En la voz del autor:
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Todo esto cambió, cuando Trump regresó al gobierno. Ya nadie exige a Bukele a que extradite a los dirigentes de la MS que están cumpliendo sus penas en Zacatraz. Por lo contrario: la nueva cúpula que Trump instaló en el Departamento de Justicia comienza a desmantelar el juicio contra la MS en Nueva York, antes de que cause daño a Bukele. A uno de los cinco acusados en poder de las autoridades estadounidenses, el Greñas (César Humberto López Larios), en una acción nocturna secreta, lo montaron en el mismo avión con los supuestos criminales venezolanos. Junto con ellos, terminó en el CECOT.
Cuando esto se hizo público, porque alguien reconoció al Greñas en el video que mostró el recibimiento de los deportados en el CECOT, cuando le pelaron el cabello, se filtró la noticia que el Departamento de Justicia había revocado la acusación contra él. Parece que sobre esto existe un pleito con el juez de Nueva York, Steven Tiscione, quién días después, el 1 de abril, confirmó que la acusación contra Greñas seguía vigente, una acusación que busca la pena de muerte.
Pocos días después, se retiraron los cargos contra Henry Josué Villatoro Santos, quien a finales de marzo fue detenido y acusado de ser el responsable de la MS en toda la costa este de Estados Unidos. La secretaria de Justicia, Pan Bondi; el director del FBI Cash Patel; el gobernador de Virginia, Glenn Youngkin, y otros líderes de las fuerzas del orden realizaron una conferencia de prensa para anunciar y celebrar su arresto. Pero dos semanas después, el Departamento de Justicia de Estados Unidos decidió retirar el caso penal contra el detenido, diciendo que se planea deportarlo a El Salvador en lugar de procesarlo en Estados Unidos.
Este insólito hecho cae precisamente en la coyuntura en la cual en Estados Unidos estalló una gran controversia legal y política sobre la deportación ilegal de venezolanos y salvadoreños a El Salvador y su encarcelamiento en el CECOT. Obviamente para los planes anti inmigrantes de Trump el deal negociado con Bukele de usar el CECOT para deshacerse de migrantes, con el pretexto de tildarlos de criminales, tiene mucho más importancia que el juicio de Nueva York contra los líderes de la MS. Sobre todo, cuando este juicio puede comprometer a Bukele, justo cuando éste se ha convertido en aliado útil para Trump.
Hay que entender una cosa: La política de Trump contra los migrantes nada tiene que ver con justicia, sino con la necesidad de mostrar mano dura. Cuando la justicia se convierte en obstáculo, se le corta las alas, haciendo uso del control partidario que esta Casa Blanca ejerce sobre el Departamento de Justicia que dirige a los fiscales federales.
Habrá que ver si los jueces involucrados en este asunto -tanto el que preside el juicio contra la MS, como los que tratan de detener las deportaciones bajo la obscura Ley de Enemigos Extranjeros, dictada en el Siglo 18 para situaciones de guerra- se mantienen firmes y si para esto gocen de apoyo de la Corte Suprema. De esto depende tanto el Estado de Derecho en los Estados Unidos como la suerte de miles de migrantes bajo el riesgo de terminar, inocentes o no, en el CECOT, que en la prensa internacional ya es tildado “el gulag salvadoreño’, en asociación a los campos de concentración de Stalin - o, de manera más tropical, “el infierno en El Salvador”.
De la batalla legal y política que ha desatado Trump con los vuelos al CECOT y su intento de doblegar la justicia, también depende la suerte de Bukele: O gozará de impunidad bajo un Trump que nadie puede detener ni juzgar - o caerá con él.
Es en este contexto que hay situar la visita de Bukele a la Casa Blanca.
Saludos,
* * *
Para Raúl Mijango.
Como todo prisionero político, para sobrevivir
pasó escribiendo, siempre y cuando no le nieguen
papel y lápiz.
Si existiera su libro, quizás no hubiera escrito
esta segunda parte del mío.
Raúl murió el 28 de agosto 2023,
luego de que durante años de encarcelamiento
le negaron la debida atención médica.
11 de marzo del 2016. Recibo una llamada del Chele Martínez del Faro: “En una hora subiremos el video de la reunión del 2014 de Ruano y Neto Muyshondt con las pandillas. Todos sabíamos que existía, y al fin lo conseguimos.” Esto va a ser un bombazo. El Frente y su gobierno van a celebrar. Ellos mostraron más capacidad para comprar el apoyo de las pandillas, e irónicamente los perdedores van a pagar la cuenta.
