miércoles, 15 de agosto de 2012

Lo que no se mide no existe


Lamentablemente en el mundo en que nos encontramos, lo que no se mide no existe. Nosotros no podemos seguir diciendo que hacemos cosas buenas, tenemos que demostrar que hacemos cambios, si podemos sacar alguna buena conclusión de Río +20 es que hay que mejorar los sistemas de mediciones mundiales. No podemos seguir simplificando con la medición del producto interno bruto como la única posible forma para determinar si un país crece o no. No podemos ver el rendimiento de una empresa solo en base a la utilidad que genera y sobre todo no podemos tomar las decisiones de nuestras vidas a ciegas.

En Latinoamérica somos proclives a no medir nuestro trabajo, nos gusta el reino de la informalidad, nos hace flexibles, nos permite tener cintura. Es cierto, pero también nos hace inexactos, nos hace tomar decisiones a ciegas y no permite, sobre todo, medir lo bueno que nosotros hacemos.  Estoy seguro que cualquiera de nosotros ha estado en una reunión de empresa, donde se toman decisiones porque “yo creo que”, esta frase fatal es la que muchos, de nuestros líderes empresariales, sustenta sus decisiones.

Pero sobre todo tenemos que medir lo bueno que hacemos, la responsabilidad empresarial y las buenas prácticas.  Hay muchas empresas e instituciones de gobierno, que están generan cambios significativos en el país. Y por más que nos digan miren todo lo que yo hago, sino dan cifras y medidores de impacto, solo nos queda confiar.

Los más suspicaces de los lectores dirán que igual los números son manipulables, que hay manera de hacer que digan lo que quieran, y efectivamente es posible, pero entre mayor eficiencia tengamos a la hora de medir, con mejores datos y más transparente; el debate podrá centrarse sobre medidas tangibles y no sobre opiniones en algunos casos calificadas y en muchos flojas y sin fundamentos.

La base para tener un gobierno transparente no es crear un periódico gubernamental (o revista digital) para que nos digan que es todo lo que hace el gobierno; es construir un sistema de mediciones universales que permita a todo mundo evaluar sin ninguna duda el rendimiento del país. Existen una infinidad de modelos posibles para hacer esto: instrumentos basados en Metas (Ej: Biodiversity Indicators Parnership), Índices ( ej: EPI, Índice de felicidad, Coeficiente Gini, PIB, etc.), métricas (Ej. Ciclo del carbono), reportes (ej. Global Reporting Iniciative), contables (Ej. Valor sostenible y contabilidad Verde) y de auditoría (ej. Normas ISO y la triple línea base). De este mar de instrumentos mezclados con un instituto confiable de medición; podríamos después de muchos años saber realmente como está nuestro país.

Este tipo de instrumentos también nos puede servir para medir la eficiencia de nuestra empresa o negocio, podemos medir el impacto de la buena gestión que realizamos y comunicarla de una manera efectiva.

Para saber si un territorio está mejor o peor es necesario tomar en cuenta los ámbitos económicos, sociales y ambientales, en concreto medir el desarrollo sustentable. Existe un instrumento valioso llamado el SAMPSE, que desarrolló un colega mexicano, podríamos implementar un modelo como esté para territorios particulares del país; de hecho, ya se ha realizado el primer modelaje en el país. Instrumentos como este nos podrían brindar la hoja de ruta tan necesaria para nuestro país.

Actualmente en El Salvador no tenemos nadie que desarrollo mediciones científicas y que puedan servir para la correcta toma de decisiones; podemos medir nuestro desempeño a través de mediciones que realiza el sistema de Naciones Unidad o las propias que realiza el Ministerio de Medio Ambiente y Recursos Naturales; estas mediciones son superficiales, cuando mucho parciales y no dan toda la información necesaria para poder medir realmente el desempeño del país en asuntos de sustentabilidad.

Si agregamos la medición de los efectos del cambio climático, podremos caminar con luz y plena visión, hacia un país con crecimiento económico responsable, socialmente solidario y ambientalmente sano. Que tú empresa, tú municipalidad, tú país no navegue a ciegas, busca y crea los instrumentos que necesitas y busca la asesoría adecuada para que cumplas tus metas y sepas cuando las has cumplido.