martes, 10 de febrero de 2015

Venezuela, de La Salida al Cambio; por Fernando Mires

Para quienes intentamos entender la historia de la oposición venezolana parece obvio que entre el momento que surgió del llamado hacia La Salida, en febrero de 2014, y el que aparece después del llamado conjunto de los líderes de oposición hacia El Cambio, hay un período. O dicho de modo más preciso: hay un período dentro de un período (el del gobierno Maduro). Y parodiando al teórico de las teorías sistémicas, Niklas Luhmann, quien afirma “todo sistema es un subsistema”, podríamos decir todo período es un subperíodo.
Período o subperíodo, lo importante es que entre La Salida (febrero 2014) y El Cambio (enero 2015) tuvo lugar un proceso político de enorme importancia para la historia reciente de Venezuela.
1. La Salida: origen y fracaso. Como es sabido, La Salida (“Maduro vete ya”) proclamada por la troika Ledezma, López y Machado, fue precedida por protestas estudiantiles en universidades andinas que fueron respondidas con suma violencia por el régimen.
Los objetivos de La Salida nunca fueron precisados con exactitud. De modo que una parte, sobre todo estudiantil, la entendió como un llamado insurreccional, y otra como una movilización destinada a elevar el nivel de la protesta pública, la que llegó durante algunos momentos a ser masiva.
La Salida demostró que en la oposición venezolana existía ansia de protesta frente a un gobierno arbitrario e ineficiente. Incluso la MUD, ausente en la convocatoria, acompañó durante un tiempo a los manifestantes, pero distanciándose de propuestas maximalistas e intentando encauzarlas en contra de objetivos concretos como la eliminación de los grupos paramilitares.
Sin embargo, no pocos voceros y columnistas de la oposición más radical entendieron a La Salida como una alternativa insurreccional en un sentido doble: en contra del gobierno y en contra del “electoralismo” de la MUD. No fue esa, hay que reconocer, la actitud pública de López, Ledezma y Machado. Ninguno se pronunció abiertamente en contra de la MUD. Tampoco ninguno llamó a ejercer violencia ni mucho menos a un golpe de Estado.
Hecho objetivo fue, sin embargo, que La Salida surgió al margen de la MUD, razón por la cual muchos pensaron que había surgido en contra de la MUD y más aún, en contra de Henrique Capriles. No haber planteado de modo explícito que eso no era así, fue uno de los más grandes errores cometidos por la troika. Ese silencio abriría las puertas a tentaciones divisionistas la que en las condiciones prevalecientes solo podían ser fatales para el conjunto de la oposición.
Una protesta maximalista como La Salida no debió haber sido excluyente, menos en las condiciones determinadas por la existencia de un gobierno militar. Pues La Salida no nació sumando ni multiplicando sino —hay que decirlo de una vez— restando y dividiendo. Más todavía, no interpelaba ni al campo chavista potencialmente disidente, ni al campo de los indecisos políticos. Su mensaje solo estaba dirigido a la oposición más dura: A los ya convencidos.
En ese error había, sin embargo, cierta lógica. La Salida fue una acción heroica y épica, personalista y voluntarista. Pero a su vez equivalente con el tenor predominante en muchos movimientos sociales latinoamericanos, sobre todo estudiantiles. Fue, si se quiere, una acción si no “foquista”, por lo menos vanguardista. Partía de la premisa de que si se desataba una movilización en torno a líderes como Machado y López, el pueblo y probablemente los soldados, iban a sumarse a la insurgencia desatándose así una marea que debería llevar a la caída del régimen.
Ahora bien, para que una alternativa del tipo propuesto por La Salida hubiera sido posible, se requería de ciertas mínimas condiciones de tiempo y lugar.
Las condiciones de tiempo no estaban dadas. No me refiero a que la crisis económica y el nivel de descontento estaban lejos de alcanzar las profundidades que muestran al comenzar el año 2015. Me refiero, sobre todo, al hecho de que la oposición venía recién saliendo de una derrota electoral, la de las municipales del 8D.
Es cierto que la votación alcanzada por la oposición el 8D fue excelente, sobre todo en los centros más poblados del país. Pero también es cierto que el objetivo de convertir las municipales en plebiscito no fue alcanzado.
Bajo esas condiciones, la MUD y Capriles hicieron lo que hay que hacer después de una derrota: pasar a un repliegue táctico, agrupar fuerzas, redoblar el trabajo social y, ayudados por la crisis económica desatada por el gobierno, preparar condiciones para una próxima batalla. Pero en ningún caso intentar una huída hacia adelante.
Las condiciones de lugar tampoco estaban dadas, sobre todo si se tiene en cuenta que una alternativa como La Salida supone la existencia de organismos en condiciones de sustentar movilizaciones durante un tiempo prolongado y discontinuo. Léase sindicatos obreros y campesinos, asociaciones profesionales y agrupaciones civiles. Pero en Venezuela hay muy poco de eso.
Al llegar a ese punto hay que tomar en cuenta que Chávez no logró crear un nuevo orden social, pero sí logró destruir el orden social prevaleciente y con ello a la columna vertebral de la sociedad venezolana. Una de las pocas fuerzas orgánicas civiles que logró sobrevivir fue la estudiantil. Pero todos sabemos que el ritmo acelerado de las movilizaciones estudiantiles no es compatible con el resto del organismo social. Así, el movimiento que desataría La Salida no tenía donde, como, ni en qué apoyarse. Nada que no fuera la retórica y la capacidad de escenificación de sus líderes. La Salida fue un llamado a la multitud, mas no a las organizaciones sociales porque, entre otras cosas, estas casi no existen.
Por si fuera poco, la troika tampoco estaba muy unida. Mientras López desde la prisión llamaba a una Asamblea Constituyente, Machado concentraba sus energías en un Congreso Ciudadano y Ledezma intentaba cambiar el curso de la MUD “desde dentro”. En fin, La Salida no solo fue unilateral, además fue tri-lateral. Cada caudillo andaba por su lado.
La Salida evidenció que la movilización no puede ser un objetivo en sí. Eso indujo a que muchos la hubieran entendido como una ruptura con la MUD y –pese a que ninguno de los convocadores así lo manifestó— como una negativa radical a la lucha electoral. Sin embargo, hubo un hecho que sí demostró que no hay ninguna contradicción –mas bien un complemento— entre movilización social y objetivos electorales. Me refiero a las elecciones municipales que tuvieron lugar el 25 de Marzo en San Diego y San Cristóbal.
San Diego y San Cristóbal son un ejemplo en dimensión micro de lo que podría suceder en dimensión macro en las elecciones parlamentarias de 2015. En ambos lugares las esposas de los alcaldes convertidos en presos políticos, Rosa Brandonisio de Scarano y Patricia Gutiérrez, mostraron como las movilizaciones podían ser canalizadas en perspectiva unitaria y electoral. El triunfo de ambas mujeres fue aplastante (87,69% y 73,69%, respectivamente)
Para decirlo en una fórmula ya sugerida en otros escritos, San Diego y San Cristóbal demostraron que una elección acompañada de una fuerte movilización social puede ser exitosamente ganada. Pero a la inversa, que una movilización social sin una perspectiva electoral está destinada a estrellarse frente al aparato represivo del régimen. Eso último fue lo que sucedió en el resto de Venezuela. El saldo fue terrible: decenas de jóvenes asesinados a quemarropa, cientos de heridos, enormes cantidades de prisioneros, entre ellos, el líder de Voluntad Popular, Leopoldo López.
Obviamente, quienes llamaron a La Salida no contaban con una reacción tan violenta del régimen. Tal vez pensaron que todavía bajo Maduro se vivían los tiempos de Chávez. No supieron, por lo tanto, evaluar el momento. Tampoco supieron darse cuenta de que bajo Maduro había tenido lugar un cambio radical en el carácter político del régimen. En términos más exactos: no captaron que el populismo chavista había terminado, quizás para siempre. En su lugar había aparecido un gobierno militar, militarizado y militarista que prescinde de la lógica populista propia a Chávez y al chavismo.
Venezuela, de La Salida al Cambio; por Fernando Mires 640X278
2. Un régimen cambia su carácter político. Ocioso sería discutir si el cambio de carácter político del gobierno habría tenido lugar o no durante Chávez. Lo importante es que mientras el chavismo de Chávez se caracterizó por la apelación a la fuerza militar como una segunda instancia, para el chavismo de Maduro la acción militar precede a la acción política. Maduro, en efecto, parece regirse por la máxima “primero disparo y después hablamos”.
El cambio de carácter político del régimen tiene su origen en la pérdida de apoyo popular evidenciada por Maduro desde cuando, en dudosas elecciones, derrotó a Capriles por muy estrechas cifras. Maduro dilapidó así el enorme capital electoral legado por Chávez. Hecho decisivo: para que un gobierno sea populista debe ser popular y Maduro no lo es ni lo será. Bajo esas condiciones, Maduro, en lugar de apoyarse en movilizaciones populares, no encontró más alternativa que hacerlo en militares y para-militares. Hecho que no conduce al fin del gobierno de Maduro pero sí al fin de su condición populista. Eso significa que el de Maduro no es la continuación del gobierno de Chávez. Es “otro tipo” de gobierno.
La transición que se da entre un gobierno populista militar y un gobierno puramente militar ya ha sido consumada. Diversos capítulos del gobierno Maduro así lo demuestran.
El primer capítulo fue la convocatoria a un diálogo nacional destinado a encontrar soluciones para la pacificación del país (26 de Febrero). El diálogo, convocado a instancias del propio Vaticano, no podía ser eludido ni por el gobierno ni por la MUD. Capriles insistió con razón en llamarlo debate. Tampoco lo fue. El dialogo no pasó de ser un conjunto de monólogos.