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Toma del video que los pandilleros tomaron de su reunión con Ruano y Muyshondt |
“¿Y el video de la reunión con nuestro distinguido ministro de Seguridad, el comandante Benito Lara?”, pregunto.
“Me dicen que no existe, que es invento tuyo.”
“¡Invento, my ass! Están jugando chuco, y yo sé quién es. El video te lo pasó Piwa, ¿verdad?”
“Vos sabés que no te puedo decir quién nos lo dio. Me extraña, colega, las fuentes...”
Hablo a Raúl. Ya le avisaron también. Me dice: “Siempre el Faro con sus mierdas.”
“Calmate”, le digo, “no es culpa de ellos, es su oficio publicar este tipo de cosas. Cualquier medio lo haría. El que la cagó es Piwa. Siempre les dijimos: Si quieren soltar este vergazo, que filtren ambos videos, el del Frente y el de Arena. Así sería un golpe contra la perversión de las elecciones.”
“A veces tenés razón. A ver si puedo armar una reunión con ellos...”
La reunión tiene lugar unos días después, cuando el polvo más o menos se ha asentado. Pero cada terremoto tiene su aftershock: La opinión pública se vuelve contra Arena, contra la tregua y contra nosotros. Cómo si las negociaciones con los partidos hubieran sido una consecuencia de la tregua —y no su traición. Igual que la racha de violencia: La pintan como resultado de la tregua y no como fruto de la estupidez del gobierno de Sánchez Cerén. No tengo idea si el viejo comandante realmente ha tomado decisiones, lo dudo. Son la gente de su confianza: Manuel Melgar, Eduardo Linares, Mauricio Landaverde —y Benito Lara, quien se ha unido a este grupo de la FPL, que domina la política de seguridad. Ya no sé cómo contrarrestar esta contraofensiva política y mediática.
Entro a la reunión en el local de la colonia San Benito, con un poco de atraso, cuando la cosa ya se ha calentado. Desde la entrada escucho las voces agitadas de Raúl y de Piwa. Me siento en una silla desocupada entre Cejas y El Diplomático. “Te la reservamos, Chele”, me susurra el último. ¿Y esto, por qué?, me pregunto. ¿Me quieren proporcionar escolta – o quieren mostrar del lado de quién están. En frente tengo a Piwa. Ya sé que esta discusión será fea.
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El Piwa |
Raúl me da la palabra. Suave, me digo, y comienzo así: “Bueno, Piwa, ¿cuándo vas a soltar las grabaciones con Benito Lara, quien hoy es ministro de Seguridad y el comandante en jefe de esta guerra que desataron contra ustedes, y con el ministro Arístides Valencia, a quién nombraron ministro de Gobernación? Y como me contó un pajarito, también con José Luis Merino, quien no es nada, pero ejerce el poder real? ¿Cuándo, Piwa?”
“¿Y para qué? ¿Qué te importa?”
“Para emparejar la cancha. Para denunciar que ambos la cagaron. Para que no se repita esta mierda. Por eso es necesario que se publiquen todos los videos. El Faro está listo para difundirlos.”
No llegamos a nada. Piwa se niega. Yo digo que así no puedo seguir trabajando con ellos. Acuso al Piwa de ser infiltrado del Frente. Se levanta y se va. Cuando los demás se han ido, el único que queda es Cejas. Me dice: “No armés este pleito con este hijueputa. El video te lo voy a dar yo. Tengo copia de la reunión con Benito Lara y Arístides. Del mentado Merino no sé nada. No lo ubico. Te la hago llegar en unos 3 o 4 días. Esté pendiente. Luego vos hacés con esta mierda lo que querrás —y se acabó la rabia.”
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Chepe Cejas, vocero de los Sureños, asesinado en marzo 2016 |
Tres días después me entero que a Chepe, El Cejas de Soyapango, lo han matado a tiros a media cuadra de la exembajada gringa. Nunca nadie me entregó el video. Bueno, aquí termina mi rol de mediador. Así no puedo seguir, lo siento.
