viernes, 13 de marzo de 2020

Carta a los viejitos: Somos el 3% que el virus quiere matar. De Paolo Luers


Publicado en MAS! y EL DIARIO DE HOY, 14 marzo 2020


Queridos colegas:
Yo he sido, durante largos meses, del 3% que no se alinea con el culto al líder Bukele y que ha mantenido distancia crítica con el nuevo gobierno. Asumí el rol de los 3% críticos, a toda honra.
Bueno, ya no somos el  3%, crecimos al 15 o 20%. Pero ahora parece que soy parte de un nuevo 3%, de la porción de la población que, según las estadísticas internacionales disponibles, el coronavirus es capaz de matar. O del 5% que, según las mismas estadísticas, necesitará cuidados intensivos en caso que se contagie, con gran probabilidad de morirse. Somos los viejos de la sociedad, los que tenemos enfermedades crónicas, bajas defensas, deficiencias de corazón.
Bueno, como no hay ni habrá camas de Cuidados Intensivos, ni para el 3% y mucho menos para el 3% de los que nos vamos a contagiar, no nos queda otra que protegernos a tiempo. Por lo menos yo no voy a asumir que este virus me va a matar, solo porque soy del 3% más vulnerable de la sociedad. Para nosotros, los viejos y enfermos, la única manera de sobrevivir es evitando que nos contagien.
Yo me voy a poner en auto cuarentena. En mi casa. ¿Cómo funciona? No sé, nunca lo he hecho, y hasta ahora tampoco he visto que el gobierno, el colegio médico o los medios nos hayan explicado cómo hacer efectiva una cuarentena voluntaria en casa. 
Pero tampoco compliquemos la cosa. Significa, en primer lugar, salir lo menos posible de casa, mucho menos a lugares con aglomeraciones de gente. Tener a alguien de la familia para hacer las compras necesarias. Y diseñar un sistema que evite que los familiares, que siguen saliendo y entrando de la casas, me traigan al virus. Entonces, otra vez el rollo del lavado de manos, de la higiene en general, de cambiar de ropa antes de acercarse a los demás. No recibir visitas que no sean necesarias.
También estoy esperando que las autoridades de Salud, del Seguro Social y nuestros médicos nos indiquen qué hacer con las citas médicas, consultas, exámenes, etc., sobre todo en caso de los que somos pacientes de hospitales nacionales o del Seguro Social. Una vez la epidemia arranque en el país, yo ya no voy a ir a las citas en el Seguro Social. Hacer las colas y las esperas en pasillos llenos de gente igual de vulnerables que uno no puede ser aconsejable. Los hospitales y el Seguro Social deberían comunicar a sus pacientes cuáles consultas, intervenciones y exámenes son vitales que hay que mantener, y cuáles se pueden suspender. Lo ideal sería pasar parte de las consultas a médicos privados, con un acuerdo especial del gremio con el gobierno y el Seguro Social para definir cómo el Estado, durante la emergencia, asumiría el costo de estos servicios.
Si las autoridades y los gremios de médicos proporcionan la información y orientación debida, armando también hotlines telefónicas y online para guiarnos, el sistema de cuarentena domiciliaria voluntaria puede funcionar, incluso para este minoría de 5 o de 3% que somos los más probables de morir si nos contagiamos. 
Tenemos que exigir al Estado, al gobierno, a las autoridades de salud que hagan todo en su poder para prevenir los contagios masivos y para atender y curar a los que adquieren el virus. Pero simplemente esperar que el gobierno nos proteja sería lo más imbécil que podemos hacer.
Yo me iré a auto cuarentena. 
Saludos, 


