
gobiernos del FMLN, sino también anteriormente) algo tienen que ver con
la incapacidad de la PNC de enfrentar la grave crisis de seguridad que
vive el país.
El director de la ANSP, igual que el director de
la PNC, deberían ser profesionales sin amarres partidarios, un garante
de la profesionalidad de los agentes y jefes policiales.
Así que
hay que preguntar al gobierno: ¿Es Jaime Martínez el hombre adecuado
para seguir dirigiendo la formación de nuestros policías? Es más:
¿Dispone el país de los mecanismos adecuados para asegurar que para este
tipo de cargos (director de la PNC, director de la ANSP, director
general de Centros Penales…) sean escogidos los mejores profesionales,
sin prevalencia de criterios partidarios?
Siempre he dicho que
así como a nadie se le ocurre que cada presidente entrante tenga derecho
de nombrar al rector de la Universidad de El Salvador, no debería tener
el poder de poner a su gusto (ni mucho menos con criterios partidarios)
a los directores del Jardín Zoológico, de la Orquesta Sinfónica, del
Canal Público de TV, de los bomberos – y ciertamente no de las academias
Militar y de Seguridad Pública. El caso Jaime Martínez debe servir para
hacernos estas preguntas y hacer propuestas de reforma política que
aseguren servicios públicos profesionales y apolíticos.
Colegas: No he escrito sobre el lamentable caso de los bebés
intercambiados, porque me pareció insoportable el show mediático que
desde el principio armaron una de las madres y el fiscal general Luis
Martínez. No quería contribuir a este espectáculo.
Pero ahora, luego de que los bebés han
sido debidamente identificados y entregados a sus respectivos padres
biológicos, la misma señora arma otra conferencia de prensa, bebé en
brazos, y dice: “Neles, pasteles, nada está resuelto mientras no proceda
mi demanda contra el Hospital.” O sea, la señora quiere pisto.
Quiere decir: The show goes on, sigue el espectáculo. Ante esto, ya no vale mantener silencio.
La señora demandante ya arruinó la vida
al doctor Guidos, quien asistió su parto. Lo acusó, sin prueba alguna,
de haber robado a su bebé. Pero para destruir la vida a un reconocido
médico, necesitaba de la diligente ayuda del fiscal general Luis
Martínez. Este agarró la denuncia, y sin previa investigación, mandó a
detener al doctor Guidos. Poderse presentar ante la conmovida nación
como el defensor de las madres desesperadas le cayó como anillo al dedo
en su campaña de reelección. No importa que no hubiera pruebas contra el
doctor, y que en cuanto entraron las pruebas (de ADN), mas bien
mostraron que no hubo complot de robarse ningún bebé sino a lo sumo un
error en el hospital.
Siguiente capítulo: Con las pruebas de
ADN que permitieron identificar a los dos bebés y sus padres biológicos,
en vez de suspender el caso penal y entregar todo a un juzgado de
familia para que proceda con los juicios de identidad de los bebé y la
entrega a sus padres biológicos, el fiscal general hace todo lo
contrario: No suspende el procedimiento penal contra el Dr. Guidos, sino
instala a la jueza de paz del caso penal en su despacho en el sexto
piso de la Fiscalía General. ¿Adónde se ha visto que un juzgado se
instala en el despacho del Fiscal General? ¿Adónde se ha visto que una
jueza de paz asume facultades de juez de familia? ¿Adónde se ha visto
que en un procedimiento penal nunca se vea la cara del fiscal asignado
al caso, sino solamente la del fiscal general?
Y ahora viene la señora a cobrar. Por el
sufrimiento de haber sido separada, por culpa del Hospital (según ella),
de su legítimo bebé. Que raro que a los 8 días del parto, cuando el Dr.
Guidos le quitó los hilos, no dijo nada de su sufrimiento. Que raro que
semanas después, cuando fue al último chequeo médico con el Dr. Guidos,
tampoco dijo nada. Que raro que pasó tres meses sufriendo y viajando
por el mundo, antes de hacerse un examen de ADN para verificar si el
bebé era o no era suyo. Que raro que al regresar a El Salvador no acusó
al Hospital de negligencia sino directamente al Dr. Guidos – no de
negligencia sino de robo del bebé…
Pero ahora quiere pisto por su
sufrimiento. ¿Quién si no la señora o su esposo británico puede haber
avisado a la prensa amarillista inglesa del caso, con detalles
escalofriantes como tráfico de órganos, etc.? ¿Quién ha armado todo este
show mediático que es un atentado contra la futuro integridad y
dignidad de los dos infantes? Fue la señora que ahora, prolongando el
show, quiere recompensa económica por su “sufrimiento”.
Los medios deberían cerrar el caso, una
vez que el Dr. Guidos salga libre de toda acusación. Allí debe terminar
el espectáculo. Luego, nada de entrevistas, nada de fotos del bebé
chulito-chelito, nada de acusaciones sin fundamento. Yo, por mi parte,
ya no hablaré del caso.
