Carta sobre lo bueno del 2011
Estimados lectores:
El martes escribí sobre lo feo del 2011, el jueves sobre lo malo, y hoy me toca sobre lo bueno.
Claro que ha habido cosas buenas en este año que hoy termina. Muy buenas. Voy a comenzar con lo más importante: la derrota que la ciudadanía dio al nefasto decreto 743. Los partidos, pasándose de listos, querían amarrarles las manos a los magistrados de la Sala de lo Constitucional antes de que tuvieran tiempo de declarar inconstitucional el control que las cúpulas partidarias mantenían sobre la elección de los diputados.
Pero el decreto contra la independencia judicial causó tanta protesta, sobre todo entre jóvenes universitarios y profesionales, que primero ARENA y luego también el FMLN se tuvieron que retractar y al final devolverle a la Sala su independencia. Y así la Sala procedió a revolucionar nuestro sistema electoral, obligando a los partidos y la Asamblea a aceptar el voto por persona. En este caso, los movimientos de ciudadanos indignados y los magistrados de la Sala ganaron la batalla por la democracia y la institucionalidad. El gran perdedor: el presidente de la República, quien hasta el último momento defendió el decreto de mordaza a la independencia judicial...
Entonces, son dos buenas noticias gemelas: la presión ciudadano defendiendo la Constitución, y el resultado final: la conquista del voto por persona.
Y casi al final del 2011 (el año de más violencia y homicidios de la pos-guerra), la mejor noticia de todas: ante el fracaso de su política de seguridad y la presión de la sociedad, el presidente decide entregar la tarea de reformular y dirigir la política de Seguridad al único integrante de su gabinete dispuesto a enfrentar y combatir en serio a las pandillas y su control sobre barrios, colonias y municipios enteros. Asume el mando en Seguridad David Mungía Payez, a pesar de la férrea resistencia del FMLN, que no quería soltar el control sobre la PNC. Y lo mejor de esta buena nota: el nuevo ministro asume el reto con valor y decisión. Y produce inmediatamente un viraje de concepción: declara que la amenaza primordial para los ciudadanos proviene de las pandillas, mientras que el jefe de Inteligencia del Estado todavía insistía en lo contrario: que no son las pandillas los responsables de la violencia, sino los carteles de droga...
Entonces, la siguiente buena noticia: la sustitución de Eduardo Linares como jefe de Inteligencia.
Nunca es tarde para las buenas noticias.
Feliz Año 2012 les desea Paolo Lüers
(Más!)