sábado, 27 de diciembre de 2008

El placer de los paraísos perdidos

57 críticos y colaboradores de Babelia han seleccionado los diez mejores libros del año 2008. La guerra y sus conexiones con la cotidianidad, la vejez y las trampas de la memoria, breves historias sobre inquietantes experiencias, el 'thriller' del momento o versos de la vida y dolor son algunos de los temas tratados. El más valorado por todos, 'Chesil Beach', de Ian McEwan.


1. 'Chesil Beach' de Ian McEwan

(Anagrama. Barcelona, 2008) Chesil Beach, la novela en la que Ian McEwan compone un gran fresco de la generación de los inicios de los sesenta - "la Época en que ser joven era un obstáculo social"-, ha sido elegida por los críticos y colaboradores de Babelia como el libro más destacado del año. Por Vicente Molina Foix.

2. 'God and gun. Apuntes de polemología' de Rafael Sánchez Ferlosio

(Destino. Madrid, 2008) Ferlosio sistematiza una de sus preocupaciones más constantes: la siempre quimérica relación entre la violencia y el derecho, entre la victoria y la razón. Las evocaciones del pasado y las incursiones en acontecimientos actuales no son, en God and Gun, simples ilustraciones de una tesis, sino piezas de conocimiento cuyo contraste permite advertir los reiterados mecanismos por los que ninguna época ha quedado a salvo de la guerra. Cambiala apariencia o el nombre de los ídolos -de los dioses- a los que se ofrece el sacrificio, no la función que desempeñan en los discursos para sortear la evidencia de que, por desventajoso que pueda resultar un acuerdo, siempre será mejor que librarse a perpetrar y a recibir la muerte y la destrucción. Y, sobre todo, cuando lo que se pretende no es tanto lamentarlas cuanto dotarlas de sentido. Porque lo que Ferlosio traza en God and Gun es el proceso ideológico a través del cual las "guerras entre partes" se han ido convirtiendo en "guerras santas"; guerras en las que la victoria del Bien es la cara de una moneda que, en la cruz, exhibe la negación de la humanidad del enemigo y, por tanto, la legitimidad y la necesidad de exterminarlo. Éstas son las guerras que se vienen librando durante los últimos años, y de ahí que, para el título de este ensayo Ferlosio recurriera a una observación de Barack Obama sobre el culto a Dios y el culto a las armas que, según el presidente norteamericano electo, se ha apoderado de una parte de Estados Unidos. Por José María Ridao

3. 'Sale el espectro' de Philip Roth

Zuckerman, el álter ego de Roth, se despide en esta novela de intensa belleza y verdad. A los temas clásicos de Roth se une ahora el de la vejez y la decrepitud, ya expuesto aunque con irregular fortuna en El animal moribundo. Pero esta vez acierta de plano con una historia llena de vigor y lucidez que plantea la pérdida de la memoria como la pérdida del yo y la ancianidad como decadencia física, además de hacer una maravillosa defensa de la literatura como otra forma activa y combativa de la realidad. Todo ello dentro de dos historias de amor y fascinación: la de su antiguo maestro literario y la joven que lo amó ante los ojos del joven Zuckerman y la suya propia ante la pareja de jóvenes creadores que conoce en su vuelta a Nueva York tras su aislamiento solitario. Por José María Guelbenzu.

4. 'Todos los cuentos' de Cristina Fernández Cubas

Una tarde hallé rincones donde unas niñas podían esconderse aun estando a la vista de los demás. Escuché sus voces en un relato magistral de Cristina Fernández Cubas. También visité a los Albert y ¡cómo me perturbó Tomás! Pasaron un par o tres de años y un fuerte aroma de fresa inundó mi dormitorio que no estaba en Brumal. Así, hace casi tres décadas, comencé a recorrer un camino fascinante leyendo a Fernández Cubas. En ocasiones, lo hice inquieta, pues más de una vez he levantado la vista de sus libros creyendo percibir a mi alrededor algún cambio. También dejé correr el agua para certificar su dirección antes de perderse en el sumidero. Este año he desandado ese camino. Primero estuve en El faro (que no había leído) y el manto viscoso de algas-cabello, siendo Poe, también me llevó a Lovecraft, después vinieron los demás relatos y Emilia, Agatha, Carolina, Olvido y tantos otros personajes, hasta alcanzar la playa y a la taciturna Elba. Llegué al final que era el principio, y enel bar, frente a la fría taza de café, conocí a Lúnula. Espléndido. Espléndido. Por María José Obiol.

5. 'La isla' de Gianni Stuparich

La isla, de Giani Stuparich (Trieste, 1891-Roma, 1961), contiene en su brevedad más delicadeza moral, instrucción vital y sabiduría narrativa que la que suministra una abundante mesa de novedades. Se ha dicho que es la obra maestra de su autor. Pero tiene algo mejor: es una obra maestra en voz baja, tal vez porque su tema es la muerte y ahí no hay nada que enfatizar. Enfermo de cáncer, un padre le pide a su hijo que le acompañe unos días a la isla adriática que fue su territorio esencial. Para el enfermo, la familia ha sido siempre "una recíproca indiferencia"; ahora, en esa isla, "un muerto y un vivo se hacían compañía". Ante la evidencia de la degradación física de su padre, el hijo asumirá que la muerte los ha reunido para afianzar la última distancia, el aprendizaje de la despedida. La conciencia de que, con la pérdida del padre, pierde un paisaje, una isla, una extensión de su memoria. Por Francisco Solano

6. 'En el café de la juventud perdida' de Patrick Modiano

Cuando todavía los incondicionales de Patrick Modiano estamos con el recuerdo a flor de piel de su último libro, la autobiografía Mi pedigrí, ya nos encontramos de nuevo con otro testimonio de inigualable sutileza narrativa, esa manera de plasmar ciertos misterios de la condición humana marca de la casa: En el café de la juventud perdida. Maestro contemporáneo de la literatura francesa, Patrick Modiano es un referente en una de las causas nunca suficientemente metabolizadas y más vergonzosas de la ocupación alemana en suelo francés: el colaboracionismo (leer, por favor, su insuperable Dora Bruder). Además de serlo en el dibujo, mezcla sublime de tristeza y hambre, del París de la posguerra. Ahora nos sitúa en el París de los años sesenta. En la ciudad de los cafés abigarrados, llenos de alcohol, humo, libros y almas inclasificables. Una muchacha y una historia que nos recuerda su clásico La calle de las tiendas oscuras, la atmósfera de chanson francesay el espíritu anticipado del Mayo francés. Louki, la chica de todos los enigmas, a la que Baudelaire le hubiera dedicado seguramente un gran poema, nos quedará en la retina y en el corazón. Un Modiano incomparable. Por J.Ernesto Ayala-Dip.

7. 'La vista desde Castle Rock' de Alice Munro

Imaginando el álbum familiar, recreando el árbol genealógico de su familia, confeccionando, a la manera proustiana, cestos autobiográficos con mimbres ficcionales (o al revés), conjeturando y simulando episodios de su propia estirpe es como la canadiense Alice Munro, la autora de Secretos a voces (1994) o Escapada (2004) y uno de los más grandes autores de relatos de la narrativa contemporánea, ha escrito La vista desde Castle Rock (2006), un libro reconfortante para estos tiempos convulsos, enamorado del pasado redentor y rabiosamente apacible, una vez más acerca de vidas comunes de mujeres corrientes que se iluminan en sus entornos domésticos de privacidad, dramas anónimos e insatisfacciones. Huyan con Alice Munro de la grandilocuencia, y síganla por las deslumbrantes sutilezas de la condición humana que extrae, como un mago, de la vida cotidiana de sus héroes de ficción autobiográfica, inspirados en la verdad de su propia vida y la de sus antepasados, pero engrandecidospor la dulce mentira de su imaginación verosímil. Por Javier Aparicio Maydeu.

8. Millennium I y II de Stieg Larsson

Los hombres que no amaban a las mujeres y La chica que soñaba con una cerilla y un bidón de gasolina. Leer dos mil páginas sin respirar y casi sin dormir (y falta por aparecer el tercer tomo de la saga) en la era de Internet es casi heroico; y millones de ciudadanos de todo el planeta lo han hecho con los dos primeros volúmenes de Millennium, la obra del sueco Stieg Larsson. Una novela negra en tres partes en la que sus principales protagonistas no son policías, activos o retirados, ni agentes investigadores, ni detectives, sino un periodista especializado en escándalos financieros (¡tan actuales!) y una especie de Pippi Calzaslargas, que pesa cuarenta kilos y sin embargo atrae con un enorme morbazo, que domina el mundo de la informática y de los hackers, es tan atípica que el mercado y la crítica la han premiado con el éxito. Por último, el mito del autor. Desconocido y ágrafo hasta que presentó a la editorial este trabajo, Larsson murió subiendo unas escaleras, deun infarto de miocardio. A no ser que aparezcan nuevos manuscritos, será autor de una sola obra. Como algunos de los mitos de la literatura universal. Por Joaquín Estefanía.

