domingo, 25 de agosto de 2019

Kafka, Milena y Margarete. Columna Transversal de Paolo Luers


Publicado en EL DIARIO DE HOY, 25 agosto 2019 

“Fue tímido, miedoso, suave y bueno, pero los libros que escribió fueron crueles y dolorosos. El mundo que vio estuvo lleno de demonios invisibles, que combaten y aniquilan al hombre desprotegido. Fue demasiado clarividente, demasiado sabio para poder vivir, y demasiado débil para pelear: pero aquella fue la debilidad de los hombres nobles, bellos quienes no tienen la fuerza para la lucha contra el miedo, contra los malentendidos, contra la ausencia de amor y contra lo mentalmente falso, y quienes de antemano saben de su impotencia, se someten y así avergüenzan al vencedor.”

Milena Jesenská, en su obituario para Franz Kafka (6 de junio 1924)
Supe de Milena Jesenská solamente de las famosas ‘Cartas a Milena’ de Franz Kafka, y que fue su traductora al checo. Las leí como adolescente y me enamoré de ella, simplemente compartiendo la pasión de Kafka. Pero como sólo se publicaron las cartas de él a ella (las de ella se perdieron), esta mujer quedó como un ser misterioso, sin vida propia fuera de las cartas de Kafka.
Pero unos años después, en los años setenta, ya estudiando literatura en Berlín, Milena cobró vida propia a través de otro libro: “Milena”, de Margarete Buber-Neumann.
Resulta que Milena, la judía, periodista, escritora y traductora checa, termina en 1940 en el campo de concentración Ravensbrück al norte de Berlín. Allí se encuentra con una judía alemana, Margarete Buber-Neumann. Pasan 4 años juntas, hablando, contándose sus vidas, discutiendo política y literatura, hasta que Milena muere en mayo de 1944. Margarete sobrevive y cumple su compromiso con Milena de escribir el libro que, al sobrevivir el campo de concentración, querían escribir juntas. Según Margarete, una de las últimas palabras de su amiga fue: “No me olvides, dile a los demás quién fui”.
Milena Jesenská (1896-1944)

El libro que resultó de esta historia da vida a dos mujeres extraordinarias, pero muy distintas: la bohemiana checa, rápida para expresar emociones, que abandonó el comunismo porque no era compatible con su sentido de libertad – y la alemana intelectual, analítica, de formación marxista, buscando entender el fracaso del comunismo…
El libro que las dos mujeres querían escribir juntas se iba a llamar: “La época de los campos de concentración.” Resulta que Margarete, comunista alemana casada con otro comunista alemán y funcionario de la Komintern de Stalin, antes de terminar en un campo de concentración de los nazis, ya había pasado 18 meses en una campo de concentración ruso, víctima de las “purgas” de Stalin. Qué ironía, es condenada por ser “cónyuge de un traidor”. Su esposo Heinz Neumann fue fusilado en 1938 en Moscú.
En 1940, Margarita fue “beneficiada” por un intercambio de prisioneros acordado por Stalin y Hitler, en este momento aliados. Pongo los beneficios entre comillas, porque el intercambio no le dio ni un solo día de libertad. Los rusos la entregaron a los nazis, quienes inmediatamente la internaron en su propio campo de concentración. Por suerte de Margarita, en el de Ravensbrück, donde conoció a Milena cuya amistad la hizo sobrevivir. De paso sea dicho, a los comunistas que los nazis liberaron para entregárselos a los rusos, la mayoría también terminó en campos de concentración de Stalin en Siberia.
Una vez libre, Margarete escribió no solo el libro sobre Milena, sino también el que juntas diseñaron en sus largas pláticas en Ravensbrück, sobre “Los tiempos de los campos de concentración”. Resultó otro libro indispensable: “Prisionera de Stalin y Hitler”. (Lamentablemente, cuesta conseguir la versión en español. La versión en inglés, “Under two dictators”, es más accesible.)
En las pláticas en el campo de concentración nazi entre estas dos mujeres extraordinarias, la persona de Franz Kafka siempre está presente. Por esto, en el libro que Margarita Buber-Neumann dedica a Milena, un capítulo es sobre este gigante de la literatura alemana del siglo de los campos de concentración. También el libro incluye el obituario que Milena Jesenská publicó en 1924, cuando casi nadie sabía quién era el tal Kafka. Y este obituario, del cual cité al inicio de esta columna, es en sí un exquisita obra literaria. “Fue demasiado clarividente, demasiado sabio para poder vivir, y demasiado débil para pelear…” – ¡qué frase!


viernes, 23 de agosto de 2019

Carta a los pandilleros: Pararon la matanza. De Paolo Luers


Publicado en MAS! y EL DIARIO DE HOY, 24 agosto 2019


Si ustedes han decidido parar la matanza, hay que felicitarles. Si ustedes han tenido la capacidad de implementar esta decisión durante más de un mes, hay que felicitarles. En este mes de agosto 2019, la cifra de homicidios ha bajado a menos de 4 diarios. Insólito. Aunque el gobierno nos quiere convencer que esto es resultado de su operativo llamado "Control Territorial", solo hace falta darse unas vuelta en las comunidades y los barrios donde ustedes viven para darse cuenta que es paja. De todos modos sería difícil imaginarse que PNC y Fuerza Armada en sólo 2 meses pueden haber perfeccionado su eficiencia para obtener un resultado tan contundente.

Cualquiera que ha estudiado el fenómeno de las pandillas y los diferentes intentos de combatirlas no se deja engañar por los noticieros, las declaraciones triunfantes de los miembros del gabinete de Seguridad, los videos de campaña publicitaria. Detrás de la imagen que quieren vendernos, no es difícil detectar que los movimientos de la PNC y de la Fuerza Armada no están diseñados, como lo fueron durante los últimos años bajo el gobierno del FMLN, para provocar enfrentamientos y causarles bajas a las pandillas. Por lo contrario: las patrullas se mueven bajo un esquema de evitar cualquier enfrentamiento - y a veces en zonas donde ni siquiera hay con quien chocar. Ejemplo: el gran despliegue militar y policial en La Gloria, con el cual inauguraron con bombos y platillos su plan "Control Territorial". El operativo fue provocado por el asesinato de un agente policial en La Gloria, a pesar de que era obvio que nada tuvo que ver con pandillas. 

