martes, 7 de octubre de 2025

El 7/10/2023 y el 1/05/2021. Carta de Paolo Luers

 

"No podemos robarles a los rehenes y muertos del 7 de octubre su aniversario, mucho menos permitir que se los roben unos activistas que buscaban exactamente esto: convertirse en víctimas del bloqueo de Israel y de 3 días de detención."


 SIGUIENTE PAGINA, martes 7 octubre 2025

I. El 7 de octubre 2023

Hoy, dos años después, las redes sociales, noticieros y periódicos están llenos de imágenes de Greta Thunberg y los demás activistas de la Flotilla Sumud, celebrando su “heroica faena” en el Mar Mediterráneo, su detención por parte de la marina de Israel y su liberación 3 días después.


Pero el 7 de octubre no es el día de Greta Thunberg, es el día de los rehenes secuestrados por Hamas y los 1200 civiles que dejaron detrás en los pueblos vecinos a la Franja de Gaza. Ellos son los protagonistas que hay que honrar este día, a pesar de que la Flotilla Sumud logró su propósito de distraer la atención del mundo del aniversario de la masacre.

 

Durante largos meses, la atención internacional estaba enfocada, con razón, en las imágenes del sufrimiento de la población de Gaza bajo permanente bombardeo de parte de Israel, y en los niños muriendo de hambre. Imágenes conmovedoras de hechos reprochables.

 

Pero por más necesaria que es la indignación que nos causa la guerra de tierra arrasada que lleva a cabo Israel, no tenemos derecho a olvidarnos del día 7 de octubre de 2023, que desencadenó la escalada de violencia. No podemos robarles a los rehenes y muertos del 7 de octubre su aniversario, mucho menos permitir que se les sean robados por unos activistas que buscaban exactamente esto: convertirse en víctimas del bloqueo de Israel y de 3 días de detención. Pero son dos clases de víctimas que no se pueden comparar. Solo vean las fotos de los sonrientes y triunfantes activistas liberados - y recuerden las fotos de los famélicos rehenes entregados por Hamas.




 

Tampoco se trató de romper con la flotilla de solidaridad el bloqueo israelí y abastecer a la población de Gaza con víveres y medicinas. Terminaron sin entregar ningún medicamento ni ningún alimento. Se trató únicamente de asumir el protagonismo, hacerse las víctimas. Falsas víctimas en una historia que ya tiene demasiadas víctimas, tanto en Israel como en Gaza.

 

Saludos a todos los que no han olvidado los crímenes de Hamas y el sufrimiento prolongado de los rehenes y sus familias.

 

Paolo Luers


* * *

 

II. El 1 de mayo 2021

La Comisión Interamericana de Derechos Humanos CIDH dio a conocer que ha aceptado la demanda de organizaciones de la sociedad civil salvadoreña contra el Estado de El Salvador por la sustitución inconstitucional de los Magistrados de la Sala de lo Constitucional y del Fiscal General, realizada por la recién electa Asamblea Legislativa en la noche del 1 de mayo 2021.

 

Dos días después, Nayib Bukele escribió en Twitter: “Mientras no se destituya a los jueces corruptos, no puedes arreglar el país. Ellos formaran un cártel (una dictadura judicial) para bloquear todas las reformas, protegiendo al sistémica corrupción, con que los llegaron a sus cargos”.

 

Esta es la respuesta de Nayib Bukele a la CIDH, un evidente desafío a la comunidad internacional, un anuncio de que no piensa cumplir con el derecho internacional.

 

En Estados Unidos, este tuit de Bukele, escrito en inglés, recibió enfáticos aplausos por parte de personajes como Elon Musk y otros enemigos de la democracia liberal y de la separación de poderes. Recomiendan a Trump a seguir el modelo Bukele.


Sin embargo, cada una de las declaraciones y sentencias de la CIDH -y pronto de otras instancias del derecho internacional- es un golpe a la legitimidad del régimen dictatorial de Nayib Bukele. Sigamos documentando las violaciones a los derechos humanos y demandando al gobierno.

 

Saludos, 




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jueves, 2 de octubre de 2025

Todo lo que han escuchado sobre la dictadura es verdad. Columna Transversal de Paolo Luers

 

"Hoy, a 33 años de terminar esta guerra, necesitaríamos a otra poeta para descifrar lo que está pasando en El Salvador."