9. 'El viaje a la ficción El mundo de Juan Carlos Onetti' de Mario Vargas Llosa

Decía JCO que él tenía, con la literatura, relaciones adúlteras -escribía a impulsos-, mientras que MVLL las tenía matrimoniales -disciplina, horario-. En 1966, La casa verde, de éste, obtuvo el Rómulo Gallegos en pugna con Juntacadáveres, de aquél; ambas novelas situadas en un burdel: JCO justificó la decisión porque el de MVLL tenía orquesta y el suyo no. JCO al ver la fascinación con que un periodista miraba su único diente, algo bailón, confesó que la dentadura se la había regalado a MVLL. Dentaduras, horarios y burdeles con orquesta aparte, MVLL es un excelente crítico literario, que escribe con agudeza y generosidad de otros, sean Gustave Flaubert, Gabo, Arguedas o el autor del Tirant, por citar. Ahora le toca a JCO y este lector, con el corazón partido, no sabe qué añadir en estas líneas: que qué suerte JCO rescatado por MVLL o qué envidia la de éste, volviéndose a leer -con disciplina- toda la obra del otro. Y de aperitivo -MVLL es así-, un extraordinario viaje de iniciación a la ficción más pura. Una invitación a leer. Érase que se era. Por Javier Goñi.


10. 'Ondulaciones Poesía reunida (1968-2007)' de José-Miguel Ullán

Es un libro mayor, de cabecera. Su esencial libertad y radical audacia le hacen único en la poesía contemporánea en castellano, la de aquí y la de allá. José-Miguel Ullán propone, y el lector, deslumbrado, dispone. Ofrece una lectura nueva de lo que discontinuo, a modo de "órganos dispersos", que dicen y desdicen, alcanza aquí unidad de conjunto. El poeta sabe -y Miguel Casado lo dice en su hermoso prólogo- que "Varios pinta en ti, pero el dolor es único". Y en el dolor, la vida. El lector debe entrar y salir a su través, deshojar su "girasol de voces", dejarse caer al remolino, encontrar el ritmo y la luz en el tacto y el ruido de la existencia, en la extraña raíz de un deseo que es habla, al hilo, y al riesgo, del fluir ondulante de las palabras. Lean 'El viento', un poema incomparable y ejemplar. Por Antonio Ortega.


Treinta obras para recordar


57 críticos y colaboradores de Babelia han elegido los libros más destacados del año;

1- Chesil Beach. Ian McEwan (Anagrama) Novela

2- God & Gu. Apuntes de polemología. Rafael Sánchez Ferlosio (Destino)

Ensayo

3- Sale el espectro, Philip Roth (Mondadori) Novela

4- Todos los cuentos. Cristina Fernández Cubas (Tusquets) Relatos

5- La isla. Giani Stuparich (Minúscula) Novela

6- En el café de la juventud perdida. Patrick Modiano (Anagrama) Novela

7- La vista desde Castle Rock. Alice Munro (RBA) Relatos

8- Millenium I y II: Los hombres que no amaban a las mujeres y La chica que

soñaba con una cerilla y un bidón de gasolina. Stieg Larsson (Destino)

Novela

9- El viaje a la ficción. El mundo de Juan Carlos Onetti. Mario Vargas Llosa

(Alfaguara) Ensayo

10-Ondulaciones. Poesía reunida (1968-2007) José-Miguel Ullán

(Galaxia Gutenberg/Círculo de Lectores) Poesía

11- Poesía completa. Sylvia Plath. Edición de Ted Huhges (Bartleby) Poesía

12- La roca. Wallace Stevens (Lumen) Poesía

13-Dietario voluble. Enrique Vila-Matas (Anagrama) Ensayo

14- Los libros que nunca he escrito. George Steiner (Siruela) Ensayo

15- Tornado. Pere Gimferrer (Seix Barral) Poesía

16- La Grande. Juan José Saer (RBA) Novela

17- Esa polilla que delante de mí revolotea. Poesía reunida: 1982-2008. Olvido

García Valdés (Galaxia Gutenberg/Círculo de Lectores) Poesía

18- Vida y tiempo de Manuel Azaña. Santos Juliá (Taurus) Ensayo

19- Los frutos de la niebla. Luis Mateo Díez (Alfaguara) Novela

20- La maravillosa vida breve de Oscar Wao, Junot Díaz (Mondadori) Novela

21- Campo de amapolas blancas. Gonzalo Hidalgo Bayal (Tusquets) Novela

22- Todo fluye. Vasili Grossman (Galaxia Gutenberg/Círculo de L) Novela

23- La ninfa incostante. Guillermo Cabrera Infante (Galaxia Gutenberg/Círculo

de Lectores.) Novela

24- Sobre el olvidado siglo XX. Tony Judt (Taurus) Ensayo

25- Cuentos completos. Haroldo Conti (Bartleby) Relatos

26-Derrumbe. Ricardo Menéndez Salmón (Seix Barral) Novela

27- Nada grave. Ángel González (Visor) Poesía

28- Correspondencia. Lev Tolstoi (Acantilado) Cartas

29- El asombroso viaje de Pomponio Flato. Eduardo Mendoza (Seix Barral)

Novela

30- El exiliado de aquí y allá. Juan Goytisolo (Galaxia Gutenberg/Círculo de

Lectores) Novela

Novelas en español

La grande. Juan José Saer (RBA)

Los frutos de la niebla. Luis Mateo Díez (Alfaguara)

La ninfa inconstante. Guillermo Cabrera Infante (Galaxia Gutenberg/Círculo de

Lectores)

Campo de amapolas blancas. Gonzalo Hidalgo Bayal (Tusquets)

Derrumbe. Ricardo Menéndez Salmón (Seix Barral)

Novelas extranjeras

Chesil Beach. Ian McEwan (Anagrama)

Sale el espectro. Philip Roth (Mondadori)

La isla. Giani Stuparic (Minúscula)

En el café de la juventud perdida. Patrick Modiano (Anagrama)

Millenium I y II. Sieg Larsson (Destino)

Novelas cortas

Chesil Beach. Ian McEwan (Anagrama)

La isla. Giani Stuparich (Minúscula)

En el café de la juventud perdida. Patrick Modiano (Anagrama)

Campo de amapolas blancas. Gonzalo Hidalgo Bayal (Tusquets)

Derrumbe. Ricardo Menéndez Salmón (Seix Barral)

Relatos

Todos los cuentos. Cristina Fernández Cubas (Tusquets)

La vista desde Castle Rock. Alice Munro (RBA)

Cuentos completos. Haroldo Conti (Bartleby)

Desde ahora te acompañaré a casa. Kjell Askildsen (Lengua de Trapo)

Cuentos esenciales. Guy de Maupassant (Mondadori)

Poesía

Ondulaciones. José-Miguel Ullán (Galaxia Gutenberg/Círculo de Lectores)

Poesía completa. Sylvia Plath. Edición de Ted Huhges (Bartleby)

La roca. Wallace Stevens (Lumen)

Tornado. Pere Gimferrer (Seix Barral)

Esa polilla que delante de mí revolotea. Olvido García Valdés (Galaxia Gutenberg / Círculo de Lectores)

Ensayo

God & Gun: Apuntes de polemología. Rafael Sánchez Ferlosio (Destino)

El viaje a la ficción. El mundo de Juan Carlso Onetti. Mario Vargas Llosa

(Alfaguara)

Los libros que nunca he escrito. George Stenier (Siruela)

Vida y tiempo de Manuel Azaña. Santos Juliá (Taurus)

Sobre el olvidado siglo XX. Tony Judt (Taurus)

Diarios, correspondencia, memorias

Dietario voluble. Enrique Vila-Matas (Anagrama)

Correspondencia. Lev Tolstoi (Acantilado)

Las confesiones de un italiano. Ippolito Nievo (Acantilado)

Diarios 1984-1989. Sandor Marai (Salamandra)

Diarios. Katherine Mansfield (Lumen)

Novela policiaca

Millenium I y II. Sieg Larsson (Destino)

La tercera virgen. Fred Vargas (Siruela)

El chino. Henning mankell (Tusquets)

Crónicas de sucesos. Michael Connely (Ediciones B)

El día de la lechuza. Leonardo Sciascia (Tusquets)

Autores rescatados

La isla, Giani Stuparich (Minúscula)

Las confesiones de un italiano. Ippólito Nievo (Acantilado)

El regreso del soldado. Rebecca West (Hercé)

Tynset. Wolfgang Hildesheimer (Olivo Azul)

Ágape se paga. William Gaddis (Sexto Piso)

En lugar seguro. Wallace Stegner (Libros del Asteoride)

Verano tardío. Adalbert Sifter (Pre-Textos)

El anillo y el libro. Robert Browning (La otra orilla)

Un árbol crece en Brooklyn. Betty Smith (Lumen)

Operación masacre. Rodolfo Walsh (451 Editores)

viernes, 26 de diciembre de 2008

Barack Be Good

Times have changed. In 1996, President Bill Clinton, under siege from the right, declared that “the era of big government is over.” But President-elect Barack Obama, riding a wave of revulsion over what conservatism has wrought, has said that he wants to “make government cool again.”

