lunes, 19 de enero de 2015

"Reafirmamos nuestro compromiso adquirido en el 2012 de buscar formas de reducir la violencia en nuestro país."

El 17 de enero pandilleros del la pandilla 18/Revolucionarios me hicieron llegar este texto así como está, sin fecha, sin firma, sin encabezado, y me comunicaron que se trata de la carta que ellos habían hecho llegar a la comitiva del Secretario General de Naciones Unidas en su visita a la colonia IVU, el día sábado 17 de enero 2015. El representante de Naciones Unidas en El Salvador, Roberto Valent, me confirmó que esta carta fue recibida por la comitiva del Secretrario General, así que hay que suponer que le fue entregado.
Lo que pude averiguar es que este texto es idéntico al borrador de una comunicado que se estaba discutiendo entre las diferentes pandillas para lanzarlo como posición conjunta, como ha pasado con numerosos comunicados conjuntos. Según los pandilleros que me hicieron llegar el texto, el comunicado goza del consenso con las demás pandillas, incluyendo MS-13 y Barrio 18/Sur. Hasta la fecha no he podido confirmar esto con fuentes independientes. (Paolo Lüers)
...

Han pasado 18 meses desde que, en junio del año 2013, el gobierno dio la espalda al proceso de reducción de la violencia. Durante estos 18 meses, el promedio diario de homicidios ha sido de 9.3. Ahora llega cerca de 15 muertos al día. Durante los 15 meses anteriores, entre marzo 2012 y mayo 2013, cuando el gobierno facilitó la tregua y apoyó la mediación, habíamos logrado bajar el promedio diario de homicidios a algo entre 5 y 6 al día.

Estos son los números que no mienten. Por muchos de los homicidios adicionales en los últimos 18 meses las tenemos que asumir la responsabilidad nosotros, las pandillas salvadoreñas. Pero el aumento no se debe a una decisión deliberada nuestra, sino a nuevas circunstancias: la disminuida capacidad de los mediadores, sus equipos, y las ranflas de nuestras pandillas para desarrollar métodos no violentas para resolver conflictos entre las nuestras pandillas en el territorio, dentro de cada una de la pandillas, entre los pandilleros y las comunidades, y entre pandillas y las fuerzas de seguridad del estado. También se debe a reanudadas prácticas represivas por parte de las fuerzas de seguridad, al surgimiento de comandos de exterminio. Y también han aportado al aumento de la violencia la disminuida capacidad de los mediadores de evitar respuestas violentas de nuestras pandillas en el territorio.

De esta manera se ha reanudado una escalada de violencia, que durante los 15 meses anteriores habíamos logrado parar, cuando el diálogo entre las pandillas, con los mediadores y con otros representantes de la sociedad civil, alcaldes y liderazgos comunales estaba funcionando sin boicot del gobierno.

Hemos observado que muchos sectores se han incorporado al Consejo de Seguridad Ciudadano, con la buena intención de retomar, esta vez con más respaldo de la sociedad, un diálogo en pro de la paz. Sin embargo, este diálogo hasta la fecha no ha producido resultados, y francamente no pensamos que dará frutos, mientras se siga excluyendo de este diálogo no solamente a nosotros sino incluso a los mediadores.

Las discusiones entra las distintas pandillas, tanto en los penales como en los territorios, por las restricciones que el gobierno impone a la mediación se han vuelto mucho más complicados y toman mucho más tiempo. Sin embargo, nosotros nunca hemos revocado nuestra disposición declarada en numerosos comunicados y respaldado con hechos y gestos, de ser partícipes de la solución a la violencia que agobia nuestro pueblo. En este espíritu aun en las condiciones tan adversas al diálogo hemos logrado los siguientes acuerdos:

1.     Reafirmamos nuestro compromiso adquirido en el 2012 ante el pueblo, las Iglesias, los mediadores y la OEA de buscar formas de reducir la violencia en nuestro país.
2.     Para poder contribuir a la reducción de la violencia, junto con todos los sectores dispuestos a construir un proceso de paz, es indispensable una mediación de personas que ya han comprobado su independencia tanto del gobierno como de nosotros. Solicitamos al Consejo de Seguridad Ciudadana, en el cual está representado el gobierno y la fiscalía, que tomen los acuerdos necesarios para volver a habilitar mecanismos adecuados de mediación.
3.     Nosotros no aspiramos a tener representación en el Consejo, ni a abrir negociaciones con el gobierno. Aspiramos que los sectores dentro del Consejo que tienen capacidad y disposición al diálogo con nosotros lo puedan volver a abrir sin represalias ni persecuciones, y que de esta manera puedan influir en las discusiones y recomendaciones del Consejo.
4.     Como gesto de nuestra buena voluntad nos comprometemos que las pandillas se van a abstener de interferir con el libre voto de los ciudadanos, incluyendo en las comunidades donde tenemos presencia, en las elecciones de alcaldes y diputados en marzo del 2015. Nuestros miembros, nuestras familias y nuestras bases sociales van a hacer uso de su derecho de votar, pero no van a usar su influencia en las comunidades para beneficiar ni para afectar negativamente a ningún candidato o partido.
5.     Si el gobierno, la empresa privada, las ONGs, las fundaciones y la cooperación internacional están dispuestos a invertir en la transformación de los barrios y las comunidades hasta ahora marginados del desarrollo, mejorando la infraestructura, la educación, la salud y creando oportunidades de incorporación en la vida productiva, van a encontrar por parte de las pandillas ningún obstáculo sino colaboración. Queremos ser parte constructiva de este proceso de transformación. Para esto, repetimos, buscamos el diálogo.
6.     Al gobierno solicitamos repensar los planes operativos de sus fuerzas de seguridad, para que no sigan abonando a la escalada de los enfrentamientos entre policía y pandilleros. Si vemos disposición por parte de las fuerzas de seguridad de revisar sus tácticas represivas violentas, incluyendo contra nuestras familias, nosotros sabremos responder con medidas nuestras para reducir los enfrentamientos violentos con fuerzas de seguridad, así como hicimos entre marzo 2012 y mayo 2003.
7.     A la población, sobre todo en las comunidades donde tenemos presencia, reiteramos nuestra voluntad de duplicar los esfuerzos para construir condiciones para la convivencia pacífica y la solución de conflictos mediante el diálogo, con apoyo de la mediación, las iglesias y los alcaldes.

Estos acuerdos han sido discutidos y consensuados por nuestra gente de las distintas pandillas, tanto en los penales como en las comunidades, con apoyo de los pocos que todavía mantienen vivo la mediación entre nuestras pandillas y entre nosotros y las comunidades. Con este comunicado nos dirigimos a las comunidades, a la opinión púbica, a todos los sectores representados en el Consejo, y al gobierno.

Esta es nuestra invitación a un diálogo constructivo e inclusivo. No queremos interferir con la labor del Consejo, queremos complementarlo para que produzca resultados a favor del pueblo que sabemos que está cansado y frustrado de la nueva escala de violencia.




viernes, 16 de enero de 2015

Carta a Salvador Sánchez Cerén

Estimado presidente:
Un discurso valiente, al momento adecuado, puede cambiar radicalmente le percepción que se tiene de un dirigente, puede convertirlo en líder y darle autoridad de hablar a nombre de todos y la solvencia moral para exigir unidad.

Unidad necesitamos para enfrentar la seria crisis de seguridad y para desbloquear el crecimiento económico. Pero la unidad hay que construirla, y se construye con confianza, con gestos que ponen de manifiesto la voluntad de un gobernante de superar resentimientos y dogmas. Esto requiere valentía.

