sábado, 16 de abril de 2022

Carta al pastor Toby jr: ¿Qué pasó con tu valor e irreverencia? De Paolo Luers

Publicado en MAS! y EL DIARIO DE HOY, sábado 16 abril 2022

Estimado Toby:

¿Qué se hizo el valiente y rebelde pastor, a quien conocí en 2013 y que estaba dispuesto a usar su presencia mediática para tocar temas controversiales, provocar debate y polemizar? ¿Qué pasó con el comunicador Toby, quien me invitó a su programa de televisión, junto al director de centros penales, para enfrentar nuestras diferencias sobre el tema de violencia, pandillas y resocialización? En esta entrevista te dije que si realmente querías profundizar este debate, tendrías que incluir a los protagonistas, los pandilleros, quienes en ese momento (en el año 2013) estaban buscando caminos para salir de la escalada de violencia, que ellos mismos habían producido. Tuviste el valor de aceptar este reto y armar este debate en el tabernáculo, ante tus feligreses. Invitaste a dos de los principales jefes de las pandillas (el “Sirra” y el “Viejo Lyn”), y en televisión en vivo ellos llamaron a los jóvenes a no seguir el camino de ellos y “no meterse en la violencia”, sino a participar en la búsqueda de la inserción social de sus barrios y la paz social.

 

¿Qué hizo cambiar tanto al hombre que hace 10 años hizo lo correcto: sacudir la hipocresía reinante de mano dura, provocar un debate serio sobre la violencia - y dar espacio a los pandilleros de participar? 

 

Entiendo, aunque quisieras, ya no podrías hacer esto, ya que la Ley Mordaza te amenazaría con 10 a 15 años de prisión. ¿Pero, qué te obliga a tomar hoy posiciones diametralmente opuestas? Hace unos días dijiste que con el estado de excepción y las capturas masivas de jóvenes en los barrios el gobierno “está haciendo el bien”? ¿Cómo puedes expresar tu apoyo a esta nueva versión de la mano dura y al mismo tiempo reconocer que  un 10%  de los ya 12 mil encarcelados son inocentes? 1,200 jóvenes inocentes en la cárcel, y cada día más, ¿y un supuesto líder espiritual no alza su voz para pedir justicia? En vez de denunciar el abuso masivo que cometen la PNC y la Fuerza Armada, por órdenes específicas del presidente, tú “Consejo de Hoy” fue: 1) “¿Qué le puedo recomendar a los jóvenes que han sido arrestados en estas semanas? Mi única recomendación es que escuchen la palabra de Dios”; 2) “A los jóvenes les pido que, por su seguridad, tramiten su solvencia de la policía y su solvencia de antecedentes penales. El que nada debe nada teme.”

 

No sé cuántos de los 12 mil detenidos son feligreses de tu congrecación. No pueden ser pocos. Y su pastor (o sea, el que guarda, guia y protege a sus ovejas), les da estos cínicos consejos. Y lo hace a principo de la Semana Santa, cuando la gente espera recibir consuelo y esperanza. No te reconozco, Toby.

 

No sé qué te guia: ¿Oportunismo? ¿Miedo? ¿La comodidad que da la cercanía al poder? Porque convicciones cristianas no pueden ser. 

 


Lamento que ya no veo al Toby que conocí, y a quien admiré por sus ganas de polemizar y su valor de desafiar los prejuicios compartidos por una mayoría. 

 

Nunca es tarde para regresar a la razón, la decencia y la independencia de criterio.

 

Saludos,






 

 

  

miércoles, 13 de abril de 2022

Carta a quienes deberían detener los abusos masivos de poder. De Paolo Luers


Publicado en MAS! y EL DIARIO DE HOY, jueves 14 abril 2022

Sólo sabemos ke se los llevaron para izalco, por favor, se lo suplico ayudenme.”

 

Alguien, alguna institución de justicia, algún poder político, debería detener la locura de las redadas indiscriminadas, las detenciones arbitrarias, los abusos policiales y militares. ¿Pero, quién? No queda institución en nuestro Estado que puede velar por los derechos de las docenas de jóvenes detenidos sin otra causa que las cuotas de capturas que el presidente ha impuesto a la PNC y la Fuerza Armada. La fiscalía debería ser un filtro para no dejar pasar detenciones arbitrarias, pero es cómplice obediente del presidente en su guerra declarada. La Corte Suprema, igual. Los jueces, bajo amenaza de depuración, firman cualquier orden de detención ‘preventiva’. La Procuraduría General, aunque quisiera, no tiene capacidad de asumir la defensa de 800 detenidos diarios. La Procuraduría de DDHH, plegada al gobierno...