Si fue sorpresa que buena parte de los operativos de la PNC resultaron siendo cachetadas de payaso, y que detrás de tanto show había una estrategia de no buscar enfrentamientos, la mayor sorpresa fue cuando nos dimos cuenta que al mismo tiempo ustedes se replegaron de cualquier acción violenta. Cero ataques a policías y soldados y la ausencia casi total de homicidios.

No sabemos cómo y por qué ustedes tomaron esta decisión. No sabemos si esta decisión la tomaron las ranflas que guardan prisión o las jefaturas en el terreno. No sabemos cómo se pusieron de acuerdo las diferentes pandillas. No sabemos si alguien les ofreció algo a cambio de abstenerse de homicidios; o si ustedes quieren cambiar la situación y el ambiente nacional para luego proponer entendimientos; o si simplemente es una decisión unilateral porque están cansados de una guerra que nadie puede ganar...

Yo no lo sé, y tampoco conviene especular. De todos modos, bienvenido sea que tengamos menos violencia, menos muertos, menos familias dolientes. La sociedad salvadoreña siempre ha tenido la sospecha que ustedes usan su capacidad de bajar o aumentar la cifra de muertes para chantajear al estado, para conseguir beneficios. Se dice que en "la tregua" esto pasó: ustedes jugando con el dolor de la gente. Fui testigo que no fue del todo así, que hubo un interés genuino de buscar alternativas a la violencia. Si no, yo no hubiera participado de "la tregua". 

Esperamos que hoy tampoco sea así. Esperamos que detrás de su decisión actual de cesar la matanza haya un interés auténtico en abrir espacio para soluciones pacíficas. Espero no ver de repente un pico en la curva de homicidios y decir: Ahhhhh, ahora se les complicaron las negociaciones y quieren mostrar fuerza... Esperamos no volver nunca a vivir meses sangrientos como aquellos del 2015, cuando todos los acuerdos que habían hecho con el FMLN habían colapsado y ambas partes regresaron a la guerra con ánimos de venganza. 

En las pocas semanas que han parado la matanza, ustedes mismos sintieron cómo cambió para mejor la vida de sus comunidades y sus propias familias. Esto es suficiente incentivo para mantener en pie esta decisión. No usen la violencia como moneda de cambio en un juego perverso con políticos que los quieren usar para sus fines partidarios. Si lo han hecho anteriormente, ya vieron a qué desastre este juego nos ha llevado a todos. 

Ustedes han mostrado que pueden parar la matanza. Lo mostraron en el 2012, pero la politiquería no permitió que fuera sostenible. No permitan que de nuevo la politiquería se imponga. 

Les hablo en serio. 





Es la gente, no la Inteligencia Artificial. De Manuel Hinds


Publicado en EL DIARIO DE HOY, 23 agosto 2019


El crecimiento exponencial del Internet, las redes sociales y la Inteligencia Artificial en las últimas décadas generó una ola enorme de optimismo por todos los efectos positivos que se vislumbraba que iban a crear-que incluían desde la conexión de científicos y creativos entre sí para realizar tareas complejas a distancia hasta la creación de amistades e intercambios culturales a través del mundo entero, hasta la facilitación de la educación y el cuidado de la salud, y muchas cosas más.
Todos estos efectos positivos, y muchos más, se volvieron una realidad. Pero al mismo tiempo otros efectos, muy negativos, se han vuelto también una siniestra realidad, desde el uso de Internet para postear pornografía (una de las actividades más populares, si no la más popular en Internet), hasta el enviciamiento de muchas personas con las redes sociales, y hasta el uso de la Inteligencia Artificial para generar conflictos y violencia en las sociedades con el fin de influir políticamente en ellas.
De esta manera, se han generado escándalos en Gran Bretaña porque se acusa a una empresa inglesa ya fallecida, Cambridge Analytica, y al gobierno ruso de haber influido en los resultados de la votación sobre el Brexit en 2016 haciendo llegar propaganda apropiada (frecuentemente basada en hechos inexistentes) a las preferencias de los recipientes, que ellos mismos habían vuelto pública en las redes sociales y el Internet. Lo mismo se dice de las elecciones presidenciales del 2016 en Estados Unidos y de otras elecciones en Europa. Esta semana salió en varios medios internacionales la noticia de que se han descubierto en las redes sociales artículos y memes fomentando la disensión y el odio en Hong Kong, en donde ha habido desde hace varias semanas una serie de manifestaciones contra el gobierno chino.
Estos hechos-la existencia de las noticias falsas, y su uso para lograr propósitos políticos-son innegables, aún en nuestro país. Pero el Internet, las redes sociales y la Inteligencia Artificial no han iniciado estos hechos. Ellos han existido desde que el ser humano creó las primeras agrupaciones y con ellas la política.
Ciertamente que la Inteligencia Artificial y la conectividad de hoy han creado instrumentos mucho más fuertes que los existentes en el pasado para engañar a las masas no sólo con noticias falsas aisladas sino con la creación de imágenes de la sociedad completa totalmente opuestas a la realidad prevaleciente en ella. Los grandes artistas de estas manipulaciones fueron los comunistas en la Unión Soviética, que pintaban hacia fuera un paraíso para los obreros cuando se estaban realizando asesinatos en la escala de al menos 20 millones, y los nazis en la Alemania de los treintas y la mitad de los cuarentas, que escondían el Holocausto que estaban perpetrando.
Día a día se proponen nuevos métodos para evitar que esas mentiras y esos mensajes de odio se propaguen por las redes sociales y otros medios en el Internet. Se espera que las grandes empresas de la conectividad frenen estas actividades bajando de sus redes todos los mensajes que se puedan considerar negativos.
No hay duda de que hay muchas cosas que no deben de permitirse en las redes, como no se permiten en periódicos y otros medios. Hay que luchar continuamente contra la pornografía y especialmente la infantil, contra las escenas de violencia descarnada y otras imágenes terriblemente negativas-tan negativas que los controladores que revisan los contenidos en Facebook, YouTube, Twitter y similares llegan a tener problemas de depresión seria por estarlas viendo el día entero.
Pero la verdadera solución al problema es fortalecer el análisis critico y los principios éticos de la población. Los contenidos negativos desaparecerían si la gente no los buscara y no los quisiera creer, como siempre los creen cuando son sensacionalistas y cuando van a favor de sus propios prejuicios, odios y envidias.
Las mentiras que se han identificado dentro de los contenidos que se dice que influyeron las elecciones tienden a ser burdas y vulgares, que no hubieran resistido el más mínimo análisis.
En el fondo, la gente ha sido engañada porque ella misma quería ser engañada. En vez de quejarse de lo que las redes sociales hacen, sus usuarios deberían de ser más prudentes con lo que muestran en ellas y con lo que creen de lo que ven y leen en ellas.