Hoy sí les quieren meter la mano en el
bolsillo. El gobierno está quebrado porque gasta más de lo que le
ingresa y está desesperado por liquidez. No tiene cómo pagar sus
cuentas, sobre todo las pensiones de los que se quedaron en el sistema
estatal de pensiones.
Entonces, la solución es: caerle a los fondos privados de pensiones, o
sea a los cientos de miles de cuentas personales que tenemos cada uno de
los cotizantes en el sistema privado de pensiones, y que están siendo
administradas por las AFP. Ahí, dice el ministro de Hacienda, “está el
pisto que necesitamos. Caigámosle a las AFP. Nacionalicémonos otra vez
los fondos de pensiones. De este montón de pisto paguemos nuestras
obligaciones, por ejemplo las pensiones en el sistema estatal… y luego
veremos cómo le paguemos a los cotizantes de la AFP…”.
Quieren regresar al sistema tradicional de pensiones, donde las cuotas
de los cotizantes caen al fondo del Estado, el gobierno hace uso de
ellos, contra la promesa que en el futuro, cuando nos pensionemos, el
gobierno nos va a pagar la pensión.
Es precisamente el sistema que quebró en los años 90, porque los
gobiernos se gastaron esos fondos en cualquier cosa, y estaban
acumulando una deuda previsional impagable. Es por esto que en el 1998
se hizo la reforma, con un planteamiento bien simple: El Estado tiene
una deuda previsional de más de 10,000 millones de dólares; para evitar
que esta deuda crezca cada año y en un futuro haga colapsar las finanzas
públicas, hagamos un corte de caja: establezcamos cuánto debe el
Estado. Pero a partir de ahora la gran mayoría de los cotizantes pagarán
a unos fondos privados (las AFP), los cuales abren a cada uno su cuenta
personal, como si fuera de ahorro. Estos fondos las AFP los ponen a
generar intereses, prestándolos, invirtiéndolos , pero nadie se gasta
estos fondos. Y el Estado, luego de la reforma (o sea del corte de
caja), sigue respondiendo por lo que debe a los cotizantes del sistema
antiguo. O sea, el Estado se queda con la deuda previsional, pero esta
ya no tiene que crecer. (Si sigue creciendo, es por las decisiones del
gobierno, y de hecho, ahora el gobierno debe unos 24,000 millones de
dólares). El Estado sigue pagando las pensiones del sistema antiguo,
pero ya no tiene que responder por las pensiones del nuevo sistema
privado.
Y para poder pagar las pensiones que le tocan, el gobierno puede tomar
préstamos contra los fondos de las AFP, pagando por cierto una miseria
de intereses, lo que ya fue declarado un robo, o sea inconstitucional…
Hoy vienen los del FMLN y quieren revertir esta reforma y caer encima a
los fondos privados de pensiones. Quieren que las AFP les entreguen la
mayor parte del dinero acumulado en las cuentas personales, y que
volvamos a pagar nuestras cuotas al Estado. Las AFP quedarían solamente
como un seguro complementario para los que ganan más…
El argumento del FMLN y del ministro de Hacienda: No es justo que a la
hora de la reforma (en 1998, cuando se hizo el corte de caja), el Estado
se quedó con las obligaciones de pagar las pensiones históricas. Pero
este argumento es absurdo: el Estado solo se quedó con la deuda que
antes ya había acumulado. La deuda del Estado con los cotizantes del
sistema estatal de pensiones fue el punto de partida de la reforma. Y
por esta deuda tiene que responder el Estado, no las AFP, y mucho menos
los ahorrantes en el sistema privado que se creó en 1998.
Así que no se dejen engañar: les quieren robar sus fondos de pensiones.
No van a expropiar a las AFP, sino a cada uno de ustedes, si se dejan.
Quieren que ustedes, con sus ahorros, respondan por las deudas del
Estado, si se dejan…
Estimados embajadores y representantes de organismos internacionales: Todos ustedes están tratando de mandar un mensaje al gobierno
salvadoreño, pero mientras no hablen un poco más claros, nuestros
políticos se van a seguir haciendo los majes.
El mensaje que ustedes están mandando
es sencillo, peo tal vez no completo: Apoyamos el Plan El Salvador
Seguro, estamos dispuestos a contribuir con fondos, con expertos, con
convenios, con lo que sea, para que El Salvador pueda salir de esta
crisis de violencia. Así lo dijo el jueves Mari Carmen Aponte,
embajadora de Estados Unidos, dirigiéndose al Consejo Nacional de
Seguridad Ciudadana. Así lo manifestaron, desde meses, los embajadores
europeos y los representantes de Naciones Unidas, la OEA, la Unión
Europea, y hasta del Banco Mundial. Y no sólo la comunidad
internacional, igual la sociedad salvadoreña ha dicho al gobierno: Si
implementan el “Plan El Salvador Seguro”, cuenten con nosotros. Lo han
dicho empresarios, religiosos y hasta la oposición política.
