El equipo de ambiente y energía de Obama ha dado muchas sorpresas. Unas muy agradables y otras que cuestan digerirse. La primera gran idea es tener un encargado de coordinar las actividades que se refieren a energía y ambiente. La elección de Carol Browner para coordinar estas actividades es una excelente opción, una persona con experiencia de gobierno y las ideas claras de cómo se pueden coordinar las agencias ambientales, el departamento de Transporte, Energía e Interior. Falta ver en que se traduce esa coordinación.
La otra sorpresa agradable del gabinete será Steven Chu, un premio novel de física y excelente científico, ahora encargado de dirigir el Departamento de Energía, en los tiempos de Bush completamente pensado para encontrar donde perforar para encontrar petróleo, ahora dirigido por una persona que ha dedicado su vida a la investigación sobre fuentes alternativas de energía. Alegres noticias para el mundo son estas, por fin parece que tendremos un Estados Unidos del nuevo siglo.
Lisa Jackson para dirigir la agencia de protección ambiental (EPA) parece ser una buena idea, ella era la comisionada de protección ambiental de Nueva Jersey. Durante su administración ha cambiado uno de los estados más altamente contaminados y con más producción industrial, a tener ahora estándares aceptables. Y en ningún momento ha perjudicado el desarrollo económico del estado. Es que es lógico, cuando el liderazgo ambiental se hace responsablemente todos progresan.
El Senador Ken Salazar, en principio es la única asignación que me parece complicada. El Senador de Colorado es un conocedor de los temas que tratará en el Departamento de Interior, fue miembro de los comités del Senado en Agricultura, Nutrición y Forestal, así como en el comité de Energía y Recursos Naturales y en el Comité de Finanzas con especial atención al subcomité de energía, recursos naturales e Infraestrutura. Pero su record conservacionista es muy malo. Según el proyecto “Vote Smart”, que se encarga de medir el voto de congresistas y senadores en relación a diversas iniciativas, la organización Humane Society solo le ha dado un 25% de concordancia en sus votos, el Fondo para los Animales le otorgo 0% y la única asociación con la que se ha identificado positivamente a sido Defensores de la Vida Silvestre (Defenders of Wildlife), organización que en relación a las anteriores es la más conservadora.
La relación del senador Salazar con los pueblos indígenas tampoco ha sido totalmente buena, sobre todo si la comparamos con otros de los nombres que se mencionaban como posibles secretarios del Interior. El congresista Grijalva (Arizona) es el que la mayoría de organizaciones ambientalistas e indigenistas favorecían por sus posiciones progresista en el tema de la conservación. El congresista Thomson (Californa) y el gobernador Brian Schweitzer (Montana) eran otros candidatos.
El congresista Thomson probablemente también muy controvertido. Es un congresista del distrito 1 de California, lo que incluye los condados del noroeste. Aunque tiene amplia experiencia en los temas de la conservación tiene un enfoque al igual que el senador Salazar muy conservador. El gobernador Brian Schweitzer de Montana, parecía el candidato ideal, alguien con experiencia administrativa, agrónomo de profesión y con una maestría en ciencias del suelo, a diferencia del senador Salazar que es graduado de ciencias políticas y abogado. Pero no solo eso sino que un verdadero conservacionista y líder en los Estados del norte sobre el uso del territorio.
Raúl Grijalva, congresistas del distrito 7 de Arizona, era el candidato predilecto de los asociaciones ambientalistas, y por eso probablemente fracasó su candidatura. Aun en un gabinete demócrata como el de Barack Obama los ambientalistas causas miedo y dan la impresión que evitaran a toda costa el desarrollo de un país. Habrá que pensar si ese temor es justificado porque seguimos teniendo una relación tan negativa entre ambientalistas y gobierno. Aun así el congresista Grijalva podría haber sido un excelente secretario del interior y no opositor al desarrollo sino un defensor del progreso sostenible.
Lo positivo del senador Salazar es que en principio después de la administración Bush y la corrupción existente en del Departamento del Interior, el puede ser una persona que pueda dar suficiente vuelta de timón para comenzar a enderezar un departamento sumamente complicado. Por cierto cuando hablo de corrupción no me refiero a que el actual secretario del Interior este comprado, sino a que los grandes interesados por el uso de la tierra son los mayores donantes de las investigaciones y labores que realiza el departamento. Por tanto, solo por eso la confiabilidad de los resultados se pone en duda. Además progresivamente ha existido una mayor liberalización de los usos de la tierra cuando se refiere a explotación petrolera, pero una postura mucho más conservadora cuando hablamos del uso y acceso a los parques nacionales. Siempre ha esto hay que añadir que cualquier cambio del infierno que vivieron los científicos en el departamento del Interior en la administración Bush, esperemos que ya no lo vivan con el Senador Salazar. Y que esa mezcla turbia entre los grandes intereses por el territorio sean excluidos de una vez del departamento del Interior y no tengamos más dineros que corrompen la agencia territorial de los Estados Unidos.
Aun dicho esto la pregunta es por qué los progresistas nos tenemos que conformar siempre que en el tema puramente conservacionistas como en el Departamento del Interior, el que dirija no pueda ser un Steven Chu sino que tenga que ser un Ken Salazar. Me refiero a que puede ser dirigido por un científico laureado en vez de un político más o menos conservador.