Before Mr. Obama can make government cool, however, he has to make it good. Indeed, he has to be a goo-goo.

Goo-goo, in case you’re wondering, is a century-old term for “good government” types, reformers opposed to corruption and patronage. Franklin Roosevelt was a goo-goo extraordinaire. He simultaneously made government much bigger and much cleaner. Mr. Obama needs to do the same thing.

Needless to say, the Bush administration offers a spectacular example of non-goo-gooism. But the Bushies didn’t have to worry about governing well and honestly. Even when they failed on the job (as they so often did), they could claim that very failure as vindication of their anti-government ideology, a demonstration that the public sector can’t do anything right.

The Obama administration, on the other hand, will find itself in a position very much like that facing the New Deal in the 1930s.

Like the New Deal, the incoming administration must greatly expand the role of government to rescue an ailing economy. But also like the New Deal, the Obama team faces political opponents who will seize on any signs of corruption or abuse — or invent them, if necessary — in an attempt to discredit the administration’s program.

F.D.R. managed to navigate these treacherous political waters safely, greatly improving government’s reputation even as he vastly expanded it. As a study recently published by the National Bureau of Economic Research puts it, “Before 1932, the administration of public relief was widely regarded as politically corrupt,” and the New Deal’s huge relief programs “offered an opportunity for corruption unique in the nation’s history.” Yet “by 1940, charges of corruption and political manipulation had diminished considerably.”

How did F.D.R. manage to make big government so clean?

A large part of the answer is that oversight was built into New Deal programs from the beginning. The Works Progress Administration, in particular, had a powerful, independent “division of progress investigation” devoted to investigating complaints of fraud. This division was so diligent that in 1940, when a Congressional subcommittee investigated the W.P.A., it couldn’t find a single serious irregularity that the division had missed.

F.D.R. also made sure that Congress didn’t stuff stimulus legislation with pork: there were no earmarks in the legislation that provided funding for the W.P.A. and other emergency measures.

Last but not least, F.D.R. built an emotional bond with working Americans, which helped carry his administration through the inevitable setbacks and failures that beset its attempts to fix the economy.

So what are the lessons for the Obama team?

First, the administration of the economic recovery plan has to be squeaky clean. Purely economic considerations might suggest cutting a few corners in the interest of getting stimulus moving quickly, but the politics of the situation dictates great care in how money is spent. And enforcement is crucial: inspectors general have to be strong and independent, and whistle-blowers have to be rewarded, not punished as they were in the Bush years.

Second, the plan has to be really, truly pork-free. Vice President-elect Joseph Biden recently promised that the plan “will not become a Christmas tree”; the new administration needs to deliver on that promise.

Finally, the Obama administration and Democrats in general need to do everything they can to build an F.D.R.-like bond with the public. Never mind Mr. Obama’s current high standing in the polls based on public hopes that he’ll succeed. He needs a solid base of support that will remain even when things aren’t going well.

And I have to say that Democrats are off to a bad start on that front. The attempted coronation of Caroline Kennedy as senator plays right into 40 years of conservative propaganda denouncing “liberal elites.” And surely I wasn’t the only person who winced at reports about the luxurious beach house the Obamas have rented, not because there’s anything wrong with the first family-elect having a nice vacation, but because symbolism matters, and these weren’t the images we should be seeing when millions of Americans are terrified about their finances.

O.K., these are early days. But that’s precisely the point. Fixing the economy is going to take time, and the Obama team needs to be thinking now, when hopes are high, about how to accumulate and preserve enough political capital to see the job through.

(New York Times)

Ken Salazar y el gabinete verde de Obama

El equipo de ambiente y energía de Obama ha dado muchas sorpresas. Unas muy agradables y otras que cuestan digerirse. La primera gran idea es tener un encargado de coordinar las actividades que se refieren a energía y ambiente. La elección de Carol Browner para coordinar estas actividades es una excelente opción, una persona con experiencia de gobierno y las ideas claras de cómo se pueden coordinar las agencias ambientales, el departamento de Transporte, Energía e Interior. Falta ver en que se traduce esa coordinación.

La otra sorpresa agradable del gabinete será Steven Chu, un premio novel de física y excelente científico, ahora encargado de dirigir el Departamento de Energía, en los tiempos de Bush completamente pensado para encontrar donde perforar para encontrar petróleo, ahora dirigido por una persona que ha dedicado su vida a la investigación sobre fuentes alternativas de energía. Alegres noticias para el mundo son estas, por fin parece que tendremos un Estados Unidos del nuevo siglo.

Lisa Jackson para dirigir la agencia de protección ambiental (EPA) parece ser una buena idea, ella era la comisionada de protección ambiental de Nueva Jersey. Durante su administración ha cambiado uno de los estados más altamente contaminados y con más producción industrial, a tener ahora estándares aceptables. Y en ningún momento ha perjudicado el desarrollo económico del estado. Es que es lógico, cuando el liderazgo ambiental se hace responsablemente todos progresan.

El Senador Ken Salazar, en principio es la única asignación que me parece complicada. El Senador de Colorado es un conocedor de los temas que tratará en el Departamento de Interior, fue miembro de los comités del Senado en Agricultura, Nutrición y Forestal, así como en el comité de Energía y Recursos Naturales y en el Comité de Finanzas con especial atención al subcomité de energía, recursos naturales e Infraestrutura.  Pero su record conservacionista es muy malo. Según  el proyecto “Vote Smart”, que se encarga de medir el voto de congresistas y senadores en relación a diversas iniciativas, la organización Humane Society solo le ha dado un 25% de concordancia en sus votos, el Fondo para los Animales le otorgo 0% y la única asociación con la que se ha identificado positivamente a sido Defensores de la Vida Silvestre (Defenders of Wildlife), organización que en relación a las anteriores es la más conservadora.

La relación del senador Salazar con los pueblos indígenas tampoco ha sido totalmente buena, sobre todo si la comparamos con otros de los nombres que se mencionaban como posibles secretarios del Interior.  El congresista Grijalva (Arizona) es el que la mayoría de organizaciones ambientalistas e indigenistas favorecían por sus posiciones progresista en el tema de la conservación.  El congresista Thomson (Californa) y el gobernador Brian Schweitzer (Montana) eran otros candidatos.

El congresista Thomson probablemente también muy controvertido. Es un congresista del distrito 1 de California, lo que incluye los condados del noroeste. Aunque tiene amplia experiencia en los temas de la conservación tiene un enfoque al igual que el senador Salazar muy conservador. El gobernador Brian Schweitzer de Montana, parecía el candidato ideal, alguien con experiencia administrativa, agrónomo de profesión y con una maestría en ciencias del suelo, a diferencia del senador Salazar que es graduado de ciencias políticas y abogado. Pero no solo eso sino que un verdadero conservacionista y líder en los Estados del norte sobre el uso del territorio.

Raúl Grijalva, congresistas del distrito 7 de Arizona, era el candidato predilecto de los asociaciones ambientalistas, y por eso probablemente fracasó su candidatura. Aun en un gabinete demócrata como el de Barack Obama los ambientalistas causas miedo y dan la impresión que evitaran a toda costa el desarrollo de un país. Habrá que pensar si ese temor es justificado porque seguimos teniendo una relación tan negativa entre ambientalistas y gobierno. Aun así el congresista Grijalva podría haber sido un excelente secretario del interior y no opositor al desarrollo sino un defensor del progreso sostenible.

Lo positivo del senador Salazar es que en principio después de la administración Bush y la corrupción existente en del Departamento del Interior, el puede ser una persona que pueda dar suficiente vuelta de timón para comenzar a enderezar un departamento sumamente complicado. Por cierto cuando hablo de corrupción no me refiero a que el actual secretario del Interior este comprado, sino a que los grandes interesados por el uso de la tierra son los mayores donantes de las investigaciones y labores que realiza el departamento. Por tanto, solo por eso la confiabilidad de los resultados se pone en duda. Además progresivamente ha existido una mayor liberalización de los usos de la tierra cuando se refiere a explotación petrolera, pero una postura mucho más conservadora cuando hablamos del uso y acceso a los parques nacionales. Siempre ha esto hay que añadir que cualquier cambio del infierno que vivieron los científicos en el departamento del Interior en la administración Bush, esperemos que ya no lo vivan con el Senador Salazar. Y que esa mezcla turbia entre los grandes intereses por el territorio sean excluidos de una vez del departamento del Interior y no tengamos más dineros que corrompen la agencia territorial de los Estados Unidos.