miércoles, 21 de agosto de 2019

Carta a los secretarios generales de la ONU y la OEA: Cuidado con el fraude de etiqueta . De Paolo Luers


Publicado en MAS! y EL DIARIO DE HOY, 22 agosto 2019


Estimados señores Antonio Guterres y Luis Almagro:
Como aquí en El Salvador todo el asunto de la Comisión Internacional Contra la Impunidad (CICIES) se estámanejando en la total oscuridad, ni siquiera sabemos con quién en la comunidad internacional nuestro presidente, Nayib Bukele, está negociando la conformación de esta entidad. Con alguien tienen que estar hablando cuando anuncian que esta comisión iniciará su trabajo antes de que terminen los primeros 100 día del gobierno Bukele, o sea el 9 de septiembre 2019, en un poco de más de dos semanas. A menos que todo sea una fantasía, con cualquiera de ustedes dos (o con ambos) tienen que haber hablado los emisarios de Bukele.
Quiero que dimensionen lo grave de la situación: el presidente anuncia que en dos semanas va a comenzar a trabajar una Comisión Internacional contra la Impunidad, pero a la fecha NADIE ha hablado sobre el tema con el Fiscal General de la República, quien por mandato constitucional tiene el monopolio de la persecución penal y sin el cual, por tanto, no puede funcionar ninguna entidad que investigue la corrupción y la impunidad. Nadie ha hablado con el fiscal: ni el presidente, ni su gobierno; ni Naciones Unidas ni la Organización de Estados Americanos OEA, organismos que supuestamente van a dar financiamiento y legitimidad al proyecto. 
Tampoco ha habido ningún acercamiento del ejecutivo con la Asamblea Legislativa, la cual tendría que ratificar cualquier tipo de convenio internacional que daría vida a una Comisión Internacional que tenga las competencias necesarias para poder combatir la corrupción.
Ya en un plano no solo jurídico e institucional, sino político, la gestión para crear esta comisión solo tendrá la necesaria legitimidad democrática si surge de un acuerdo nacional amplio. Pero a pesar de que nadie ha ni siquiera abierto el debate para crear este acuerdo nacional, el presidente insiste que él va a poner a trabajar esta comisión dentro de dos semanas. 
No sabemos qué les han dicho los emisarios del presidente Bukele. Pero seguramente no les han descrito esta situación tan absurda: un presidente insistiendo que ya está por iniciar el mandato una CICIES, pero el fiscal, el Parlamento y la sociedad civil no tienen idea del carácter de la comisión. Y ustedes a lo mejor comparten esta oscuridad. A menos que sean cómplices de este intento de cometer un gigantesco fraude de etiqueta: prometer una CICIES e instalar una CPCIES, una Comisión Presidencial, la cual no tiene ni las competencias ni la independencia necesarias para combatir la corrupción.
No podemos creer que ustedes, como líderes de la comunidad internacional, sean parte de un fraude de esta característica. En cambio, al presidente Bukele muchos lo vemos perfectamente capaz de intentarlo. Su interés no es realmente el combate a la corrupción, sino crear una situación donde puede acusar a los partidos opositores y al “sistema institucional de los mismos de siempre“ a oponerse a la justicia. ¿Cómo se hace esto? Exactamente como lo está haciendo: se presenta el proyecto de una CICIES, pero con características que la hacen inaceptable para los otros órganos del Estado y la oposición. Ellos van a rechazar el proyecto, y el presidente va a gritar: “Vean, los mismos de siempre no quieren que se investigue la corrupción…”    
Para que esto funcione, el gobierno salvadoreño necesita que cualquiera de ustedes, a nombre de Naciones Unidas, de la OEA o a lo mejor los dos avalen el proyecto.
La solución del dilema es muy simple: antes de avalar cualquier cosa, entren en consultas con el Fiscal General, la Asamblea Legislativa y los partidos de El Salvador. No se dejen sorprender. Y se van a dar cuenta que nadie quiere una Comisión Presidencial contra la Corrupción y la Impunidad. 
Saludos, 


lunes, 19 de agosto de 2019

Carta a las feministas: ¿Del caso Evelyn, adónde ir? De Paolo Luers


Publicado en MAS! y EL DIARIO DE HOY, 20 agosto 2019


Estimadas amigas: 
El juez del Tribunal de Sentencia de Cojutepeque absolvió a Evelyn Hernández, a quien la fiscalía quería mandar a la cárcel por 40 (!) años por la muerte de su bebé. Para la fiscalía, fue homicidio agravado, mientras que la defensa sostuvo que el bebé murió en el parto no asistido. El juez, en su sentencia, dijo: La fiscalía no me convenció que fue homicidio. No la pude condenar.”