Por que este plan (aunque no
completo, en partes mal enfocado, y elaborado por un Consejo que nunca
asumió plenamente su carácter independiente del gobierno), es un paso
positivo. Es esencialmente un plan de inversión social, de prevención y
de reinserción. Define con claridad que la prevención tiene prioridad
sobre la represión.
Lo que el gobierno se niega a
entender y aceptar es que todas estas voces que le urgen a no continuar
perdiendo tiempo y al fin implementar el plan “El Salvador Seguro”, al
mismo tiempo le quieren decir: Paren este plan de Mano Dura, que están
lanzando en los territorios, y que ha multiplicado la violencia y la
cantidad de víctimas.
Esta parte del mensaje, señoras y
señores de la comunidad internacional, la tienen que decir con más
claridad, porque es obvio que el gobierno no lo quiere entender. Tal vez
algunos dentro del gabinete de seguridad piensan que pueden seguir
apostando a una solución militar al problema, matando a los pandilleros,
reprimiendo comunidades enteras, callando a sus críticos – y que el
“Plan El Salvador Seguro” y el Consejo Nacional de Seguridad Ciudadana
son la fachada ideal, detrás de la cual pueden seguir haciendo lo mismo…
y además bajarles pisto a la comunidad internacional…
Para estos dentro del gobierno, el
mensaje de ustedes tiene que ser claro y contundente: Nuestro apoyo es
para el plan que prioriza la prevención y la intervención social – no
para el plan mano dura que ha llevado al país a 900 homicidios en un
solo mes. Decídanse por el plan que tiene consenso nacional y apoyo
internacional, no por el otro que divide la sociedad y resta respaldo
internacional…
Así tal vez entienden. Así tal vez
podemos arrancar con un plan que todos podemos apoyar. Pero si el
gobierno sigue con su doble juego de un plan que implementan en el
terreno, usando la fuerza pública de manera represiva y hasta al borde
de la legalidad – y de otro plan bonito que discuten en consejos y
reuniones internacionales, no vamos a avanzar. No vamos a avanzar hacia
una solución del problema de violencia, y tampoco hacia la construcción
de un acuerdo nacional que todos podremos apoyar.
Se entiende que el lenguaje
diplomático es así… diplomático. Pero a veces hay que hablar claro y
pelado, como lo hizo su colega de Alemania. No se dejen engañar por
dobles juegos. Exijan que el gobierno se decida por cuál camino quiere
transitar.
En 2013, el fotógrafo inglés Adam Hinton me pidió llevarlo al penal de Ciudad Barrios e introducirlo con los miembros de la Mara Salvadtrucha MS 13 que ahí guardan prisión. Conocía su record como fotógrafo artístico. El resultado de esta visita, de casi un día, en Ciudad Barrios: una exposición, un libro editado, y varias publicaciones sobre el trabajo de Adam Hintos, como este en The Guardian. (Paolo Luers)
Inmates of the Penal de Ciudad Barrios, reserved for members of the MS-13 gang. All photographs by Adam Hinton
Adam Hinton has photographed the most dangerous places in the world,
none more so than El Salvador, where the MS-13 gang welcomed him gladly
into their community and their private prison.
Stephen Moss, Friday, 4 September 2015/ THE GUARDIAN
Adam
Hinton is one of those people who, after just a few minutes, you feel
you’ve known all your life. It is an attribute every photographer needs –
the ability to put subjects at ease – but it can also be a life-saver.
Literally so, in Hinton’s case, as he has worked in some of the most
dangerous places in the world.
‘People relax very quickly with me’
… Adam Hinton describes putting
his subjects at ease
“People relax very quickly with me,” Hinton says. “I was with a gang in El Salvador,
and after half an hour they said, ‘Do you want to come round the back
with us?’ That might have freaked other people out, but they seemed
pretty chilled, so I did it. They started smoking dope, then got a gun
out. My fixer said afterwards, ‘I’ve never seen that happen within a
fortnight [of the first meeting], but it happened to you in a few
minutes.’ I don’t go into those situations looking over my shoulder, or
looking really panicky. I’m sometimes a bit naively oblivious to what’s
going on.”
El Salvador is the latest stage in 50-year-old Hinton’s edgy
photographic journey. His day job is in advertising – taking crunchy, sweaty shots for Adidas,
Nike and Sport England, as well as for the British army and many
charities. But when he’s not shooting ad campaigns, he heads to the
world’s trouble spots – not to take photographs on commission, which he
says he finds too restrictive, but to do personal photo-essays.
His odyssey began in Donetsk in the early 90s
in the wake of the collapse of the Soviet Union. “I went to photograph
coalminers, who were heroes of the proletariat and were no longer going
to be that. I was interested in how that society was going to change.”
He got to know a family in the region, and went back and forth for three
years, photographing the community around them. “That became the
blueprint for my projects: to work with some families, then discover the
community through them.”
Since then he has travelled to Gaza, Egypt, Indonesia, the
Philippines, India, Venezuela, Brazil and all over Africa. Much of his
personal work over the past decade has focused on the slums of the
developing world, and it was as part of that project that, in 2013, he
undertook one of his more dangerous trips: to El Salvador, the central
American country reputed to have the highest murder rate in the world.