SIGUIENTE PAGINA, 2 octubre2025

“What you have heard is true. Lo que has escuchado es verdad.” 


Así le dijo a la joven poeta estadounidense Carolyn Forché un salvadoreño llamado Leonel Gómez. Ella era amiga de Maya, la hija de la poeta salvadoreña Claribel Alegria; Leonel era un sobrino lejano de Claribel. Un día, sin aviso, Leonel apareció en la casa de campo de Carolyn en California; ha manejado tres días y tres noches desde San Salvador para verla. Era el año 1977 y en El Salvador recientemente había sido asesinado el cura Rutilio Grande. Durante dos días y dos noches Leonel le contó la historia de El Salvador y cómo apuntaba hacia una guerra a lo Vietnam. Cuando la poeta le preguntó por qué vino desde El Salvador para contarle todo eso y qué quería de ella, el hombre le respondió: "Quiero que vayas conmigo a El Salvador para luego escribir un libro que explique a los estadounidenses cómo está surgiendo un nuevo Vietnam." Ella le dijo que para eso necesitaría a una periodista, no una poeta, pero Leonel le dijo que una vez que conozca El Salvador sabrá por qué solo una poeta podrá escribir este libro, y agregó: “Te darás cuenta de que todo lo que has escuchado sobre El Salvador, todo lo malo, es verdad…”

   

En enero de 1978, la poeta voló a San Salvador. Leonel Gómez la llevó a barrios pobres, ricos y fincas de café. La puso a hablar con militares, cafetaleros, empresarios, sindicalistas, curas, escuadroneros, estudiantes y  campesinos que se preparaban para la guerra.
    Regresó a Estados Unidos con la certeza de que todo lo que había escuchado sobre los horrores en El Salvador era verdad, solo que lo que vivió era peor. Comenzó a escribir el libro, pero no lo terminó hasta el año 2019 —y lo tituló “What you have heard is true”.
Y tuvo razón Leonel Gómez: el  libro escrito por la poeta explica mejor que cualquier libro académico o periodístico la génesis de la guerra en El Salvador.
    Hoy, a 33 años de terminar esta guerra, necesitaríamos a otra poeta para descifrar lo que está pasando en El Salvador. Varias personas, de Estados Unidos y Europa, buenos conocedores de Centroamérica y sus conflictos , me han contado de sus recientes viajes a El Salvador. Aunque no lo dijeron en las palabras de Carolyn Forché, sí concluyeron que lo que  vieron en el país de las maravillas de Nayib Bukele era peor de lo que hubieran podido imaginar. No vieron un país al borde de la guerra, como lo vio Carolyn en 1978; vieron un país al borde del abismo de una dictadura, sin el más mínimo indicio de resistencia e insurgencia. Se encontraron con viejos amigos relacionados con la insurgencia de los 80 y con la construcción de la democracia en la posguerra, personas de fuertes convicciones y principios, con gran trayectoria de luchas sociales y debates públicos, pero que hoy prefieren no hablar de política. Me contaron del manto de silencio y miedo sobre una sociedad que supuestamente ha recuperado la seguridad ciudadana, luego de 3 años y medio de vivir bajo un régimen de excepción. Hablaron con los familiares de detenidos bajo este régimen, quienes en 3 años en la cárcel no han visto ni un abogado ni un juez.  Los viajeros se dieron cuenta de que todo el mundo sabía que miles de estos casos existen, pero que la mayoría lo veía como la nueva normalidad.
    También hablaron con familiares y defensores de presos políticos, personas profundamente afectadas por la persecución que reina en el país. Ahí, entre los personalmente afectados por la represión, sí detectaron ánimos de terca resistencia, pero en el resto de la sociedad, no directamente afectada por el estado de excepción y la persecución política, nadie quería hablar de esto. Era difícil distinguir si se trata de aprobación de las medidas autoritarias,  indiferencia o miedo. Los visitantes salieron del país sin entender y me preguntaron a mí hacia dónde iba El Salvador.
    En 1978 la poeta encontró un país todavía no en guerra, pero logró descifrar que se movía indeteniblemente en esa dirección. Y detectó algo que describió en términos que perfectamente podrían aplicarse a El Salvador actual. Carolyn, en su libro, describe la paz salvadoreña del año 1978 como “ el silencio de la miseria vivida”.
    Esta frase no la encontramos en ninguno de los cientos de reportajes y análisis escritos por expertos y periodistas. ¿Habrá tenido razón Leonel Gómez cuando en 1977 decidió buscar a una poeta para que explicara lo que estaba generándose en El Salvador, un nuevo Vietnam?  ¿Necesitaríamos ahora buscar otra vez una poeta que se incerte profundamente en el país de los Bukele para descifrar hacia dónde se encamina, más allá de la dictadura  ya  visible?
    Todavía hay un gran vacío en la percepción de cómo en El Salvador, luego de un período de construcción de la democracia y de una sociedad plural, las instituciones democráticas no  pudieron resistir al ataque de un feroz populismo autoritario y un discurso de antipolitica.
Hasta ahora nadie ha descifrado esa compleja y contradictoria historia, y por lo tanto no tenemos ni la más mínima idea de cómo va a terminar, o mejor dicho, cómo podemos cambiar el desenlace de esta historia.
    Carolyn Forché (la esposa de Harry Mattisson, el gran fotógrafo de guerra y amigo) dijo que se fue a El Salvador, por dos razones: necesitaba saber qué tipo de poeta era, y quería entender Vietnam, pero “en sus orígenes”. Lo logró. Lo cuenta en su libro y en varios poemarios. 