Capítulo 22: Capturan a Raúl y Camilo
Llego a la casa como a las 9 de la mañana. Este martes 3 de mayo 2016 estuve con Raúl en el programa de Pencho&Aída. Nos preguntaron por los ‘municipios santuarios’ y explicamos que este es un nombre que maliciosamente han dado en los medios a los “municipios sin violencia”, los cuales anunciaron los doce alcaldes. ‘Santuario’ suena a refugio, a inmunidad. Pencho nos preguntó si en todo este asunto tan controversial de la tregua no tenemos miedo. Raúl como siempre cuando alguien pregunta esto, se rio y dijo: “Nosotros venimos de donde asustan. Uno siempre tiene miedo, pero esto no es razón para no hacer lo necesario.”
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En Pencho y Aida. Foto: cortesía de El Diario de Hoy |
Pregunté a Pencho: “¿Miedo de quién? ¿De los mareros? ¿Del gobierno? De la policía? ¿O de la fiscalía?”
“De todos ellos. ¿Acaso no es peligroso lo que están haciendo? ¿Por ejemplo, no corren peligro que el fiscal, que siempre dice que la tregua era ilegal, proceda contra ustedes?” Raúl y yo intercambiamos miradas. Con una su mueca me indica que conteste yo. “No creo que se atreva,” contesto. A veces hay que hacerse el valiente, por lo menos hablando en radio y en vivo... Douglas Meléndez, quien asumió como Fiscal General a principio del año, luego de que la oposición logró hacer fracasar el intento de reelección de Luis Martínez, ha asumido el mismo discurso agresivo y amenazante contra todo lo relacionado con la tregua. Pero así ha hablado Luis Martínez durante los tres años que duró, y al final nunca procedió. Y a este Douglas lo veo más débil y menos listo que el gran macho Luis Martínez. No se va a atrever a hacerle un juicio contra la tregua, o sea a una política pública de un gobierno.
Nos despedimos en el parqueo de la Torre Futura. “Voy a ir a atender la tienda, porque la Negra tiene que salir. Nos vemos a las 4 en la Fundación,” me dice Raúl. Llego a la casa y Daniela tiene listo uno de sus deliciosos desayunos rancheros. Este día nos hemos tomado libre de La Ventana. Necesitamos un día relajado. Suena el teléfono. Es Camilo: “Andate a la mierda de tu casa, ¡pero ya! Acaban de detener a Raúl en frente de su tienda, y ya vienen por mí. Salgan de la casa, ¡pero ya! Y no se te ocurra hablarme a mi celular...” Cuelga y me deja paralizado.
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Raúl Mijango detenido |
Pensaba que estábamos preparados. Ya llenamos cajas con papeles que no pueden quedar en la casa. Pero uno nunca está realmente preparado para huir tan de repente, ni psicológica ni logísticamente. ¿Vienen por mí, o es paranoia? ¿Qué más tengo que llevar? ¿Si vienen a la casa y no me encuentran, van a forzar la entrada y catear la casa? Si ya detienen a Raúl y a Camilo, lo más lógico es que yo también estoy en la lista. A saber a quiénes más. ¿Tiene sentido irse o es mejor enfrentar lo que viene? Tomamos una decisión práctica: Vamos ahora a la casa de una amiga en Mejicanos, para que no nos agarren en curva. Luego vemos cómo está la situación y decidimos cómo seguir. Yo no quiero huir. Mi vida es aquí, y si hay que enfrentar un juicio, hay que hacerlo. Todavía hay justicia en el país.
Metemos las cajas en el carro, agarramos al chucho, mi mochila con mi laptop y nuestros pasaportes —y nos vamos. Llegando a la otra casa, comienzo a hacer llamadas. Al vigilante de nuestro pasaje le pregunto algo tonto, relacionado con su familia. Si han venido por mí, me lo va a decir. Nada. Hablo a un amigo, que es oficial de la PNC y le pregunto si sabe algo de Camilo. “Ya te lo voy a averiguar,” dice. A los 5 minutos llama y dice que se lo llevaron, pero nadie sabe adónde. Que también se llevaron a Will, el otro inspector de la PNC, que ha sido nuestro enlace de inteligencia policial, y a su jefe, un comisario, que está al cargo de Inteligencia Policial. Fueron también por Nelson Rauda, el director general de Centros Penales, el inspector general de esta institución y varios directores de penales, entre ellos los de Ciudad Barrios, Quezaltepeque y Cojutepeque. Conozco a todos ellos como funcionarios corrector, que no cometieron otro pecado que hacer su trabajo en la policía y los penales de manera decente y humana – además en el marco de una política pública autorizada por el mismo presidente de la República.