Ayer, en la Feria, en el 23 aniversario de los Acuerdos de Paz, usted tuvo la oportunidad (yo diría incluso: el deber) de dar este discurso valiente. No la aprovechó. Desde la manera come estaba organizado el magno evento hasta en su discurso, usted permitió que el aniversario de la paz y la visita del secretario general de Naciones Unidas se convirtiera en un acto partidario y electoral. Viéndolo en televisión, me dio pena ajena. Entiendo perfectamente porque varios de los firmantes de los Acuerdos de Paz, aunque estaban en el país, prefirieron no participar. Uno me dijo: No me prestaré de florero decorativo. Y cabal, a los pocos firmantes presentes, usted ni siquiera los saludó, mucho menos les dio el crédito que merecen como arquitectos de la paz que fueron, incluso mucho más que usted mismo…

Sólo dos frases valientes dijo usted: una cuando reconoció al expresidente Freddy Cristiani la decisión de buscar la paz; y la otra cuando reconoció el sacrificio de los miembros de la Fuerza Armada que dieron su vida.

Sin embargo, cuando usted habló de las víctimas, fue de la misma manera como su partido lo hace desde antes de la paz: sólo refiriéndose a las víctimas de la represión militar, paramilitar y estatal, nunca a las víctimas de los secuestros, ejecuciones y abusos de poder a manos de la guerrilla. Y cuando usted rezó lista de mujeres y hombres que con su vida aportaron al logro de la paz y la democracia -Oscar Arnulfo Romero, Schafik, los jesuitas, Mélida Anaya Montes- usted no fue capaz de incluir en esta lista de honor al doctor José Antonio Rodríguez Porth, a quien mató un comando guerrillero, por exactamente la misma razón que un comando militar mató a Ignacio Ellacuría: ambos conspiraron con Cristiani para superar las resistencias a una solución negociada.

Si un dirigente guerrillero al final de la vida llega a la presidencia y no logra superar en su propia mente -y en su discurso a la nación- el esquema blanco y negro, según el cual su bando fue el bueno y el otro el malo, no va a cumplir su misión de unir la nación.

Usted tuvo la oportunidad de oro de ofrecer este 16 de enero, ante el pueblo y la comunidad internacional representada por el secretaria general de la ONU, un discurso sincero y valiente: reconocer los errores y crímenes de guerra tanto del Estado que hoy representa, como de las fuerzas insurgentes que durante la guerra comandó; echar la mano de reconciliación a las víctimas que murieron a mano de militares y de guerrilleros.

Obviamente, usted no tuvo ni la visión ni el coraje necesarios. En vez de esto, permitió que su gobierno y su partido organizaran un meeting electoral, con barras acarreadas, y no en evento de peso moral que puede aportar a la unidad nacional. Un acto y un discurso  que no están a la altura de su cargo. Lo mismo les señalé a sus antecesores Paco Flores, Tony Saca o Mauricio Funes. Ninguno de ellos tuvo la voluntad ni la capacidad de convertir el aniversario de la paz en día de la unidad nacional.

Lástima. Paolo Lüers
(Mas! / El Diario de Hoy)

miércoles, 14 de enero de 2015

Carta a los secretarios generales de la ONU y de la OEA

Estimado José Miguel Insulza:
Lástima que no nos pudimos ver en su reciente visita a El Salvador. Me hubiera encantado dar seguimiento a las conversaciones que tuvimos, primero en el 2012 en el penal de Quezaltepeque, cuando usted asumió frente a unos 40 cabecillas de las pandillas el rol de garante del incipiente proceso de reducción de violencia iniciado por la tregua entre pandillas; y luego cuando en el 2013 nos recibió en la OEA para discutir cómo hacer sostenible este proceso.

Si usted todavía ejerce el papel de garante de este proceso, así como se comprometió en Quezaltepeque, me hubiera gustado escuchar algunas preguntas suyas, tal vez incómodas, al gobierno salvadoreño, para saber porqué ahora se desmarca de la tregua sin revelar con qué otra propuesta concreta piensa reducir la violencia y lograr la reinserción a la sociedad de los docenas de miles de pandilleros y sus familias.

Usted, en vez de dar seguimiento a un compromiso muy concreto adquirido a nombre de la OEA en el 2012, ahora firmó como testigo un acuerdo que no dice más que la intención de iniciar un diálogo para buscar acuerdos. Tal vez esto sea más cómodo para usted, pero ciertamente es un mal canje para El Salvador.

En algún momento, secretario, usted tendrá que informar a todos los actores del proceso de reducción de violencia, del cual usted se declaró garante, si este compromiso se mantiene vigente.

Estimado señor Ban Ki-moon:
¡Bienvenido a El Salvador! Es un gran honor para nosotros tenerlo aquí. Con su presencia, usted expresa el respaldo y reconocimiento de la comunidad internacional para el proceso de paz salvadoreño de 1992. Gracias por este gesto.

Pero usted debe saber que en la recta final de unas elecciones cualquier visita de jefes de Estado o de organismos multinacionales es percibido como respaldo al gobierno de turno. Y así será presentado, vendido y publicitado por el gobierno de Salvador Sánchez Cerén. Independientemente de lo que usted haga o diga, el partido de gobierno tratará de sacar raja electoral de su presencia, igual que en el caso de su colega Insulza, quien estuvo aquí la semana pasada. Y es por esto que el gobierno invitó a ambos en estas fechas.

Así que tenga mucho cuidado de no dejarse manipular. Hemos celebrado 22 aniversarios de los Acuerdos de Paz sin la presencia del Secretario General de Naciones Unidas - y hubiéramos podido esperar dos años más para tenerlo aquí en San Salvador para la gran fiesta de los 25 años de la paz en enero de 2017.

Quiero decir a ambos que siempre serán bienvenidos en El Salvador. Pero también tengo que decirles que no fue la decisión más sabia haber aceptado la invitación del gobierno salvadoreño en medio de una campaña electoral. Nosotros necesitamos de la cooperación y de los buenos oficios que ustedes dos y sus organismos pueden ofrecer para apoyarnos en el camino al desarrollo y la paz duradera e integral. Pero este aporte sólo puede tener éxito si su participación no interviene en los procesos electorales. La relación de ustedes es con el país, no con el gobierno de turno.

Disculpen si esta palabras parecen notas de discordia en medio del coro de júbilo sobre el aniversario de la paz y el honor de tenerles a ustedes como invitados y amigos. No expreso discordia, sólo preocupación - y prefiero hacerlo de manera directa y pública.

Estimados secretarios generales, gracias por su compromiso con El Salvador, Paolo Lüers
(Mas!/El Diario de Hoy)

martes, 13 de enero de 2015

Carta a los alcaldes y candidatos a alcaldes del Gran San Salvador

Estimados amigos:
Ustedes no pueden seguir haciéndose los suizos con el SITRAMSS. El gobierno está jodiendo las ciudades que ustedes representan, están inhabilitando el principal eje de tráfico que conecta a sus respectivos municipios, dividiendo el centro de San Salvador por una especia de muralla china que no deja pasar de una lado al otro. Y están amenazando de llevar este desmadre a la otra parte de San Salvador hasta Merliot, Antiguo Cuscatlán y Santa Tecla. No puede ser que ustedes, los actuales y futuros gobernantes municipales, no aprovechen la campaña electoral para ponerle paro a esta locura.
Ahora el viceministro de transporte, Nelson García, dijo que con el SITRAMSS está reordenando las ciudades. ¿Y ustedes permiten que un funcionario de tercera categoría (y de reconocida incompetencia) les quita la competencia de "reordenar las ciudades"? Es una declaración de guerra del Ejecutivo contra la autonomía municipal. Solo este hecho de arrogancia es suficiente para que el día siguiente ustedes, los alcaldes y los candidatos municipales, convoquen una conferencia de prensa conjunta para decir: ¡Basta Ya!