Los principales enemigos del diálogo estaban en el gobierno, pero también en la oposición. Diosdado Cabello y su fracción se encargaron de dinamitarlo desde el primer momento. Así Maduro perdió una oportunidad para elevarse a la condición de interlocutor político. Quizás la razón fue que si continuaba el diálogo, el chavismo se habría dividido más aún de lo que ya estaba. Lo mismo –eso no lo entendió Maduro— habría podido pasar dentro de la oposición.
Un segundo capítulo fue la ruptura del chavismo militar con el chavismo social. Símbolo de esa ruptura fue la dimisión forzada del ministro Jorge Giordani (17 de Junio) seguida de una carta de protesta publicada por el mismo en contra de Maduro (18 de Junio) a quien acusó de falta de liderazgo y de proteger a la corrupción del gobierno.
La de Giordani no fue una dimisión cualquiera. El ministro había sido la eminencia gris de Chávez en materias económicas. En cierto modo la ruptura con la economía de Chávez –inducida por la caída del precio del petróleo— fue hecha en nombre de Chávez pero en contra de un ministro de Chávez. Esa ruptura no ha sido traducida sin embargo en un cambio de modelo económico.
Maduro rompió con el modelo distributivo de Chávez pero sin sustituirlo por otro. Su modelo es, si se quiere, la ausencia de modelo. Esa es la razón por la cual en lugar de un plan económico ha impuesto una economía de guerra (no otra cosa es la guerra económica). De este modo, así como Maduro durante las protestas militarizó a la lucha política, ha terminado, además, por militarizar a la economía. Las consecuencias no pueden ser más catastróficas. La producción del país se encuentra prácticamente paralizada, la inflación es la más alta del mundo, las manifestaciones multitudinarias de Chávez han sido sustituidas por las colas más multitudinarias de Maduro.
La carta de Giordani evidenció que el madurismo padece de profundas divisiones internas. Aunque esas divisiones no siempre trascienden, todos saben que el campo chavista se encuentra trizado. El PSUV, de partido monolítico y unitario ha pasado a convertirse en un nido de alacranes donde los “recuperacionistas” de Marea Socialista son solo un ejemplo entre varios. Si la oposición llegara a obtener una victoria en las elecciones parlamentarias del 2015, la desbandada será general. Siempre ha sido así; todos los ejemplos históricos lo demuestran.
Un tercer episodio ocurrió después del asesinato del joven diputado chavista Robert Serra. Pese a que Cabello intentó culpar sin pruebas a la oposición, los acontecimientos que siguieron al homicidio permitieron que apareciera en la superficie el papel de los colectivos armados –hampa y lumpen militarmente organizados- los cuales, como en películas de gángsteres, dirimían sus rivalidades en la vía pública a punta de balas.
La ejecución de cinco personas pertenecientes a los llamados colectivos ordenada por el general Miguel Rodríguez Torres fue evidentemente un intento frustrado del ejército por subordinar y dominar a los estamentos para-militares. Pero el hecho de que los para-militares lograran la renuncia del general chavista, mostró una vez más que Maduro no tiene el control sobre sus fuerzas. El régimen no solo está militarizado. Además está para-militarizado. Bajo esas condiciones Maduro no puede ser un interlocutor político de confianza.
El propio encarcelamiento de Leopoldo López señaliza hasta que punto ha sido degradada la contextura política del régimen post-chavista. Porque en verdad, López, menos que un preso político es un rehén de guerra. Por eso mismo Maduro lo mantendrá en prisión hasta que llegue el momento de canjearlo. O lo liberará si para él resulta necesario bajar la presión política en su contra, en caso de sentirse muy amenazado.
López es un rehén de guerra en una guerra que solo existe para Maduro. En ese contexto, a quien más interesa la polarización política existente, es al mandatario. Mientras más aguda sea esa polarización, mayores serán sus posibilidades de mantener la política bajo hegemonía militar. Por la misma razón, si es que hay un peligro de golpe de Estado, este solo puede provenir de las huestes oficialistas y de ninguna otra parte.
3. Desde la crisis de la oposición hacia El Cambio. La MUD, la oposición en general, vivieron después del fracaso de La Salida uno de las peores crisis de su historia. Los grupos más radicales, por razones que también podrían ser explicadas de modo psíquico (autoagresión), enfilaron su artillería en contra de Henrique Capriles y de Ramón Guillermo Aveledo, secretario ejecutivo de la MUD. Desde diversas columnas ambos han sido insultados y ofendidos más que cualquier representante del gobierno.
Aveledo, el máximo forjador de la unidad, no pudiendo soportar la presión en su contra, hubo de renunciar. En ese momento pareció que un trabajo sistemático forjado en años iba a venirse al suelo. El régimen estaba, según la opinión pública, en sus niveles más bajos pero la MUD, atacada desde dos fuegos, no estaba en condiciones de capitalizar políticamente el descontento general.
Sin embargo, cuando gobierno y ultra radicales se regocijaban, dando a la MUD por muerta, surgió casi de la nada un verdadero milagro. A fines de Septiembre fue nombrado secretario ejecutivo de la MUD, Jesús (Chúo) Torrealba.
La designación de Torrealba fue el resultado de un consenso y de un compromiso. Al igual que Aveledo, Chúo es partidario de la unidad. Pero no tiene ningún problema en manifestar su solidaridad con Leopoldo López. Eso no le impide favorecer una estrategia encaminada a lograr un triunfo en las próximas elecciones parlamentarias. Además es hombre de diálogo. En todos los puntos coincide con la línea de Aveledo. Pero adicionalmente ha logrado imprimir a la MUD ese mínimo de mística que le faltaba para enclavar más hondo entre los sectores populares.
Chúo no rehuye a la calle; incluso le gusta. Ha llamado a dos movilizaciones las que seguro no han sido las más grandes de la historia del país, pero ha devuelto a la unidad esa confianza que las acciones desafortunadas del pasado reciente le habían quitado. En fin, Chúo ha sabido entender que la movilización popular debe ser encaminada hacia un objetivo común el que por el momento no puede ser sino electoral. Los resultados no se han hecho esperar. A fines de año las encuestas mostraron por primera vez que la MUD tenía más partidarios que el chavismo.
Henrique Capriles, casi exiliado en Miranda, entendió el nuevo momento. A fines de Enero del 2015, sorprendiendo a sus enemigos endógenos, llamó a la movilización general por El Cambio. Con grandeza, Machado y Ledezma secundaron su propuesta. Lo mismo Freddy Guevara. Esa foto en donde todos los líderes aparecen juntos era la que más quería ver la oposición venezolana. No importa que ellos no estén de acuerdo en algunos puntos; tampoco es deseable que así sea. Lo importante es que si no una unidad, pueda ser concertada una alianza: La gran alianza para El Cambio.
La diferencia entre unidad y alianza es importante. Mientras la unidad suprime diferencias, una alianza las conserva, siempre y cuando ninguno de los aliados pierda de vista el objetivo común. Ese objetivo común es El Cambio.
¿El Cambio es una nueva La Salida? En ningún caso. Mientras La Salida desunía más que unir, El Cambio une más que desunir. Es política de todos, no de algunos.
Ni Capriles ni Torrealba han cambiado. Lo que ha cambiado es la situación objetiva. La economía de Venezuela se encuentra en su punto más bajo. La desesperación de las multitudes en su punto más alto. Si los dirigentes políticos no hubieran llamado a la movilización, habrían aparecido espacios vacíos para que aventureros de ambos lados pudiesen desatar una locura colectiva. El fantasma del Caracazo sigue penando y debía ser aventado cuanto antes.
El Cambio es defensivo y ofensivo a la vez. Cubre espacios sociales pero al mismo tiempo moviliza hacia un nuevo espacio político. Ese nuevo espacio tendrá que ser –así lo han formulado los principales dirigentes políticos de la oposición—: democrático, constitucional, pacífico y electoral.
Democrático, porque supone amplia participación, más allá de cualquiera diferencia ideológica. Supone, además, que las decisiones serán tomadas a través de acuerdos en conjunto y no al margen, como ocurrió con La Salida.
Constitucional, porque la propia Constitución —chavista en sus orígenes pero aprobada por mayoría popular— ha llegado a ser, frente a las continuas violaciones a que ha sido sometida, un patrimonio de la oposición democrática. Es mapa político y guía de acción a la vez. En sus páginas están indicados uno a uno los pasos que llevarán a El Cambio. No hay ningún motivo para apartarse de ella.
Pacífico, porque la oposición no tiene armas ni ejércitos. Pacífico quiere decir, también, asumir una radical actitud antigolpista, venga el peligro de donde venga.
Electoral, no solo porque las posibilidades electorales están más cerca que nunca, no solo porque no hay otra alternativa posible, sino también, y quizás sobre todo, porque un futuro gobierno que no surja de un procedimiento electoral nunca podrá obtener para sí el principio de la legitimidad.
Torrealba, Capriles, López, Machado, Borges, Ledezma y tantos otros, saben que recorren un camino minado. Un gobierno militar y militarizado, para-militares enloquecidos, personajes siniestros dispuestos a cometer cualquiera “dioscabellada”, tribunales mercenarios de justicia, tribunales electorales parcializados, prensa y televisión en manos del gobierno. Todo eso no da, ni mucho menos, una garantía definitiva para el triunfo.