Aun dicho esto la pregunta es por qué los progresistas nos tenemos que conformar siempre que en el tema puramente conservacionistas como en el Departamento del Interior, el que dirija no pueda ser un Steven Chu sino que tenga que ser un Ken Salazar. Me refiero a que puede ser dirigido por un científico laureado en vez de un político más o menos conservador. 

lunes, 22 de diciembre de 2008

Un toque de plenitud

Diciembre siempre trae bajo el brazo la tentación de los balances. Es tan irremediable como su escenografía. Ningún otro mes tiene una decoración tan contundente e invariable. Incluso nosotros, tropicales y salseros, caemos vencidos por esta extraña sensación de pinos y de nieve que le dan a nuestra Navidad una atmósfera desquiciada. ¿Hay algo más extraviado que un reno en Caracas?

Pero la tentación de los balances probablemente sea menos incoherente. El calendario ayuda. La idea de cerrar un año, de ponerle fin al capítulo 2008, puede empujar a cualquiera a evaluar, con relativa seriedad, qué de bueno, qué de malo, qué de mejor o peor, nos dejaron estos doce meses.

No te angusties. No voy a escribir un balance. No tengo ni memoria ni paciencia. Lo mío es más azaroso e irregular. Sólo recuerdo lo que no comprendo. Si estiro mis pupilas de aquí hasta enero, son pocas las cosas que -al menos en público- me interesa recordar. Lo único que brilla es lo que jamás entendí. Por ejemplo: Ingrid Betancourt. Que me perdonen todas las buena almas, pero yo no comprendo el fenómeno de Ingrid Betancourt. Yo no sé cuál es su mérito. Es tan víctima como tantas otras y, en verdad, todavía no logro desentrañar por qué anda por el mundo como si ella fuera una reina de belleza, como si fuera Miss Secuestrada 2008.

La reciben aquí y allá, los presidentes hablan con ella, ella habla con los presidentes; Ingrid declara, Ingrid opina, Ingrid ha convertido el planeta en una pasarela. Incluso parece que alguien la ha propuesto como candidata al Premio Nobel de La Paz. O el mundo está completamente enloquecido, o los franceses son unos genios absolutos de la publicidad. En un continente donde soportar la violencia es parte del heroísmo diario, donde sobrevivir es una rutina cotidiana, donde las víctimas se multiplican... el estrellato mediático de Ingrid Betancourt también puede ser una grosera frivolidad.

Te pongo otro ejemplo: la actitud de cierta izquierda ante al triunfo de Barack Obama. Cuando se lanzó a candidato, dijeron que jamás ganaría, que la sociedad racista de Estados Unidos nunca elegiría a un negro, que su destino más probable era el asesinato. Pasadas las elecciones, con el mismo furor, salieron a decir que en realidad Obama no era negro, que estábamos ante otra fantasía de Hollywood, que todo era parte de un ardid finamente orquestado: pura farsa imperialista. Obama es Bush con maquillaje. Es insólito. No dan un solo argumento. No ofrecen ninguna complejidad. No hay manera de probar lo que dicen, de digerirlo, porque razonan a punta de eslóganes. No proponen un debate sino un acto de fe. Quieren que creamos en ellos. Que miremos el mundo con los ojos cerrados.

Lo mismo me pasó en las elecciones del 23 de noviembre. Pero con el municipio Chacao. Todavía me resulta asombrosamente incomprensible la actuación de la oposición durante todo ese proceso. Al no encontrarse amenazados por el peligro del enemigo, rechazaron y sabotearon cualquier camino de unidad. Comenzaron a pelearse, a cuchillo limpio, por el espacio público. Volvieron a convertirse en metáfora de la sociedad depredadora que vamos siendo. Aunque sea doloroso, y difícil de tragar, lo que ocurrió en Chacao también puede ser un mensaje duro, una forma de decirle a todos los venezolanos que tal vez la oposición todavía no está preparada para gobernar este país.

Visto desde esta perspectiva, luce aún más trágica la intención eternizadora del presidente Chávez. Ese es uno de los incomprensibles más enormes de todo el 2008. No tiene desperdicio. Es una juma atómica. No hay manera, ni siquiera, de contarlo y que suene medianamente lógico. Un presidente tiene cuatro años de gobierno por delante y, sin embargo, le impone a su país la urgencia de decidir si, después de ese lapso, puede o no puede volver a postularse para seguir gobernando. ¿Cómo? ¿Qué dices? ¿Podrías repetírmelo, por favor?

Olvídate de la discusión de fondo, del poder y de la alternancia. Empecemos por lo primero. No hay forma de justificar la premura, la inminencia, el atore. No hay manera de darle un gramo de coherencia a esta propuesta. Es un delirio personal que desea contagiarse, convertirse en delirio nacional. Las próximas elecciones, más que un acto político, serán una experiencia clínica.

Tal vez caben muchas otras cosas en este raro balance de lo insólito. Pero pienso ahora que hoy es 21 de diciembre, que cierta tradición asegura que esta noche descenderá sobre nosotros el espíritu de la Navidad. También es algo incomprensible, lo sé. Pero al menos es más sabroso. No nos regala angustias sino placer. Así también es el optimismo. Irracional pero gratificante. Supongo que es la mejor parte del balance. La incomprensible e insólita esperanza que todavía nos acompaña. Ese misterio que siempre nos da un breve toque de plenitud. Felices fiestas. Nos vemos en enero.

(El Nacional, Venezuela; el autor es escritor, guionista y columnista)

domingo, 21 de diciembre de 2008

Mr. Chávez Tries Again

The future does not look bright for Venezuelan President Hugo Chávez. Last month, opposition candidates won control of the country's three most populous states and the two largest cities. The price of Venezuela's heavy oil has dropped below $35 per barrel, which is 40 percent below what the government says it planned for in next year's budget and less than half of what independent analysts say Mr. Chávez needs to sustain his heavy spending on projects such as the nationalization of domestic industries, purchases of Russian weapons and subsidies to clients including Fidel Castro and Daniel Ortega. Already, Venezuelans are experiencing inflation of more than 30 percent, shortages of basic goods and the world's second-highest murder rate. In less than five weeks, the inauguration of Barack Obama will remove Mr. Chávez's favorite foil -- George W. Bush -- and replace him with a president who may be more popular in Venezuela than Mr. Chávez himself.

What to do? Mr. Chávez could have moderated his policies and reached out to his opposition. Instead he is rushing to stage another referendum on a polarizing constitutional amendment that would remove the limit on his tenure in office. The self-styled "Bolivarian revolutionary" lost a similar vote last December, and polls show that only about a third of Venezuelans now favor such a measure. So why insist on this new vote, which could take place as early as February? Evidently, Mr. Chávez sees his opportunity to turn himself into a president-for-life slipping away along with the opportunity to lead a new bloc of authoritarian and anti-American states in Latin America.

In theory, advocates of democracy in Venezuela might welcome this referendum as a way to decisively stop Mr. Chávez's attempt to turn the country into a 21st-century Cuba. The problem is that elections in Venezuela are no longer free and fair. Mr. Chávez has turned national television into a state propaganda outlet, and the Miami Herald reported Sunday that the government spent tens of millions of dollars to buy votes in the recent state and local elections. The state election authority, which is controlled by Mr. Chávez's loyalists, delayed the announcement of his defeat in last year's referendum; reliable sources say the president conceded only after he was told by military commanders that they would not put down protests against a falsified result. The official results, showing the margin of Mr. Chávez's loss, have not been released.

Mr. Chávez's campaign means that the Obama administration is likely to find Venezuela in turmoil as it takes office. The caudillo has taken to threatening his domestic opponents with arrest or military action -- and both history and the polls say he cannot win this referendum without force or fraud. While any U.S. attempt to influence the vote would probably be counterproductive, Mr. Obama ought to make clear that any chance that Mr. Chávez has of rapprochement with his administration will disappear if he corruptly entrenches himself in power.

viernes, 19 de diciembre de 2008

El juego con la violencia, responsabilidad compartida

Formar y preparar grupos armados es un delito serio en cualquier parte. En un país con la historia de guerra civil y posterior paz negociada como El Salvador, es un pecado imperdonable.

Igual es imperdonable jugar irresponsablemente con este tema.

Si se tiene indicios serios de la existencia de grupos armados clandestinos, lo que menos se hace es convocar una conferencia de prensa denunciándolos. Hay procedimientos establecidos para que fiscalía, policía y otros órganos pertinentes llevan a cabo la investigación y, si hay causa, la acusación y captura de los involucrados. Una denuncia pública, como la hizo el gobierno, se enmarca exclusivamente en el contexto de la campaña electoral, no de la debida investigación y acusación.