My sympathies are with these gang members.
They’re there; they’re
trapped;
there’s nothing else they can do.’
Hinton on MS-13 members
Until he went there, Hinton had avoided documenting gang culture.
“Everyone does gangs,” he says, “and my idea was to show that 95% of the
people in favelas are normal people.” But when he heard on the BBC
World Service that the two big rival gangs in El Salvador – Mara Salvatrucha (MS-13) and 18 Street (Barrio 18)
– had agreed a truce, he hoped it would give him space to understand
the reasons behind the shootings; to see the people, not the guns.
The truce is now over and the violence deadlier than ever, but in that brief lull, Hinton spent a week in the Las Victorias district of San Salvador,
the country’s capital, and visited Penal de Ciudad Barrios – a prison
exclusively for members of MS-13. It is guarded outside by the army, but
inside, the 2,600 inmates (in a prison built for 800) have free run of
the squalid facility, because the guards are too scared to enter. The
prisoners have their own bakery, workshops making furniture and toys,
and even a rudimentary hospital that they staff themselves.
Hinton has produced an elegant new book with 20 portraits of the
heavily tattooed prison inmates. I tell him I find their expressions
hostile and disturbing, but he demurs. “I find their faces quite
passive,” he says. “They were really warm to me. We just sat and joked.”
He says he was completely safe in the prison because he’d been invited
in by the gang bosses who run it. Gang law rules. As well as the book, Hinton has posted other photographs he took in the prison and in Las Victorias on his website, plus a short film.
I find their faces quite passive,’ Hinton says of the MS-13 members he photographed.
“I’d always avoided gangs,” he says, “but noticed in Brazil how
integrated they were with the favela society. It’s a love-hate
relationship: they’d be better off without them, but need them to
protect themselves from other gangs and from the police. I wanted to go
to El Salvador and talk to gang members, but not about ‘How brutal are
you? How many guys have you killed?’ None of that knucklehead stuff. I
just wanted to ask why they joined the gangs and what the gangs did.”
MS-13 and Barrio 18 originated among Salvadoran exiles who, in the
1980s, fled the civil war and settled in Los Angeles. When the war ended
in 1992, they were sent back to El Salvador, and brought gang culture
with them. Hinton wants to foreground the story of the civil war and the
class conflict that still rages in El Salvador. He doesn’t present
gangs as mindlessly violent; their violence springs from an
impoverished, divided society. One reason he avoids commissions is that
he doesn’t want other people’s narratives imposed on him; he prefers to
develop his own.
The Penal de Ciudad Barrios is just for members of the MS-13 gang, who run the prison themselves.
In Las Victorias, Hinton had lunch with a gang leader who had just
had a young informant killed; attended the wake for a stillborn child
who had died because his mother, in prison on a drugs charge, was not
allowed to go to hospital in time for the delivery; and witnessed the
funeral of a man, not a member of MS-13, who was shot by Barrio 18 just
because he lived in an MS-13 district. “I found it shocking that here I
am, in a truce, in this community for a week, and they have two
gang-related deaths.”
It’s not the violence he wants to emphasise, but the suffering and
humanity of most of the residents of Las Victorias. “Rather than seeing
these places as threats and full of bad people, my idea is to say:
here’s a family; they want the same things as we do; they want a job, a
decent home, a better life for their kids. There are basic human needs
that everyone has the right to. A lot of my sympathies are with these
gang members. They’re there; they’re trapped; there’s nothing else they
can do.”
‘There are basic human needs that everyone has the right to’ … Hinton emphasises the humanity of gang members.
Hinton had a poor and dysfunctional upbringing in south-west London.
His mother, who worked behind a bar, was a schizophrenic who was
imprisoned for stabbing another woman. He resists the reductionist
notion that his background feeds his desire to document the suffering of
the marginalised, but it’s hard to avoid. It certainly helps to explain
how he can have lunch with murderous gang bosses and not panic when
guns are brandished. “One of the reasons I don’t get freaked out in
those situations,” he says, “is because of the things I saw when I was
younger.”
I ask him whether the personal projects keep him sane amid all the
commercial work. “They’re what keep me sane, full stop,” he says. “I’m
driven to do them, and there’s the hope that they will somehow make a
difference. But maybe I’m being naive.”
MS-13, Adam Hinton’s book of prison portraits, is available through paulbelford.com
Queridos vecinos: Hace unos años, cuando en su país se hizo deporte emboscar,
robar y matar a turistas salvadoreñas, en El Salvador se puso vallas que
decían GUATE-MALA.
Hoy que ustedes nos dan lecciones en
democracia, deberíamos poner vallas que digan: GUATE-BUENA. Y hoy a lo
mejor ustedes tienen temor de viajar a El Salvador…
Ustedes obligaron a las instituciones y a
la justicia que funcionaran, y hoy tienen una fiscalía y una CICIG que
nos dan envidia y ánimo. Sus ciudadanos se unificaron sin distinción de
colores partidarios, y se movilizaron hasta que renunciaran y
enfrentaran a la justicia la vicepresidenta y el presidente de la
República. Ni la policía, ni el ejército, ni los grupos de choque de
partidos reprimieron las manifestaciones. No por tradición democrática,
por que no existe, sino por miedo al poder de la movilización ciudadana.