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Este artículo de Fernando Mireses parte de una serie titulada "Venezuela, una Mirada desde afuera", publicada por el sitio venezolano Prodavinci
Las otras aportaciones son:  
En democracia caben todos, de Fernando Sabater
La tormenta perfecta, por Sergio Ramírez
Más vale un mal acuerdo que un buen pleito, por Joaquín Villalobos

De los cuatro enfoques sobre Venezuela, el más lúcido es el que aquí reproducimos, del sociólogo y historiador chileno Fernando Mires, quien es catedrático en la universidad Oldenburg en Alemania.

lunes, 9 de febrero de 2015

Carta a los votantes, o manual de votación

Estimados amigos:
Ya están saliendo varios manuales para explicar cómo votar por los diputados. Del Tribunal Electoral, de los medios, de diferentes organizaciones ciudadanas. Todos tienen un defecto: Te ponen una lista de opciones de cómo votar por diputados, y siempre ponen como opción #1 el voto por bandera. Pero esto es la última opción, solo aplicable para dos minorías: los que por razón ideológica y partidaria realmente quieren avalar la planilla de sus respectivos partidos, en el orden de candidatos como los partidos los han ordenado. Y los que prefieren votar por bandera para no enchibolarse. Ambos son minoría.
Hagámoslo al revés: ¿Cómo NO hay que votar para no anular el voto? Así es mucho más simple. Usted vote cómo le da la gana, solo evitando las pocas maneras de anular su propio voto.

I. NO VOTE POR BANDERA
Si vota por bandera, ya perdió su derecho de hacer uso del voto cruzado. Una vez que usted marca la bandera de su partido de preferencia, ya no puede votar por ningún candidato de otra partido, por bien que le caiga. Votar por bandera más un solo candidato fuera de la lista de este partido causa nulidad. Igual: Marcar 2 banderas diferentes es un voto nulo.
Lo más práctico, entonces, es NO marcar banderas. Con esto ya evitamos dos causantes de nulidad.

II. NO VOTE POR EL MONTON, VOTE SELECTIVAMENTE
Si usted vota por cara (que es lo que debería hacer para hacer uso de su derecho de no solo votar sino de elegir a sus diputados), la única manera de que su voto sea nulo es cuándo marca más caras que los diputados que corresponden a su departamento. O sea, en San Salvador, no puede pasarse de 24 caras marcadas; en La Libertad son 10, en Santa Ana son 7, en San Miguel son 6, etc.
Es irrelevante si vota dentro de una sola planilla (la de su partido preferido), o haciendo uso del voto cruzado, escogiendo los mejores candidatos de las diferentes planillas. Esto sólo tiene importancia después, a la hora que contabilizan los votos de cada partido; pero para su voto válido es irrelevante - con tal que no se pase del número de diputados en su departamento.
Es fácil evitar que se pase del límite: Sólo escoja a los candidatos que realmente le convencen - sobre todo en los departamentos grandes. Por ejemplo en San Salvador, donde son 24 diputados. Pero seamos serios: No hay 24 candidatos que usted realmente conoce. Si simplemente vota por los 6, 10 o 12 que de verdad lo convencen, nunca corre peligro de anular su voto por pasarse del límite. Esto en el caso de San Salvador. En La Libertad, escoja los 5, 6 o 8 candidatos que son de su confianza, y punto. En los departamentos pequeños, sólo vote por 1 o 2 candidatos de la lista que sea.
No se deje confundir: NO es desperdicio votar selectivamente. Al contrario: votar por un montón de desconocidos o inúltiles es desperdicio.
Por lo que digan los partidos, NO se trata de llenar un cupo. Se trata de elegir a los mejores - y sólo a ellos. Concentre el peso de su voto en los pocos que realmente quiere ver de diputados.

Otro consejo útil (sobre todo en San Salvador, donde hay tantas caras en la planilla): Ensaye su voto antes en casa. Vea en las papeletas que van a publicar los periódicos en qué posición de las listas están sus candidatos de preferencia. Llévese apuntados sus nombres, para a la hora de la votación encontrarlos rápido y no confundirse.
De esta manera, su voto será válido y nadie se lo podrá anular. Y además usted habrá verdaderamente escogido a sus diputados. De esto se trata.
Todo esto es válido también para el Parlacen. Ahí no importa el departamento, es una papeleta nacional donde usted puede escoger hasta 20 candidatos. Igual: voto por los pocos que conoce, y no por el montón.

No hay pierde. Saludos, Paolo Lüers
(Mas!/El Diario de Hoy)

domingo, 8 de febrero de 2015

Carta a Norman Quijano, candidato a diputado

Estimado Norman:
No sé cuántas cartas le hice al alcalde Norman. Varias. Algunas regañadas, otras veces dándote ánimo en esta misión (casi) imposible de pelear contra el desorden, el caos, los malos gobiernos, la crisis económica y las herencias fatales de administraciones anteriores del FMLN. Y un par de cartas reconociendo que, a pesar de todas las adversidades, lograste sacar adelante la capital, cambiando su cara…

Luego mandé un par de cartas al candidato presidencial Norman. Incluyendo una bien encachimbada, en la cual te dije que acabaste de perder mi voto por este terrible discurso de mano dura. Al fin te terminé apoyando, porque resulta que escuchaste la crítica, no te enojaste, te abriste a la discusión y la reflexión, y de hecho cambiaste tu discurso…

Hoy escribo al futuro diputado de la capital. Yo sé que los diputados tienen que representar a todo el departamento que los elige y, de alguna forma, al país entero. Pero tú vas a entrar a la Asamblea con un mandato muy especial: convertirte en el diputado de la metrópolis que llamamos Gran San Salvador; usar toda tu experiencia de seis años de alcalde para luchar desde la Asamblea por esta gran ciudad, que es el corazón de la nación, su economía, y su cultura.