Si el gobierno tiene pruebas, ¿por qué no procede a capturar, decomisar, judicializar? Y si no las tiene, mejor que se calle para no comprometer las investigaciones.

Si las sospechas de la existencia de grupos armados vinculadas al FMLN son ciertas, el gobierno, con su comportamiento irresponsable, ha logrado no sólo entorpecer las investigaciones, sino además que nadie le cree.

No tengo duda que existen grupos que juegan a guerrilleros.¿Cómo no van a existir si el gobierno fue incapaz (o no tuvo voluntad) de aprovechar el caso Belloso para desmantelar la Brigada Limón, de la cual fue parte?

Es un error absurdo pensar que estos grupúsculos son brazos armados del FMLN, pero sí existen vasos comunicantes de algunas estructuras del partido y sus alcaldías con los grupos violentos. También me consta que la gran mayoría dentro del FMLN no tiene nada que ver con este juego peligroso y lo rechaza.

El Estado tiene la responsabilidad de investigar y desmantelar estos grupos, y tiene todas las herramientas para hacerlo. Si no los ha usado correcta y consecuentemente durante años, y si hoy usa el tema para su campaña política, la conclusión que hay que sacar es: El gobierno no investigó y desmanteló estos grupos armados, porque les conviene su existencia, precisamente para poderlas sacar en tiempo electoral.

Esto hace al gobierno y las instituciones que tienen el deber de velar por la seguridad ciudadana y del país tan cómplices con los grupos violentos que los sectores del FMLN que siguen manteniéndolos con vida artificial.

Lo que pasó en El Paisnal --los desfiles paramilitares presididas por dirigentes del FMLN-- es otra cosa muy diferente. Las fotos de El Paisnal y las declaraciones de los dirigentes del Frente explicándolas, tampoco son pruebas para la existencia de grupos armados, pero sí para un grado sorprendente de retraso mental e ideológico en las filas del partido que pretende gobernar al país.

Es absolutamente legítimo que los excombatientes y sus familiares celebren actos para mantener la memoria de sus hazañas y de sus héroes. En Morazán hacen esto cada noviembre con mucho orgullo, pero no se ponen uniformes militares, sino camisetas que llevan la consigna “Veteranos guerrilleros contra la violencia.” Y no se cuadran con fusilitos de plástico, sino bailan al son de los Torogoces de Morazán.

El hecho que el coordinador del FMLN, en vez de usar su poder para evitar que sus bases celebren desfiles marciales de este tipo, se preste a presidirlos, no lo convierte en culpable de formar grupos armados, pero si demuestra que está anclado en ideologías incompatibles con una cultura de paz.

(El Diario de Hoy, Observador Electoral)

miércoles, 17 de diciembre de 2008

Acuerdo nacional: No habrá despidos

Domingo, 14 de diciembre. Una reunión cumbre sin precedentes: En la sala de gabinete se reúnen los ministros claves; los dirigentes de los dos partidos mayoritarios; las cúpulas de la empresa privada y de los sindicatos; los jefes de los principales bancos del país; y los ‘sabios’ de las facultades de economía. 32 mujeres y hombres que representan los poderes formales y fácticos del país.

Tema central: ¿Cómo enfrentar la crisis económica para defender el empleo?

El candidato a la primera magistratura del segundo partido del país expreso: “No podemos permitir que el 2009 sea el año del desempleo. La tarea de todos es mantener los empleos por el mayor tiempo posible. El Estado tiene que ayudar haciendo inversiones públicas masivas, inclusive en educación y proyectos comunales. Los fondos existentes hay que invertirlos en empleos que tienen sentido social.”

Su contraparte que busca la primera magistratura por parte del primer partido mayoritario, dijo a los poderes fácticos reunidos: “Es la hora de asumir conjuntamente la responsabilidad: la política, los empleadores, los bancos y los trabajadores. Hoy es el punto de partida de una colaboración responsable de todos los actores de nuestra sociedad, con el fin de blindar al país contra la crisis, sobre todo para defender el empleo, y para crear las condiciones para despegar después de la crisis.”

Después de horas de debate, los representantes de las empresas más poderosas del país anunciaron su compromiso para el año crítico 2009: No habrá despidos masivos, mucho menos para los trabajadores calificados que serán indispensables para el futuro crecimiento.

El segundo consenso de la cumbre: El gobierno tiene que conseguir –con garantías, con financiamiento, pero también con presión estatal- que los bancos vuelvan a conceder créditos.

Tercera prioridad concertada: El Estado tiene que coadyuvar con un gran programa de inversiones públicas. Los partidos se comprometen a colaborar para financiar este programa.

Resumen del jefe de gobierno: “Todo lo factible lo haremos. Y todo lo que haremos en el 2009 tiene que la prioridad de fortalecer el país. No queremos efectos publicitarios ni electorales.”

Una cumbre sorprendente y exitosa. Se impusieron la cordura, la concertación y el interés del país.

Razón para entusiasmo: Todo lo escrito y citado es verdad. Nada inventado. La cumbre tuvo lugar el día domingo 14 de diciembre. Sólo que no en El Salvador, sino en la capital de Alemania.

“Aquí es imposible porque estamos cerca de las elecciones.”

¡Respuesta equivocada! También Alemania hay elecciones en el año 2009.

(El Diario de Hoy, Observador Electoral)

martes, 16 de diciembre de 2008

¿Ciudades carretera o ciudades acera?

Las ciudades son un superorganismo cultural. Están fuertemente condicionadas por las fuerzas descendentes como planes de ordenamiento, ordenanzas municipales, entre otras. Pero también existen fuerzas ascendentes que crean su propio orden. Así se da la formación de barrios singulares. Por ejemplo en Madrid, nadie le dijo o elaboró una ordenanza para que la comunidad gay viviera en Chueca, pero ahora la mayoría vive ahí. Los distritos comerciales de las calles de Manchester fueron creados muchísimos años antes de que tan siquiera tuviera un alcalde la ciudad.

Estas relaciones horizontales que crea las ciudades son fuerzas centrípetas y centrífugas, ya que atraen a un mismo sector los comercios de un determinado producto, pero al mismo tiempo los repele ya que si existe una concentración muy alta estos perderían clientes. Joel Garreau explica que este tipo de relaciones (fuerzas) crean ciudades con un modelo centro-periferia (egde cities). Formando barrios como estructuras policéntricas donde alguna característica común generan el desarrollo. Y muchos brazos comunicantes (carreteras o aceras) comunican los distintos centros.  Estos múltiples centros surgen a partir de las miles de interacciones locales dentro de una ciudad, son patrones en el tiempo, que se han llegado a formar con un consenso tácito entre los pobladores de un lugar (Johnson, 2001, Sistemas Emergentes)

Por ejemplo todos saben en San Salvador donde comprar rines, logos para vehículos, limpiaparabrisas y repuestos en general. Sabemos que estos se compran en la 29 calle poniente y tal vez en uno que otro lugar disperso. Pero esa calle no fue designada como una venta de repuestos por decreto municipal sino que fue creada por esa suma de fuerzas centrípetas y centrífugas.

Estos consensos se crean en los espacios públicos, en las aceras de la ciudad de Nueva York o Londres, estas interacciones crean leyes que todos respetamos. Pero hay ciudades que se han desarrollado de otra manera. Donde las interacciones del parque y las aceras se han transformados por ciudades de centros comerciales y carreteras, creando las “edge cities”. Las interacciones ahora se realizan a 80 km/h entre un carril y otro de la autopista, nos relacionamos en la competencia por los parqueos y de vehículo a vehículo. Así las relaciones son más lentas. No nos damos cuenta de la realidad de la ciudad donde vivimos y más fácilmente podemos ignorar un barrio pobre si podemos pasar a altas velocidades y con aire acondicionado. La ciudad entones se desarrolla a partir de las carreteras que construye y los centros comerciales que alberga, siendo esta la única fuentes de interacción restante.

Esta crea terrenos mixtos donde puede convivir la riqueza con la pobreza y la interacción no generará barrios establecidos. Este aislamiento ciudadano hará que las ciudades pierdan esos acuerdos tácitos que generan una mejor convivencia, hasta una convivencia más segura. Y es que las ciudades no son creadas por los organismos de planificación, sino por las interacciones de nivel inferior (Jacobs, 1961, Death and Life of Great American Cities).