Teóricamente esto debería ser una iniciativa de todos los alcaldes y todos los candidatos, independiente de colores partidarios. Esto no es un conflicto entre derecha e izquierda. Es un conflicto entre centralismo y municipalismo, entre gobierno central y gobiernos locales, entre autoritarismo y democracia participativa.

Pero si algunos candidatos y alcaldes no tienen la independencia y el valor de enfrentarse a esta declaración de guerra del gobierno central, que lo hagan los que sí las tienen. Candidato a alcalde del FMLN que defiende el SITRAMSS, que se joda, porque los votantes lo van a castigar. Si el desmadre del SITRAMSS se ha convertido en el símbolo de la incapacidad del gobierno - con el agravante que todo el mundo lo ve todos los días, se encachimba todos los días, jura venganza todos los días. Incluye a los habitantes de todo el Gran San Salvador, incluye a los usuarios del transporte público igual que a los que usan vehículos propios. Incluye a transportistas, vendedores, trabajadores.

Realmente sería lento el candidato a alcalde que no agarre este tema tan obvio para torcerle el brazo al gobierno para que suspenda el proyecto actual del SITRAMSS y para que la reforma del transporte público metropolitano se vuelva a construir como Dios manda, basado en estudios técnicos y sin exclusión de los gobiernos municipales.

Los que tienen que asumir el reordenamiento de sus ciudades son ustedes, y no el Gobierno central. No se dejen quitar del gobierno central la principal competencia del gobierno municipal. Por el contrario: usen el punto más débil de este gobierno, el SITRAMSS, para luchar por más competencias y recursos para los gobiernos municipales, comenzando con la competencia de regular el transporte y tráfico en el Gran San Salvador.

Saludos, Paolo Lüers


(Mas! / El Diario de Hoy)

lunes, 12 de enero de 2015

También escribiendo se manchan las manos, Geovanni

Reproduzco aquí una columna que publiqué hace 9 años (El Faro, 28 de agosto 2006). Fue la respuesta a una columna publicada días antes por Geovanni Galeas en La Prensa Gráfica. Como Geovanni tomó la decisión de publicar la misma columna nuevamente en La Prensa Gráfica, el día lunes 13 de enero 2015 (Cuidado con el falso crítico alemán), vuelvo a publicar aquí mi respuesta...
Como se daran cuenta, al final de mi columna reté a Geovanni a discutir el tema de nuestras dos columnas en el programa Universo Crítico, que en aquel entonces Galeas presentaba en el Canal 10. De hecho me invitó, y en el programa (en vivo) tuvo que reconocer que casi todas sus afirmaciones sobre Gunther Grass eran equivocadas. Bueno, tiene corta memoria Geovanni, al volver a publicar lo mismo - nuevamente con la intención de inducir al lector que piense que esté hablando de este servidor... Y si quieres, Geovanni Galeas, vamos otra vez a una canal de TV para discutir este asunto. Y nuevamente te voy a dejar en ridículo...

A continuación, mi columna del 2006:

También escribiendo se manchan las manos

Si en 1970, en los días agitados del movimiento estudiantil, de la oposición extraparlamentaria, de las protestas contra la guerra norteamericana contra Vietnam, me hubiera enterado que Günter Grass, el famoso novelista, fue miembro de la Waffen SS, o sea del brazo militar del temible cuerpo represivo SS de Hitler, seguramente lo habría condenado. Sin misericordia. No sólo porque un motor de este movimiento fue la rebelión contra el silencio que nuestros hermanos mayores y nuestros padres mantenían sobre su rol durante el régimen de terror de los nazis, sino sobre todo porque el tipo me cayó mal. Todos habíamos sido impactados por su novela El tambor de hojalata que salió en 1959 y ayudó a abrir el debate sobre el pasado; todos admiramos el rol valiente que Grass jugó en el debate intelectual y político del país exigiendo enfrentarse a los fantasmas del nazismo sobrevivientes e incluso protagonistas en la joven república federal alemana. Pero Grass se cayó de la moto de la izquierda rebelde alemana cuando en 1968, cuando nos volcamos a las calles a protestar contra Vietnam, contra la visita del Shah de Persia, contra la complicidad del gobierno alemán con los regimenes en Saigón y Teherán, lo buscamos para apoyarnos, casi para liderarnos - y nos dijo: Estoy en contra de la guerra contra Vietnam, estoy en contra de la dictadura en Persia, pero también de los fascistas de izquierda… Los fascistas de izquierda éramos nosotros. Ahí se murió uno más de nuestros grandes héroes: después de Theodor Adorno, el heredero de la Escuela de Frankfurt quien nos había criticado con los mismos términos, Günter Grass. Cosa que, por cierto, nos ayudó a vivir sin héroes y a caminar independiente del apoyo de los héroes.

Muchos años después, Grass se disculpó con nosotros. En privado, como nos había hecho su crítica. Dijo que se había equivocado, que entendiéramos su trauma con una juventud radicalizada que grita consignas y se siente dueña de la libertad, que él había sido parte de la juventud hitleriana, convencido, radical, dispuesto a morir por la causa, dispuesto a matar por la causa. Dijo que lo disculpáramos y que contáramos con él en la lucha contra la continuidad del nacionalismo, del racismo, del autoritarismo en Alemania.

Hoy -30 años después de esta última discusión con Grass- leo sobre su confesión pública: que era mentira que en 1944, con 17 años, fue reclutado al ejército para servir de ayudante de artillería, como toda su generación que le tocó servir de carne de cañón para el nazismo que ya estaba siendo derrotado por los aliados. La verdad, confiesa Grass ahora, es que se enlistó voluntariamente en la Waffen SS.

Mi primera reacción: indignación. ¿Cómo es posible que este señor, que durante décadas ha jugado el papel de conciencia crítica de la nación, haya ocultado esto hasta ahora? Me acordé de la rabia que sentí cuando me di cuenta que mi padre había sido militante del partido nazi. Me acordé de lo herido que yo me había sentido cuando Grass me dijo fascista de izquierda. Me senté a escribir mi columna condenando a Günter Grass.

Fue hace dos semanas. Todavía guardo el borrador y era peor que las barbaridades que escribió Geovanni Galeas en su columna en La Prensa Gráfica, tildando de “canalla” y de “escritor farsante” a Grass, hablando de ……

Para mi suerte, también me acordé de las pláticas con mi padre, poco antes de que muriera, cuando me explicaba por qué aceptó la militancia en el partido de la dictadura. Ser funcionario público y negarse a entrar al partido era considerado falta de lealtad. Como padre de 7 hijos no tenía el valor de negarme. Y cuando ya no pude cerrar los ojos ante los crímenes nazis, tuve dos salidas: uno, unirme a la resistencia y poner en peligro mi familia; o dos, pedir mi traslado del ejército. Lo que significaba que, si tenía que mancharme de sangre, no sería con civiles. Mi padre murió diciéndome que esperaba que yo nunca tuviera que tomar este tipo de decisiones; y que, cuando tuviera que tomarlas, tuviera más valor que él.