No hay gran nación sin una gran capital. Y no habrá una gran capital sin un fuerte liderazgo, no sólo en la alcaldía, sino también en la Asamblea. Juntos Edwin Zamora, continuando tu gestión y dándole nuevos impulsos innovadores, y Norman Quijano, como diputado capitalino, pueden empujar la descentralización del Estado y la creación de verdaderos gobiernos municipales, que ahora no tenemos. Tenemos un Estado centralizado, regulador, burocrático, que no permite que los gobiernos municipales se hagan cargo del transporte urbano, del tráfico, de la educación y de la salud en sus ciudades.

Por esto, Norman, en mi planilla personalizada de diputados, tú tienes un espacio y un mandato muy especial: Forjar junto con Edwin y los demás alcaldes el liderazgo que se necesita para transformar nuestras ciudades.

Me di cuenta que mucha gente ni siquiera se ha enterado que tú vas de candidato a diputado. En el bosque de vallas y mupis aparece cualquier cantidad de caras de candidatos, menos la tuya. Me imagino que es porque tú decidiste dedicarte 100 % a tu trabajo de alcalde hasta el último día. No como cierto alcalde de cierto pueblito que está gastando millones para pasarse a la alcaldía de San Salvador, dejando abandonado su trabajo, por cierto bastante inconcluso, en su pueblito…
Bueno, ni modo, si tú no estás haciendo campaña, tus amigos tenemos que hacer público que sos candidato, ya que sabemos que es necesario que tú entrés a la Asamblea, pero con mucha fuerza y con un mandato indiscutible: representar la capital y todo el Gran San Salvador y sus alcaldes en la Asamblea.

Pero no te preocupes, Norman: los capitalinos te van a catapultar a la Asamblea - con tal que sepan que vas de diputado; con o sin campaña de publicidad. Saludos, Paolo Lüers

miércoles, 4 de febrero de 2015

Carta a los jóvenes que no vivieron la guerra

Ustedes siempre dicen que ya no les hablemos de la guerra, que esto era problema nuestro, o sea de los viejos, y que ustedes están viendo el futuro. Okay, tienen razón, pero les hago un llamado: vayan a ver el documental que ahora está en todos los cines: "Archivos perdidos de la guerra, parte II" y luego hablemos.

Les juro que cualquiera de ustedes que vea esta película saldrá impactado. Aunque esta guerra no fue obra suya, tienen que entenderla para poder enfrentar el presente y el futuro. Y esta película les ayudará entender lo que pasó en este país en los años 80, cuando sus padres tenían la edad que ahora tienen ustedes.

Van a ver imágenes feas, muy feas, de la masacre que el ejército cometió en El Mozote en Morazán, en diciembre del 1981. Pero también van a ver otro momento dramático, cuando ex guerrilleros describen otra masacre, también de unos 1,000 campesinos: en la pantalla aparece la foto del comandante guerrillero a quien señalan como responsable intelectual. Todos en la sala se dan cuenta que están viendo a nuestro actual Presidente de la República. En este momento se produce un silencio de estos que se da cuando todos dejan de respirar…

Les advierto: ninguna película, y tampoco esta que les estoy recomendando, nos da la verdad definitiva sobre la guerra que el país vivió en la generación de sus padres. No existe tal verdad. Pero esta película, producida por gente de la derecha, da una versión de la guerra que demuestra que sus autores están comenzando a entender lo que en el momento de los hechos no entendieron: que aquí no hubo un bando malo y otro bueno; que la verdad y la razón no estaban en un solo bando; que hubo sacrificio y heroísmo de los dos lados, pero también crueldad y crímenes. Ya quisiera que desde la izquierda hubiera un intento similar de revisar la historia. Ojalá que el proyecto "Cortando el Puente", una serie de ficción que están planificando unos cineastas mexicanos con otros salvadoreños sobre la guerra salvadoreña, se realice y tenga el coraje de revisar la propia historia, esta vez desde el punto de vista de la izquierda. En este caso, viendo ambas películas, tal vez surja algo cerca de la verdad. Esta serie la va a dirigir Epigmenio Ibarra. Conociéndolo de cerca, luego de todo lo que anduvimos juntos durante la guerra tratando de documentarla, estoy seguro que no quiere hacer una historia de blanco y negro, sino reconstruir el drama humano que movía a todos los protagonistas dentro del esquema de la guerra, empujándoles a hacer grandes faenas de heroísmo, así como horrendos crímenes.

Mientras tanto, "Los archivos perdidos de la guerra" es un curso intensivo de historia reciente. Yo digo, indispensable para cualquiera, no sólo para ustedes que no vivieron la guerra. Muchos que la vivimos, salimos de la sala de cine impactados, porque todos tenemos memoria selectiva y corremos peligro de olvidarnos de la parte incómoda de la historia. En esta película, y esto habla muy bien de ella, personajes de izquierda como de la derecha, testigos y protagonistas, se topan con algo que estaban al punto de obviar. En esta película, todos nos topamos con hechos incómodos que nos obligan a revisar nuestra propia versión de nuestra historia.

Vayan al cine y luego me cuentan. Paolo Lüers

Columna transversal: Claro que un musulmán puede ser alcalde o presidente

No me gusta cómo se están discutiendo los asuntos de religión en medio de campañas electorales. Soy fiel defensor del principio del Estado laico y, por tanto, también de la política laica.

No me gusta que el tema de la beatificación de monseñor Romero invada los discursos electorales.

No me gusta que algunos quieran convertir las elecciones en un plebiscito sobre el aborto, o sea sobre un asunto de fe y ética personal.

Y me incomoda cómo el hecho que uno de los candidatos a la alcaldía capitalina, Nayib Bukele, sea hijo del líder de la comunidad musulmana de El Salvador, Armando Bukele, está siendo aprovechado para provocar sentimientos y profundizar prejuicios contra esta religión. Frente a esta tendencia hay que defender el principio de la tolerancia, así como de manera ejemplar lo hace el papa Francisco, pero sobre todo el principio republicano del carácter laico de Estado.

Todas las religiones, así como todas las tendencias ideológicas, tienen sus fundamentalistas que pueden incluir actitudes hasta terroristas. El Cristianismo no es la excepción y, ciertamente el Islam no tiene el monopolio en esta tendencia al fundamentalismo, radicalismo y terrorismo.

Voy a explicar con un ejemplo porque me preocupa cómo este tema invade la campaña electoral. Ayer salió en un matutino una columna de Ivo Príamo Alvarenga con el extraño título "Cristo fue crucificado, resucitó, es único Dios, ¿cierto, Nayib?". Si no fuera por este titular monstruoso, no hubiera leído esta columna. Resulta que es el perfecto ejemplo para lo que no hay que hacer. O sea, don Ivo tiene el derecho de expresarse libremente, pero yo siento la obligación de contradecirle.
Ante la falacia fundamentalista e intolerante de Ivo Príamo, de argumentar que sería un peligro para nuestra cultura y democracia que la alcaldía capitalina o la presidencia de la República caiga en manos de un hombre que no es cristiano, sino musulmán, me siento obligado a decir lo contrario: El hecho que un musulmán (o un ateo, o un mormón o un judío) puede ser alcalde o presidente de nuestra República, debería llenarnos de orgullo, porque es muestra de que de verdad somos una sociedad tolerante, con absoluta libertad de culto, donde funciona la estricta separación entre Iglesia y Estado.

Claro, para que podamos asumir esto de esta manera, con orgullo republicano, el asunto tendría que ser absolutamente transparente. Hasta ahora sólo sabemos que el hijo del líder del Islam en El Salvador tiene tres años de ser alcalde de un municipio y que esto no ha creado absolutamente ningún problema. O sea, entre todos los problemas que muchos hemos señalado a la gestión de Nayib Bukele en Nuevo Cuscatlán, no figura un problema religioso.

Y si no sólo su padre sino también el mismo alcalde Bukele se identificara como musulmán, yo diría exactamente lo mismo: No es un problema, es positivo que un musulmán puede aspirar a cualquier cargo político.

El problema tal vez reside en que no existe claridad sobre la religión de Nayib Bukele. Habla de su abuela que nació en Belén, manda mensajes navideños, pero no habla claro. Pero esto no es un problema de religión, es un problema que tiene que ver con el carácter de este hombre y con su problemática relación con la verdad. Y nuevamente, su tendencia de faltar a la verdad en el caso de su religión es el menor de sus pecados contra la transparencia. Hay otros, mucho más importantes y preocupantes, que tienen que ver con su gestión municipal y con los pactos oscuros entre ALBA y Saca que están detrás de su candidatura.