¿Qué es más seguro vivir en una colonia amurallada y transitar rápido por las autopistas o vivir en un edificio común y caminar por las aceras? Depende, la ciudad de Los Ángeles o Houston respondieron a esa pregunta construyendo las murallas y autopistas; Nueva York y Boston edificios y aceras. Entonces, ¿Cuál es más segura? Depende de que momento lo veamos, ambos Nueva York y Los Ángeles han tenido y tienen barrios muy peligros, pero al final Nueva York después del proyecto del alcalde Giulliani se ha transformado en general muchísimo más segura que la otra.  Esto sucede en parte porque las aceras y las interacciones de primer orden que ahí suceden garantizan la seguridad. Por simple estadística si un grupo de maleantes planea asaltar a una persona y hay cinco, la probabilidad de que te asalten es 20%, pero si es una calle en donde solo hay una persona la probabilidad es del 100%. Además si hay fuertes interacciones, la preocupación propia hace que los ojos vigilantes se multipliquen, reduciendo así el riesgo personal. Aunque el riesgo ciudad no está solo determinado por si existen aceras o calles, es un factor que contribuye.

Las ciudades acera presentan otros beneficios además de la seguridad, desde un punto de vista ambiental, las  ciudades donde la gente camina y utilizar el transporte pública son ciudades menos contaminadas que las que solo se utilizan automóviles, además es un beneficio para la salud de los ciudadanos, el hecho de tener que caminar y no solo pasar sentados. Por supuesto también existe un componente estético muy importante para las ciudades actuales. No solo para atraer turismo sino para la autoestima de los ciudadanos, las ciudades con aceras y menos vehículos son más bonitas. Sino comparten Nueva York con Los Ángeles; Boston con Houston, Paris con Frankfurt.

Al final de cuentas lo que importa es que en las ciudades existan buenos flujos de información, que sean de banda ancha, con interacciones fuertes, que generen comunicación. Pero no como un foro político. No se trata de hacer una reivindicación de las aceras para que los ricos puedan ver a los pobres y así tener mejores ciudades. Se trata de que el progreso de la ciudad pasa porque distintos entes interaccionen para poder crear los espacios que necesita la ciudad.

Esperemos que en la discusión por la alcaldía de San Salvador o de las ciudades de nuestro país,  pasen por discutir como queremos nuestras ciudades, como vamos ha lograr que las ciudades progresen, más allá de las ordenanzas o la designación de sectores. Que crezca para beneficio de los que vivimos en ellas. Que generen las interacciones o los espacios para estas (aceras, transporte público, distritos comerciales y parques) para que las ciudades puedan seguir su evolución y no que la mutilen con ordenanzas restrictivas que seguramente se encontrarán la forma de poder saltarla. 

El poder y el delirio

Quienes consideran al comandante Hugo Chávez un ser primitivo y superficial juzgándolo sólo por sus apariciones televisivas, en las que derrocha truculencia, demagogia, vulgaridad, diatribas y jerga, se llevarán una sorpresa leyendo el libro que el historiador y ensayista mexicano Enrique Krauze ha dedicado al presidente venezolano: El poder y el delirio. En su intenso rastreo, Chávez aparece, desde adolescente, antes de ingresar al Ejército, como un joven abrasado por una pasión subversiva y patriótica, que practica el béisbol con éxito y devora libros de historia de su país, biografías de sus héroes y escudriña sin tregua la vida y proezas de Bolívar a quien profesa un culto religioso y sueña con emular.

Más tarde, ya de oficial, experimentará una singular conversión a la ideología y los designios revolucionarios de los guerrilleros a quienes ha sido enviado a combatir a la región de Anzoátegui. Allí, en los setenta, leyó un libro que, según Krauze, cambió su vida: El papel del individuo en la historia, del padre del marxismo ruso, Gueorgui Plejánov. A partir de entonces, mezclando reflexiones propias con lecturas de Marx, Lenin y panfletos revolucionarios latinoamericanos, al mismo tiempo que a su devoción por Bolívar añadía la fascinación por Fidel Castro, irá construyendo su peculiar ideología, una alianza de militarismo, marxismo y fascismo, en el que el eje y motor de la revolución es el héroe epónimo, entendido éste en la acepción carismática y trascendental que le atribuyó Carlyle en su libro (tan admirado por Hitler) De los héroes y el culto de los héroes. Todo esto ocurre en el secreto, claro está, pues el Ejército del que forma parte Chávez se halla en aquellos años identificado con los gobiernos democráticos de Venezuela y empeñado en una lucha difícil contra las guerrillas que, apoyadas por Cuba, han abierto varios frentes de lucha en el interior del país. Dentro de sus filas, Chávez forma sociedades secretas y conspira ya entonces preparando la toma del poder mediante un golpe, algo que sólo intentará, fracasando en el intento, años más tarde, en 1992, durante el segundo Gobierno de Carlos Andrés Pérez.

De manera que cuando el comandante Chávez sube al poder, en 1998, ungido por los votos de los electores venezolanos, está lejos de ser un improvisado. Va a poner en práctica un proyecto político y social que irá puliendo y radicalizando desde el gobierno, pero que ya le rondaba la cabeza desde su juventud. Ésta es también una tesis que hace suya el ex presidente boliviano Jorge Quiroga, para quien Chávez es un astuto estratega que, detrás de sus extremos histriónicos, va edificando sin prisa ni pausa y a golpes de chequera -de petrochequera- un imperio continental estatista, totalitario y caudillista. Este proyecto, dice Krauze, aunque se promueve a sí mismo con una retórica revolucionaria y marxista, tiene, por su componente militarista, vertical y sobre todo el culto irracional del héroe, una entraña fascista, y su semejanza mayor, en América Latina, son Perón y el peronismo.

Uno de los aspectos más interesantes de la investigación de Krauze es mostrar la influencia que ejerció sobre Chávez un pintoresco personaje de híbrido prontuario, Norberto Ceresole, peronista, profesor de la Escuela Superior de Guerra en la URSS, representante de Hezbolá en España, antisemita y neonazi militante, autor de libros de geopolítica que negaban el Holocausto. Luego de haber estado vinculado a la dictadura militar de izquierda del general Velasco Alvarado en el Perú, Ceresole se convirtió en asesor y panegirista del comandante Chávez, a quien acompañó en sus giras por el interior de Venezuela.

El poder y el delirio es un libro muy ameno, compuesto de ensayo histórico, reportaje periodístico, documento de actualidad y análisis político. Traza un animado fresco del pasado inmediato venezolano, donde encuentra las raíces secretas de la crisis que abrió a Chávez las puertas del poder en el deterioro, despilfarro y corrupción en que degeneró una democracia que, a la caída de la dictadura de Pérez Jiménez, y con el Gobierno de Rómulo Betancourt había abierto un período, ejemplar en ese momento latinoamericano, de libertades públicas, fortalecimiento de las instituciones civiles y de la legalidad, a la vez que de intensa preocupación social.

Con justicia, Krauze llama a Betancourt "la figura democrática más importante del siglo XX en América Latina", pues no sólo impulsó la libertad en su país sino luchó sin desmayo contra todas las dictaduras, de Trujillo a Fidel Castro, que mantenían al continente en el atraso y la barbarie. Si la llamada "doctrina Betancourt" que quería comprometer a todos los gobiernos democráticos del continente a romper relaciones y a acosar diplomáticamente a todo régimen de facto hubiera prosperado, otra sería la suerte política de América Latina en la actualidad. Por eso fue atacado con ferocidad sin igual por los dos extremos y se salvó de milagro de los varios atentados contra su vida. Krauze tiene razón: Rómulo Betancourt fue un demócrata cabal, un estadista honrado y lúcido, y si todos los gobernantes que lo sucedieron hubieran seguido su ejemplo jamás hubiera surgido en Venezuela un fenómeno como el de Chávez. Por desgracia no fue así y, al igual que en otras democracias latinoamericanas, la ineficiencia y la corrupción que vinieron después hicieron que grandes sectores sociales, frustrados en sus anhelos, se dejaran seducir por los cantos de sirena revolucionarios. Y, ahora, mientras luchan por recuperar la democracia que perdieron, aprenden (¿aprenden, de verdad?) que el sacrificio de la libertad es siempre inútil, pues los hombres fuertes y caudillos acarrean siempre peores males que los que pretenden remediar.

En los animados diálogos y mesas redondas y entrevistas con intelectuales venezolanos de distintas tendencias que acompañan el ensayo de Krauze, se despliega toda la complejidad de la situación actual en Venezuela, y queda claro que hay criterios muy diversos entre los análisis que hacen distintas figuras de la oposición, de un Teodoro Petkoff a un Germán Carrera Damas o a un Simón Alberto Consalvi, para explicar el fenómeno Chávez. Pero lo que surge de todo ese rico material polémico es algo que resulta muy alentador: lo más graneado y sólido de la intelectualidad venezolana, sea de izquierda, de centro o de derecha, milita en las filas de la oposición democrática al régimen caudillista de Chávez y trabaja para impedir que el proyecto autoritario cancele los espacios de libertad que aún sobreviven. Y todos parecen coincidir en la convicción de que esa lucha por la libertad debe ser pacífica, de ideas y principios, y electoral. Esta es la primera vez en la historia de América Latina en que un régimen "revolucionario" no ha conseguido reclutar a un solo artista, pensador o escritor de valía y más bien se las ha arreglado para ponerlos a todos ellos en la oposición. Vale la pena subrayarlo y celebrarlo porque lo cierto es que hasta ahora todas nuestras dictaduras, sobre todo si eran de izquierda, han tenido cortesanos intelectuales, y a veces de alto nivel.