Esto es justicia aplicada. El juez no se volvió feminista, ni tampoco tomó partido por ustedes en el debate sobre el aborto. Tampoco le correspondía. Sólo aplicó la justicia correcta y valientemente: “Donde hay duda, prevalece la asunción de inocencia. Si la fiscalía acusa a alguien de homicidio y quiere una pena tan drástica, tiene que comprobarlo.” Lamentablemente, esta manera consecuente de aplicar la justicia, con total independencia de posiciones ideológicas o religiosas, todavía hace noticia en nuestro país, cuando tendría que ser la regla. 

Esta sentencia obviamente es buena noticia para las organizaciones feministas, que durante años han apoyado a Evelyn Hernández y a otras mujeres acusadas (o incluso condenadas) en casos comparables. Ustedes y el equipo jurídico que pusieron a Evelyn tienen todo el derecho de celebrar. Hicieron un excelente trabajo, dentro y fuera del tribunal.

Pero la absolución de Evelyn Hernández no es un triunfo del feminismo y de su lucha contra la prohibición del aborto. Es un triunfo de la justicia. Independientemente de que estemos en favor o no de la despenalización del aborto, esta sentencia la podemos celebrar todos que estamos luchando por un Estado de Derecho que deje de verse subordinado a imperativos ideológicos o religiosos, sino solamente a la Ley. 

Las feministas y su lucha por la liberalización de la legislación del aborto se harían un favor si celebran la sentencia en el caso Evelyn no de una manera militante e ideológica, sino de manera incluyente y pragmática, enfocando en el triunfo de la justicia, no en un supuesto triunfo de la causa feminista. 

Este caso, bien explicado en los medios y los debates públicos que seguirá provocando, puede contribuir a la formación y consolidación de una opinión pública favorable al montón de mujeres con casos parecidos a Evelyn. Puede ayudar a construir una nueva mayoría social más liberal, menos conservadora, y sobre todo comprometida con la defensa del Estado de Derecho. Solo en un país con una opinión pública liberal que defiende el Estado de Derecho, los movimientos feministas van a encontrar espacio para avanzar en el debate sobre la legislación del aborto o para otras causas que defienden.

Pero ojo: No todos quienes hoy celebran la sentencia absolutoria para Evelyn Hernández, lo ven como un paso hacia la liberalización del aborto. Lo ven como lo que es: un paso para consolidar el Estado de Derecho. En el debate sobre el aborto la mayoría ni siquiera ha entrado. Pueden en el futuro convencerse que un siguiente paso para consolidar el Estado de Derecho sería necesariamente la despenalización del aborto, pero ojo en la palabra 'convencer’. Siempre he dicho que para proponer reformas como el matrimonio igualitario o la liberalización del aborto, antes tiene que crearse una mayoría social sólida y convencida. Esto requiere mucho debate, mucha tolerancia, mucha labor de construir consensos. Y que todos se abstengan de intentos de imposición.

Que bueno sería que el desenlace feliz del caso Evelyn no fuera un punto más de división de nuestra sociedad, sino un punto de partida para la construcción de consensos para una sociedad más liberal y tolerante.

Saludos, 


Diario de un perro presidencial. De Cristina López


Publicado en EL DIARIO DE HOY, 19 agosto 2019 


Según la información que hizo pública la Fiscalía General de la República la semana pasada con respecto del caso que han llamado “Saqueo Público”, el ex-presidente Mauricio Funes se reventó $149,000 dólares provenientes de las arcas del Estado en sacar a pasear a sus mascotas, con el fin de “desestresarlas”. Si la magnitud de lo mucho que se apropió Funes a través de la partida secreta ya de por sí clamaba al cielo, por ser el nuestro un país donde el 30% de la población vive debajo de la línea de pobreza y donde en los hospitales no alcanza para comprar medicinas, la más reciente información confirma que el descaro y la falta de vergüenza del recién estrenado nicaragüense son casi tan enormes como el robo que perpetró a su paso por el poder.
Pero en medio del escándalo no pude dejar de pensar en las pobres mascotas presidenciales y, con ello, imaginar cómo habría sido el diario de uno de los perros presidencial estresado si tuviéramos acceso a semejante cosa. Seguramente diría algo así:
“Querido diario: Otra noche entera sin dormir, preso de la ansiedad que me causa la certeza de que mi amo se está clavando la plata del Estado y que aparte, es malísimo escondiéndolo. Según él, tendrá perfecto sentido que antes tenía deudas y ahora tiene relojes y zapatos que cuestan bastante más que lo que devenga como presidente de la República. Si seguimos así, lo que nos espera es una visita de la Corte de Cuentas, contándonos las costillas, o peor, del Ministerio Público. A él y a sus secuaces, posiblemente Mariona, y a mí, pobre de mí, las calles. De chucho presidencial a chucho aguacatero cualquiera, comiendo de basureros. Tiemblo del estrés y el amo insiste en mandarme a pasear con extraños a los que paga, como si mi existencia estresada fuera una molestia.
“Supongo que por el momento la mejor opción es aprovechar lo que tengo, puesto que seguramente es cuestión de tiempo hasta que cachen a mi amo. Sobre todo porque carece totalmente de discreción y cautela: según oí, la piñata para el tercer cumpleaños del amito costó 10,000 dólares, porque había inflables, ruedas, y por supuesto, el helicóptero presidencial, ese que hace una bulla ensordecedora y en nada contribuye a mis niveles de estrés. 10,000 dólares, que serían el equivalente a 20 de las paseadas de nosotros, los chuchos presidenciales. Tengo memoria de chucho, pero todavía me acuerdo de las palabras del amo cuando era periodista y prometía una revolución ética. De seguro volar en avión privado tiene como efectos secundarios la debilitación de la conciencia y la pérdida súbita de la vergüenza. O quizás son los efectos de eso que se toma y que viene en las botellas de la cinta azul. Al fin y al cabo, quién sabe si fue ese mismo líquido lo que lo hizo terminar en el hospital después de que se cayera amarrándose las cintas de los zapatos, aquella caída tan grave que hasta deshizo un Ferrari.
“Por el momento no queda más que esperar, con toda mi canina paciencia, que no vayan a cachar al amo. Porque desde la cárcel no va a poder mantenernos, ni a los chuchos presidenciales, ni a los hijos que continúa trayendo al mundo. Adiós, querido diario: vienen por mí para sacarme a pasear”.
@crislopezg