Bukele podría fácilmente dejar caer al vacío todos estos ridículos ataques que apelan a la intolerancia religiosa y al miedo al fundamentalismo y terrorismo, si dijera con franqueza cuál es o no es su religión.

Miremos a Francia. Toda la sociedad francesa, con la sola excepción de la ultraderecha racista de Le Pen, reaccionó a los atentados contra Charlie Hebdo y la comunidad judía, perpetrados por terroristas islamistas, con dos mensajes íntimamente vinculados: Rechazo unánime y fuerte al fundamentalismo y terrorismo islamista; y defensa estricta de la convivencia pacífica con la comunidad musulmana en Francia. Fue tan grande este consenso que los mensajes racistas y anti-islam de la ultraderecha quedaron excluidas de la unidad nacional forjada en rechazo al terrorismo y en defensa de la tolerancia. Aprendamos esta lección y dejemos la religión fuera de los asuntos de Estado y las campañas electorales.
(El Diario de Hoy)

lunes, 2 de febrero de 2015

Carta al talento creativo y al espíritu rebelde en nuestro país

En El Salvador existe un potencial poderoso de creatividad, inteligencia crítica y rebeldía. A veces se expresa, a veces queda silencioso. Este potencial se despertó cuando Paco Flores quiso privatizar el sistema de salud. Luego se desarticuló y quedó dormido, y se volvió a manifestar nuevamente, pero con vehemencia, cuando Funes y el FMLN intentaron a domar el órgano judicial, en especial la primera Sala de los Constitucional realmente independiente.
El potencial rebelde, crítico y jodión se durmió en las elecciones presidenciales de enero 2014, y sólo se despertó cuando el resultado de la primera vuelta pintaba el peligro de una victoria arrolladora del FMLN. Hizo maravilla en la segunda ronda, la famosa “remontada”, y casi hizo ganar a ARENA…

Hoy hace falta que se despierte nuevamente, y voy a explicar porqué.

Estamos inundados de vallas y mupis del nuevo color aqua-celeste del FMLN que dicen ‘nuevas ideas”, sin exponer ni una sola idea. Es el caso extremo de un fenómeno que observamos ya desde tiempos en la propaganda de Saca y Funes: publicistas desplazando a los políticos; mercadotécnica. Ya no son consideraciones políticas ni técnicos que generan el discurso de estos “nuevos líderes”, sino exclusivamente consideraciones de mercadeo político. Este proceso llega al extremo de poner, de una sola vez, como candidato a un publicista: Nayib Bukele. Lo que vemos ahora es el ensayo para las elecciones presidenciales del 2019. Tiene preocupado a propios y extraños. Tal vez incluso más a los propios, los militantes del FMLN, que aun creen en el carácter político de su movimiento y ven con sospecha el pacto entre su dirigencia, el consorcio ALBA y el grupo empresarial de Saca-Bukele y Cia., cuya expresión actualizada es la candidatura de Nayib Bukele.

Estamos presenciando el intento de desnaturalizar la política, irónicamente con el discurso de innovarla. Es la operación de engaño de empaque más grande de nuestra historia, sólo comparable con la que operó Napoleón Duarte, por quien en 1984 la gente votó pensando que aun representaba el movimiento legítimo de reforma de los 70, cuando ya se había vendido a la cúpula militar, los norteamericanos y la corrupción.

Hay una línea de sucesión que va de Duarte a Tony Saca y Mauricio Funes - y termina por el momento en Bukele. Es la línea del engaño de empaque, del populismo, y de los pactos oscuros e inconfesables. Duarte con los militares; Saca con el FMLN y ALBA; Funes con Saca y GANA; y Nayib como figura visible de un pacto consolidado FMLN/ALBA-Saca/Bukele.

¿Por qué les cuento todo esto a ustedes, los creativos, los libres pensadores, los rebeldes, los independientes, los artistas, los navegadores del Internet, los intelectuales? Porque ustedes fácilmente pueden desmantelar este engaño. Hago el llamado a todos ustedes, que representan el potencial de creatividad y rebeldía del país, a usar su talento, su ironía, su capacidad creativa, gráfica, humorística y literaria para desarmar la maniobra de mercadotecnia política, que se esconde detrás de las miles de vallas que dicen “nuevas ideas”, y detrás de la cara sonriente de un candidato que dice representar la juventud.

Cualquiera de ustedes, haciendo uso del humor, del sarcasmo y de la irreverencia puede pinchar este inmenso globo de fantasía y mostrar que aparte de aire caliente es totalmente vacío. Juntos, cada uno por su lado, desde su computadora, podemos desenmascarar este mito - mucho mejor que un partido político o un candidato.

Lo que está diseñado para engañarnos tiene que ser desenmascarado por nosotros mismos, haciendo uso de nuestra creatividad y rebeldía.

Es uno de los momentos donde hay que tomar muy en serio la frase que la política es demasiado importante para dejársela a los políticos. Y yo agrego: mucho menos a los publicistas y mercadólogos.

Espero su lluvia de ideas, su descarga humorística. Paolo Lüers
(Mas!/El Diario de Hoy)




viernes, 30 de enero de 2015

Carta a los vendedores informales

Estimados amigos:
El otro día 5 de ustedes me cayeron a mi negocio, La Ventana, entre estos algunos que conozco de cara de la tele, cuando armaron desmadres a varios alcaldes. Siempre pensé que ustedes son uno de los principales problemas del país: los responsables del desorden. Y a veces, me uní al coro de los que andan puteando, ya que hacen estorbo, molestan, ensucian las ciudades. Claro, es deporte nacional hablar mal de ustedes, sobre todo en sectores que no necesitan de sus ofertas baratas…

Pero a veces me puse a pensar que ustedes más bien son producto del principal problema del país: el desempleo, la falta de oportunidades. Y también, en momentos de honestidad, me pregunté: ¿Y si no existiera esta economía informal, adónde lograrían llenar su canasta básica los que viven de salario mínimo? Así que teóricamente sabía que ustedes corresponden a necesidades básicas que la economía no está satisfaciendo de otra manera. Necesidad de trabajo de unos, necesidad de comprar barato de otros. Pero emocionalmente siempre pesaba más la molestia que uno siente, el rechazo al desorden…

Entonces, ustedes llegaron y exigieron hablar conmigo: Si sos generador de opinión, cabrón, escúchanos. Me entregaron su "Plataforma Programática". Y me explicaron que quieren que los candidatos a alcalde lo lean sin prejuicios y los discutan con ustedes, en público. El argumento que inmediatamente me convenció: Hay que buscar una solución al sector informal, una solución digna para los que esto viven, y que al mismo tiempo permite crear una ciudad ordenada y limpia. Y esta solución no se puede alcanzar sin o contra ustedes.

Es lógico. Y cuando leí su plataforma, me di cuenta que también tiene mucha razón. Dice, por ejemplo: "El sector informal representa un apoyo para el sistema económico nacional, ya que es el principal receptor de la fuerza laboral que éste expulsa, y además es una opción de mercado para las personas de bajos ingresos, que de otra manera no les alcanzaría sus recursos para subsistir".

Es verdad. Es innegable. Y si es así, de ahí se derivan derechos de ustedes y obligaciones del Estado, sobre todo de las alcaldías. Y esto hay que discutir abiertamente, para buscar soluciones y la inclusión de ustedes en el sistema legal y económico.

Ustedes tienen toda la razón del mundo cuando exigen que los señores que quieren gobernar la ciudad capital los escuchen y los tomen en cuenta en sus planes de gobierno. Exhorto por esta vía a los candidatos a aceptar el reto de ustedes.

Ustedes cierran su plataforma con una frase que el futuro alcalde debe abrazar como si fuera suya: "Crear las condiciones para que el trabajador del sector informal salga de la economía de subsistencia para incorporarse a la economía productiva".

La verdad es: Candidato que no tiene la voluntad, la capacidad y el valor político para atacar de fondo este problema, junto con ustedes, no debería ser alcalde. No podemos seguir viendo a los vendedores sólo como problema ni tratarlos como indeseables. En lo que ustedes plantean hay una gran oportunidad. El alcalde que detecta y sepa explotar el potencial humano y productivo en el sector informal va a transformar la ciudad.