 

Así que la denuncia pública en las redes y los centros de asistencia legal de organizaciones como Cristosal y Fespad son los únicos instrumentos que quedan a las familias de los detenidos.  Diariamente leemos a ciudadanos pidiendo ayuda incluso al mismo presidente, quien es el culpable del abuso masivo de autoridad.

 

Aprovecho esta carta para dar a conocer un caso, en el cual la familia me pidió ayuda. Lo publico, porque es sintomático para una infinidad de otros casos. El ciudadano, que pidió reserva de su identidad, me escribió el siguiente mensaje, que reproduzco literalmente:

 

Don Paolo necesito su ayuda, mi hermano estaba sentado afuera platicando con un amigo, paso la pnc de nueva concepción. los registraron consultaron al sistema y como no deben nada los dejaron ir. a los tres minutos pasaron los soldados y los volvieron a arrestrar. vieron a mi otro hermano adentro, lo llamaron y lo registraron y nada, y después dijeron ke se los van a llevar por agrupasiones ilícitas. ellos no tienen vicios ni nada. nunca an estado presos, no tienen tatuajes. ellos el único vicio es jugar fútbol. los soldados como son de otra parte no conocen a la gente. para ellos todos son de delincuentes. mi papá tiene 74 años, no come no duerme de tristeza se esta muriendo. no tienen vínculos con maras. se lo suplico investigue por favor. no es justo ke paguen justos por pecadores. no sabemos nada de ellos desde el 30. sólo sabemos ke se los llevaron para izalco, por favor, se lo suplico ayudenme. No publique mi nombre, por ke podemos podemos tener represalias del gobierno.” 

 

Así me escribió el ciudadano, pidiéndome ayuda. Por la forma de escribir, es un hombre humilde, como todos los familiares que han denunciado capturas arbitrarias. Lo que tiene el presidente es una guerra contra los pobres, en particular contra los jóvenes en las comunidades pobres. Y yo, ¿cómo le puedo ayudar? Lo único que puedo hacer es hacer público el caso. No es el primero y no será el último, pero no podemos cansarnos de hablar de los abusos.

 

Bueno, hay otra cosa que podemos -y debemos- hacer, una ruta que ya sabemos que es la única que podrá parar estos abusos de un presidente enloquecido por el poder total. ¿Cuál es la ruta? Ya lo sabemos todos. 

 

Como no hay instituciones que cumplen con su deber de proteger las garantías constitucionales y los derechos humanos, la defensa la tenemos que asumir los ciudadanos.

 

Saludos, 







lunes, 11 de abril de 2022

Carta a los periodistas: No a la autocensura. De Paolo Luers

Publicado en MAS! y EL DIARIO DE HOY, martes 12 abril 2022

Estimados colegas:

Como periodistas, no podemos dejar de investigar e informar. 

Como intelectuales, no podemos dejar de analizar la realidad. 

Como columnistas, no podemos dejar de interpretar, contextualizar, polemizar. Nuestra razón de ser es generar opinión pública y debate.

 

Estos son imperativos categóricos y no negociables. Y aplican aun más, cuando se trata de temas tan esenciales para el país como la violencia, las pandillas como fenómenos social y criminal, las políticas de seguridad...

 

Entonces, ¿qué hacemos, cuando el Estado nos limita el derecho de informar y opinar sobre temas que no le conviene que se conozcan y discutan? ¿Cómo seguimos ejerciendo nuestro oficio con la Ley Mordaza recién aprobada?

