sábado, 27 de agosto de 2022

Carta a los troles legislativos: ¿Quién quiere matar al presidente? De Paolo Luers

 Con este tipo de cosas -magnicidio, golpe de Estado- no se juega, porque pueden provocar locuras.

Publicado en MAS! y EL DIARIO DE HOY, sábado 27 agosto 2022

Diputados de Nuevas Ideas:

Hace poco salieron en las redes sociales fotos de miembros de la familia presidencial, rodeados por exagerado números de guardaespaldas - unas con el presidente en una actividad en una playa de Oriente, donde había más gente armada que público; otras de su hermano Karim y otros familiares, bañándose en una playa de Occidente, ocupada por gente armada. Ver estas fotos en redes sociales -y leer los comentarios que provocaron- debe haber sido algo incómodo y hasta embarazoso para ustedes.

En medio de la discusión desatada sobre los dispositivos de seguridad de los Bukele, alguien de ustedes pegó un grito de dolor y rabia: ¡Está en peligro la vida del presidente! ¡La oposición promueve el magnicidio! Y como es su costumbre, todos ustedes se sumaron a la defensa de su presidente, formando un coro legislativo - y éste a su vez provocó que todos sus seguidores y troles en las redes sociales se sumaran valientemente a esta cruzada de defender la vida del presidente.

La ‘prueba’ de que la oposición está planificando un magnicidio contra el presidente Bukele comenzó a aparecer en todas partes en las redes sociales: El video de un tal Alex Umanzor, un salvadoreño radicado en Estados Unidos, en el cual dice que para deshacerse del régimen de Bukele sólo quedan dos opciones: matar al presidente o hacerle un golpe de Estado. De repente a este señor, evidentemente fuera de sus cabales, lo presentan no sólo como vocero, sino hasta como ‘posible candidato presidencial de la oposición’. Por tanto, la conclusión: ¡La oposición quiere matar al presidente! El eco en el mundo de los troles: “Líder opositor ordena pegarle un tiro a Nayib Bukele.”

¿Realmente no se han dado cuenta que este sujeto es un loco? Cualquiera que revisa un par de sus producciones estelares en TikTok se da cuenta que es un tipo atormentado, hablando incongruencias. Es tan probable como candidato a cualquier cargo de elección que Walter Araujo al premio Nobel de Paz.

Es más: Ustedes más que cualquier otro tendrían que saber de quién es Alex Umanzor y qué demonios lo atormentan - porque él fue uno de ustedes, impulsado por los mismos resentimientos e ínfulas de poder suyos. Fue activista de Nuevas Ideas en Estados Unidos durante la campaña de Nayib Bukele - con el mismo fanatismo que hoy demuestra como ‘opositor’, con la misma vulgaridad y el mismo odio.

Alex Umanzor, el supuesto
líder opositor e instigador
al magnicidio 

Cuando ustedes lo presentaron como ‘dirigente opositor’, aparecieron en las redes sociales fotos de Umanzor con la camiseta cian que dice: “NAYIB BUKELE - NUEVAS IDEAS - LOS ANGELES” y con una credencial colgada de su cuello que dice: “Nuevas Ideas - Coordinador”, y luego un selfie de él con Nayib Bukele. Entonces, el tal Umanzor dejó de servirles como prueba de las intenciones de la oposición de asesinar al presidente. Entonces, surgió otra ‘prueba’. La vi por primera vez en el la cuenta de Twitter de Carlos Hermann Bruch, diputado y propagandista de Nuevas Ideas, quien muchas veces es el que da la señal y pauta para campañas de difamación - un hombre que, por muy diferente que sea de Alex Umanzor en su aspecto y su origen de clase, no es tan diferente en su perturbación y sus obsesiones.

Esta nueva ‘prueba’ consiste en la reproducción de un supuesto tuit, que dice “Nos vemos el 15 de septiembre’ e incluye un poster con la foto de Nayib Bukele, a quien apuntan dos pistolas, y con estas letras al estilo de grafiti: “BUKELE DICTADOR TE VAMOS A MATAR.” El tuit que reproduce Bruch es de una cuenta falsa, que usa el nombre y el identificativo, ligeramente alterado, de una persona existente, conocida por sus opiniones críticas al gobierno Bukele. Hacer esto, cuando ustedes tienen preso a otro tuitero y crítico al gobierno, quien fue el que tomó y hizo pública la foto de Karim y sus bodyguards en la playa - esto sí es una amenaza indirecta, pero por nada sutil.