Ya que me buscaron, un consejo: En vez de rogar al gobierno que les den permiso de vender en los buses del Sitramss, exijan al gobierno que este proyecto, así como está diseñado, se suspenda. La cuestión no es si pueden o no vender en los buses, sino cómo construir un sistema de transporte verdaderamente integral, que tome en cuenta que el comercio se va a concentrar, de forma planificada o de forma caótica, donde circula la masa de gente subiéndose a buses. O sea, el sistema de transporte nunca será integral si no toma en cuenta y resuelve las necesidades de ustedes y de sus millones de clientes.

Suerte, les felicito por la plataforma seria y el reto que lanzaron a los candidatos y partidos. Saludos, Paolo Lüers
(Mas!/El Diario de Hoy)

miércoles, 28 de enero de 2015

Carta de respuesta de Edwin Zamora a Paolo

El 20 de enero, publiqué una carta a los candidatos Bukele y Zamora, haciéndoles las siguientes perguntas:
Cuál es su educación académica?
Ambos se presentan como empresarios. ¿Qué empresas dirigieron, y con qué resultados?
¿Están dispuestos a revelar, antes de las elecciones, su patrimonio personal?
¿Tienen acciones o intereses en empresas que son contratistas del Estado?
¿Cuál es su posición frente al SITRAMSS?
Ambos se presentan como “renovadores” de sus respectivos partidos. ¿Cuáles han sido sus acciones concretas para democratizar a su partido?
Aquí las respuestas de Edwin Zamora:

Estimado Paolo:
He leído a detalle tu carta y quiero aclararte que esta “carrera”, como tú la denominas, es por San Salvador. Acepté la candidatura que me ofreció mi partido con la intención de continuar transformando el corazón de nuestro país y de poner mi experiencia al servicio de los capitalinos. No es momento de  construir castillos en el aire. Aterricemos y hablemos de lo que nos compete: San Salvador.
Ciertamente la participación de los columnitas, articulistas, periodistas y personas que  - indiferentemente de su profesión- ocupan un Medio para exponer sus ideas es valiosa al momento de un autoanálisis de cualquier funcionario público o candidato; son importantes para sentar las bases del debate que está por venir, de un debate serio, franco y verdadero.
Dicho esto,  paso a responder tus interrogantes, aunque sinceramente hay algunas que no veo razones para ahondar en ellas y otras que considero deben ser respondidas en un espacio más amplio y adecuado para explicar detalles.
- Sobre mi educación puedo decirte que gracias a mis padres tuve el privilegio de estudiar en un colegio bilingüe (Escuela Americana) y pude comprobar que el inglés abre puertas. Estudié ingeniería textil en la North Carolina State University, misma en la cual saqué la maestría en Ingeniería industrial.
- Mi primera experiencia laboral -a mis 22 años, tras graduarme de la maestría- fue en Pasamanería, Ecuador, donde por cinco años tuve la oportunidad de tener un cargo gerencial. Vine a El Salvador y me incorporé a la empresa familiar como gerente de producción, empresa que en ese momento tenía 120 empleados. En el transcurso del tiempo he fundado 8 empresas… pero creo que la gente lo que quiere, más que la lista de mis trabajos anteriores, es tener la certeza que su alcalde tiene las características necesarias para gerenciar la ciudad. yo las tengo. Lo he dicho en varias ocasiones, Dios me dio la bendición de ver cumplida una de mis metas,  esa empresa de 120 empleados llegó a los  10,000 empleos y ahora  es una de las mayores generadoras de trabajo en el país.
- Mi patrimonio personal no tiene ningún secreto. Para optar a la candidatura como diputado presenté a la CSJ mi patrimonio personal y familiar, mismo que tendré que presentar al cerrar el período para el cual fui electo como diputado.
- No soy concesionario del Estado, lo demostré cuando con intenciones políticas el FMLN me señaló como tal. No tengo contratos con el Estado ni los he tenido.
- En el caso del SITRAMSS, el que considero uno de las malas ideas del FMLN, puedo asegurar que desde las competencias municipales presionaremos por el orden y transitabilidad en San Salvador,  de la búsqueda de una solución real al problema generado por este sistema. Los alcaldes de los municipios involucrados están en todo el derecho -y tienen el deber- de exigir el buen uso de las calles que han sido invadidas por este fallido proyecto. 
- En relación a la renovación partidaria puedo decir, con todo orgullo, que mi partido está caminando en la democratización interna y en la apertura de espacios a nuevos liderazgos. Soy fiel testigo de esos cambios que se apresuraron con los resultados del V Congreso Nacionalista del cual me confiaron su coordinación. Somos el único partido que ha implementado el voto secreto y ahora tenemos una oferta electoral más amplia, con  profesionales y otros interesados en servir al país que no tenían mayor militancia partidaria. Falta por hacer, pero vamos por el camino correcto.
Aún queda mucho por decir, pero te invito a ti y a tus lectores a buscar respuestas de sus dudas en los proyectos y programas que tengo para San Salvador, en la experiencia de ARENA para gobernar y en la capacidad de este su servidor para pasar de los sueños a los hechos.
Saludos, Edwin Zamora

Aun estamos esperando las respuestas del candidato Bukele. Está bien que no me las dé a mi. Las debe a los ciudadanos. Tampoco aprovechó el debate del 27 de enero para aclarar las dudas. Por lo contrario: sembró más dudas, por ejemplo sobre su administración en Nuevo Cuscatlán, sus empresas, su manejo de la verdad…
En espera de palabras claras, Paolo Lüers
(Mas!/El Diario de Hoy)

martes, 27 de enero de 2015

"Un gesto unilateral que busca contribuir en la reducción de la violencia"

(El siguiente comunicado me fue entregado el día 26 de enero por voceros auténticos de dos de las pandillas firmantes. Paolo Luers)

LOS VOCEROS NACIONALES DE LAS PANDILLAS: MSX3, BARRIO 18, MAO-MAO, MAQUINA, MIRADA LOCOS 13, PRIVADAS Y PRIVADOS DE LIBERTAD DE ORIGEN COMÚN; AL PUEBLO SALVADOREÑO Y DEMAS PUEBLOS DEL MUNDO, hacemos saber:

1- Con satisfacción informamos que desde el día sábado 17 de enero del corriente año, estamos impulsando a nivel nacional un gesto unilateral de buena voluntad, que busca contribuir en la reducción de la violencia; sus efectos ya se hacen sentir en la drástica disminución que ha experimentado la tasa de homicidios desde el día 18 de enero, habiéndose reducido del promedio diario de 14 a 4.6 que se registró ya para el día sábado 24; inclusive, el día veintidós la tasa se redujo a cero.
2- Para hacer posible lo anterior, estamos realizando extraordinarios esfuerzos, debido a que las condiciones en la que lo impulsamos  no nos son favorables y nos provocan dificultades que hacen difícil  administrar un proceso tan complejo como este, para lo cual es necesario contar con algunas condiciones y facilidades que por ahora carecemos.
3- Esperamos que este nuevo gesto mantenga viva la esperanza de que el problema de la violencia si tiene solución y permita que los que no han querido oír destapen sus oídos y que los que no han querido ver puedan hacerlo para evidenciar que es el dialogo incluyente la vía civilizada para encontrar solución a estos graves problemas y que no se puede seguir obviando he  ignorando que las Maras y Pandillas podemos ser parte importante de la solución del mismo, voluntad que ya  hemos expresado en infinidad de ocasiones.
4- Esta probado que si todos los involucrados nos lo proponemos, la paz puede ser una realidad: las pandillas haciendo lo que nos corresponde y el Estado y la sociedad civil  lo que a ellos les compete. El logro de la Paz es tarea de todos, no solo las pandillas generamos violencia como ha quedado evidenciado, hoy en día, la PNC ya aporta al menos con un homicidio por día a esa tasa y los grupos de exterminio de pandilleros que operan con el amparo y apoyo de  entidades públicas y privadas ya contribuyen a la tasa de homicidios con masacres, que son presentadas como acciones de purga interna entre nosotros para obviar la respectiva investigación que los puede incriminar.
5- La difícil situación por la que atraviesa el país requiere de acciones proactivas y de mensajes que aboguen por la paz y no de desesperadas acciones que lo único que hacen es tocar tambores de guerra y por consecuencia avivan la fogata de la violencia.
6- Las maras y pandillas de El Salvador estamos listas para entrar en un proceso serio de búsqueda de la paz, como se nos ha propuesto por aquellos que tienen un genuino interés de trabajar por ella, la pregunta que nos hacemos es: ¿Esta el Estado salvadoreño y la sociedad civil lista para entrar en ese proceso?.  Si la respuesta es afirmativa, no demoremos más tiempo e iniciemos cuanto antes juntos la construcción de la paz que tanto anhela la sociedad salvadoreña.
El Salvador, 26 de enero de 2015.     

sábado, 24 de enero de 2015

Carta a un candidato sorpresa

Estimado Josué Alvarado:
Voy a hacer uso anticipado del voto cruzado. Nunca pensaba que iba a dar un voto a la Democracia Cristiana, ni en Alemania ni mucho menos en El Salvador, donde todavía huele a pescado podrido, corrupción y el populismo de Duarte… Pero nunca hay que decir nunca. Esta vez voy a votar por un tipo que se postuló en la lista de la Democracia Cristiana: por vos, Josué Alvarado.