¿Adónde buscamos una poeta como ella?


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miércoles, 1 de octubre de 2025

La CIDH toma en sus manos la protección a la vida de los presos políticos. Carta de Paolo Luers


"Con este mandato, la CIDH cuestiona la legitimidad de la práctica generalizada de la justicia salvadoreña de mantener a acusados en detención preventiva durante toda la fase de investigación e instrucción, que bajo el actual régimen de excepción puede prolongarse hasta por 4 años."


 SIGUIENTE PAGINA, jueves 2 octubre 2025

La Comisión Interamericana de Derechos Humanos CIDH, un organismo oficial pero autónomo de la Organización de Estados Americanos OAS, ha hablado en los casos de Ruth López y Enrique Anaya. 

Esto cambia sustancialmente la situación de estos dos presos políticos, que se encuentran encarcelados e incomunicados en cárceles salvadoreñas. En dos resoluciones casi idénticas, la CIDH otorgó medidas cautelares en favor de López y Anaya. La CIDH considera que se encuentran “en una situación de gravedad y urgencia toda vez que sus derechos a la vida,  integridad personal y salud enfrentan un riesgo de daño irreparable”. Por tanto, la Comisión “solicita al Estado de El Salvador que adopte las medidas necesarias para proteger los derechos de la vida, integridad personal y salud de Ruth López y Enrique Anaya”. Esto significa una obligación jurídica para el gobierno salvadoreño. Es un elemento nuevo para el gobierno salvadoreño frente al derecho internacional.

 

Pero la Comisi
ón no se queda con una orden general, sino la precisa a continuación, mandando al Estado de El Salvador “ que adopte las medidas necesarias para asegurar que las condiciones de detención de López y Anaya sean conforme a los estándares internacionales. En particular, que inmediatamente cese la condición de incomunicación prolongada; se garantice el contacto regular y acceso a sus familiares, sus abogados y representantes como medio para salvaguardar sus derechos.”


Con esto, la CIDH declara que el estado de estricta incomunicación en el cual el gobierno salvadoreño mantiene encarcelados a Ruth López por 135 días y a Enrique Anaya por 114 días es violatorio al derecho internacional.

 

También la CIDH declara que “considerando la excepcionalidad de la prisión preventiva y la situación de riesgo a la vida, integridad personal y salud valorada en la presente resolución, se proceda con revisar la continuidad de la prisión preventiva (...), incluyendo la posibilidad de otras medidas alternativas a la detención preventiva”.

 

Con este mandato, la CIDH cuestiona la legitimidad de la práctica generalizada de la justicia salvadoreña de mantener a acusados en detención preventiva durante toda la fase de investigación e instrucción, que bajo el actual régimen de excepción puede prolongarse hasta por 4 años.

 

Aunque con esas resoluciones la CIDH solo ha mandado al Estado salvadoreño en dos casos específicos que suspenda la incomunicación, garantice los derechos a la defensa y otorgue medidas alternativas a la detención, esto cambia la situación de miles de personas que se encuentran en detención provisional e incomunicación en las cárceles salvadoreñas. No solo los presos políticos que se estiman que son unos 80, sino cualquier detenido bajo el régimen de excepción puede pedir las mismas medidas cautelares a la CIDH. Esto cambia la situación jurídica de decenas de miles de personas que se encuentran prolongadamente en detención preventiva e incomunicadas con sus defensores y familias.