 

Lo que esta nueva legislación prohíbe con claridad, son sólo dos cosas: Replicar y difundir los símbolos de las pandillas y publicar entrevistas o declaraciones de pandilleros. Por la primera prohibición, nuevamente habrá grafiteros a la cárcel. La segunda sí constituye un problema serio para nosotros, los periodistas. Si mañana un vocero de una pandilla busca a un periodista para revelar públicamente cuáles han sido los contenidos y modalidades de sus negociaciones secretas con el gobierno Bukele; cuales han sido los compromisos adquiridos por el gobierno; quiénes han sido los negociadores; y porqué se han roto los pactos alcanzados, provocando la reciente ola de violencia - entonces, ¿qué tiene que hacer este periodista? ¿Callarse, porque el gobierno se protege con una ley para evitar estas revelaciones - o informar al público? En el primer caso, violamos la ética profesional, en el segundo, la ley. Un dilema serio... 

 

No es nada improbable que las pandillas quieran romper el silencio, ahora que obviamente el pacto está roto. Si este silencio decretado sobre los pecados del mismo gobierno ya es grave, más peligroso aun son las zonas grises de la Ley Mordaza, que dejan a la interpretación de las autoridades lo que es delito y lo que es permitido y obligan a cada uno de nosotros a definir los límites de la libertad. Ya ahí está la trampa: la redacción confusa induce a la autocensura, al silencio preventivo. El peligro es que comencemos a censurarnos más allá de lo que realmente nos prohíben. 

 

Ejemplos de la zona gris en la Ley de Mordaza: “Cualquier tipo de manifestación escrita que haga alusión a la diferentes asociaciones o asociaciones terroristas de maras o pandillas, y las que tengan como finalidad a aludir al control territorial de dichos grupos o a transmitir amenazas a la población en general será sancionado con pena de prisión de 10 a 15 años.”

 

¿Y esto cómo se come? Si es delito “aludir al control territorial” de las maras, ¿qué significa? ¿Ya no se podrá hablar del control territorial que de hecho ejercen las pandillas? ¿Nos prohíben hablar de algo que obviamente existe, así como Putin prohíbe llamar guerra su invasión en Ucrania?

 

Y si las pandillas amenazan a la población, ¿no podremos informar sobre este hecho tan obviamente de interés público?

 

La ley incluye un término de hule: “mensajes que pudieran generar zozobra y pánico en la población.” Algunos de nosotros comienzan a interpretar que para protegerse ya no hay que publicar nada sobre el tema de las pandillas, de sus extorsiones y homicidios, porque podría crear zozobra y por tanto constituir un delito.

 

Esto es falso. La mencionada frase de la zozobra en esta ley está claramente vinculada a declaraciones de las pandillas que causen este efecto, no a noticias o columnas periodísticas que describen la realidad. Por supuesto vamos a seguir difundiendo hechos, comentarios y análisis sobre una realidad que, por su característica cruel, puede -y debe- generar preocupaciones en la ciudadanía. 

 

Si nos ponen límites a la libertad de prensa, no los vamos a interpretar de manera aun más restrictiva que la misma ley. Hay que hacer lo contrario: Siempre ir hasta el límite, siempre ocupar, defender y tratar de expandir el espacio de libertad que aún nos queda.

 

Es falsa la interpretación de la ley que dice que ya no se puede informar y opinar sobre la violencia, sobre sus causas, sobre las pandillas, sobre los errores de una política de guerra contra las pandillas. Es falso que ya no se puede investigar si funcionarios del gobierno cometieron delitos con sus pactos secretos con las pandillas, y si ahora cometen delitos en su guerra y sus detenciones masivas en los barrios. 

 

Ningún gobierno decreta una Ley Mordaza a los periodistas, los medios, las organizaciones de derechos humanos, si no tiene algo que esconder. Por tanto, hay mucho que investigar, de informar y de opinar sobre el tema de seguridad y violencia que el gobierno quiere cubrir en un manto de silencio y miedo. Hagámoslo con prudencia, pero no nos auto-limitemos más allá de lo que claramente define la ley.

 

Prudencia no es cobardía. Quien dice “No a la censura”, tiene que agregar “auto-censura, jamás.” 

 

Saludos, 










viernes, 8 de abril de 2022

Carta al buró de censura: ¿Así está bien? De Paolo Luers



Publicado en MAS! y EL DIARIO DE HOY, sábado 9 abril 2022

Estimados señores anónimos: 

Reciban un saludo fraterno y mis felicidades por la decisión del presidente de encargarles tan delicada e importante misión. No cualquiera sirve para la tarea de censurar las opiniones de sus conciudadanos.