El voto cruzado me permite realmente votar por personas. Como estoy inscrito en San Salvador, me da 24 opciones, ya que a nuestro departamento le tocan 24 diputados. Puedo hacerme mi propia lista, escogiendo los mejores de todos los partidos. Puedo votar por alguien, aunque me caiga mal su partido. Haciendo uso de este nuevo derecho del voto cruzado, voy a dar uno de mis 24 votos a vos, Josué.

¿Por qué votaré por vos? Casi estoy seguro, que votaría por vos incluso si no te conociera. Sólo porque de repente, entre los spots aburridos de televisión de docenas de personajes que quieren ser diputados, salís vos con una onda totalmente diferente y refrescante, diciéndome: "¡Es tiempo que los que podemos, actuemos!" Y esto es, sin duda, la mejor consigna electoral de esta campaña…

Creo que sólo por esta consigna hubiera votado por vos, sin conocerte. Pero resulta que te conozco, y esto me da otras buenas razones de incluirte en mi bancada personal que quiero ver en la próxima Asamblea.

Sos un tipo totalmente transparente. Como dicen en Estados Unidos, donde llegaste de inmigrante muerto-de-hambre y terminaste empresario exitoso: "You get what you see, you see what you get." No hay engaño, no hay empaque que te promete lo que no está adentro. Es verdad lo que ves. Esto es muy raro en política, y quiero un tipo así en mi bancada legislativa.

Sos optimista. Cuando todo el mundo quiere irse del país, incluyendo el capital, vos venís del Norte y comenzás a invertir en El Salvador: levantás una fábrica de alimentos en medio de lo que todos aquí piensan que es tierra perdida o zona de guerra: en San Martín. Y te funciona de maravilla. Luego comprás tierras en el departamento La Paz, ahí donde otros dejan abandonadas sus fincas, y ponés uno de los mejores hatos para producir leche para el queso que vas a exportar a Estados Unidos. Y luego comprás otras tierras, también en una zona caliente de sol y violencia, para sembrar maíz para tu fábrica de tortillas, pupusas y tamales. Y de esta forma demostraste que dando a un montón de familias un trabajo y un trato decente, se puede construir empresas exitosas y al mismo tiempo convivencia entre vecinos. Así que de repente hay un empresario, que se llama Josué Alvarado, que en vez de andar llorando dice: Haciendo las cosas bien, se puede producir en El Salvador. El país tiene futuro. Y entre todos los pajeros que hay, a vos te creo, porque lo has probado: has invertido en el país, has levantado producción, donde todos dicen que no se puede. ¿Cómo no voy a querer tener en la Asamblea a un tipo como vos, que me dice que se puede levantar el país y su economía? Y quien además ha probado con hechos que sabe de qué diablos está hablando…

Todo esto entiendo yo cuando enciendo la tele y me salís vos, hablando fuerte pero al grano: "Es tiempo que los que podemos, actuemos." Tienes razón: la política es demasiado importante para dejársela solo a los políticos. Tienen que entrar a la política los que saben, los que pueden hacer las cosas.

No sé cómo terminaste en la Democracia Cristiana, ¿pero sabés qué?: Me importa un bledo. El voto es por persona.

Suerte te desea Paolo Lüers





(Mas!/El Diario de Hoy)

miércoles, 21 de enero de 2015

Carta al director de la PNC: ¿Licencia para matar?

Estimado comisionado Mauricio Ramírez Landaverde:
Ayer leí una noticia terrible, titulada: "Director de la PNC aconseja a policías 'disparar sin miedo a delincuentes'". No podía creer lo que estaba viendo. Pensaba que tal vez a algún editor se le fue la mano con el titular. Pero no: En la nota, en la versión digital de El Diario de Hoy (elsalvador.com), estaba la cita textual suya, o sea del jefe de la policía de nuestro país: "Hay una institución que los respalda, hay un gobierno que los respalda. Háganlo (disparen) con toda confianza y con convicción." En un país realmente democrático con instituciones fuertes, un jefe de policía que dice esta frase sería inmediatamente suspendido mientras se investigan sus actuaciones y declaraciones. Muchos van a decir que con esto estoy defendiendo a delincuentes que asesinan a policías, o van a decir que estoy negando a los policías el derecho de defenderse. Los policías tienen el derecho de defenderse. Y quien mata policías, que vaya a la cárcel.

El mismo día que la carta al director de la PNC, en La Prensa Gráfica sale el mismo tema: Licence to Kill
Entiendo que usted como jefe tiene que proteger a su gente. Pero también, y sobre todo, tiene que defender la ley y el debido proceso. Usted tiene que medir sus palabras, para que nadie las puede interpretar como "licencia de matar". Yo sé que en la calle muchos, entre estos no pocos policías, exigen precisamente esto: "licencia de matar", que regrese la Guardia Nacional (que gozaba de este derecho), que se activen escuadrones de "limpieza social", que se tomen este derecho de matar a delincuentes.

En esta situación, usted como director de la PNC no puede mandar señales que pueden ser mal interpretadas. "Disparar sin miedo" es un mal mensaje. "Disparen con confianza, nosotros los vamos a respaldar" es un pésimo mensaje, porque se interpreta como invitación a entrar en cualquier situación conflictiva pistola o fusil en mano, o incluso disparando "por las dudas"…

Una amiga, por cierto una estudiosa de criminología, comentó la misma noticia en Twitter: "Creo que la población avala este mensaje…" Es cierto: La mayoría de la población no solo avala que policías usen sus armas para defenderse - avalan que policías ejecuten a los delincuentes que tanto nos joden. Avalan el concepto de la "licencia de matar". Pero esto no es ninguna razón para que un director policial asuma y reproduzca las posiciones apasionadas de la calle y mande mensajes que sus agentes pueden entender como "licencia de matar".

Desde que el gobierno y las autoridades policiales discuten de esta manera pública, difusa y a veces populista la defensa legítima de los policías, se observa una escalada de violencia entre policías y pandilleros. Ambos bajaron las barreras para usar sus armas. El resultado: docenas de policías muertos y cientos de pandilleros muertos. La mayoría en enfrentamientos que antes sucedieron con menos violencia menos uso de armas de fuego, de ambos lados. Y algunos, nadie sabe cuántos, en ejecuciones fríamente planificadas: pandilleros haciendo atentados contra policías; policías ejecutando a grupos de pandilleros.

Esta loca y mortal escalada de violencia entre delincuentes y policías se debe parar. La policía debe cumplir escrupulosamente las reglas establecidas del debido procedimiento y del uso de fuerza letal. Las autoridades políticas y policiales tienen que actuar con inteligencia y hablar con suma prudencia. Tienen que supervisar que la policía solo use la fuerza indispensable y solo en situaciones de legítima defensa. Y los pandilleros deben de suspender, de una vez por todas y sin exigir nada en cambio, los atentados contra policías.

No podemos asumir que la violencia sea inevitable. Ojalá que usted aclare sus palabras mal escogidas y tome una posición institucional.