Mientras estaba revisando mi columna contra Grass, también me acordé de mi hermano mayor. Es de la misma generación de Grass. Miembro de la juventud hitleriana dispuesto a todo. Voluntario de la marina.
Como Grass, mi hermano no mató a nadie en sus pocos meses de guerra. Como Grass, dice que el no haberse manchado de sangre no fue por su virtud, sino simplemente porque tuvo la suerte de llegar tarde. No tuvo que matar y no murió. El 70% de los muchachos, que entraron a la guerra en 1944 como Grass y mi hermano, murieron. Mi otro hermano, reclutado con todo su grado en el colegio en 1944 y despachado a defender los territorios checos ocupados por los alemanes contra la ofensiva soviética, es el único sobreviviente de su grado. Todos murieron en tierras checas. Mi hermano sobrevivió porque desertó.

A mi hermano mayor –el que se había alistado en la marina de guerra- se tardó más de cinco años para superar el lavado de coco que lo había convertido, a la edad de 15 años, en ardiente militante nazi, y con 17 años, en soldado voluntario para ganar la guerra ya perdida. Cuestionado insistentemente por mí, me contó cómo era de inevitable que los jóvenes se convirtieran en nazis, en una sociedad donde no había discusión, no había voz disidente, donde hasta los padres temían cuestionar los valores fascistas transmitidos en la escuela y la juventud hitleriana. Mi hermano, cuando al fin superó el lavado de cerebro, se convirtió en el hombre más altruista, más dedicado a la solidaridad humana que yo conozco. Nunca lo abandonó su sentimiento de culpa. O más que culpa, de profunda pena.

Acordándome de todo esto, tuve que guardar la columna escrita contra Grass y dedicarle más tiempo, más reflexión, más sinceridad al tema. Incluso, decidí no escribir sobre el tema hasta que leí la columna de Geovanni Galeas.

Me metí en internet y busqué todo lo que pude encontrar sobre el debate que había desencadenado la tardía confesión de Grass. Leí unas declaraciones de él, contestando la pregunta obligatoria que todo el mundo -amigos y adversarios- le hacían: ¿Por qué no lo dijiste antes? Si nadie te hubiera condenado por haberte equivocado con 17 años, un niño del nazismo, sobre todo como no tuviste que participar en las acciones represivas que hicieron famosa la Waffen SS. Y Grass dijo: No pude. Tuve pena. No encontré la forma cómo decirlo, hasta ahora que tengo 77 años….

Conozco esta pena. La puedo entender. La puedo aceptar. Es genuina. Aunque venga alguien como Galeas que no tiene idea (o no quiere ver) que detrás de la historia de Grass se encuentra un verdadero dilema humano, el dilema de toda una generación –la generación de mis hermanos mayores y de Grass-; una generación engañada; la generación que ha puesto más muertos que cualquier otra, la generación que ha enfrentado la desconfianza; la crítica inmisericorde de sus hermanos menores y sus hijos...

Qué bueno que el pobre Grass ya se había caído del pedestal antes de que se nos convirtiera en monumento. Qué bueno que –en parte gracias a la metida de pata de Grass en el 1970- aprendimos a vivir sin portadores de la verdad, sin santos, sin autoridades infalibles.

Sí, Günter Grass, el gran novelista de la posguerra alemana, el escritor homenajeado con el premio Nobel de literatura, resultó falible, débil, tal vez cobarde. Cometió un error, que era perfectamente perdonable por su juventud, por las circunstancias históricas, pero que no logró perdonárselo él mismo. Tuvo pena. No supo cómo hablar de esta cosa que lo apenó tanto.

Pero esta pena, este dilema hizo que Grass escribiera lo que escribió y cómo lo escribió: rompiendo el silencio alemán sobre guerra, dictadura, racismo, división. Lo hizo levantar la voz cuando era necesario: atacando el ciego anticomunismo de la derecha alemana; atacando el ciego comunismo de la Alemania Oriental que se hizo cómplice de la represión de las primaveras democráticas en Polonia y Checoslovaquia; apoyando la revolución pacífica en Alemania Oriental; pero objetando una unificación alemana en forma de anexión a Alemania Occidental. Apoyando a Willy Brandt cuando intentó construir puentes con el bloque comunista y su gesto de arrodillarse en Polonia en un monumento a las víctimas de los nazis alemanes fueron atacados como traiciones a la patria...

Difundir la tesis, como lo hace Galeas, de que la confesión de Grass es un truco publicitario para vender sus memorias (en las cuales describe su juventud nazi y su ingreso a la Waffen SS), es una ligereza. Por lo menos hubiera esperado a que las memorias de Grass fueran traducidas al español, para poder juzgar, en vez de difundir prejuicios. No digo que no se puede criticar a un escritor porque sea portador del premio Nóbel. Por supuesto, se puede. Cuando es necesario, se debe. Pero, por favor, investigando bien, leyendo bien, analizando bien. Y cuando hay, detrás de la historia, un dilema humano, con compasión. Siempre al final la crítica puede ser dura, pero con compasión y conocimiento.

¿Salió Günter Grass con las manos limpias de la segunda guerra mundial y de la dictadura nazi? No. Sólo que Grass nunca ha dicho que salió con las manos limpias. Leyendo su obra, es obvio que Grass sostiene –como yo, de paso sea dicho- que nadie sale limpio, independientemente de que en un sentido literal y físico se llenó las manos de sangre. Hombres y mujeres como Grass nos han enseñado incluso a los que tuvimos menos de un año al terminar la guerra, que teníamos que asumir la responsabilidad, enfrentarla, pagar los costos, construir la paz y la democracia.

¿Puede alguien salir de una guerra con las manos limpias? No. Aunque no haya soltado balazos. El hecho de no haber tenido que tomar la decisión de matar o no matar no libera de responsabilidad a quien forma parte de una fuerza militar, de un movimiento revolucionario armado, de un partido político que conduce una guerra, de una insurrección. Decir lo contrario es cobardía. Decir lo obvio, Geovanni, puede ser engañoso.

PD: Dado que los temas aquí tratados son demasiado complejos –y demasiado importantes- para considerarlos agotados por dos columnas, aceptaría con mucho gusto una invitación de Geovanni Galeas a discutirla con él en su programa televisivo. Lo de Günter Grass y lo otro, lo ambiguo...

Gracias, Paolo. La respuesta de Nayib Bukele

El candidato a la acaldía de San Salvador por el FMLN, Nayib Bukele, publicó en su perfil de facebook su respuesta a la Carta a los capitalinos: Por qué no hay que votar por Nayib Bukele.
Reproducimos esta respuesta para que los lectores de Siguiente Página puedan tener seguimiento al debate que al fin se abrio...