No es menos extraordinario que en la resistencia a Chávez militen, en la vanguardia, los estudiantes universitarios, en su gran mayoría, y sobre todo los de las universidades públicas, es decir, los de origen social menos próspero. Enrique Krauze entrevista a varios de ellos y hace un perceptivo examen de las razones que han llevado a los jóvenes venezolanos a rechazar la supuesta "revolución socialista del siglo XXI" y a movilizarse, en diciembre del año pasado, contra el intento del régimen de Chávez de legitimar su eternización en el poder mediante un plebiscito. La derrota que allí experimentó el régimen, por primera vez, es una fecha histórica, porque desde entonces ha cambiado la correlación de fuerzas, y ello ha quedado demostrado el pasado 23 de noviembre, con los resultados de las elecciones en las que la oposición conquistó los cinco Estados principales del país y un gran número de alcaldías. No creo que sea wishful thinking predecir que desde ahora, y aunque ello tome tiempo, Venezuela dejará de retroceder hacia el autoritarismo pleno y avanzará de nuevo hacia una democracia renovada, enriquecida por la experiencia y vacunada contra los errores que engendraron la anomalía de la que ahora trata de emanciparse.

(El País, Madrid)

lunes, 15 de diciembre de 2008

La batalla decisiva es en enero

Era de esperar: las encuestas se vuelven munición en la batalla electoral. Esto siempre suele pasar y es entendible si la tendencia que diagnostican las diferentes encuestas son inequívocas. Pero es muy peligroso cuando esto no es el caso, cuando más bien las diferentes encuestas pintan imágenes muy contradictorias.

Parece que las elecciones de enero van a dar un resultado sorprendente en un país donde la palabra más usada es ‘cambio’: Todo seguirá igual. La correlación de fuerzas no cambiará en la Asamblea Legislativa. El FMLN, lejos de su meta anunciada de ganar 43 diputados, quedaría más o menos igual en la elección de diputados. ARENA, lejos de ser arrollada por la anunciada tendencia al cambio en favor del FMLN, se mantendría igual.

Por lo menos así lo indica la encuesta cuyos resultados hoy comienza a publicar El Diario de Hoy. La firma Borges y Asociados efectuó una encuesta completa en cada departamento, para medir la intención de voto a nivel regional. De los diez departamentos hasta ahora cubiertos (toda la parte de este lado del río Lempa), en seis lleva ventaja ARENA en la intención de votos para diputados, el FMLN en cuatro. En los departamentos orientales que faltan, la tendencia puede ser al revés. Al final, cuando todo esté contado, no habrá ni vencedores ni vencidos en la elección parlamentaria.

¿Cuál cambio?, habrá que preguntarse...

Parece irónico pensar que cuando se sienta el polvo de la batalla, toda seguirá igual, habrá la misma necesidad que los partidos, en vez de imponer su políticas, se pongan de acuerdo. Significa que el electorado muestra mucho más sabiduría y astucia política que los estrategas de los partidos.

Y significa otra cosa igualmente sorprendente: que la estrategia de ARENA, que todos la hemos censurado (algunos con angustia, otros con satisfacción, todos con insistencia), está funcionando mejor que todos sus críticos nos podíamos imaginar.

El mismo FMLN ha definido qué tipo de victoria piensan cosechar en enero 2009: defender la alcaldía emblemática de San Salvador, y ganar con 43 diputados la mayoría simple en la Asamblea. Y así seguir montando la ola del cambio para arrasar con las presidenciales en marzo. El surfeador, si se equivoca montando una ola que no tiene fuerza, se hunde...

Resulta que aparte de no lograr aumentar sustancialmente sus diputados, el FMLN corre peligro serio de perder la alcaldía de San Salvador. En este sentido, la decisión de ARENA de concentrarse a la batalla por San Salvador, en vez de invertir mucho en la campaña presidencial, parece correcta.

No significa que ARENA y su jefe de campaña, quien sigue siendo Tony Saca, se conforman con ganar la alcaldía y perder Casa Presidencial. Pero ellos saben que para revertir la ventaja que sigue llevando su adversario en la carrera presidencial, necesitan destruir el mito de invencibilidad que ha logrado proyectar el FMLN a su candidato. O sea, atacar exitosamente la percepción que hay una tendencia al cambio que es idéntica con la tendencia de poner a Mauricio Funes en Casa Presidencial. Una vez desinflado este globo, ya no existe ventaja en la carrera presidencial y cualquiera de los dos partidos podrá ganar en marzo.

Lo que va de la campaña demuestra que ARENA no ha encontrado el campo de batalla donde logra pincharle el globo a Mauricio Funes. No han encontrado cómo crear un hecho político suficientemente fuerte para destruir la percepción de que el que está ganando es Funes. Entonces, en vez de ir a batallas que corren peligro de perder y así fortalecer la aureola de invencibilidad de su adversario, los estrategas de ARENA han cambiado sus prioridades: Hasta el 18 de enero, la prioridad tiene la batalla por San Salvador, porque ahí es donde el FMLN es débil y puede ser derrotado; y la batalla por los diputados, porque ahí es donde el FMLN ha cometido un error estratégico, anunciando una meta imposible de alcanzar. Este error de cálculo del FMLN significa que ARENA no tiene que ganar mayoría parlamentaria para ganar, es suficiente no perder - y a partir del 18 de enero, comenzar de verdad con la campaña presidencial.

Los números hasta ahora disponibles sobre las elecciones municipales y legislativas del 18 de enero muestran que esta estrategia puede funcionar. Por primera vez, ARENA puede ver luz al final de un largo túnel.

De aquí al 18 de enero, hay que observar de cerca todo lo que pase en Sal Salvador, cómo la gente evalúa el gobierno municipal, cómo se comporta la masa de habitantes de las comunidades marginales y cómo la clase media capitalina.

Qué cosa más irónica para el FMLN: Su mejor alcalde, Héctor Silva, hubiera sido su carta ganadora para la presidencia. No la querían jugar, porque Silva era demasiado moderado. Más bien lo sacaron del partido. Y hoy su peor alcaldesa, Violeta Menjívar, puede ser la carta que los haga perder nuevamente Casa Presidencial. Todo el mundo, inclusive su candidato presidencial, les dijo que querer imponer la reelección de una alcaldesa fracasada les iba a costar caro. Pero insistieron en ella por razones de cohesión partidaria.

Los errores se pagan, si hay quien los cobra. En este caso es cobrable, y el precio puede ser la presidencia.

(El Diario de Hoy, Observador Electoral)

Shoes

An open answer to an open letter

John L. Hammond
HUNTER College, NYC, NY
jhammond@hunter.cuny.edu

San Salvador, December 12, 2008
Dear John:

Probably you don’t remember me, but we met in the eighties, I imagine in New York. Or was it in México, Managua, or San Salvador, on a fact finding mission of yours? You did fact finding back then, didn’t you?

Doesn’t matter. But we met. You being a left wing scholar supporting revolutionary causes in Latin America, me being a German writer turned Salvadoran guerrilla visiting the U.S. to seek support. I was Paolo Martin back then and worked out of the N.Y. based El Salvador Video Project.

Don’t worry, John, I also forgot about you. Until I found your name in the long list of American scholars subscribing an obscure document named ‘OPEN LETTER FROM U.S. ACADEMICS ON SALVADORAN ELECTIONS’ recently published by the Council on Hemispheric Affairs.

I single you out because you are the only one out among the more than hundred academics signing that letter I happen de know or remember to know personally. That’s why I’m answering you and not Noam Chomsky who I would imagine receives too much fan post from Latin American revolutionaries to be able to read my letter of dissent.

Somebody has to tell you guys that the war we fought in El Salvador is over. We laid down our arms in 1992, and so did the death squads. We were not defeated, as you probably know. We were strong enough to negotiate the dissolution of death squads, security forces and counterinsurgency battalions before we laid down arms. We were not stupid or suicidal. There have been some political killings committed by both sides in the last 16 years, but very few and isolated. The last ones I know of were committed by a FMLN activist taking an M15 to an opposition rally and shoot two police officers, ironically both of them from families known to have supported the guerrillas during the war.

