viernes, 9 de abril de 2021

Carta de sábado: La llegada a La Guacamaya. De Paolo Luers





Publicado en MAS! y EL DIARIO DE HOY, sábado 10 abril 2021

(1981. Mi primera entrada al frente de guerra en Morazán. Gran expectativa. Pero hay un problema: se ha colado el padre Maryknoll Roy Bourgeois, a quien en San Salvador lo han dado por desaparecido o incluso secuestrado. Ya estamos en el campamento en el cerro Cacahuatique. Yo me opongo a llevar a Roy a La Guacamaya, a la Venceremos. El fotógrafo de TIME, Harry Mattison, a quien invité a acompañarme, ha ofrecido resolver el problema para evitar un mayor escándalo…)

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Transmitimos esta opción a la comandancia: Harry regresa a San Salvador con el padre Roy Bourgeois, a quien en San Salvador tienen como desaparecido o incluso secuestrado, y lo sacaría del país. No sé si lo van a decidir en Morazán o en Managua. Esperamos. Los compas me dicen: “Paciencia, chele. Esperar es la actividad más importante del guerrillero”. Tercera lección guerrillera. La primera fue: Dormir donde caigas. La segunda: Comer cuando haya. 

Luego de varias horas, la primera respuesta de la comandancia: quédense donde están. Preparen la declaración de Roy para la Venceremos. Luego les avisaremos lo demás. En mi equipo grabamos varias versiones con Roy, en inglés y en español. 

El día siguiente viene la orden definitiva: Que Jimmy regrese con Harry y Roy a Río Seco, que ahí los van a recoger y llevar a San Miguel. Y que manden a Roger y Paolo a la Venceremos, con las grabaciones. Luego se decidirá si la transmiten o no. Roy está frustrado, quiso llegar a la Venceremos, como si fuera su destino, quiere hablar con los comandantes y hablar por la radio. El jefe de la zona de Cacahuatique me explica: cualquiera que expresa ansiedad de llegar a la radio, despierta sospechas…

Me despido de Harry, me va a hacer mucha falta. El hombre lo toma con filosofía sarcástica. “Voy a regresar con preciosas fotos del Cacahuatique. Las voy a ofrecer a National Geographic, ya que para mi revista no tengo nada…”

La escuadra de Jimmy desaparece en la luz del atardecer y con ella, mi amigo y mentor, así como este ‘pain-in-the-a..-priest’, como lo bautizó Harry. Caminarán hasta Río Seco, los recogerán en carro, y tomarán el bus para San Salvador. Llegando a la capital, Harry llevará a Roy directamente a la embajada, les contará una historia del intento de hacer junto con Roy un reportaje, investigando masacres de la Fuerza Armada, cosa que “lastimosamente fracasó…” Nadie les creerá, pero el día siguiente, con protección de la embajada, Harry y Roy saldrán al aeropuerto y agarrarán un vuelo a New York. Ya sentados en el avión, habrá un último intento de la policía de bajarlos. Al fin saldrán, me imagino que por intervención de la embajada. No necesitan otro ‘caso Maryknoll’…  

En los medios circulan cualquier tipo de rumores sobre esta aventura, pero al fin la noticia es que hubo un ‘happy end’: No hubo secuestro, falsa alarma. Y la buena noticia: nadie echa la culpa al ERP. A la Iglesia, y sobre todo a la orden Maryknoll, le quedará un muy mal sabor de este incidente. 

Mariposa, Santiago y Maravilla, 
transmitiendo desde en La Guacamaya.
Foto: Paolo Luers
El día que Harry y Roy salen del país, yo al fin llego a La Guacamaya, sede de Radio Venceremos. Todas las casas muestran huellas de la guerra. Algunas quemadas, otras con los techos destrozados, pero llenas de niños y mujeres. Compas armados caminan por todas partes. El campamento de la Venceremos está debajo de una enorme pared de roca que sobresale y está creando un techo que protege contra sol, lluvia y, como pronto aprenderé, contra bombardeos aéreos y morteros.

A uno de los primeros que veo es a Maravilla. “Enano, llegaste, ¡qué maravilla! ¿Me trajiste el ron que me prometiste?” 

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Este es último adelanto del libro que estoy escribiendo. Pero voy a tratar de seguir escribiendo los sábados sobre temas no relacionados con la actualidad política.