Gracias Paolo!
Ya es costumbre recibir numerosos ataques tuyos, a través de tus redes sociales, así como de tus cartas y columnas en El Diario de Hoy. La verdad, nunca les pongo mucha atención, ya que carecen de credibilidad y cada vez son leídas por menos personas. Me atrevería a decir que tus lectores han quedado reducidos a un pequeño grupo de fanáticos y los que, ocasionalmente, las leemos solo para constatar lo bajo que has caído desde hace algún tiempo.
Pero esta vez tu carta amerita una contestación, no por su contenido (lleno de ataques ad hominem, incoherencias, medias verdades y falsedades), sino por su cierre, en donde, sin querer o deliberadamente, confesaste tus intenciones y las del periódico que te cobija: “Haré todo lo posible para que Nayib no gane las elecciones”.
La verdad, quiero agradecerte por este regalo a solo 50 días de las elecciones. Yo he venido advirtiendo que El Diario de Hoy y tu persona están detrás de una campaña sucia ordenada por mi opositor más cercano. Lo he repetido en numerosas ocasiones, entrevistas, etc. Sin embargo, aunque mucha gente cree, ha constatado y le han quedado claras las intenciones de El Diario de Hoy; estoy seguro que habrá siempre gente escéptica, que no creerá lo que digo, o que no quiera ver las obvias intenciones de ese periódico.
Sin embargo, como Francisco Flores, cometiste un gravísimo error: Confesaste.
Paco Flores no está preso por la astucia de nuestros fiscales, ni por nuestro loable sistema de justicia, tampoco por la perspicacia de Mauricio Funes o por la excelente Comisión Legislativa que lo citó. Paco Flores está preso por una sola razón: él, de su propia boca, confesó, y el pueblo salvadoreño lo escuchó. No lo dijo un opositor, un adversario, no lo dijo alguien de izquierda o del FMLN; lo dijo él mismo y todos lo escuchamos.
Gracias a Dios, acabás de cometer el mismo error. Acabás de confesar que harás "todo lo posible” para que yo no gane las elecciones. No lo dije yo, ni alguien de izquierda, ni del FMLN, lo dijiste tú mismo, al final de tu carta tan llena de odio.
Es una frase muy fuerte. Y un escritor como tú sabe lo que significa. En ningún momento afirmaste que harías todo lo “legalmente posible”, o todo lo que “se pudiera dentro de la ética”, o “lo que te permitan tus principios”; sino que fuiste claro: Harás "TODO lo posible”. Y eso incluye (valga la redundancia) todo lo que te sea posible. Esto es: difamar, calumniar, mentir, matar, hacer fraude. Todo, siempre y cuando, claro está, te sea posible.
Tus palabras las tomo como un regalo. En primer lugar porque si tu intención es hacerme algún daño físico, déjame decirte que no te tengo miedo. Dios me dio la vida, la uso para servir a los demás, la vivo a plenitud, duermo tranquilo y satisfecho en las noches; y el día en que me toque partir, me llevaré la satisfacción de haber vivido cada día como si fuera el último, haciendo lo que me gusta, servir a mi gente y haber hecho algo por mi país al que tanto amo.
En segundo lugar, porque los que no me creían que El Diario de Hoy lanzaría una campaña de calumnias y difamaciones en estos 50 días, ahora lo pueden tener claro, viniendo de ti, uno de sus directores y su máximo vocero. Así que tus ataques y campaña sucia no tendrán efecto. La gente al leerlo sabrá que sólo es parte de la estrategia de “hacer todo lo posible" para que yo no gane las elecciones. Y no lo dije yo, sino tú mismo.
Gracias por aclarárselo a la gente que aún dudaba, Paolo. Tú y el rotativo que te cobija lanzarán una campaña sucia, sin ninguna ética, moral o principios. Será una campaña sucia con un sólo límite (como tu mismo confesaste): lo que les sea imposible.
Ahora, gracias a tus palabras, hay un nuevo imposible para ti y tu periódico: que la gente les crea.
Gracias otra vez,
Nayib Bukele

sábado, 10 de enero de 2015

Carta a los capitalinos: Por qué no hay que votar por Nayib Bukele

Estimados vecinos:
Les voy a dar ocho razones por qué no deberíamos elegir a Nayib Bukele como alcalde de nuestra ciudad capital. Cada una de estas razones debe ser desarrollada y fundamentada en futuros artículos -no necesariamente míos. Reto a mis colegas columnistas y a cualquier ciudadano preocupado a participar en esta empresa ciudadana.

1) Nayib Bukele es un político mentiroso. El mejor ejemplo de esto es su discurso en Nueva York, en un evento patrocinado por Naciones Unidas en octubre de 2014. Bukele presentó su gestión como alcalde de Nuevo Cuscatlán (en ese momento de sólo 2 años y medio) como ejemplo a emular a escala nacional, continental e incluso mundial. Investigaciones periodísticas han comprobado que casi todas las grandilocuentes afirmaciones hechas en Nueva York por Bukele son falsas: el programa de becas del municipio es mucho más reducido de lo que él alega; es falso que la alcaldía ya proveía agua gratis a todos los habitantes; y es falso, también, que haya eliminado la pobreza en el municipio. Pero la más grave de sus mentiras es que durante su gestión en Nuevo Cuscatlán él haya mejorado las condiciones del medio ambiente; muy al contrario, Bukele redujo dramáticamente las reservas naturales a favor de más proyectos habitacionales y comerciales. En cada una de sus respuestas a preguntas sobre estos temas, Bukele incurrió en nuevas mentiras o en medias verdades. ¿Queremos, como alcalde, a un mentiroso compulsivo que permanentemente distorsiona la realidad?

2) Ustedes conocen el dicho: Di con quién andas y te diré quién eres. Bukele se ha rodeado de personajes oscuros. Sus principales asesores y operadores políticos son los mismos que se dice que jugaron el mismo papel oscuro de guerra sicológica en el equipo de Tony Saca, tanto en Casa Presidencial como en la campaña del 2013/14: estos incluyen a Peter Dumas, quien en el 2012 fracasó con su candidatura para la Asamblea por GANA; y Ernesto "Neto" Sanabria, mejor conocido como "El Brozo", a quien se ha denunciado como el rey de las falacias mediante las redes sociales.

3) Bukele se presenta como un empresario de éxito, cuando en verdad nunca ha levantado ninguna empresa. Desde joven, su padre Armando Bukele le dio millones de dólares y empresas, como si fueran juguetes: la famosa discoteca Mario's (luego Code), donde se decía que generaciones de jóvenes encontraron fácil acceso a licor e incluso hasta drogas; la agencia de publicidad Nölck, y la distribuidora de productos de Yamaha. En ninguna de estas empresas, Bukele Jr. logró acumular experiencia gerencial y de administración financiera que lo capaciten para dirigir una entidad tan grande y compleja como la alcaldía capitalina. Tampoco cuenta con ninguna preparación académica que podría compensar la falta de experiencia. Viéndolo bien, Nayib no es un empresario sino un consentido hijo de papi.

4) Lo que sí es cierto es que Bukele representa intereses empresariales: Nayib es el proyecto político de un grupo de familias empresariales que han hecho alianza con el FMLN para establecerse como un nuevo bloque económico dominante. En efecto se trata de una nueva oligarquía, cuyos exponentes más prominentes son: los Saca; los Bukele; los Salume; Miguel Menéndez, alias "Mecafé", el amigo de Funes; el zar de la basura, Enrique Rais; y el dirigente del FMLN y padrino de ALBA, José Luis Merino. Luego del fracaso electoral de Tony Saca en las elecciones presidenciales del 2014, Nayib Bukele fue elegido como el exponente político de este proyecto político-mercantilista.

5) Por razones electorales, Bukele se presenta como un renovador de la política, que promete superar la polarización; como expresión del relevo generacional; y como un político de nuevo estilo, que usa el partido como instrumento para empoderar a la sociedad civil. Nada de esto es cierto, así como no era cierto el discurso muy parecido de Tony Saca con respecto a la "unidad nacional". Bukele no es expresión de una renovación del FMLN sino, exclusivamente, de una estrategia electoral. Igual que Mauricio Funes tendrá cero incidencia en el debate y el desarrollo interno del FMLN. Bukele será usado por el FMLN para quitarle a ARENA la alcaldía capitalina sin permitirle tener influencia sobre las políticas del partido de gobierno.