Somebody also has to tell you guys to be more careful before signing letters. All of you are scholars. Last time I checked, scholars are people who investigate, people who know how to keep critical distance from their sources. Just because organizations like CESPAD (Foundation for the Study of the Application of the Law) or the legal department of the Archbishopric of San Salvador say so, we don’t have a resurgence of right wing death squads in El Salvador. Why don’t you do what scholars are supposed to do and investigate before making and publishing politically biased misjudgments like you did in the Open Letter?

Of course we have a serious violence problem in El Salvador. We have gangs killing peaceful neighbors. We have gang members killing members of rival gangs. And we have vigilante groups and police officers killing gang members. Not to talk about narco induced violence. What we don’t have is a serious problem with political violence, because both right and left wing parties know that it would be political suicide to support or tolerate political violence.

Somebody has to tell you guys that the FMLN you knew and supported during he war doesn’t exist anymore. That was an alliance of all different kind of leftist movements, and that’s why it was so strong and couldn’t be defeated. That alliance doesn’t exist anymore, even though part of it managed to keep the name and the flag of that once glorious movement.

Today’s FMLN will probably tell you that who is writing you this letter and half of the ex guerrilla commanders and fighters have become traitors who have sold out to the right and to imperialism. As a scholar and as a progressive person you should be cautious with that kind of name calling. People have been executed by their comrades for less than that.

Even if your sources would never admit it, there is a left in El Salvador opposed to what today is called FMLN. As there is in Nicaragua a left opposed to Daniel Ortega and in Venezuela a left opposed to lieutenant colonel Hugo Chávez.

Just because the FMLN candidate says so, doesn’t make it true that there is an electoral fraud in the making in El Salvador. Maybe the FMLN is going to win the elections, maybe not. There are a lot of reasons for Salvadoran voters to end 19 years of ARENA government. There are also a lot of reasons for Salvadoran voters to keep the FMLN out of power. For the majority, this is a very difficult decision.

For the FMLN candidate, who is supposed to be a moderate, to travel the world saying that the only way to keep him from winning is by fraud, is a very dangerous and irresponsible thing to do. For American scholars and progressive intellectuals to repeat it without any kind of fact checking, is simply embarrassing.

You are right to be concerned about El Salvador – and you have the right to say so clear and loudly. Some of your arguments are valid, others are very irresponsible and misleading, especially what you say about political violence in El Salvador.

Some of you guys aren’t able or willing to see political violence when it’s hitting the people next to you, like in Nicaragua or Venezuela. How dare you not speaking out about politically motivated violence committed by the FSLN in Nicaragua – and at the same time repeat FMLN propaganda about death squads in El Salvador? How can you call yourself a scholar and a leftist being so blind to authoritarianism when it comes from the left?

Never will I forget the solidarity and the support we received from thousand of intellectuals in the US when we were fighting our war for democracy, social justice and self determination in El Salvador. That’s why I can’t help but dissent when I read intellectually and politically unsustainable open letters like the one you signed without knowing what you talking about. Dear John Hammond, in the name of the common cause we discussed one day more than 20 years ago, don’t do that to yourself. Don’t do that to the left.

Yours, Paolo

domingo, 14 de diciembre de 2008

Mientras Detroit dormía

Cuando pienso en nuestro intento de sacar de apuros a Detroit no puedo evitar reflexionar sobre lo que, desde mi punto de vista, es la norma empresarial más importante en el actual mercado mundial, integrado y digitalizado, en el que el conocimiento y las herramientas para la innovación están tan ampliamente repartidos. Es ésta: todo lo que pueda hacerse, se hará. La única duda es si lo hará uno o se lo harán. Pero no piensen ni por un momento que no se hará algo. Si tienen una idea en Detroit o Tennessee, prométanme que lucharán por ella, porque si no, alguien en Dinamarca o en Tel Aviv lo hará un segundo después.

¿Por qué saco esto a colación? Porque alguien del sector de la automoción en Dinamarca y Tel Aviv ya está desarrollando una alternativa real para el modelo empresarial de Detroit. No sé si esta alternativa a los coches que utilizan gasolina funcionará, pero sé que puede hacerse, y Detroit no está haciéndolo. Y, por tanto, se hará, y apuesto a que, al final, será rentable.

Y cuando lo sea, nuestra ayuda de emergencia a Detroit se recordará como el equivalente de verter miles de millones de euros de dinero público en el negocio de la venta por catálogo en vísperas del nacimiento de eBay. Se la recordará como se recuerda el verter miles de millones de euros en el negocio de la música en discos compactos en vísperas del nacimiento del iPod y de iTunes. Se la recordará como se recuerda el verter miles de millones de euros en una cadena de librerías en vísperas del nacimiento de Amazon.com y el Kindle. Se la recordará como se recuerda el verter miles de millones de euros en mejorar las máquinas de escribir en vísperas del nacimiento del ordenador personal e Internet.

¿A qué modelo empresarial me estoy refiriendo? A la cadena de coches eléctricos de Shai Agassi, llamada Better Place. Justamente la semana pasada, la empresa, con sede en Palo Alto, California, anunció una alianza con el estado de Hawai para probar en carretera su plan empresarial tras haber firmado ya acuerdos similares con Israel, Australia, la zona de la bahía de San Francisco y, sí, Dinamarca.

El sistema de recarga del coche eléctrico de Better Place consiste en generar electrones a partir de una fuente de energía tan renovable como sea posible (como la eólica y la solar) y, posteriormente, introducir esos electrones limpios en una infraestructura nacional para la recarga de coches eléctricos. Ésta está constituida por puntos de carga de electricidad con salidas en forma de enchufe -los primeros se han abierto esta semana en Israel-, además de estaciones para la sustitución de baterías repartidas por el país en cuestión. Luego, todo el sistema se coordina desde un centro de control del servicio, que integra y elabora las facturas.

Con el modelo de Better Place, los consumidores pueden comprar o alquilar un coche eléctrico del fabricante francés Renault o de empresas japonesas como Nissan (General Motors despreció a Agassi) y luego comprarle a Better Place kilómetros para sus baterías eléctricas, del mismo modo en que ahora se compra un móvil a Apple y los minutos a AT&T. De esa forma, Better Place, o cualquier empresa de automóviles que se asocie con ella, se beneficia de cada kilómetro que se recorre. General Motors vende coches. Better Place vende kilómetros de movilidad.

Está previsto que los primeros coches eléctricos de Renault y Nissan circulen por Dinamarca e Israel en 2011, cuando todo el sistema debería estar listo y en funcionamiento. El martes, el ministro de Medio Ambiente de Japón invitó a Better Place a unirse al primer proyecto para coches eléctricos dirigido por el Gobierno junto a Honda, Mitsubishi y Subaru. Better Place fue la única empresa extranjera invitada a participar y a trabajar con las principales empresas automovilísticas de Japón en la construcción de una estación de recambio de baterías para coches eléctricos en Yokohama, el Detroit de Japón.

Lo que me parece interesante de Better Place es que está construyendo una empresa de automóviles a partir de la nueva plataforma industrial del siglo XXI, no de la del siglo XX, exactamente lo mismo que hizo Steve Jobs para revolucionar el negocio de la música. ¿Qué es lo que Apple fue el primero en entender? Para empezar, que la plataforma tecnológica actual permitiría que cualquiera que tuviese un ordenador pudiese grabar música. Segundo, que Internet y los reproductores de MP3 permitirían que cualquiera pudiese transferir música en formato digital a otra persona. Los CD y las compañías discográficas ya no serían necesarios. Apple no hizo más que tomar todas esas innovaciones y reunirlas en un sistema único de creación, compra y reproducción de música que alteró completamente el negocio de la música.

Lo que dice Agassi, el fundador de Better Place, es que hay una nueva forma de generar movilidad, no sólo música, empleando la misma plataforma. Lo único que hace falta es la clase apropiada de batería de coche -el iPod en esta historia- y la clase apropiada de red nacional de recarga -la tienda de iTunes- para hacer que el modelo empresarial funcione para los coches eléctricos a tres céntimos el kilómetro. El estadounidense medio está pagando hoy día unos seis céntimos por kilómetro recorrido usando gasolina, lo que también contribuye al calentamiento global y consolida el poder de los petrodictadores.

No esperen que una innovación así salga de Detroit. Recuerden que, en 1908, el consumo del modelo T de Ford (10,5 kilómetros por litro) era mejor que el de muchos modelos de Ford, General Motors y Chrysler fabricados en 2008. Pero no se sorprendan de que provenga de un lugar diferente. Puede hacerse. Se hará. Si desaprovechamos la oportunidad de ganar la carrera del Coche 2.0 porque seguimos empeñándonos absurdamente en salvar nuestro Coche 1.0, no se podrá culpar a nadie más que a los nuevos accionistas de Detroit: nosotros, los contribuyentes.

(Thomas L. Friedman es columnista del diario The New York Times. La versión en español salió en El Pais, Madrid)