 

Las medidas cautelares que otorga la Comisión Interamericana de Derechos Humanos son jurídicamente válidas, aunque no tengan un carácter vinculante. La CIDH no tiene instrumentos para obligar al gobierno a cumplir sus medidas cautelares. Sin embargo, al no cumplir el gobierno salvadoreño las medidas dictadas por la CIDH, Ruth López y Enrique Anaya (y cualquiera que solicite las mismas medidas cautelares) pueden demandar al gobierno ante la Corte Interamericana de Derechos Humanos, y ahí las resoluciones sí son vinculantes para el Estado.

 

Si el gobierno de Nayib Bukele decide no hacer caso a la resolución de la CIDH, corre el peligro de ser condenado por la Corte Interamericana. Es un riesgo serio con posibles consecuencias graves en el ámbito internacional.

 

Con su demanda ante la CIDH, Ruth López y Enrique Anaya han ganado una importante batalla jurídica y moral al régimen de Nayib Bukele. Ahora depende de la sociedad civil salvadoreña y de la comunidad internacional de obligar a Bukele a cumplir con el derecho internacional. El derecho internacional prevalece, porque en El Salvador la Corte Suprema de Justicia no cumple con su obligación de dictar medidas cautelares que protejan a los ciudadanos salvadoreños. 

Saludos,



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viernes, 26 de septiembre de 2025

Carta de cumpleaños para Ruth. De Paolo Luers

 

"Estoy seguro de que, aunque te mantienen estrictamente incomunicada, sabés que no estás sola y que muchísimos trabajamos para lograr tu liberación. No por lástima, tampoco solamente porque te queremos, sino porque te necesitamos, libre y trabajando por recuperar el estado de derecho."

En la voz del autor


Publicado en MAS!  El DIARIO DE HOY, sábado 27 septiembre 2025

 

Querida Ruth López:

No sé si cabe desear felicidad a una persona que se encuentra encarcelada e incomunicada. ¿Cuál felicidad? 

Esta es una carta que lamento que no la vas a poder leer. Detrás de los muros y las rejas de tu prisión, tampoco te das cuenta de todos los gritos que se emiten por tu libertad, en todo el país y en el mundo. Desearía que los pudieras escuchar este día sábado 27 de septiembre, cuando cumplís, en prisión, tus 48 años.

Quisiera que te enteraras que tu captura ha provocado una ola de indignación y solidaridad, no sólo con vos, sino con todos los presos políticos en El Salvador; que una abogada salvadoreña te mandó más de 10 veces “orquídeas para Ruth” vía Twitter; que un exembajador salvadoreño te mandó un saludo desde Dubái, cuando cumpliste 100 días en la cárcel, diciéndote: “Ruth, seguiremos luchando por tu liberación y por la de todos los presos políticos”; que en la marcha del 15 de septiembre tu nombre se escuchó fuerte en el centro de San Salvador; que le contamos de ti al líder mexicano Cuauhtémoc Cárdenas, hijo del gran presidente Lázaro Cárdenas, y que se va a pronunciar; que Cristosal, luego de tu captura y la de Quique Anaya, tuvo que cerrar su oficina en el Salvador y continuar trabajando desde el exilio, igual que la redacción completa de El Faro; que periódicos como el New York Times, El País, el Washington Post, Time, Der Spiegel, The Guardian, The New Yorker han escrito sobre vos, enfatizando en tu labor de investigadora de la corrupción y en defensa de los injustamente encarclados y los perseguidos políticos.

También quisiera que hubieras leído mi carta a vos y Rocío San Miguel, investigadora de seguridad venezolana y presa política de Maduro, diciéndoles: “Ruth y Rocío, ustedes dos son presas de conciencia que urge sacarlas de la cárcel. Todos los presos políticos merecen su libertad. Pero en el caso de ustedes dos, sus países, Venezuela y El Salvador, necesitan de sus aportes, su prestigio como reveladoras de la verdad - y su liderazgo.”