6) Bukele es vendedor de humo. La política está siempre en peligro de delegar sus definiciones a expertos del marketing político. Primero Tony Saca y luego Mauricio Funes llevaron esto al extremo: bajo sus liderazgos, los publicistas sustituyeron a los técnicos, y las consignas publicitarias sustituyeron los contenidos políticos. Pero estos maestros están al punto de ser superados por su alumno, Nayib Bukele, quien es el vendedor de ilusiones por excelencia. Es imperante que en El Salvador regresemos a políticas que nacen del riguroso estudio de la realidad y no de laboratorios de marketing político. Esta es, para mí, no sólo la razón más imperiosa para no votar por Bukele, sino también para votar por Edwin Zamora, quien es lo contrario a Bukele: un ejecutivo con intención y capacidad de renovar la administración pública en función de facilitar soluciones a los problemas de los ciudadanos.

7) He pensado mucho si poner o no poner este último punto. Para mí, las creencias y convicciones religiosas son asuntos muy privados y demandan tolerancia. El hecho que Nayib Bukele proviene de una familia musulmana no debe ser asunto de debate político. Pero sí lo es la manera cómo Bukele maneja este asunto en su campaña. No es transparente, sino que por razones electorales pretende ser lo que no es: un hombre construyendo una familia católica. Tampoco he escuchado de Bukele cuáles son sus posiciones ante los conflictos que en Medio Oriente se han generado alrededor de un fundamentalismo islamista cada vez más radical, antidemocrático y antihumano. Uno podría pensar que esto no es relevante para el cargo de alcalde de San Salvador, pero no es cierto: el carácter de un candidato siempre es relevante. Confianza y transparencia siempre son relevantes. Los principios siempre son relevantes. Y ahí está el principal déficit de este candidato. Por esto les digo: Bukele no debe ser electo alcalde de San Salvador, y mucho menos estar en una posición de poder aspirar a la presidencia.

8) Aunque Bukele no es el típico representante del FMLN, sería al alcalde de este partido. Aunque es la nueva cara del pacto entre FMLN/ALBA y el grupo Saca, Bukele es un instrumento del FMLN. En estas elecciones, luego de casi 6 años de mal gobierno, que no resuelve sino agrava los problemas del país, nosotros no deberíamos premiar al FMLN, sino más bien crearle un contrapeso. Otra razón más de no darles el control de la alcaldía más importante del país.

Por estas 8 razones yo no votaré por Bukele. Y como son razones de peso, haré todo lo posible para que no gane. Saludos, Paolo Lüers
 

viernes, 9 de enero de 2015

The Power of Cartoons and Satire; Testimonies from Oslo

Satire has long existed to excoriate the wicked and overbearing among us. Cartoonists and satirists play a vital role in the struggle for freedom. They use comedy and art to hold the powerful accountable, speak hard truths about dictatorship and ideologies, and visualize what some are too afraid to write. Often, they risk their lives to say what others won't. In the seven-year history of the Oslo Freedom Forum, several of these inspiring and courageous individuals have shared their thoughts, experiences and the impact of their work. OFF is honored to present the following talks in light of the horrific attack on freedom of expression that took place in France this week.


Ali Ferzat The Strength of Satire

Ali Ferzat

Ali Ferzat is a Syrian political cartoonist known for his satirical caricatures. In 1989, he received a death threat from Saddam Hussein, and was banned from traveling to Iraq, Jordan, and Libya, after one of his exhibitions in Paris he included cartoons critical of Hussein and other dictators. Ferzat published his own independent periodical for two years—Al-Dormari—before government censorship forced him to cease production. As the Syrian uprising began in 2011, Ferzat became increasingly critical of the regime and protestors began using his caricatures as symbols on posters and placards. In August 2011, masked gunmen assaulted Ferzat and broke both of his hands and his fingers, in a clear message of intimidation and retaliation for his work. Ferzat recovered from the attack and continues to produce political cartoons. He is the head of the Arab Cartoonists’ Association. In 2013 he was awarded the Václav Havel International Prize for Creative Dissent.


Flemming Rose Free Speech in a Globalized World

Flemming Rose


Danish author and journalist Flemming Rose is the foreign editor of the newspaper Jyllands-Posten. In 2005, in an exploration of self-censorship, Rose commissioned a series of cartoons for Jyllands-Posten, including several that depicted the prophet Muhammad. The cartoons sparked great controversy in the Muslim world; demonstrations erupted throughout the Middle East and several Danish embassies were attacked. Jyllands-Posten’s employees faced a large number of death threats, and an attempt was made on the life of the cartoonist behind the most controversial drawing. In 2010, Rose released “Tyranny of Silence,” a book that explores the cartoon crisis and its ramifications from a global perspective. In 2014 this book was published in the United States by the Washington, D.C.-based Cato Institute.


Ai Weiwei 2012 Havel Prize Acceptance Speech

Ai Weiwei

Ai Weiwei is a Chinese artist and activist known for his installations, sculpture, architecture, photography and outspoken criticism of the Chinese government's abuse of human rights and democracy. As a result of his categorical opposition to censorship and his biting criticism, expressed through satire and parody, Ai was arrested in 2011 on charges of tax evasion; after several months, he was released on bail and ordered to pay back taxes. He is currently prohibited from leaving the country without permission. In 2012 he received the Václav Havel International Prize for Creative Dissent.


Bassem Youssef 2014 Keynote Address

Bassem Youssef

A cardiac surgeon by training, Egyptian talk show host Bassem Youssef turned to comedy, parody and satire after he was inspired by the Egyptian revolution. After a homemade YouTube newscast garnered more than 5 million views in three months, Youssef was named the host of "Al-Bernameg,” a satirical newscast televised by the independent Egyptian channel ONTV and later by the Capital Broadcast Center (CBC). Youssef’s bold, intelligent and humorous critiques of Egyptian politics quickly became a hit with audiences in the country and garnered more than 40 million viewers. In 2012, Mohamed Morsi’s government pursued charges against Youssef for "insulting the president," "insulting Islam" and "reporting false news." In March 2013, Youssef was briefly detained, released on bail, and fined. CBC suspended the broadcast of “Al-Bernameg” in November 2013. In 2014, Youssef announced that he was ending the program due to the dangerous political climate in Egypt.


Owen Maseko Painting a Massacre

Owen Maseko

Owen Maseko is a Zimbabwean visual artist known for his hard-hitting paintings and his open defiance of dictator Robert Mugabe. In March 2010, Owen Maseko opened an exhibition containing works of art that depicted the Gukurahundi massacre, the murder of an estimated 20,000 Ndebele civilians carried out by Mugabe’s forces during the 1980s. Maseko was arrested less than 24 hours after the exhibition opened. He was falsely charged with “undermining the authority" of President Mugabe, as well as “causing offence to persons of a particular race or religion." After being held in prison for four days, Maseko was granted bail.


Roar Hagen Human Rights and Creative Expression

Roar-Hagen

Roar Hagen is one of Norway's most celebrated political cartoonists and has worked for Verdens Gang, one of Norway's leading daily newspapers, since 1986. His works often tackle controversial social issues, and mock violent ideologies, world religions and powerful political figures. A member of the Cartoonists & Writers Syndicate in New York City, his works have appeared in Norway's Stortinget and Nasjonalgalleriet, the United Nations, the Budapest National Gallery and the International Museum of Cartoon Art in Boca Raton, Florida. He was awarded the the International Cariacatura Politica Award, Forte dei Marmi Italia 2004, and the Norwegian Editorial Cartoon of the Year in 1997. 