¿Sobre estos elementos ustedes, los diputados, construyen toda una campaña contra la oposición? Veo sus tuits y me da pena ajena. Con este tipo de cosas -magnicidio, golpe de Estado- no se juega, porque pueden provocar locuras.

Sin más que agregar, 





martes, 23 de agosto de 2022

No hay casos aislados. De Paolo Luers

 Es el paso a una fase en la cual se forja un sistema de justicia plenamente en función de institucionalizar la dictadura y de remover cualquier tipo de resistencia, rebeldía y disidencia. 


Publicado en EL DIARIO DE HOY, miércoles 24 de agosto 2022

¿Estamos ante una nueva fase en la construcción de una dictadura en El Salvador? Y si es el caso, ¿por qué, si el régimen goza de suficiente popularidad para asegurar la reelección del presidente?

Estas son las preguntas que nos provocan las noticias de los últimos días. La detención de Luis Rivas -el tuitero @_elcomisionado- no es simplemente un caso más en la interminable serie de detenciones arbitrarias. Es la reacción del clan Bukele a lo que consideran una ofensa contra la familia real: Rivas había tomado una foto de miembros de la familia presidencial en una playa, rodeados de miembros del Batallón Presidencial, la publicó y criticó el dispositivo exagerado de seguridad. Desde su captura, el tuitero está desaparecido, sin que alguna autoridad informe sobre su paradero y los cargos contra él. Le van a aplicar las suspensión de los derechos procesales según el régimen de excepción, aunque esté decretado sólo para supuestos terroristas.

Si un ciudadano ya no puede tomar fotos en una playa pública a vacacionistas rodeados por gente armada y si no puede criticar públicamente este uso privado de recursos públicos por parte de familiares del gobernante, estamos en un país sin libertad de expresión y sin estado de derecho. Esto comúnmente se llama dictadura, por lo menos cuando ya no se trata de casos aislados o abusos de autoridad de agentes individuales, sino de una supresión institucionalizada de libertades y derechos de la ciudadanía.

Esto nos obliga a revisar otros fenómenos que hemos visto como hechos aislados o en el contexto de circunstancias especiales. Por ejemplo: Se denunció el intento de la PNC de detener a una fotoperiodista y decomisarle sus equipos de trabajo, porque según los agentes, estaba tomando fotos del edificio del Banco Central. La opinión pública y sus colegas reaccionaron, y el caso no llegó a más. Pero la defensa que se hizo a la reportera fue que no estaba tomando fotos al edificio del BCR, sino al tráfico. Pero ojo: ¿Estamos dispuestos a aceptar que la PNC puede detener a una periodista por tomar fotos de un edificio público del cual hay disponibles docenas de fotos en Google? ¿Tenemos los periodistas que pedir permiso -y aceptar que se nos niegue- para hacer nuestro trabajo?

Ante la posibilidad de que estemos entrando en una nueva fase de la dictadura, tenemos que reinterpretar el régimen de excepción que nos han impuesto ya por medio año. Lo hemos discutido, criticado y denunciado en el contexto de la seguridad pública. Hemos argumentado que no es eficiente y no es necesario para combatir el crimen. Algunos hemos criticado el carácter clasista de estas redadas masivas contra los jóvenes de barrios pobres. Nos quedamos cortos. Todo esto es cierto: es una política de seguridad pública equivocada, y es un uso clasista de la fuerza coercitiva del Estado, incluyendo la justicia. Pero ojo: Es mucho más que esto y mucho más grave. Es el paso a una fase en la cual se forja un sistema de justicia plenamente en función de institucionalizar la dictadura y de remover cualquier tipo de resistencia, rebeldía y disidencia. Aunque ha afectado a miles de familias, hemos visto el régimen de excepción como caso ‘aislado’ porque sólo ha afectado a los pobres. Aislado del resto de la sociedad, incluso de la oposición política, que sufre acosos y ataques, pero no las consecuencias duras de un régimen de excepción. Así parecía, hasta ahora…

Estamos entrando en una fase de la institucionalización de la dictadura en cual la fuerza dura no sólo se va a aplicar a los pobres, sino a todos que siguen ejerciendo oposición, crítica, disidencia. Y ojo, una fase en la cual cualquier Bukele puede mandar a arrestar a cualquiera. Si no entendemos esto, estaremos perdidos.

Ya no hay ‘casos aislados’. A cada transgresión contra las libertades y los derechos de cualquier ciudadano, por ‘aislada’ que parezca, tenemos que reaccionar con la fuerza, la unidad y la audacia que son necesarias para enfrentar una dictadura. Que no dejen entrar a periodistas independientes a un foro de Derechos Humanos no es un caso aislado. Que mueran mujeres en el penal de Ilopango, nos afecta a todos. Que los diputados oficialistas, al unísono, justifiquen la captura de un hombre por un tuit, nos afecta a todos. Porque cada uno de estos casos ‘aislados’ es una piedra más en la construcción de la dictadura.