CICIES. De Erika Saldaña

Erika Saldaña, ex presidenta del Centro de
Estudios Jurídicos CEJ

Publicado en EL DIARIO DE HOY, 19 agosto 2019


Desde hace varios años se habla de la necesidad de establecimiento de un organismo internacional que colabore a combatir la corrupción en El Salvador. A partir de la notoriedad que obtuvo la Comisión Internacional Contra la Impunidad de Guatemala (CICIG) surgió la iniciativa de aplicar dicho modelo en El Salvador. Es el tema del momento, pero para tener un panorama más completo sobre las características de una posible CICIES es necesario más información.
Las siguientes líneas tienen como finalidad contar la experiencia guatemalteca y extrapolarla a la realidad de El Salvador. La CICIG es —o fue, considerando que el septiembre vence su mandato— una entidad creada a partir de un acuerdo entre la Organización de las Naciones Unidas y el gobierno de ese país con la finalidad de apoyar a las instituciones del Estado en la investigación y persecución penal de delitos cometidos por los cuerpos ilegales de seguridad y aparatos clandestinos de seguridad.
Dichos cuerpos paramilitares eran los encargados de la represión a la sociedad civil, los cuales no desaparecieron después del conflicto armado sino que se transformaron e infiltraron en el sistema estatal para garantizarse impunidad. En su desarrollo, las investigaciones de la CICIG evidenciaron que la impunidad en delitos contra derechos fundamentales se mantiene gracias a la corrupción enraizada en las instituciones clave, la cual debía ser combatida.
A partir de la insuficiente respuesta estatal a solventar muchos problemas que aquejaban a la sociedad guatemalteca, y con base en la presión de la opinión pública, sociedad civil, medios de comunicación y comunidad internacional, después de varios años de intentos fallidos se creó la CICI Guatemala con la finalidad antes señalada. Esta entidad se encuentra dirigida por un comisionado nombrado por el Secretario General de las Naciones Unidas, a quien se le debe garantizar independencia funcional y en la conformación de su equipo.
Dos puntos claves para entender la labor de una posible CICIES son la independencia política y financiera. El nombramiento de un comisionado y su equipo no puede depender de ningún factor político interno, con la finalidad de evitar conflicto de intereses; además, debe contar con el suficiente financiamiento para que sus investigaciones no se vean comprometidas. Otra característica fundamental es que debe tener un periodo definido, para no perder de vista que una CICIES tendrá una labor de colaboración. Dado que los procesos judiciales deben iniciarse ante instancias judiciales nacionales, la soberanía del Estado se mantiene en la medida en que esta institución respete la labor de los órganos fundamentales en el ejercicio de sus funciones.
¿Necesitamos una CICI en El Salvador? Sin lugar a dudas, el combate a la corrupción es un fin legítimo; probablemente si las instituciones internas funcionaran, ningún país ni siquiera se plantearía la creación de una CICIES, pero lastimosamente no es el caso. Cualquier esfuerzo que ayude a sacar adelante el sistema debería ser visto con buenos ojos y apoyada tanto por todos en El Salvador. Hoy por hoy, necesitamos más detalles para ir delineando una idea más fundamentada de lo que sería una CICIES en El Salvador.

domingo, 18 de agosto de 2019

Hamelín. De Cristian Villalta


Publicado en LA PRENSA GRAFICA, 18 agosto 2019


Primero se lleva a las ratas para ahogarlas en el río Weser, al son de unos hermosos bemoles; cuando los habitantes deciden no pagarle por haberlos librado de aquella plaga, el extraño regresa con su flauta y 130 niños del pueblo lo siguen hipnotizados para nunca más volver.
La narrativa corta es seductora. ¿O a poco ustedes no tienen amarrado a sus recuerdos el temor, la desazón y el alivio de nuestra niñez al escuchar uno de esos cuentos en los que brujas pavorosas perseguían a los desobedientes hijos de un pobre leñador? Cuando se revisita esas lecturas, es imposible no sobrecogerse: la bruja de Hansel y Gretel era caníbal, el corazón del Príncipe Feliz es tirado a la basura junto al cadáver de la golondrina, y el lobo se come a Caperucita, al menos en la versión de Charles Perrault que luego los Grimm corrigieron, sentimentalones.
Sí, el de los cuentos es un mundo primario, en blanco y negro, fácil de entender, el máximo bien contra el máximo daño, de gran utilidad pedagógica, memorable en la psiquis infantil. En contraste, el mundo adulto está saturado de gris e incluye verdades indiscutibles, mentiras que distraen, horrores que se vuelven rutina.
El mundo de los grandes parece tratarse de todo menos de la esperanza. Es que hay verdades dolorosas con las que es imposible dormir. La injusticia repetida, que no todos valemos lo mismo, o que hay historias de pecado, despojo y violencia sin moraleja, crímenes sin castigo, una tierra a la que ni el llanto ha vuelto fértil.
Por eso, nuestro primer reflejo es mirar hacia la luz, aunque sea artificial; seguimos temiendo a la oscuridad.
En nuestro país, no hace un mes que unas personas asumieron el poder con la promesa de acabar con la oscuridad, o al menos con la versión de ella que se llama corrupción: es que tres de nuestros últimos cuatro presidentes fueron acusados de delitos contra la gente, de robarse dinero que era nuestro, de volverse rateros.
Si lo estamos contando, si lo sabemos, si procesarlos fue posible se debió entre otras cosas a que declararon de buenas a primeras el patrimonio con que entraban al gobierno. No lo hicieron porque quisieran sino porque es una obligación de ley, precisamente una protección contra los ladrones.
Tristemente, a los nuevos funcionarios esta obligación les parece irrelevante. El presidente todavía no lo hecho, tampoco la mayoría de los ministros. Esta semana, el vicepresidente ha hablado de la lucha contra los corruptos con un entusiasmo contagioso, pero a él tampoco le ha quedado tiempo de cumplir con su obligación constitucional.
¿Cómo es posible que actúen con esa incongruencia chabacana y aun así nos saluden viéndonos a la cara?
La frescura de los nuevos señores es posible porque somos unas gentes muy distraídas. Hemos convivido con la mentira muchos años, algunas veces nos la creímos, quizá las más de las veces. Pero hoy, no solo es que nos están inundando de cuentos; hemos perdido el apetito por la verdad.
Es posible también porque al ser depósito de su esperanza, muchos ciudadanos creen que a los funcionarios de la nueva ola debe disculpárseles todo, incluso las ilegalidades. Su cuento es poderoso y seductor solo si no hay interrupciones, no digamos las de la crítica, ni siquiera las que nacen de la más natural curiosidad.
De la mía, de mi curiosidad, solo una pregunta para Bukele y Ulloa. ¿Dónde estaban ustedes la última vez que un presidente nos robó? Esas historias comenzaron con un salvadoreño creyéndose la excepción.