The 2015 Oslo Freedom Forum will take place May 25-27, 2015.


jueves, 8 de enero de 2015

Seguiremos publicando. Editorial conjunto de EL PAÍS y otros cinco diarios europeos

El atentado cometido en París el miércoles 7 de enero contra Charlie Hebdo y el odioso asesinato de nuestros colegas, feroces defensores del pensamiento libre, no es solo un ataque contra la libertad de prensa y la libertad de opinión. Es además un ataque contra los valores fundamentales de nuestras sociedades democráticas europeas.
Ya en los últimos meses, la libertad de pensar e informar estaba en el punto de mira, con la decapitación de otros periodistas, estadounidenses, europeos o de los países árabes, secuestrados y asesinados a manos de la organización Estado Islámico. El terrorismo, sea cual sea su ideología, rechaza la búsqueda de la verdad y no acepta la independencia de espíritu. El terrorismo islámico, aún más.
Después de negarse a ceder a las amenazas por haber publicado, hace casi 10 años, unas caricaturas de Mahoma, la revista Charlie Hebdo no había cambiado ni un ápice su cultura de la irreverencia. Con el mismo ánimo, nosotros, los periódicos europeos que trabajamos juntos habitualmente dentro del grupo Europa, seguiremos dando vida a los valores de libertad e independencia que son el fundamento de nuestra identidad y que todos compartimos. Continuaremos informando, investigando, entrevistando, editorializando, publicando y dibujando sobre todos los temas que nos parezcan legítimos, en un espíritu de apertura, enriquecimiento intelectual y debate democrático.
Se lo debemos a nuestros lectores. Se lo debemos a la memoria de todos nuestros colegas asesinados. Se lo debemos a Europa. Se lo debemos a la democracia. “Nosotros no somos como ellos”, decía el escritor checoslovaco Vaclav Havel, opositor al totalitarismo que triunfó y se convirtió en presidente. Esa es nuestra fuerza.
Editorial conjunto de los diarios Le Monde, The Guardian, Süddeutsche Zeitung, La Stampa, Gazeta Wyborcza y EL PAÍS.

miércoles, 7 de enero de 2015

Columna transversal: Romper la marginalización

El problema de inseguridad, violencia y pandillas en El Salvador se genera en la medida que el Estado deja de ejercer su función en muchas partes del territorio nacional, sobre todo en los barrios (comunidades, colonias, cantones) populares del país. Se quedan cortos los que aceptan esta tesis solamente en cuanto a la pérdida de control policial. El Estado es mucho más que autoridad de seguridad. Sólo cuando es autoritario, como lo fue antes de los Acuerdos de Paz, el Estado puede compensar la ausencia de sus servicios integrales a la ciudadanía con la fuerza de su presencia represiva. En democracia, el Estado esencialmente es proveedor de servicios. Y si no los provee, tampoco puede cumplir su responsabilidad de proveer seguridad.

Las pandillas y su cultura se han podido desarrollar solamente en la medida que el Estado no está presente como autoridad, como protector de la familia y como proveedor de los servicios que definen su rol: educación, salud, seguridad, protección y prevención de desastres naturales, transporte público eficiente y digno, agua potable, manejo de aguas negras y basura, acceso a electricidad, etc. Es más, se puede interpretar que las pandillas son una respuesta a la ausencia del Estado como generador de reglas de convivencia.

Ningún plan de seguridad promete éxito mientras el Estado sólo se proponga recuperar el control territorial en el sentido policial. El vacío de Estado y de todos sus servicios, que existe en partes de nuestro territorio y de nuestro entramado social, tiene que llenarse de manera integral.

Muchos ya han llegado a esta conclusión, pero hay una verdad que hasta ahora no se ha llevado al debate nacional: La única manera en que el Estado puede construir presencia integral, efectiva y sostenible en los territorios ahora marginados es mediante su descentralización. Es imposible imaginarse cómo el Estado centralizado que históricamente tenemos en El Salvador puede llenar los vacíos y deficiencias que se observan a nivel comunal. Hay que empoderar a los gobiernos municipales, dándoles las competencias y los correspondientes recursos, para hacerse cargo de educación, salud, seguridad en sus comunidades, así como de los servicios básicos públicos (agua, aguas negras, basura, electricidad, transporte público y red vial). Y dentro de las municipalidades hay que empoderar a la organización comunal y vecinal como contraparte del gobierno local.

Los gobiernos locales, sobre todo cuando ellos mismos funcionan de manera descentralizada, son el único eslabón del Estado suficientemente cercano al ciudadano como para procurar un desarrollo integral y sostenible de sus barrios, colonias, comunidades, cantones y familias. Sólo en este eslabón del Estado la ciudadanía puede incidir directamente en la administración de los recursos públicos y en la priorización de los problemas a resolver. Y sólo en este eslabón comunal, más cerca de la ciudadanía y más lejos de la esfera política e ideológica, se pueden construir acuerdos entre todos los actores, sin ninguna exclusión, para reconstruir efectivamente el tejido social actualmente dañado.
Un Estado descentralizado, expresado en sus gobiernos locales, puede construir, con la participación de todos, convivencia pacífica sin tener que negociar privilegios para nadie (mucho menos para grupos al margen de la ley), lo único que tiene que hacer es cumplir a cabalidad las responsabilidades constitutivas del Estado: dar servicios a toda la ciudadanía, sin exclusiones. Para tener capacidad de hacer esto, necesariamente tiene que descentralizarse y tienen que concentrarse en los gobiernos municipales todas las competencias y recursos necesarias para el desarrollo local. Para construir paz, las comunidades en los territorios ahora marginados y abandonados por el Estado tienen que concertar las soluciones a sus problemas, y no las pueden concertar con ministerios y otras burocracias nacionales, pero sí con sus contrapartes comunales en las alcaldías. Los ciudadanos no pueden sentirse partícipes, controladores y socios de las burocracias nacionales, pero sí de sus gobiernos municipales.

La ausencia del Estado, el abandono de sus responsabilidades y la negación de los servicios estatales son las raíces de la marginalización de territorios enteros, y de la consiguiente generación de los círculos viciosos de frustración, transgresión de las leyes y normas, represión del delito, violencia, más represión, más violencia… No es la pobreza que produce violencia y delincuencia, es la marginación de comunidades enteras.

Las comunidades no exigen al Estado ningún beneficio especial. Ni siquiera los pandilleros. Sólo exigen que el Estado cumpla a cabalidad su función, sin marginar a nadie. Y que lo haga de manera consensuada con la ciudadanía. Punto.

Mientras en el Consejo de Seguridad Ciudadana no discutan la manera cómo el Estado puede recuperar su presencia en los territorios marginados, esta entidad no va a poder generar soluciones. La descentralización del Estado de repente es mucho más que una reforma administrativa, es la refundación del Estado necesaria para recuperar su capacidad de dar servicios a sus ciudadanos y así romper con la marginación. Sólo los municipios pueden enfrentarse al reto de transformar los barrios y romper la marginalización.
(El Diario de Hoy)

Carta a los colegas que sobrevivieron el ataque terrorista a Charlie Hebdo

Chers amis:
Je suis Charlie! Yo soy Charlie! Gritaron miles de franceses en las calles de Paris y colegas periodistas y caricaturistas en todo el mundo lo repitieron en las redes sociales. Yo también soy Charlie Hebdo. Yo también me siento atacado por el cobarde atentado a mis colegas de la revista Charlie Hebdo en Paris.