Queda la otra pregunta: ¿Por qué ahora, si tienen la aprobación mayoritaria? Es que no confían en que este apoyo se mantendrá cuando la gente se de cuenta que la dictadura afecta sus bolsillos. Y esto será pronto.




lunes, 22 de agosto de 2022

Carta al Papa Francisco: Revise sus preferencias ideológicas. De Paolo Luers

 

Reflexione, su Santidad. Revise sus preferencias ideológicas, donde se encuentran en choque con la realidad y con los Derechos Humanos. Levante su voz contra las injusticias, sea donde sea que se realicen.



Publicado en MAS! y EL DIARIO DE HOY, martes 23 de agosto 2022

Su Santidad:

Cuando al obispo Rolando Álvarez la policía nicaragüense le impidió celebrar misa en su Catedral en Matagalpa, usted no levantó su voz exigiendo a Daniel Ortega que respete la libertad de culto. Su obispo hizo lo correcto: Celebró la misa en la calle, aunque esto fue interpretado por la policía como ‘desorden público y desestabilización’.

Durante los 15 días que monseñor Rolando Álvarez estaba encerrado en su residencia, junto con 10 de sus religiosos, usted no levantó su voz para decir a Daniel Ortega: “Dejen en paz a mi obispo y a mis curas.”

Cuando al fin de los 15 días de asedio policial la policía entró por la fuerza a la residencia del obispo y capturó a él y los padres que lo acompañaban, usted tampoco levantó su voz exigiendo a Daniel Ortega la libertad de los religiosos.

   Lo que dijo, mediante su cuenta en Twitter, fue una gran decepción para los nicaragüenses: “Sigo con preocupación y dolor la situación de Nicaragua. Quisiera expresar mi convicción y mi esperanza de que, a través de un diálogo abierto y sincero, se puedan seguir encontrando las bases para una convivencia respetuosa y pacífica.”

Esto no es levantar la voz, su Santidad. Esto es no tomar posición, cuando el régimen de Ortega ya ha tomado acciones represivas contra su Iglesia. Levantar la voz es el único poder real que tiene usted como Papa, y es un poder grande. Dice la leyenda que Stalin, cuando le informaron sobre una crítica del Papa a la Unión Soviética, preguntó: “Y cuántas divisiones militares tiene el Papa?” Pero tanto Stalin como sus sucesores subestimaron el poder moral y político que adquiere la voz de un Papa, siempre cuando la levanta de manera inequívoca. Recuérdese de la revolución democrática y católica en Polonia que hizo colapsar el control soviético. 

El Papa Pio XII pasó años observando los crímenes de la dictadura nazi en Alemania sin alzar su voz, tratando de conservar el poder y las propiedades de la Iglesia Católica mediante el diálogo con Hitler. Cuando al fin levantó la voz, ya era tarde y el Holocausto ya estaba en marcha.

En la situación que vive Nicaragua apelar al “diálogo abierto y sincero para seguir encontrando las bases para una convivencia respetuosa y pacífica”, o es cínico, o es cobarde, o es una posición política de un Papa que sigue apoyando a Daniel Ortega, a pesar de la represión contra la Iglesia que usted dirige, y a pesar de la traición a todos los ideales sandinistas. No expresar ninguna posición y sólo llamar al diálogo es tomar posición en favor del poder que ejerce la dictadura de Ortega.

¿Acaso no sabe usted que en Nicaragua ya no hay nadie para dialogar con Ortega? Todos los que han buscado el diálogo para “encontrar las bases para una convivencia pacífica” han sido reprimidos y encarcelados: dirigentes opositores, personalidades de la sociedad civil – y ahora el obispo Álvarez. 

¿Está llamando al liderazgo opositor, que desde hace más de un año reside en la cárcel, que dialogue con Daniel Ortega y sus esbirros? ¿En serio, esta es la posición oficial del Vaticano?

¿Está llamando a monseñor Álvarez a que ahora dialogue con sus carceleros, luego de que durante 15 días ha tratado de dialogar -e incluso de rezar- con los policías que asediaron su residencia y su catedral – sólo para que al final le detuvieran?


Reflexione, su Santidad. Revise sus preferencias ideológicas, donde se encuentran en choque con la realidad y con los Derechos Humanos. Levante su voz contra las injusticias, sea donde sea que se realicen.

 

Saludos,