Estimado Douglas Meléndez:
Ya todos sabemos que la PNC no está interesada a esclarecer el 
“caso GRP”, que es el caso detrás de la desaparición milagrosa de la 
agente Carle Ayala – y del agente que la hirió y secuestró. Ahora nos 
damos cuenta que la fiscalía también está manejando este caso de manera 
muy extraña.
El juez del caso, Roberto Antonio Arévalo Ortuño, denunció que la 
fiscalía no le ha dado a conocer unos videos que tiene en su poder la 
fiscalía, que podrían aportar a esclarecer lo que realmente pasó esta 
noche de fin del año 2017, y cómo actuaron agentes y jefes del GRP que 
no actuaron para evitar la fuga del agente Juan Josué Castillo Arévalo y
 el secuestro de Carla Ayala, ya herida por su agresor.El argumento de la fiscalía que no presentan estos videos al juez es muy extraña y a todas luces inaceptable: “por confidencialidad” y “por falta de pericia”. Lo normal es entregar todas las pruebas al juez del caso, y si hay un problema de confidencialidad, solicitarle la debida reserva. Y si hacen falta más pericias, que los ordene el juez.
 El
 buen juez ha sido hasta piadoso con ustedes, por lo menos en sus 
declaraciones públicas. Solo señaló que la omisión de los fiscales de 
entregarle todas las pruebas complicó y hizo innecesariamente cara las 
reconstrucciones en sitio que el juez ordenó. Espero que en privado le 
hizo ver a los fiscales del caso, o incluso a usted como responsable del
 trabajo de todos los fiscales, que la omisión de pruebas tiene 
consecuencias aun mucho más serias: pone en duda la voluntad de la 
fiscalía y pone en riesgo la validez del juicio contra los integrantes 
del GRP.
El
 buen juez ha sido hasta piadoso con ustedes, por lo menos en sus 
declaraciones públicas. Solo señaló que la omisión de los fiscales de 
entregarle todas las pruebas complicó y hizo innecesariamente cara las 
reconstrucciones en sitio que el juez ordenó. Espero que en privado le 
hizo ver a los fiscales del caso, o incluso a usted como responsable del
 trabajo de todos los fiscales, que la omisión de pruebas tiene 
consecuencias aun mucho más serias: pone en duda la voluntad de la 
fiscalía y pone en riesgo la validez del juicio contra los integrantes 
del GRP.Como observador, uno inevitablemente regresa a la gran duda que este caso nos provoca: ¿Qué quieren esconder, y a quiénes quieren proteger las autoridades de Seguridad? Y lamentablemente, ahora a uno le surgen las mismas dudas respecto a la fiscalía.
Pero la Fiscalía General de la República no puede ser sujeto de este tipo de dudas. Tiene que actuar consciente que la confianza en su institución es clave para el funcionamiento del Estado de Derecho. Todos los fiscales actúan a nombre del fiscal general como titular, así que de Usted depende ordenar que el juez tenga acceso completo e irrestricto a todas las pruebas en posesión de la fiscalía.
¿Cómo entender que usted, que por cada ladrón capturado aparece gustosamente ante las cámaras y micrófonos, no se haya pronunciado sobre este conflicto entre fiscales y el juez, y sobre los problemas jurídicos y éticos implicados?
Saludos,