El comando terrorista que ejecutó a 10 colegas periodistas y caricaturistas y a dos policías destacados para cuidarlos quiso matar la libertad de expresión. Quiso matar a la vez a su hermana aun más preciosa: nuestra libertad de reírnos de quien nos da la gana; nuestro derecho sagrado de burlarnos de los poderes políticos, económicos y religiosos del mundo.

El pecado de Charlie Hebdo, por el cual unos islamistas radicales lo condenaron a la muerte, fueron unas caricaturas que publicaron sobre Mahoma. El principio que ustedes defendieron, hasta con su vida, es: Nadie es intocable para la crítica, el humor, la risa, la sátira. Ningún presidente, ni los hombres más ricos del mundo, ni el Papa, ni el Dalai Lama, ni Mahoma. El derecho a la libre expresión, a la crítica, al humor y a la sátira está encima de todo. Y esto es el principio que ahora nosotros, los colegas escritores, periodistas o caricaturistas del mundo, tenemos que defender. Si no, estamos fritos todos, y cualquier fanático, fundamentalista o radical se siente con el derecho de limitarnos la libertad de expresión.
Lo que pasó en Paris, para traducirlo al salvadoreño, es como si alguien, desde sus convicciones religiosas, decidiera matar a una feminista que aboga por el derecho al aborto. O al revés, como alguien, desde sus convicciones feministas, atacara a balazos a una persona que lucha contra el derecho al aborto.

Lo que pasó a Charlie Hebdo, traducido a salvadoreño, es como si mi amigo y colega Alecus tuviera que temer por su vida por una de sus caricaturas. O, aun peor, como si Alecus, Otto, Salomón, Ruz y este escritor de cartas nos viéramos obligados a autocensurarnos para no poner en peligro la vida de nuestros familiares y colegas.

Los colegas de Charlie Hebdo sabían el riesgo al cual estaban expuestos. Decidieron no ceder a las amenazas. Decidieron no sacrificar su oficio, su dignidad como artistas y como ciudadanos libres.

Hago un llamado a los medios salvadoreños a solidarizarse con Charlie Hebdo de la forma más contundente: publicando las caricaturas  de Charlie Hebdo, por los cuales la revista y sus editores y artistas han sido ejecutados por los enemigos de la tolerancia. En la lucha por la libertad no puede haber paso atrás ni moderación ni negociación…

Estoy seguro que su revista sobrevivirá este intento de aniquilarla. El grito mundial de “Je suis Charlie!” la hará más fuerte. Los fundamentalistas pudieron matar a varias de las plumas geniales de Charlie Hebdo, pero son impotentes contra la idea detrás de la revista satírica: El arte, el humor y el periodismo son libres o no son.

Mi más profundo respeto para los colegas de Charlie Hebdo, Paolo Lüers















lunes, 5 de enero de 2015

Carta al guerrillero que como político perdió el coraje

Estimado Salvador Sánchez Cerén:
Que usted tiene conceptos ideológicos diferentes a los míos, ya lo sabemos desde hace décadas. Esto no ha convertido en adversarios políticos, pero no necesariamente habla mal de usted. Pensamos diferentes, y por eso no le quitaré el respeto.

Pero ahora me doy cuenta que, muy aparte de diferencias ideológicas, surge otro problema que sí me hace difícil seguirlo respetando: Al llegar a la cúpula del poder, se ha vuelto cobarde.

Luego de su larga ausencia y su aun más largo silencio sobre el tema que más afecta a los salvadoreños, la inseguridad y la violencia, usted celebró una reunión con su gabinete de seguridad. Y muchos pensamos: Al fin el hombre va a hacer lo que prometió: tomar el problema por los cuernos – y asumir el liderazgo en el tema de seguridad.

¡Qué decepción! En vez de asumir el liderazgo, nos da frases trilladas. En el sitio oficial de la Presidencia se lee así: “El presidente subrayó que dentro de los planes del gobierno se descartan cualquier tipo de negociación con grupos criminales, en concreto con las pandillas: ‘Ellos están al margen de la ley, se han vuelto violadores de la ley y por lo tanto nuestra obligación es perseguirlos y castigarlos, y que la justicia determine las penas que le corresponden’, dijo.”

Usted sabe que esto es paja. Su ministro de Seguridad, Benito Lara, igual lo sabe. Dos excomandantes guerrilleros que ya no se atreven a enfrentar con valentía la realidad. Ustedes dos saben que sin hablar con los pandilleros no habrá solución a la situación de violencia en amplios territorios abandonados por el Estado. No sólo lo saben, actúan contrario a esta paja: Desde que el gobierno del FMLN ha suspendido, en junio del 2013, toda la facilitación del diálogo con las pandillas, ustedes como partido nunca han dejado de buscar el diálogo con ellas. Debajo de la mesa y sin ninguna transparencia quisieron hacer lo que en público condenaron, y que ya no querían permitir que los mediadores independientes hiciéramos. Y lo peor: Ustedes buscaron (y siguen buscando) la negociación con los pandilleros por razones electorales, no para resolver los problemas de la violencia. En parte debido a esta práctica clandestina, usted ganó con tanta ventaja en la primera ronda…

Usted sabe perfectamente que no hay forma de perseguir, detener, enjuiciar, condenar y mantener presos a los 100 mil pandilleros y sus colaboradores. Usted sabe que se necesita rehabilitar y volver a insertar a la sociedad a decenas de miles de jóvenes, que ahora están actuando fuera de la ley. Y usted sabe que esto es imposible sin hablar con ellos – y sin hacerles a ellos partícipes de la solución.

Usted, presidente, lo sabe y no lo dice, por miedo al costo político y tal vez electoral. Esto se llama cobardía y politiquería. No entiendo porqué el país tuvo que poner en Casa Presidencial a un hombre que como insurgente mostró valentía, para que al final, cuando realmente cuenta, es igual de inconsecuente que su antecesor Funes, quien dio luz verde para que otros se quemaran las manos con la tregua; y cuando ya no aguantó el calor, le dio la espalda al proceso, a los mediadores, a los alcaldes que se habían metido en la aventura de construir acuerdos locales de paz y convivencia, a las comunidades que comenzaron a organizarse alrededor de esta oportunidad histórica…

Usted sabe que no hay forma de resolver el problema de la violencia sin romper la exclusión y marginalización de poblaciones enteras, que incluyen a los pandilleros, sus familiares, sus colaboradores. Usted sabe, por la experiencia de los años 2012/2013, que la única manera de que la sociedad acepte este reto es cuando los gobernantes dicen la verdad, aunque sea impopular. Funes no quiso hacer esto, y por esta cobardía arruinó el proceso de mediación y de reducción de violencia.

Y ahora, en vez de Funes en Casa Presidencial está un hombre supuestamente de principios - pero usted nos viene con la misma paja… Y para más joder, su partido sigue buscando desesperadamente a los jefes pandilleros con promesas y ofertas inconfesables para ganarlos como aliados electorales. Por suerte, ellos ya no creen en ustedes y no les hacen caso. Es más: ellos insisten en que haya un diálogo transparente y fuera de las lógicas partidarias, y por esto aprecian tanto la experiencia con los mediadores independientes, quienes sí han mostrado que tienen el coraje para poner el pecho por un proceso tan poco entendido en la opinión pública…

Recapacite, Leonel, y cuando dé pasos valientes, tendrá el apoyo de donde menos se lo imagina. Saludos, Paolo Lüers
(Mas!/El Diario de Hoy)