 

Les mando un texto que voy a publicar, pero por la reciente reforma, que dio origen a su buró y que algunos irrespetuosos incorregibles llaman “Ley Mordaza”, no estoy seguro en qué términos la tengo que redactar para no tener consecuencias penales. Así que, les pido que me lo revisen, como ustedes son los únicos que se supone que entienden las implicaciones de esta reforma al Código Penal. Consulté a algunos diputados y nadie me supo explicar esta ley, aunque estuvieron presentes en la plenaria legislativa que la aprobó. Claro, sin debate es difícil que lo entiendan. Aquí la nota que preparé:

 

“El presidente de la República declaró la guerra. Muchos han opinado, unos en pro y otros en contra, pero nadie sabe qué piensan -y qué piensan hacer- los directamente afectados, la otra parte beligerante, los innombrables...

 

Para bailar tango y para hacer la guerra se necesitan dos. Nadie puede hacer una guerra solito. En el caso de la guerra de Rusia contra Ucrania, conocemos las versiones las dos partes. Cada uno puede decidir si da credibilidad a Putin o a Zelenskij. Pero para hacerlo, uno tiene que tener acceso a los datos, las opiniones y las propuestas de solución de ambos bandos. 

 

Estaba pensando cómo aplicar esta regla en la situación nuestra, tomando en cuenta las nuevas leyes, y pensando cómo escribir sobre la guerra de Bukele, cuando sonó el teléfono. “¿Hablo con Paolo?” - “Sí, ¿quién es?” - “Soy XYZ (no voy a decir el nombre, porque entiendo que ya no se puede).” Era un tipo que conocí hace unos 10 años, cuando hice entrevistas en el penal de Ciudad Barrios. Uno de los meros meros de aquello que para identificarse usan un número primo, el segundo de dos cifras.

 

“Te advierto que no debería ni siquiera hablar con vos”, le dije, “suficiente me han jodido con lo de la tregua y mi participación como mediador, y ahora hay una nueva ley...” 

 

Disculpen, señores censores, ‘la tregua’ es mala palabra, hoy se llama ‘mal intencionado pacto de los mismos de siempre’, que no hay que confundirlo con el pacto de los mismos de hoy...

 

Entonces, el tipo me dijo: “Este es tú problema, papito, yo tengo otros más serios.” - “---------“ - “Hemos hablado con los primitos... 

 

(se refiere a los miembros de las dos asociaciones comunales que usan para identificarse un número diferente, que tampoco quiero mencionar...)

 

“...y nos pusimos de acuerdo sobre nuestra posición ante la guerra que ha declarado el presidente. Te la voy a pasar... - “Esperáte, papito, me lo puedes decir, pero yo no lo puedo publicar. Tres años de bote, ¿me entendés?” - “Como sea, te lo voy a transmitir de todas  maneras, a ver si sos hombre o no.” - “--------“ - “Nuestra posición es que nosotros no hemos declarado y no vamos a hacer la guerra a nadie. Si nos quieren hacer la guerra, nos hacemos al lado.” 

 

En este punto yo colgué el teléfono. El innombrable quería decir más cosas, pero yo preferí no escucharlas. Que no corresponde a la ética profesional como periodista, es mi problema. O me trago el zapo y me callo, o voy a la cárcel. Es mi problema, porque no hice lo suficiente para que no llegáramos a una situación donde el presidente declara la guerra y aplica censura.

 

Nada más, estimados lectores. Ustedes se formarán su propia opinión.

 

Esta es la columna de opinión que quisiera publicar, si ustedes me lo permiten. He tratado de cumplir con la ley, en lo que se refiere a no difundir los nombres, símbolos y expresiones anticonstitucionales de organizaciones consideradas terroristas. Pero sepan que yo a veces uso el truco literario de la ficción para explicar algo a mis lectores. Como por ejemplo, cuando en mis cartas inventé ‘párrafos perdidos’ en los discursos de varios de los presidentes de turno. Cada uno entenderá lo que quiere entender... Así que tal vez esta conversación telefónica nunca existió, o sí existió - ¿quién sabe?

 

Respecto al último párrafo, lo escribí sin ninguna autocensura. Porque hasta que yo sepa, las opiniones políticas todavía son libres. Y no aceptaremos censura.