Y para coronar la gesta cívica, fueron masivamente a elecciones – y en
primera ronda desbancaron al más corrupto de los candidatos, hasta
entonces líder en todas las encuestas.
65% de participación electoral en una
contienda donde no hay candidato bueno, donde se trata de escoger al
menos malo y darle un mandato de reforma política y respeto irrestricto a
la legalidad – esto es una muestra de madurez de la ciudadanía
guatemalteca que es ejemplar para América Latina. Mi respeto.
Van a tener un presidente mediocre y un
Congreso igual de mafioso que el anterior. Pero si ustedes logran
mantener la presión ciudadana, ellos no van a poder detener las reformas
políticas y electorales pendientes.
Guatemala ya pasó del punto sin retorno
(el famoso “point of no return” de los pilotos). Una vez pasado este
punto, frenar lleva al desastre. Esto lo entendió incluso Otto Pérez – y
por esto no hizo uso de la represión para quedarse en el poder.
Así que no frenen. Solo les queda acelerar y despegar.
Nosotros, sus vecinos en el Triángulo
Norte de Centroamérica -unidos por historias comunes de violencia, mal
gobierno, impunidad, y pobreza- estamos ante el reto de aprender de las
lecciones que ustedes nos están dando. Imitar no se vale. El Salvador y
Honduras no son iguales a Guatemala. Aquí no se trata de botar
presidentes o gobiernos. En nuestro caso, en El Salvador, hay partidos
fuertes que canalizan las expectativas de amplios sectores. Y ni
siquiera se ha dado el primer paso: crear instituciones incorruptibles
que pueden investigar la corrupción. Aquí todavía hay que superar la
tentación de condenar antes de investigar.
El primer paso en Guatemala fue la CICIG y
una fiscalía independiente. Exigir este primer paso debe ser el
denominador común de la movilización ciudadana. Nada menos y nada más.
Una vez que CICIES y fiscalía hagan su
trabajo, investiguen y haya resultados contundentes, tendrá sentido
pedir renuncias, condenas, cárcel para ex funcionarios o funcionarios.
Pedir esto antes, solo crea divisiones. Pedir investigación es el único
punto unificador. Esto es lo que saca de las lecciones guatemaltecas.
Gracias, chapines, y sigan adelante. El
único apoyo que podemos darles es convertir lo que ustedes comenzaron,
en una tendencia regional.
Hoy habrá una manifestación contra la
corrupción y la impunidad, y otra en contra de los que piden alto a la
corrupción y la impunidad. Una en las Fuentes de Beethoven, la otra en
el Salvador del Mundo.
Unos se declaran indignados porque en nuestro país no se investiga bien la corrupción, sino que está reinando la impunidad.
Los otros se indignan porque sienten
que la primera movilización tiene por objetivo desestabilizar al
gobierno del FMLN – y sostienen que la verdadera corrupción hay que
buscarla en los “20 años de ARENA”.
La buena noticia es que ambos están contra la corrupción y la impunidad.
La mala noticia es que puede armarse un bonche peligroso en el Paseo General Escalón que conecta las dos plazas.
Hay dos opciones. La mejor sería que
en cada campo se aíslen las cabezas calientes que buscan desviar sus
respectivas protestas hacia estériles ataques ideológicos – y que tomen
conciencia que en el fondo todos exigen lo mismo: alto a la corrupción.
Si fuera así, lo más lógico sería unirse en una sola marcha. Unos
marchando del Redondel Beethoven, otros desde la Plaza del Salvador del
Mundo – encontrándose todos en frente de Galerías. Vale soñar, ¿o no?
La otra opción, la más probable, es
que la PNC se tendrá que encargar de cerrar el Paseo Escalón, para
evitar que las dos protestas se vean la cara. Esto sería nuevamente una
oportunidad no aprovechada para el país.
¿Cuáles son las diferencias entre
ambas convocatorias? Los contra-manifestantes piensan que los otros
quieren tapar la corrupción de los gobiernos anteriores al 2009. Y los
de la Beethoven piensan al revés: que los otros quieren tapar la
corrupción bajo los gobiernos del FMLN. Tiene una fácil solución:
Pónganse de acuerdo que hay que perseguir la corrupción pareja, sin
distinción de colores partidarios.
