"Aunque se impuso la carrera armamentista, también se impuso en la conciencia de la humanidad el imperativo categórico de nunca permitir que se haga uso de los arsenales atómicas."
En la voz del autor: Hiroshima.mp3
Publicado en MAS! y El DIARIO DE HOY, jueves 7 agosto 2025
Carta a quienes prefieren olvidar:
Tal vez no les guste que les recuerden de este tipo de fechas que significan horror. Pero no es permitido olvidar. Hace 80 años, el 6 de agosto 1945, cayó la primera bomba atómica. Cayó sobre la ciudad japonesa de Hiroshima, la destruyótotalmente y mató a 140 mil personas. Cientos de miles de sobrevivientes sufrieron daños irreversibles de salud. 3 días más tarde, el 9 de agosto, Estados Unidos lanzó una segunda bomba atómica, esta vez sobre la ciudad de Nagasaki, causando 80 mil muertos.
El horror que provocaron estas dos explosiones nunca vistas causaron a Japón a capitular y así poner punto final a la Segunda Guerra Mundial, que en Europa ya había terminado meses antes, en mayo del 1945, con la rendición incondicional de la Alemania nazi. En Alemania no lanzaron bombas atómicas – pero solamente porque los Estados Unidos no logró fabricarlas a tiempo. Alemania fue obligada a la rendición por “bombardeos convencionales” que, en el caso de Dresden, también destruyeron una ciudad entera y mataron entre 50 y 100 mil civiles.
Morir en Dresden y Hiroshima era lo mismo. Muerto es muerto. Llamas son llamas. Infierno es infierno. Pero las bombas que lanzaron a Japón tuvieron otro impacto incomparable: El mundo entero entendió que solo eran el inicio de algo que podría destruir la humanidad entera. Las bombas que destruyeron Hiroshima y Nagasaki no sólo causaron la rendición de Japón, sino provocaron una carrera armamentista, en la cual las potencias del mundo produjeron miles de bombas nucleares y cohetes con alcances intercontinentales – una amenaza siempre latente a la humanidad. Pero causaron también otro efecto: la humanidad entendió que estas armas jamás había que usarlas. Y de hecho, la de Nagasaki fue la última bomba atómica que fue utilizada...
El impacto que tenían sobre la humanidad las dos bombas atómicas lanzadas por Estados Unidos sobre Japón, golpeótambién la conciencia de los científicos que habían trabajado durante años para diseñar y producir este armamento. Muchos de ellos se convirtieron en los críticos más fuertes de la carrera armamentista que proveía a Estados Unidos -y luego a la Unión Soviética- con arsenales de bombas nucleares suficientes para destruir la vida en países y continentes enteros.
La figura emblemática en esta aparente contradicción fue Robert Oppenheimer, el científico que lideró el “Proyecto Manhattan” en las remotas montañas de Los Álamos en Nuevo México, donde lograron producir la bomba atómica, en una carrera sin tregua con los físicos alemanes y soviéticos que buscaron lo mismo. Oppenheimer, el genio celebrado como el padre de la bomba atómica, después de Hiroshima y Nagasaki se convirtió en el profeta que advirtió a los líderes políticos y militares de su país sobre la amenaza que constituían esta tecnología y este armamento para el futuro de la humanidad.
Mientras que el gobierno de Truman decidió construir cientos de bombas atómicas, todas de ellas con un potencial destructivo mucho más grande que las dos primeras que cayeron sobre Japón, Oppenheimer hizo campaña entre la comunidad científica y política para parar esta carrera armamentista. El arquitecto de la bomba, tratando de convencer a su gobierno que era necesario buscar negociar con la Unión Soviética y las Naciones Unidas un Tratado de No Proliferación del Armamento Nuclear. En la segunda mitad de los años 40, esto era una idea visionaria. Tuvieron que pasar 20 años hasta que, en 1968, se firmara tal tratado.
Inmediatamente después de la Segunda Guerra Mundial comenzó la Guerra Fría entre Estados Unidos y la Unión Soviética, y ninguno de ellos estaba dispuesto a detener su programas nucleares. Y en Estados Unidos comenzó la oscura era del anticomunismo, con la persecución sistemática de todo tipo de disidentes, incluidos científicos locos como Oppenheimer - persecución conducida por figuras como el senador Joseph McCarthy y el todopoderoso jefe del FBI J. Edward Hoover (quien dirigió el FBI desde 1924 al 1972). Oppenheimer fue acusado de comunista, de agente soviético, de traidor, de loco...
Pero aunque se impuso la carrera armamentista, también se impuso en la conciencia de la humanidad el imperativo categórico de nunca permitir que se haga uso de los arsenales atómicas. Y no se hizo. Oppenheimer al fin ganó la batalla.
Vale la pena ver la película Oppenheimer de Christopher Nolan, una obra maestra que nos muestra el dilema de este científico que creó al monstruo y luego usó todo su enorme prestigio académico y ético para encerrarlo. Está disponible en streaming en Amazon Prime.
Es importante que se entienda todo el impacto que la bomba de Hiroshima sigue teniendo sobre la humanidad.
Saludos,