Atentamente, 







jueves, 7 de abril de 2022

Carta a Nayib Bukele: Quien declara la guerra tiene que tomar en cuenta las consecuencias. De Paolo Luers


Publicado en MAS! y EL DIARIO DE HOY, viernes 7 abril 2022

Presidente:

Usted declaró la guerra a las pandillas. Oficialmente, en una acto oficial y televisado de juramentación de soldados. No les amenazó, como debiera ser, con la aplicación firme de la ley. Tampoco se limitó a decir que va a combatir el crimen organizado. No, les declaró la guerra. Y desde entonces, usa 10 veces al día y otros 10 veces cada noche el hashtag #GuerraContraPandillas. Es más, en su discurso amenazó públicamente a someter a los pandilleros presos a tortura, mediante la privación de alimentos. “Cero comida”.

 

Usted posiblemente no sabe -porque estas cosas le valen un comino- que quien en una guerra somete a los prisioneros de guerra a tortura y tratos crueles o los manda a matar, comete crímenes de guerra, según el derecho internacional contemplado en convenios firmados por nuestro país. Usted terminará siendo un criminal de guerra, si realmente cumple sus amenazas. Pero una declaración de guerra tendrá otra consecuencia aún más grave.

 

Hay un dicho pulular que dice: "Quien guerra quiere, guerra tendrá." Una vez declarada la guerra por parte de usted; una vez repetida esta declaración sistemáticamente en discursos y tuits del presidente; y una vez y repetida a la saciedad por el coro de aplauso oficial de sus ministros y de la orchesta cacofónica de sus seguidores y troles, todo depende si usted realmente cumplirá sus amenazas - o si esto resultará otra vez un bluff, una de sus anuncios propagandísticos grandilocuentes. 

 


Si la amenaza no es en vano y sólo un bluff, sino algo que usted es suficientemente demente para ponerlo en práctica, ¿qué piensa qué será la reacción de los 22 mil pandilleros en las cárceles y de los -según usted- 64 mil pandilleros que andan libres (70,000 - 6,000 menos detenidos)?  

 

¿Usted cree que los 22 mil pandilleros estarán tranquilitos en sus celdas, una vez que les quitan la comida - toda la comida, como usted dijo? ¿Usted cree que el sistema penitenciario está preparado para un motín masivo de 22 mil reos, que ya no tienen nada que perder?

 

Entonces, a lo mejor estas amenazas son simplemente otro engreimiento suyo. Ojalá. Pero, entonces, ¿qué significaría esto? Sería la prueba que usted está jugando con todo el país y su anhelo de tener seguridad y paz. Sería la prubea que usted habla de guerra, pero usa sus conductos clandestinos para decir a las ranflas que comandan a las pandillas que “no se preocupen, yo tengo que decir esto, pero nada de esto va a pasar, mucho menos a ustedes...”

 

Bueno, sus conductos ya no son tan secretos. Está suficientemente investigado (por los medios y por el FBI) que se trata de su carcelero en jefe, Osiris Luna, y de Carlos “El Slipt” Marroquín, a quien tiene en Gobernación jefeando la “dirección de reconstrucción de tejido social”, sepa diós que es y qué otra cosa hace...

 

En este dilema -de guerra declarada y sus consecuencias posilemente fatales para su gobierno- no me extraña que necesitan una Ley Mordaza, para callar las voces que podrían denunciar y documentar su peligroso juego con la guerra. Pero, esto tampoco les va a funcionar. La verdad siempre se sabe, tarde o temprano. Algún pandillero hablarå, y algún periodista y algún medio dendrá el valor de reportarlo.

 

¿Usted cree que de este dilema saldrán haciendo reuniones de su gabinete de guerra a las 2 o 3 de la madrugada y publicitarlas, para que todo el mundo vea que usted y sus lugartenientes están día y noche combatiendo el mal? Ni Volodímir Zelenski, el presidene de Ucrania, hace esto. Bueno, no tiene necesidad de hacerlo, porque nadie tiene duda que su país está en guerra y que el presidente está a la cabeza de su defensa.

 

Usted está en el mal negocio de hacerse demasiados enemigos al mismo tiempo - y esto nunca termina bien. A corto plazo, usted puede cosechar aplausos. Pero como dicen, “se puede engañar a algunos todo el tiempo, o a todos durante cierto tiempo, pero no se puede engañar a todos todo el tiempo.”