¿Cuál es la otra diferencia? Unos
exigen una Comisión Internacional que investigue, los otros dicen que
son nuestras instituciones nacionales que deben investigar. También
tiene fácil solución: Pónganse de acuerdo que necesitamos una fiscal
general que reforme la fiscalía – con el fin que tenga voluntad, la
capacidad y la independencia necesarias para erradicar la impunidad. De
todos modos, la derecha critica al actual fiscal porque no investiga
bien los casos de corrupción del 2009 en adelante – y la izquierda
critica al mismo fiscal por no haber perseguido bien la corrupción del
período antes del 2009. Unos hablan de Paco Flores, otros hablan de
Funes, y todos hablan de Tony Saca (vean: ya hay un punto de
coincidencia…)
Así que en el fondo no hay razón de
no juntarse en un solo movimiento contra la corrupción. Y si de esto no
somos capaces, por lo menos tengamos claros que no hay absolutamente
ninguna razón de enfrentarse. Marchen juntos o marchen por separados,
pero que sea pacífico.
Nos vemos hoy en la tarde. A lo mejor en frente de Galerías. Saludos,
Surgió de la reunión interpartidaria una
“Declaratoria Conjunta de Ataco”. Menos mal que no lo llamaron “Pacto de
Ataco”, porque todos lo hubiéramos comparado con el “Pacto de San
Andrés” del 1994, que nada aportó a la unidad nacional, sino más bien
profundizó la polarización: Fue un pacto entre ARENA y un grupo de
disidentes del FMLN, excluyendo al FMLN. Y al fin no sirvió para más que
para subir el IVA del 10 a 13%. Todos los demás declaraciones de buena
voluntad quedaron en… declaraciones de buena voluntad. Sin embargo, no
hubo voluntad…
También el papel de Ataco está lleno
de buenas intenciones: “compromiso de respeto a la Constitución”;
“rechazo a todas las formas de violencia”; “voluntad al diálogo”;
“generar un ambiente respetuoso”; “solución integral a la problemática
de la seguridad ciudadana”… Estas declaraciones se escapan de cualquier
análisis crítico, porque son tan básicos como decir: No vamos a hacer
nada ilegal. El tiempo juzgará, más temprano que tarde.
Mejor vamos a los acuerdos más concretos, todos en el marco de Seguridad.
¿Prevención o represión?
“a) Conformación de un comité
interpartidario que facilite la creación de un marco específico relativo
a la prevención, readaptación, reinserción y rehabilitación, acorde con
el Resultado 5 del Plan El Salvador Seguro del Consejo Nacional de
Seguridad Ciudadana y Convivencia, tomando como base el anteproyecto de
la ley de reinserción y rehabilitación que se encuentra en consulta, y
previendo medidas acorde a la situación de violencia actual, de
conformidad al artículo 13 de la Constitución.”
Esto provoca inmediatamente algunas preguntas y dudas.
Primero: ¿Estarán el gobierno y el
FMLN dispuestos a rediseñar el anteproyecto de Ley de Reinserción, de
manera que deje de ser una ley de rendición para delincuentes
individuales, y se convierta en un real incentivo para las pandillas a
reinsertarse?
Segundo: ¿Cómo piensan promover la
reinserción sin hablar y dialogar con los que hay que reinsertar? O sea,
¿están dispuestos a abrir caminos de diálogo?
Tercero: El artículo 13 de la Constitución que citan contiene las garantías contra detenciones arbitrarias (“La
detención para inquirir no pasará de setenta y dos horas y el tribunal
correspondiente estará obligado a notificar al detenido en persona el
motivo de su detención, a recibir su indagatoria y a decretar su
libertad o detención provisional, dentro de dicho término”), pero también medidas de excepcionalidad: “Por
razones de defensa social, podrán ser sometidos a medidas de seguridad
reeducativas o de readaptación, los sujetos que por su actividad
antisocial, inmoral o dañosa, revelen un estado peligroso y ofrezcan
riesgos inminentes para la sociedad o para los individuos. Dichas
medidas de seguridad deben estar estrictamente reglamentadas por la ley y
sometidas a la competencia del Órgano Judicial.” ¿A cuál de las
dos se refieren los partidos? ¿La garantía constitucional o las medidas
excepcionales? ¿Están todos los firmantes hablando de lo mismo, o hablan
unos de reforzar las garantías constitucionales y otros de un estado de
excepción?
Los medios
“d) En el marco del respeto
irrestricto a la libertad de prensa y libertad de expresión, exhortamos a
los medios de comunicación social contribuyan en la construcción de un ambiente acorde a los avances y esfuerzos que institucionalmente se realizan en materia de seguridad ciudadana.”
¿Realmente hay existen avances en
materia de seguridad pública? ¿Realmente los partidos tienen
coincidencia sobre esto? Yo lo dudo. ¿Y qué esperan que los medios hagan
cuando encuentren indicios que no hay avances sino serios retrocesos, o
indicios que en materia de seguridad existen esfuerzos
extra-institucionales y extra-legales para combatir la delincuencia?
¿Vamos los medios tener que enfrentarse a un frente unido de partidos
para cumplir su tarea de informar a los ciudadanos y de controlar el
ejercicio del poder? ¿Sobre esto hay consenso? Yo lo dudo.
¿Hay voluntad de enderezar el rumbo?
Detrás de todas estas dudas hay una de fondo: ¿Realmente la oposición acepta respaldar el plan de seguridad del actual gobierno?