Saludos, Paolo Lüers
(Mas!/El Diario de Hoy)

 

Columna transversal: Diálogo versus pactos

Todos los gobiernos han negociado con los pandilleros, desde que a finales de los años 90 su presencia comenzó a convertirse en una amenaza a la seguridad ciudadana. Todos, sin excepción, y esto incluye al ejecutivo actual. El gobierno de Salvador Sánchez Cerén, independientemente de su discurso público y en el Consejo de Seguridad Ciudadana, sigue negociando con los pandilleros. Y así lo hicieron los gobiernos de Paco Flores y Tony Saca, muy a pesar de sus discursos y prácticas de "mano dura". Y el gobierno de Funes, aun cuando el FMLN controlaba el aparato de seguridad, antes de llegar al ministerio de Justicia el general David Munguía Payes y a la dirección de la PNC el general Francisco Salinas, hicieron varios intentos de pactar con pandillas. Y así lo hizo el gobierno de Funes luego de que en junio 2013 Ricardo Perdomo llegara a sustituir a Munguía Payés como ministro de Seguridad y anunciara el fin de la tregua.

Lo raro es que todos aquellos que activamente buscaron pactos con las pandillas, trabajando para distintos gobiernos de diferente tinte ideológico, en unísono descalifican y condenan la tregua y el proceso de diálogo con las pandillas. Además de raro, es hipócrita. Nadie condena los diálogos y las negociaciones con pandillas, que todos los gobiernos, empezando con el de Flores, hicieron con fines estrictamente electoreros - pero todos condenan, en tono de indignación moral, el único intento de diálogo con los pandilleros que no tuvo como fin beneficios electorales o control social de uno u otro partido, sino que trató de generar un proceso sostenible de reducción de la violencia. En el proceso que llamamos "la tregua" por lo menos se establecieron métodos de intervención social que lograron coartar cadenas de venganza e intentaron, con parcial éxito, sustituir los métodos violentos de solución de conflictos entre pandillas y entre pandillas y comunidades por métodos pacíficos, basados en el diálogo y la mediación.

Nadie denuncia los esfuerzos de los gobiernos y partidos de hacer pactos oportunistas con los pandilleros, y que al mismo tiempo todos deslegitiman el único esfuerzo de involucrar a las pandillas y su entorno social en la construcción de soluciones que ataquen la marginación, la situación de los guetos y otros factores estructurales que generan violencia. El esfuerzo de la tregua puede haber cometido errores (la mayor parte debido a la actitud pusilánime del presidente Funes, quien quiso sacar rédito político de la drástica reducción de los homicidios, pero que no estaba dispuesto de cambiar las prioridades de inversión social de su gobierno para hacer este proceso sostenible), pero fue un intento sincero de abrir espacio para soluciones integrales y sostenibles. Los mediadores nunca aceptaron convertir este proceso en un pacto con los pandilleros, mucho menos con tintes partidarios, para ganar elecciones o para usar a las pandillas como instrumento de control social partidario. Es precisamente por esto que monseñor Fabio Colindres y Raúl Mijango fueron sistemáticamente apartados por el gobierno de Funes, cuando se acercaban las elecciones presidenciales de 2014. El gobierno de Sánchez Cerén lamentablemente ha continuado esta política de poner miles de obstáculos a la mediación independiente, pero al mismo tiempo busca retomar el diálogo con las pandillas con interlocutores propios y con fines partidarios.

El presidente recientemente aseguró que facilitar la tregua fue un error del gobierno de Funes, y que este error, al fin, fortaleció a las pandillas. Pero al mismo tiempo, emisarios del partido FMLN y de las instituciones de seguridad del gobierno están activamente tratando de retomar el diálogo con las pandillas. Pero, de nuevo, con fines electoreros, no en función de una estrategia de construir la paz. Con una política irresponsable de promesas, por una parte, y amenazas y chantajes, por otra parte, el gobierno del FMLN trata de construir nuevos arreglos electorales. Una de las amenazas que usan para extorsionar a los extorsionistas es el traslado de sus cabecillas a Zacatraz. El mensaje es claro: Si las pandillas no ayudan al gobierno, bajando en la época reelectoral sus actividades delincuenciales, y si no ayudan al FMLN electoralmente en las comunidades, ejerciendo su control social, habrá traslados masivos a Zacatraz.

Esta es una extorsión. Y la extorsión es una forma específica de la negociación. Sin embargo, tiene un problema serio: puede tener éxito a corto plazo, pero nunca a largo plazo. Conseguir ciertos comportamientos de las pandillas mediante una negociación/extorsión, es verdaderamente amoral y sumamente peligroso, sobre todo cuando se hace con fines partidarios y electoreros. En este contexto es positivo que las pandillas, en una carta que el 17 de enero entregaron al Secretario General de Naciones Unidas, durante su visita a la colonia IVU, rechacen este oportunismo y declaren: "Como gesto de nuestra buena voluntad nos comprometemos que las pandillas se van a abstener de interferir con el libre voto de los ciudadanos, incluyendo en las comunidades donde tenemos presencia, en las elecciones de alcaldes y diputados en marzo de 2015. Nuestros miembros, nuestras familias y nuestras bases sociales van a hacer uso de su derecho de votar, pero no van a usar su influencia en las comunidades para beneficiar ni para afectar negativamente a ningún candidato o partido."

Conclusión: Buscar pactos y arreglos con las pandillas es una aberración. Buscar el diálogo con ellas, es inevitable.

(El Diario de Hoy)

lunes, 19 de enero de 2015

Carta a Edwin Zamora y Nayib Bukele: Mis preguntas

Estimados candidatos a la alcaldía capitalina:
No nos demos paja en dos cosas: Esta carrera es entre ustedes dos, los demás están ahí de adorno, o más bien de distracción. Y la otra verdad que nadie dice pero todos pensamos: Está en juego mucho más que la alcaldía. Quien de ustedes dos gana, es precandidato a la presidencia. Necesitamos saber mucho más sobre ustedes.

Qué bueno que ya hay convocatorias para debates directos entre ustedes dos, en diferentes canales de televisión. Qué bueno que al fin el debate público comenzó. Más y más gente están opinando sobre el futuro de la capital y sobre los candidatos. Falta que se pronuncien muchos más…

Qué bueno que Nayib Bukele me contestó una columna en la cual expuse 8 razones de no votar por él. Aunque no contestó ninguno de los 8 puntos, es bueno que haya respondido. Personajes como Federico Hernández Aguilar y Marvin Galeas, ambos escritores, intervinieron. Teresa Guevara de López y su controversial hija Cristina López, representando dos generaciones de líderes de opinión, intervinieron en sus columnas en El Diario de Hoy. Otros opinarán a favor y en contra de los diferentes candidatos y sus propuestas. Enhorabuena. Ojala que todos los líderes y generadores de opinión (columnistas, académicos, dirigentes empresariales) acepten el reto al debate crítico y franco. Y que hablen claro, sin miedos, sin rodeos.

Los que tomamos posiciones, los que criticamos o apoyamos candidatos y sus propuestas, estamos haciendo un servicio a la cultura política. Ojala que los canales de televisión sepan aprovechar estos impulsos y abonos y organizar verdaderos debates entre candidatos.

Ya que estamos debatiendo, aprovecho para abonar la discusión con algunas interrogantes incómodas para los candidatos a la alcaldía de San Salvador:

  • ¿Cuál es su educación académica? ¿Con qué títulos se graduaron, en qué carreras y en qué universidades?
  • ¿Cuál es su record laboral o empresarial? Ambos se presentan como empresarios. ¿Qué empresas dirigieron, y con qué resultados? ¿Cuál es el origen del capital que invirtieron?
  • ¿Están dispuestos a revelar, antes de las elecciones, su patrimonio personal?
  • ¿Tienen acciones o intereses en empresas que son contratistas del Estado?
  • ¿Cuál es su posición frente al SITRAMSS? ¿En qué condiciones estarían de acuerdo que se implemente el proyecto y que se realice la segunda fase, que conectaría San Salvador con Santa Tecla, Merliot y Antiguo Cuscatlán?
  • En caso que no están de acuerdo con el SITRAMSS, ¿cuáles son las alternativas que proponen?
  • Los dos se presentan como “renovadores” de sus respectivos partidos. Discurso electoral aparte, ¿cuáles han sido sus acciones concretas para democratizar a su partido y para promover el relevo generacional y programático dentro de sus estructuras?
En espera de sus respuestas, por el medio que ustedes escojan, me despido.
Paolo Lüers

Posdata: Aprovecho la publicación de esta carta para pedir a los ciudadanos que cada uno, dependiendo de sus intereses y prioridades, formule de manera pública sus preguntas a los candidatos. Twitter y facebook son excelentes medios para publicar estas preguntas y para dialogar directamente con los candidatos. Así fomentamos un verdadero debate y obligamos a los candidatos.
(MAS / El Diario de Hoy)