"En esta situación, es entendible que Nuevas Ideas tiene miedo de las elecciones municipales que tocaría realizar el 28 de febrero del 2027. A estas elecciones, que coinciden con la elección de una nueva Asamblea Legislativa, el partido NI tiene que ir sólo, no estaría en la papeleta la figura del líder máximo, Nayib Bukele. Saben que les va a ir mal."
Publicado en El DIARIO DE HOY, miércoles 16 julio 2025
No se necesita encuestas para darse cuenta que el trabajo de los alcaldes ha fracasado y está mal visto por la población. En un país, en el cual la mayoría tiene miedo de expresar crítica al presidente, todos hablan peste de sus alcaldes. Nadie les tiene miedo a los alcaldes, porque todos perciben que también el presidente los trata con las patas, con desprecio, incluyendo a los de su propio partido y los gobiernos locales de sus partidos aliados. Por esto, hasta los bolos del cantón se sienten en libertad de criticar y hasta mentarles la madre a los alcaldes.
Las encuestas confirman la pésima imagen de los gobiernos municipales. La imagen está por los suelos, muy por debajo del prestigio de los alcaldes de antes de la reforma municipal, con la cual Nuevas Ideas borró del mapa a las 262 ciudades y pueblos, con los cuales los salvadoreños se sintieron identificados. Identificados por la historia, los costumbres, la identidad local. Los 44 alcaldías que quedaron son entidades artificiales. ¿Quién va a sentir patriotismo local con una entidad que se llama Cuscatlán Norte, cuando su corazón está ligado a pueblos como Suchitoto o San Pedro Perulapán? ¿Quién va a sentir orgullo de ser de La Paz Centro, cuando es y sigue siendo Nonualco?
Además cada vecino observa que en su gobierno local no se gobierna, mucho menos los directores de distrito que están a cargo de su pueblo. El gobierno central ha despojado a las alcaldías de todo: de su autonomía, de fondos, de facultades de planificación y de ejecución de obras. Las ha reducido a cascarones con algunas funciones supeditadas a los ministerios, a trámites en asuntos que se deciden en la capital.
El descontento de la gente con los gobiernos locales se debe a esto. Sienten el vacío de poder local, sustituido por una burocracia gubernamental que tiene cero conexión con las comunidades. Esta rota la relación de los ciudadanos con las instancias de toma de decisiones que afectan a las comunidades. Los alcaldes, los concejales, los directores distritales son vistos como payasos.
El hecho que Nuevas Ideas y sus partidos aliados han escogido a personas incapaces y corruptas en la gran mayoría de las 44 alcaldías, obviamente hace más profundo el desprecio a los gobiernos municipales. Los escándalos de corrupción alrededor de la ex alcaldesa de Soyapango y el alcalde de San Salvador Este, que incluye Soyapango, Ilopango, Tonacatepeque y San Martín, sólo son los más publicitados. Ambos son de Nuevas Ideas, el partido oficial de Nayib Bukele.
El alcalde que pusieron en La Paz Centro, Armando Jirón, fue de GANA, partido con cuya bandera fue electo Bukele en el 2019. Girón enfrenta, junto con su jefe de catastro, un juicio por actos arbitrarios. Detrás de esta figura jurídica se esconde la orden que este alcalde dio de destruir y quemar, sin orden judicial, las instalaciones y mercancías de todas las vendedoras de la Costa del Sol. Cometió este delito por instrucciones del gobierno central, específicamente del Instituto de Turismo ISTU. Estas mujeres hasta la fecha no han recibido ni compensaciones por la destrucción de sus instalaciones ni nuevos puntos de venta para seguir subsistiendo. El alcalde ha sido removido, pero lo destituyeron con una persona igual de impopular y dócil al gobierno central.
Los directores de los distritos de Santiago Nonualco y San Pedro Nonualco renunciaron a sus cargos en protesta por la corrupción en el gobierno municipal, que con sede en San Luis La Herradura administra a 12 pueblos, todos con larga tradición cultural. Los directores protestaron contra la falta de recursos y autonomía para los pueblos que ahora llaman distritos y contra la influencia del partido oficial Nuevas Ideas, a pesar de que perdió las elecciones locales.
En esta situación, es entendible que Nuevas Ideas tiene miedo de las elecciones municipales que tocaría realizar el 28 de febrero del 2027. A estas elecciones, que coinciden con la elección de una nueva Asamblea Legislativa, el partido NI tiene que ir sólo, no estaría en la papeleta la figura del líder máximo, Nayib Bukele. Saben que les va a ir mal en ambas elecciones, porque tanto sus alcaldes como sus legisladores son mal vistos. Podrían recuperar espacio los partidos opositores o candidatos independientes, sobre todo en los municipios.
Es por esto que en el partido cian hay discusiones sobre una posible suspensión de las elecciones del 2027, en el marco de una reforma constitucional que prolongaría los mandatos de alcaldes, concejales y diputados, con el fin de tener, comenzando con el 2027, una sola fecha electoral, en la cual la elección presidencial estaría en el centro de atención. El candidato a la presidencia, sobre todo cuando será Nayib Bukele por tercera vez, jalaría el voto de las elecciones legislativas y municipales al partido oficial. Así -tal vez- sobrevivirían los alcaldes y diputados a pesar de su desgaste por corruptos e incapaces.
Los regímenes populistas y autoritarios, que funcionan alrededor de la popularidad del líder máximo no quieren elecciones de medio tiempo. Quieren elecciones presidenciales en las cuales “winner takes all” (el ganador se queda con todo), alcaldes y diputados incluidos. No quieren que figuras periféricas e incompetentes manchen el record electoral del partido oficial. Donald Trump tiene este problema con las elecciones midterm (de medio tiempo) en el año 2026, en los cuales corre el riesgo de perder el control de ambas cámaras del Congreso – o sea del poder absoluto que se ha arrogado.
Trump no tiene el poder de deshacerse de estas elecciones, Bukele sí.