Yo estoy convencido de que te capturaron porque les pareció peligroso el potencial de liderazgo en la sociedad civil que te has ganado, además del reconocimiento y apoyo internacional. Deberías saber que ambos se han multiplicado desde que te encarcelaron. Con tu encarcelamiento, Bukele cometió un error y haremos que se arrepienta.

Quisiera que sepas que Quique, Alejandro, José Ángel, Fidel, Eugenio, Neto, Pepe, vos y los demás presos que Bukele tiene como rehenes, no están ni solos ni olvidados; que los que están en el exilio han iniciado una campaña internacional permanente llamada #LibertadParaRuth, que durará hasta el día de tu liberación. 

 


Pero estoy seguro de que, aunque te mantienen estrictamente incomunicada, sabés que no estás sola y que muchísimos trabajamos para lograr tu liberación. No por lástima, tampoco solamente porque te queremos, sino porque te necesitamos, libre y trabajando por recuperar el estado de derecho.

 

Habiendo dicho todo esto, sí me atrevo a desearte un feliz cumpleaños. 

 

Saludos y una orquídea más te manda 

  

 




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miércoles, 24 de septiembre de 2025

Carta a los profesores: ¿Qué diablos les pasa? De Paolo Luers

 

"Yo tengo una pregunta más: ¿Cómo es posible que ANDES, aquella organización de larga trayectoria de lucha, no movió un dedo para su compañero?"

En la voz del autor



Publicado en MAS!  El DIARIO DE HOY, jueves 25 septiembre 2025


Estimado magisterio:

Antes de empezar, pregunto: ¿Existe todavía un magisterio organizado en El Salvador? ¿O será que a esta altura sólo existe un montón de educadores, cada uno tratando de pasar la lluvia?  

Uno de ustedes ha muerto como un perro. Encarcelado, maltratado, torturado, enfermo – y cuando era claro que iba a morir, lo sacaron a la calle. Terminó en el hospital Zacamil. Ni siquiera informaron a su familia adónde estaba. Se llamaba Manuel Mira, conocido por sus colegas, alumnos, amigos y vecinos como Manolo. A los 22 días, murió. 

 

Leí su historia en un reportaje en El Diario de Hoy, publicado el pasado 23 de septiembre. Yo no sólo he escuchado historias horribles, las he visto con mis ojos, porque estuve donde asustan. Pero la historia del profe Manuel Mira no me dejó dormir. En los tiempos que vivimos, es necesario enfrentarse a las historias de horror, para despertarnos. Por esto, insisto en que cada uno de ustedes lea cómo destruyeron y dejaron morir como un perro a su colega Manolo. Léanlo, no cierren los ojos ante lo que está pasando en el país. Conociendo el caso de este profesor, se darán cuenta de que lo mismo les puede pasar a ustedes. Dirán que no, porque no le deben nada a la justicia. Bueno, lo mismo habrá pensado Manolo, antes de que lo agarraran, denunciado por una llamada de a saber quién, acusándolo de pandillero.

 

Un profesor respetado por la comunidad, director del Centro Escolar Joaquín Rodezno de San Salvador, donde fue detenido el 23 de agosto de 2024. Pasó un año en el penal de Usulután y cuando lo soltaron, fue solo para que muriera. ¿Por qué pasó esto a un profesor de 30 años de servicio, un exdirigente sindicalista de ANDES, veterano de la guerrilla - y presidente propietario representando al Ministerio en el Tribunal Calificador? ¿Cómo pudieron confundirlo con un pandillero? ¿Cómo pudieron mantenerlo durante un año encarcelado sin ni siquiera buscar pruebas de su culpa o de su inocencia? ¿Y qué tipo de carceleros hay en los penales que golpean y maltratan a un señor como don Manolo?

 

Todas estas preguntas y más se hará cualquiera que lea esta historia que parece un mal sueño. Yo tengo una pregunta más: ¿Cómo es posible que ANDES, aquella organización de larga trayectoria de lucha, no movió un dedo para su compañero?

 

Manolo no es el único maestro que con su detención bajo el régimen de excepción recibió una condena de muerte. Es el quinto profesor que no sobrevivió la cárcel. ¿Qué dice esto de nuestro país, de su gobierno, pero también de toda la sociedad que permite esta barbaridad?

 

Me van a disculpar que esta carta es de puras preguntas. Pero yo no puedo explicarles por qué el profe Manolo murió - y mucho menos por qué lo permitimos.

Saludos, 




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