viernes, 16 de agosto de 2019

Carta sobre el Chaparral: La primera prueba para el gobierno. De Paolo Luers


Publicado en MAS! y EL DIARIO DE HOY, 17 agosto 2019


La del Chaparral es la primera crisis que enfrenta el gobierno Bukele. Obviamente, el estado desastroso de este megaproyecto es culpa de los gobiernos anteriores y sus decisiones en el ámbito de la política energética. La historia del Chaparral es una mezcla de políticas erróneas, incapacidad de gestión y corrupción. El factor corrupción ya está siendo investigado por la fiscalía – y tiene que ver con la última vez que la construcción de la presa se paralizó, y cómo el gobierno de Funes manejó esta crisis: pagando 30 millones de dólares extra a la empresa constructora que había abandonado el proyecto. El porcentaje acostumbrado de 'comisión' sobre esta ‘indemnización’ terminó en cuentas panameñas relacionadas a Mauricio Funes... y al fin en el Spa de su amante.

Hoy, seis años más tarde, nuevamente el proyecto Chaparral está paralizado, por una disputa entre la CEL y la empresa rusa que instala las turbinas. El presidente Bukele dijo en Twitter: “Creo que es mejor detenerlo.”

En un caso tan delicado, donde cualquier decisión que se tome nos costará cientos de millones de dólares, es totalmente inapropiado e irresponsable que el presidente de la República emita lo que él ‘cree’. 700 millones de dólares (esta es la cifra que el mismo presidente manejó en twitter sobre el costo que está alcanzando el proyecto Chaparral) no son asunto de creencias, sino que requieren información sólida y análisis de las diferentes opciones de solución y sus respectivos costos y beneficios.

Aunque este gobierno no ha creado el problema, sí es su deber enfrentarlo y construir la mejor salida. La actual parálisis del proyecto ya es responsabilidad exclusiva de la nueva administración de CEL. El problema es que el gobierno Bukele no ha instalado en la CEL un equipo gerencial capaz de responder a este tipo de problemas y crisis. 

Este es el primer caso donde al gobierno se le pasa factura su negativa de usar los 4 meses entre su elección y su toma de poder para una transición ordenada. El presidente, antes de resultar electo, hubiera tenido que tener a la mano un concepto de política energética, un diagnóstico de las debilidades y riesgos en la CEL, incluyendo del proyecto Chaparral – y un equipo profesional que iba a asumir la conducción del sector energético a partir del 1 de junio, luego de un proceso exhausto de traspaso de información y estudio de opciones concretas.

Nada de esto pasó. No hubo proceso de transición entre la administración saliente de CEL y la nueva. Luego de asumir el poder, el presidente nombró en las instituciones y empresas estatales del sector energético a personas sin conocimiento, sin planes, sin capacidad. El primer presidente de CEL nombrado por Bukele, William Granadino, tiró la toalla a las seis semanas. El mismo presidente admitió que Granadino no se sintió capacitado para el cargo. Lo sustituyó en julio Daniel Álvarez, el recién nombrado director ejecutivo de CEL, que todavía estaba tratando de ubicarse en su nuevo trabajo. En todos estos meses perdidos, nadie atendió las señales que ya anunciaban la crisis con el proveedor ruso que reclamaba decisiones por parte de CEL sobre pagos, plazos, pólizas de seguro para los equipos multimillonarios, etc. Pasaron plazos fatales y nadie hacía nada, porque nadie entendía la problemática...

Estos ya son irresponsabilidades del nuevo gobierno. Uno aspira a gobernar para resolver los problemas que el gobierno anterior no pudo resolver. Uno llega a Casa Presidencial (o a la presidencia de la CEL) conociendo de antemano los problemas y armado de las soluciones. 

Siendo las cosas así, ¿en base de cuáles datos, informaciones, proyecciones y análisis el presidente de la República va a tomar la decisión de suspender o concluir la construcción del Chaparral? Es obvio que ninguna de las dos opciones nos vendrá barata. Suspender un proyecto, en el cual el Estado ya invirtió más de 400 millones, fácilmente costará sumas adicionales iguales o más altas que terminar su construcción, porque las empresas contratadas nos van a demandar en costosos procesos de arbitraje.  

Parece que el gobierno tiene la tentación de suspender el proyecto y echar la culpa al FMLN. Como campaña política para destruir al adversario le puede funcionar, ¿pero funcionaría como política del Estado? No. 

Y no vengan a echar la culpa a los pobladores de la zona del Chaparral, quienes están cerrando el paso de camiones al sitio de construcción, reclamando los beneficios sociales y comunales que gobiernos anteriores les prometieron en el contexto del proyecto de la presa hidroeléctrica. Esto no es ninguna razón para suspender el proyecto. Lo pueden resolver negociando con las comunidades. Lo que están reclamando son las mismas cosas que el gobierno Bukele está ofreciendo en todas partes del país: carreteras, escuelas, casas comunales, canchas... Y si no, igual lo pueden resolver con la policía abriendo los accesos bloqueados. 