Comienzan a entrarme llamadas de periodistas. Los del Faro quieren saber si estoy bien. También mis colegas del Diario de Hoy. Vuelvo a hablar al vigilante. Le parece rara tanta habladera, pero no dice nada. Qué bueno, a esta altura ya tendrían que haber llegado. Todas las detenciones parecen bien sincronizadas. Parece que no vienen por mí. En la tele ya salen informaciones de última hora. Hay imágenes de Mijango, cuando lo meten en una patrulla, enfrente de la tienda de su mujer. Cuando capturan a alguien, a quien la fiscalía realmente quiere joder, siempre llevan consigo un camarógrafo, pienso, la cosa va en serio.
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Camilo (Roberto Castillo), Nelson Rauda y Raúl Mijango, al ser presentado ante el juez |
La fiscalía ya dio a los medios la lista de detenidos y los cargos contra ellos: “Asociación ilícita’, la acusación de hule, e ‘introducción de objetos prohibidos a los penales’. Mi nombre no sale. Mencionan a unas 20 personas, incluyendo miembros del equipo técnico y psicológico de Zacatraz, que evalúa a los internos. No los conozco. No dicen de qué los van a acusar, pero tiene que estar relacionado con el traslado de los ranfleros, de Zacatraz a otros Penales, en marzo 2012. La fiscalía va con todo. Me cuesta creer que no vienen por mi.
Decidimos pasar la noche en la casa de nuestra amiga y evaluar mañana si regresamos a la casa. Los noticieros siguen hablando del “operativo contra la tregua”. Un reportero pregunta a una fiscal: “¿Paolo Lüers está incluido en la lista de detenidos?” La mujer dice: “No puedo dar más información.” Gracias, corazón, muy amable por mantenernos en la incertidumbre.
En la mañana, hablo al otro vigilante de mi colonia, que entró a su turno en la mañana. “Estoy esperando un encargo que me van a dejar en la casa. Estamos fuera de la ciudad. ¿Vino alguien?”
“No, nadie, don Paolo.”
“Okay, si llegan, diles que estamos afuera y no sabemos cuándo regresaremos. ¿Me puedes avisar a este teléfono?” Al no recibir ninguna llamada, decidimos dejar las cosas en Mejicanos, incluso mi computadora, e irnos a casa. Daniela propone ir ella sola para ver si no hay moros en la costa. No me gusta mandarla sola. “Vámonos los dos de un solo.”
Llegamos a la casa. Nadie ha llegado, nadie ha preguntado por mí. Seguimos ‘limpiando’ mis archivos de todo tipo de documento relacionado con la tregua. Llevo otra caja a la casa en Mejicanos. Aparecen en nuestra casa Rosa, la esposa de Camilo, y las dos hijas. Las muchachas lloran cuando me abrazan: “Tío Paolo, ¿qué vamos a hacer?” Rosi llama a la esposa de Will, el otro oficial detenido, al rato llega con su hija. Consejo de guerra. Primera cosa: reunir toda la información. Averiguamos adónde están. A Raúl lo llevaron a las bartolinas de la DAN, donde tenían preso a el expresidente Paco Flores. Huele a tratamiento especial. A Camilo y a Will los llevaron a la División Fronteras de la PNC. Un colega de ellos nos confirma que están bien ahí, que los ha visto. Segundo: Necesitamos defensores. Raúl ya tiene uno, algún chero de él de Oriente. Un sobrino de Camilo, a quien las niñas contactan, ofrece dinero para contratar a un abogado para que represente a Camilo. Las niñas lloran, tienen miedo. Son hijas de un policía, bien protegidas, y de repente se sienten desprotegidas y temen por su papá. “Tío,” me dice la menor: “¿Verdad que lo podemos sacar de ahí y que no lo van a llevar a la cárcel?”
“No te preocupés, lo sacaremos. Sólo tiene que aguantar 72 horas y en la audiencia lo sacamos.” Ambas me abrazan. Yo pienso: Ojala no las voy a defraudar a estas niñas...
Capítulo 23: El pleito con los compas del ERP
Capítulo 24: El video del FMLN