 

Usted no lo cree, pero ya verá. Atentamente, 




 

miércoles, 6 de abril de 2022

“Mientras tengamos miedo, todos los salvadoreños van a tener miedo”: Javier Simán a los empresarios



Publicado en Siguiente Página, jueves 7 abril 2022

 

Antes de despedirme quisiera dejarles una reflexión. 


Es legitimo que ustedes defiendan los intereses económicos de sus respectivos sectores. Ese es el rol de las gremiales empresariales. Pero esos intereses sectoriales no pueden estar por encima de los intereses de toda una nación. Primero debemos defender los principios y libertades que nos permiten desarrollar nuestra creatividad y laboriosidad, que nos permiten emprender y hacer negocios en un clima de confianza, seguridad y justicia, y que nos permiten alcanzar la prosperidad que todos anhelamos. 


Ese es el rol de ANEP. Defender y promover los principios democráticos que nos permiten la libertad de emprender, la libertad de asociarnos y la libertad de expresarnos. No pongan en duda el rol que nos corresponde como empresarios bajo la sombrilla de ANEP. 


Si bien nosotros no promovemos política partidaria, si promovemos políticas publicas. Eso implica sentarse con los actores políticos de turno sin acostarse con ellos. Eso implica proponer soluciones de buena fe, aplaudir con honestidad lo bueno que hacen y señalar con determinación lo malo. 

Eso implica señalar la corrupción, los abusos de poder, el despilfarro de nuestros impuestos. Ser critico no nos hace adversarios políticos de nadie. No nos hace enemigos de nadie. Nos hace ciudadanos responsables. 


Por supuesto que los malos políticos, en vez de hacer buenas obras, se enfocan en buscar enemigos a quienes culpar. Es triste y decepcionante ver un gobierno confrontando con el sector privado para subir su popularidad, en vez de trabajar de la mano para lograr la prosperidad de todos. 


Pero ante esa realidad, a ustedes como lideres empresariales les toca poner la cara y el pecho por todos los que nos ganamos el sustento por nuestro propio esfuerzo. Eso incluye emprendedores, trabajadores y empresarios. Hablamos por todos ellos. Y para hablar por todos ellos debemos ser valientes y coherentes. 


Algunos dicen que es fácil ser valiente desde lejos.

Yo les digo, que es difícil estar de lejos por ser valiente. 


Mientras tengamos miedo, todos los salvadoreños van a tener miedo. Mientras protegemos nuestros intereses otros sufren. Nuestro silencio nos vuelve cómplices de un régimen autoritario que todos sabemos perfectamente bien nos lleva por un rumbo equivocado, y que tarde o temprano tendrá un 

impacto desastroso en la economía y en nuestros negocios. Un régimen que en vez de promover la paz y la armonía social, siembra odio y división entre nosotros. 


El crecimiento y la prosperidad solo se logran cuando uno de ustedes decide arriesgar todo y emprender un nuevo negocio. Sin ustedes que arriesgan todo no hay empleos. Sin empleos no hay prosperidad. Asi de simple. 


Eso es suficiente razón para exigir a los gobernantes al menos respetar la Constitución que juraron defender y hacer uso responsable de los fondos públicos. 


Repetidas veces hemos señalado que ustedes generan los empleos que los políticos populistas ofrecen. Ustedes generan el crecimiento económico que los gobiernos presumen. Ustedes generan las exportaciones que nos permiten crecer. Ustedes permiten a cientos de miles de trabajadores mejorar su calidad de vida a través de un trabajo digno y honrado. Sientanse Orgullosos. 


No tengo duda que Dios nos dará las fuerzas y la sabiduría para seguir trabajando por construir un mejor país para todos. 


Debo reconocer que el reto mas grande en nuestra gestión ha sido mantenernos unidos ante los ataques de un régimen autoritario que pretende dividirnos. No dejen que el miedo los divida ni los desanime de hacer lo correcto. 


Así que a mis compañeros del Comité Ejecutivo les doy muchas gracias por su confianza y su apoyo. No importa si en algunos temas hemos tenido diferencias de opinión. Lo importante es que supimos caminar juntos. Para mi ha sido un honor y un privilegio presidir ANEP y representar al sector privado salvadoreño. 

 

(Parte final de las palabras de despidida 

de Javier Simán como presidente de ANEP)