El proyecto Chaparral no está paralizado por las manifestaciones de unos campesinos, sino por la incapacidad del gobierno a analizar el problema y tomar decisiones.

Saludos,


miércoles, 14 de agosto de 2019

Carta a los generadores de opinión: No se dejen manipular tan fácil. De Paolo Luers


Publicado en MAS! y EL DIARIO DE HOY, 15 agosto 2019


Un tuit del presidente – y el tema de todos los talk shows y tertulias es la CICIES. Tan fácil nos dejamos manipular. Tan fácil permitimos al gobierno cambiar de tema: alejar la atención del asunto de las declaraciones de patrimonio que 56 de los 64 funcionarios principales del gobierno (incluyendo presidente y vicepresidente) no han presentado a la Sección Probidad, como por ley están obligados - y en vez de esto ponernos a hablar de la Comisión Internacional contra la Impunidad (CICIES), que prometió instalar Bukele en los primeros 100 días de su mandato.

El tema es absurdo por dos razones. Primero, no es un gobierno que puede 'instalaren un país una Comisión Internacional. No es asunto de conseguir e instalar, sino de construir. Segundo, es imposible hacerlo en 100 días.

Un gobierno o un presidente puede ser la instancia que propone un organismo de este tipo, pero para hacerlo realidad se necesita llegar a acuerdos con los otros órganos del Estado, sobro todo Asamblea y Fiscalía. Y para que una CICIES pueda tener un mandato incuestionable y realmente encarar a los poderes que tendrá que investigar, necesita anclarse en un amplio acuerdo nacional: partidos, gremios de empresarios y trabajadores, iglesias, universidades, organizaciones civiles y de profesionales. Este consenso hay que construirlo, no se puede delegar al vicepresidente que lo saque del sombrero. Igual de complicado será construir el acuerdo con la comunidad internacional que tiene que financiar, legitimar y conducir el organismo. Y los organismos internacionales no apoyan proyectos del gobierno, solo proyectos del país entero.

Faltando sólo 3 semanas para que acaben los primeros 100 días del gobierno Bukele, escuchamos al fiscal general Raul Melara decir que a su institución nadie la ha consultado cobre ninguna CICIES. Hay que saborear esto y entender lo que significa: sea lo que sea lo que ha hecho el gobierno (en especial Félix Ulloa) en sus primeros 3 meses, no han dado ni siquiera los primeros pasos necesarios para instalar una CICIES. El primer paso, por lógica y por Constitución, tiene que ser ponerse de acuerdo con el fiscal general. Sin la fiscalía no se puede comenzar a hacer el diseño de una CICIES, ni del convenio que le de vida legal. Sin la fiscalía no habrá una CICIES que quepa en nuestro orden constitucional. Punto.

Esto hay que decirlo así de claro, porque nos quieren dar paja. Quienes anuncian una CICIES, pero sin dar los pasos necesarios para construir los acuerdos nacionales e internacionales para crearla, obviamente tienen otras intenciones. No les importa realmente la labor independiente y profesional de una Comisión que ayude a investigar y perseguir la corrupción. Su interés es otro: proponer un mecanismo inaceptable, y luego explotar el hecho que los otros órganos del estado (Corte Suprema de Justicia, Fiscalía General, Asamblea Legislativa) no lo avalan así no más, sin pasar por una seria negociación sobre el concepto de la CICIES, para nuevamente movilizar el descontento popular contra la institucionalidad del país y la oposición que supuestamente no dejan al gobierno combatir la corrupción.

La CICIES, para Bukele, es el joker en su jugada populista. Lo saca de la manga cuando lo necesita. No le hagamos caso. No aceptemos el juego. 

Saludos,



martes, 13 de agosto de 2019

Por un Presupuesto enfocado en resultados. De Carmen Aída Lazo

Carmen Aída Lazo, decana de Economía de la ESESN,
ex candidata a la vicepresidencia