¿O será que el FMLN ha expresado
voluntad de cambiar su estrategia actual, la cual, lejos de disminuir la
violencia, la ha incrementado? Eugenio Chicas, en su entrevista el
martes 1 de septiembre con Nacho Castillo, dijo que en Ataco la
oposición avaló el plan de seguridad del gobierno y prometió colaborar
en su financiamiento. Esta es la forma como el gobierno y el FMLN
quieren proyectar la reunión de Ataco: un pacto de apoyo al gobierno.
Hasta spot de TV está saliendo ya…
Jorge Velado desmiente a Eugenio
Chicas: No es un pacto de apoyo a las políticas del gobierno. Es un
intento de enderezar el rumbo. Parece que no están hablando de la misma
reunión.
Ahí está precisamente el problema:
¿Qué sentido tienen “acuerdos nacionales”, si no llevan a cambios de
rumbo? ¿Qué mecanismos pueden incluirse en los acuerdos interpartidarios
para evitar que el gobierno siga haciendo lo mismo?
En el tema Seguridad este dilema se
hace evidente. El FMLN pone sobre la mesa de negociación el “Plan El
Salvador Seguro”, que surgió del Consejo Nacional de Seguridad
Ciudadana. Pero este no es el plan de seguridad que el gobierno está
ejecutando. Por incompleto e impreciso que sea el “Plan El Salvador
Seguro”, si se hubiera ejecutado en lo que va del año 2015, ahora no
tuviéramos 900 homicidios al mes. El plan de seguridad que el gobierno
(y sus fuerzas públicas) están ejecutando en la realidad no es el que se
discutió en el Consejo – y tampoco estaba sobre la mesa en Ataco. Es un
plan de súper mano dura.
Los préstamos
Donde de manera más clara se hace manifiesto el dilema de la oposición es en el punto que toca los 900 millones de dólares:
“e) Solicitud a la Asamblea
Legislativa para que envía una exhortación a la honorable Sala de lo
Constitucional para que agilice la resolución del proceso 35/2015
relativo al recurso de inconstitucionalidad con relación a la
contratación de préstamos y colocación de bonos por 900 millones de
dólares.”
El gobierno y el FMLN interpretan
este párrafo como compromiso de la oposición de aprobar al gobierno los
900 millones, una vez que la Sala regrese la pelota a la Asamblea. Pero
ARENA obviamente no firmó ningún compromiso de este tipo. Esto paso
cuando con el afán de producir algún resultado se deja afuera de la
negociación los puntos primordiales. La negociación verdadera, la que
cuenta, será en el Asamblea a la hora de votar o no por los 900 millones
– y votar o no por una Ley de Responsabilidad Fiscal con dientes. Ahí
veremos si el paseo a Ataco sirvió para algo…
Otra vez: El rumbo
Me quedo con la interrogante
principal: ¿Cómo dar sentido real a “acuerdos nacionales”? Hay que
buscar formas que aseguren que salgan políticas nuevas y que no se siega
en el rumbo equivocado. Y de repente la sorprendente reflexión que hace
poco publicó Luis Mario Rodríguez sobre un “Gobierno de Unidad
Nacional” ya no parece tan descabellada. Por lo menos invita a entrar en
serio en este debate: ¿Cómo enderezar el rumbo del país?
Estimados señores: Impresionante la rapidez con la cual
respondieron a la grave emergencia, que el otro día se había generado en
la Plaza Sandino. Alguien se había atrevido a poner en esta plaza un
montón de cruces que simbolizaban los 907 muertos por homicidio en
agosto. ¡Sin permiso de la alcaldía! Así no más, ciudadanos tomándose la
libertad de usar un espacio público para una acción política-cultural
que, además, podía ofender a alguien. Peor: podía ofender a alguien
poderoso…
Y cabal, pasó por la Plaza Sandino la diputada Nidia
Díaz, vio las cruces, entendió el mensaje - y se declaró ofendida. Tomó
su celular, hizo fotos, expresó su indignación (“Es una medida de
desestabilización…” - e hizo un par de llamadas.
La reacción de la
alcaldía fue inmediata: Al rato llegaron agentes del CAM y personal de
mantenimientos de parques y removieron las cruces y pancartas
desestabilizadoras, antes de que saliera seriamente perturbada la paz
social de la capital…
Casi un record en cuanto respuesta inmediata
a emergencias. Una muestra que nuestra alcaldía, la de las “nuevas
ideas”, está a la altura de los bomberos y de los fuerzas especiales de
la PNC, cuando se trata de atender amenazas a la tranquilidad de los
ciudadanos.
Porque de esto, indudable y pérfidamente, se trataba.
Alguien había puesto estas cruces con la clara intención de sacudir a la
ciudadanía y sacarla de su excesiva tranquilidad y pasividad ante el
drama de violencia que vivimos. Como dijo luego la diputada Nidia Díaz:
“Este tipo de acciones sobrepasa una libertad de expresión y
organización, porque están haciendo como mucho temor a la población.”
Así
que según la dirigente del FMLN son las cruces que causan temor a la
población- no la ola de homicidios, y mucho menos la incapacidad del
gobierno de pararla.
Claro, en esta lógica, una acción como esta
es desestabilizadora, porque -¡Dios guarde!- podría despertar a los
ciudadanos. Y esto, desde el punto de vista de los gobernantes, es una
amenaza, una pesadilla. Miren lo que está pasando en Guatemala…
Pero
bueno, gracias a su sabio líder y la advertencia de la diputada,
nuestra alcaldía resolvió el problema antes de que causara mayores
peligros para la seguridad del Estado. La tranquilidad de los ciudadanos
está garantizada, pueden seguir durmiendo tranquilo, a pesar de los 907
muertos de agosto…
¿Y la libertad de expresión? Bueno, parece que
tiene que supeditarse a las ordenanzas administrativas de la alcaldía.
Imagínense: Ni siquiera han sacado un permiso para intervenir una plaza
pública. No han presentado el correspondiente formulario #SOS-907 que
toca llenar. Y no han esperado las dos semanas para que les dieran o les
denegaran el permiso.
Que bueno que tenemos una alcaldía que no
permite que la ciudadanía, con el pretexto de la libertad de expresión,
se pase encima de una ordenanza - y de la tranquilidad de los
capitalinos. Y de los gobernantes.
Felicidades a la alcaldía. Con ustedes vigilando podemos dormir tranquilos. Paolo Lüers
Estimados ciudadanos: Lo de Guatemala (mejor Guate-buena)
entusiasma a todos: Se instaló una Comisión Internacional contra la
Impunidad (CICIG); comenzaron las investigaciones pertinentes; esto le
despertó en la gente una esperanza y confianza perdidas durante décadas;
a presión de la ciudadanía se eligió a una mujer independiente y
valiente como Fiscal General; se profundizaron las investigaciones; cayó
la vice-presidenta y sale señalado el presidente de la República en
multimillonaria corrupción – y de repente la gente supera el miedo, la
indiferencia, la pasividad. El resultado: manifestaciones de la
ciudadanía que insiste en la renuncia del presidente y elecciones
limpias.
Cualquiera se entusiasma con esto. ¿Cómo que no?: De
repente operan instituciones limpias de investigación - y la ciudadanía
puede jugar un rol decisivo. Yo igual me entusiasmo con esto. Por esto
voy a participar en la marcha que ustedes convocaron para sábado 5 en
Fuentes Beethoven. Pero cuidadito: No se dejen llevar por un
entusiasmo equivocado. No confundan Guatemala con El Salvador. Aquí no
se trata de botar gobierno. Aquí faltan los primeros pasos que en Guate
los dieron hace años: la elección de un Fiscal General independiente,
capaz, valiente y no corruptible – y un acuerdo nacional para instalar
en El Salvador una Comisión Internacional contra la Impunidad (CICIES),
dentro o fuera de la fiscalía, que trabaje de la mano con el nuevo
Fiscal General. De esto se trata, entiendo yo, el sábado 5. Exigir
esto. Porque ninguno de esto dos pasos fundamentales se dará sin la
movilización de la ciudadanía: sin tintes partidarias, pero también sin
exclusiones. Quien ahora pide que este incipiente movimiento
ciudadano sea anti-FMLN, o anti-ARENA, o anti-gobierno o anti-partidos,
solo abona al aborto de la iniciativa. Esta movilización tendrá éxito si
tiene un objetivo claro, simple y realista: abrir campo a que se elija a
un Fiscal General y se instale una CICIES, que juntos acepten el reto
de investigar y perseguir la corrupción de donde venga. Punto. Que
algunos piensan que la corrupción es un lastre histótico de la derecha y
otros que es un lastre de la izquierda autoritaria – eso no debe
importar. Lo importante que ambos se junten contra la corrupción de
donde venga. Punto. A los partidos más les vale quedarse al margen
de esta campaña cívica. Lo que toca a los partidos es hacer, cada uno,
una reflexión profunda y aceptar que sus funcionarios, ex funcionarios y
aliados sean investigados. Y si resultan culpables, que sean
sancionados. Punto. Si esto se desliza hacía una cacería de brujas
o una cadena de venganzas, no lleva a nada más que a otro triste
capítulo de la polarización estéril. Necesitamos fiscales y una CICIES
que actúen ideológicamente independientes. Y esto na nacerá de un
movimiento cívico con colores y resentimientos partidarios. Esto no
significa que militantes y simpatizantes del FMLN o de ARENA no se
puedan incorporar – con tal que estén dispuestos que se investigue
también a los suyos. Al fin, son ciudadanos. Al fin deberán tener
necesidad que sus partidos sean limpios… Yo ni siquiera sé quienes
son ustedes quienes convocan y organizan esta manifestación. Como
muchos, les voy a confiar y los voy a acompañar. Nos vemos el sábado 5 de septiembre, a las 4 de la tarde, en las Fuentes Beethoven. Saludos, Paolo Lüers