Publicado en EL DIARIO DE HOY, 14 agosto 2019 


Decía el economista Milton Friedman que uno de los mayores errores consiste en juzgar las políticas y programas de los gobiernos por sus intenciones, en lugar de hacerlo por sus resultados.
En las últimas décadas —y con el afán de ganar mayor legitimidad ante la población—, los gobiernos de muchos países han ido adoptando políticas públicas diseñadas con un enfoque que prioriza el logro de resultados. Es lo que se ha venido a conocer como “políticas basadas en evidencia”. Se trata de un enfoque principalmente promovido por organismos internacionales y agencias de cooperación que busca definir con claridad y precisión los objetivos y metas de las políticas estatales, así como llevar a cabo una cuidadosa medición de los resultados obtenidos. La idea central es que, aplicando un método riguroso y analítico, se lograrán ir construyendo políticas públicas que brinden mejores bienes y servicios a la población. Se afirma que, al recurrir más a evidencia, a datos, despojamos —al menos parcialmente— a los programas gubernamentales de una discusión excesivamente subjetiva y muchas veces ideologizada, ayudando así a construir políticas más robustas.
De esta manera, un gobierno que tiene una visión clara de las necesidades más apremiantes de la población se dará a la tarea de diseñar programas en los que exista una conexión causal clara entre las prioridades, los objetivos que pretende alcanzar y las intervenciones estatales. Al recurrir a un enfoque que privilegia la evidencia, en lugar de preguntar ¿cuánto fue el presupuesto que se destinó a X o Y intervención?, el énfasis de las preguntas se formula en términos de resultados: ¿cuáles son las intervenciones o programas más efectivos para reducir la deserción escolar? ¿Cuál es el impacto —en términos de dinamización de la economía— de la construcción de una nueva calle en una determinada zona? ¿Qué tan efectiva fue una campaña de salud? ¿Qué tan eficaz es un determinado programa de formación en mejorar las oportunidades laborales de los beneficiarios?
En definitiva, esta orientación hace más transparente y eficaz la gestión gubernamental, y de ahí el llamado a que busquemos impulsar su adopción progresiva en nuestro país. El Salvador tiene aún mucho camino por recorrer para contar con programas y políticas eficaces que transformen positivamente la vida de los salvadoreños. Necesitamos que la decisión de eliminar, mantener o modificar un programa gubernamental sea tomada a partir de una valoración objetiva de su impacto, en lugar de depender exclusivamente de la opinión y percepciones de los funcionarios a cargo de su implementación. A manera de ejemplo, el programa más popular de los últimos años ha sido la entrega de paquetes escolares. Sin embargo, el programa se implementó sin una estrategia para medir su impacto.
Dada la ausencia de metas concretas y medición de resultados en muchos programas gubernamentales, el Presupuesto de la República se constituye en la herramienta que refleja la expresión de las prioridades de políticas públicas del país. El presupuesto asignado a una política o programa —y su nivel de ejecución— usualmente es utilizado como indicador de la relevancia que tiene para el gobierno en turno.
Y es por eso que resulta importante que los ciudadanos nos familiaricemos con algunos aspectos básicos del Presupuesto, pues su análisis y discusión no debiese estar reservado únicamente a los economistas y/o expertos en dicha temática. Es por esa razón que resulta fundamental comprender la distribución de recursos plasmada en el mismo. Entonces, ¿qué nos es recomendable saber sobre el Presupuesto? A continuación, algunos elementos:
1. Responsabilidad. La elaboración del Presupuesto corresponde al poder Ejecutivo, a través del Ministerio de Hacienda. Este lo presenta para aprobación de la Asamblea Legislativa en septiembre de cada año. Si el Presupuesto no implica endeudamiento para el país, basta para su aprobación con la mayoría simple (43 votos); caso contrario, requiere mayoría calificada (56 votos). Es importante señalar que los diputados no pueden incrementar el monto del Presupuesto enviado por Hacienda.
2. Transparencia. La Encuesta de Presupuesto Abierto de la International Budget Partnership (IBP) coloca a El Salvador entre los países que brinda información presupuestaria limitada. De hecho, El Salvador se ubicó en 2017 en la última posición entre los países de Centroamérica en términos de la participación pública en el proceso presupuestario. Esto significa que aún hay mucho por hacer para que el país avance en la transparencia de las finanzas públicas . Un paso pendiente y trascendental en esta línea sería la eliminación de la partida de gastos reservados (mejor conocida como partida secreta), pues ningún gasto público debe quedar al margen de los mecanismos de fiscalización.
3. Magnitud. El gráfico muestra la evolución de los gastos e ingresos del Estado en los últimos años. En la última década los ingresos aumentaron, pasando de 4,000 millones en 2008 a poco más de $6,000 millones en 2018, mientras que los gastos han aumentado en cerca de $2,150 millones —un 50%— en el mismo período. Dado que los gastos han superado a los ingresos, el país ha mantenido déficits fiscales, que se traduce en mayores niveles de endeudamiento. De hecho, el tamaño de la deuda pública total pasó de $9,700 millones en 2008 a casi $19,000 millones en 2018, equivalente al 72% del PIB del 2018. (Ver gráfica adjunta).
Fuente: Banco Central de Reserva Las variables se expresan en dólares corrientes. Los datos de 2018 son preliminares.

 4. Composición del gasto. De cada dólar de gasto público, aproximadamente 42 centavos se destinan al pago de salarios de empleados públicos, 17.5 centavos a bienes y servicios, 15 centavos al pago de intereses. Solamente 11.5 centavos se destinan a inversión. El gasto que más ha aumentado en la última década es el costo de la planilla, el cual ha crecido en cerca de $1,000 millones, superando los $2,600 millones en 2018. Hoy en día, El Salvador es uno de los países de América Latina donde los salarios representan el mayor porcentaje del Presupuesto.
5. Calidad del gasto. Es posible y necesario mejorar sustancialmente la calidad del gasto del Estado. El Informe del BID titulado “Mejor gasto para mejores vidas” plantea que hay que ir más allá de la discusión estándar entre aumentar impuestos o recortar el gasto, y sugiere que los países de América Latina se enfoquen en “gastar mejor cambiando de un gasto despilfarrador e ineficiente a un gasto eficiente que contribuya al crecimiento sin agudizar la desigualdad” . Estimaciones presentadas por los autores en dicho informe ubican a El Salvador como el segundo país con mayores ineficiencias técnicas (es decir con mayores niveles de despilfarro gubernamental), solo superado por Argentina. La estimación para el caso de nuestro país alcanza el 6.5% del PIB, mientras que en Argentina llega al 7.2 y el promedio de América Latina se estima en 4.4%.
Visto todo lo anterior, es necesario que el Gobierno tome la decisión de migrar hacia un “Presupuesto por Programas con enfoque de Resultados” que permita una mejor articulación del Presupuesto con los objetivos del Estado. De esta manera, en lugar de medir el éxito de un programa por cuánto se gastó en él, se mediría por lo que efectivamente se logró en términos de provisión de bienes y servicios.
Sin embargo, y pese a que El Salvador ha recibido en los últimos años apoyo de la cooperación internacional para pasar a un presupuesto por resultados, el Ministerio de Hacienda ha postergado su puesta en marcha, minando con ello la posibilidad de mejorar la eficiencia y eficacia del gasto público.
En septiembre la nueva administración enviará el Presupuesto 2020 a la Asamblea Legislativa y entonces tendremos más elementos para valorar sus prioridades y conocer si deciden adoptar medidas que lo doten de mayor transparencia y eficacia. Dejaremos para otro artículo la tarea de analizar la estructura tributaria.
1 Algunas recomendaciones específicas que plantea la IBP pueden encontrarse en: https://www.internationalbudget.org/wp-content/uploads/el-salvador-open-budget-survey-2017-summary-english.pdf
2 Al respecto ver “Mejor gasto para mejores vidas: cómo América Latina y el Caribe pueden hacer más con menos” (BID, 2018).