miércoles, 11 de marzo de 2020

Telegramas en tiempos de epidemia. De Paolo Luers


Publicado en MAS! y EL DIARIO DE HOY, 12 marzo 2020


Presidente Bukele: El gobierno de China enfrenta el Coronavirus desde el 31 de diciembre de 2019. ¿Qué asesoría y apoyo para prepararse para la epidemia ha recibido El Salvador de su nuevo aliado?
Embajadora china: ¿La ciudad de Beijing regaló los camiones cisterna a la alcaldía de San Salvador o a Neto Muyshondt? Porque llevan pintado en grande el slogan “Con Neto SSESTUYO”. 
Ministra de Salud: ¿Ya convocó un comité interdisciplinario y no partidario de expertos en Salud Pública e Infectología para conducir la campaña contra el virus? ¿O lo va a dejar a su sucesor?
Presidente de ANDA: La Asamblea pide su renuncia. Si no quiere hacerles caso a los diputados, hágalo a la gente de Altavista, Soyapango, Santa Tecla… 
A los compradores de pánico: Lo que viene es una crisis de salud, no el fin del mundo. Pricesmart no va a cerrar mañana…
Jefe de Migración: Díganme por favor que estas celdas del cuartel de la Fuerza Aérea donde mandaron a unos viajeros procedentes de España no son parte de su plan de prevención, sino una medida de emergencia, ya que no estaban listos los centros de cuarentena. ¿Pero cómo es posible que la llegada de estos compatriotas desde Europa les agarró a ustedes de sorpresa?
Empresarios: Ojalá haya sido solo un desliz lo que dijo el presidente de ANEP: “Me preocupa que vaya a salir más cara la medicina que la enfermedad. Me preocupa que el país se detenga en su actividad”. 
Gobierno: Entre más transparentes sean las decisiones y medidas que tomen para restringir la libertad de movilización y reunión de la gente para prevenir el contagio masivo, más confianza tendrá la gente para acatarlas. Y viceversa. 
ARENA: No entendí lo que van a poner a hacer a todas sus alcaldías y estructuras partidarias en esta su campaña anunciada para prevenir el Coronavirus. Pero es bueno que hagan algo.
Voceros del gobierno: Vi en TV e Internet a gobernantes de otros países explicando las medidas de emergencia contra la epidemia. Escuché a Angela Merkel y su ministro de Salud. Para no ir tan lejos, escuché al presidente de Costa Rica y su ministro. Qué envidia me dio…
Presidente Bukele: Ya sabe que nadie, ningún país, nos va a ayudar con lo del virus. Todos están ocupados para controlar la crisis en su propio país. La única salida es que el gobierno invite a todo el país a colaborar y compartir la responsabilidad.
Saludos,
Posdata: 
Presidente Bukele: A primera vista, parecen racionales las medidas que anunció ayer en cadena nacional. Todos son para ganar tiempo para que nos preparemos mejor. Pero usted no mencionó las medidas para que el sistema de salud mejore su capacidad de respuesta.


lunes, 9 de marzo de 2020

Carta al gobierno: Déjense de pajas y preparen el país para el virus


Publicado en MAS! y EL DIARIO DE HOY, 10 marzo 2020


Una de las cosas que se sabe sobre el coronavirus es que va a pegar más fuerte a los países pobres porque tienen sistemas de salud débiles. Ahora la epidemia pega a los países más desarrollados, porque son tan globalizados e interconectados con el turismo de masas y con el comercio que no se puede evitar que el virus llegue rápido de continente a continente.
Nosotros, con un flujo raquítico de turistas, viajeros de negocio y técnicos del resto del mundo, todavía estamos a salvo. Pero es una cuestión de tiempo para que un virus con esta velocidad de propagación, una vez establecido en los países más globalizados, alcance a los países menos globalizados y estos, desafortunadamente, también son los que tienen los sistemas de salud pública más débiles. Como El Salvador.
En las experiencias de China, Corea del Sur e Italia ya se puede estudiar de qué factores depende la fatalidad de esta epidemia. Depende de la capacidad de los gobiernos de tomar decisiones drásticas y a tiempo: capacidad de decretar e imponer restricciones de movimiento y de actividades económicas, culturales, religiosas y sociales en ciertas zonas, y al mismo tiempo garantizar a la población el abastecimiento, la seguridad, y la debida información. Me permito expresar dudas si el gobierno de El Salvador esté debidamente preparado, organizado y conectado con los territorios para jugar este rol. No se ha nombrado gobernadores, quienes deberían asumir la coordinación entre gobierno central y gobiernos municipales, y al mismo tiempo la coordinación entre todas las dependencias gubernamentales en un departamento. Protección Civil ha perdido protagonismo y parece subordinada a las políticas partidistas de Gobernación. 
Pero el factor decisivo, del cual dependerá que tan duro nos va a pegar el virus, o sea cuántos salvadoreños nos vamos a morir, es la capacidad de nuestro sistema de salud público. Los expertos internacionales ya nos explicaron que el 80% de los que se contagian no necesitan mayor atención médica y no corren peligro de morirse. Lo que necesitan es no contagiar a más gente.
Pero un 20% va a necesitar hospitalización, y dentro de este contingente habrá otro, el más vulnerable, que necesitará cuidados intensivos. Si no, se morirá. Son las personas de 65 años para arriba, sobre todo los que tienen enfermedades crónicas que debilitan sus resistencias.
No sé cuántas camas de hospital tiene el país. Asumamos que entre el sector público y el privado disponemos de 10,000 camas. En cuanto a cupos de Cuidados Intensivos me atrevo a decir que no llegan a 1,000 en todo el país. Y ojo, todas ocupadas, las 10,000 camas igual que las 1,000 camas de Cuidados Intensivos.
Hagamos la matemática: 10,000 camas alcanzarían (corresponderían al 20% de los contagiados del virus), si el total de los salvadoreños que adquieren la enfermedad no pasa de 50,000. Pero dentro de estos 10,000 pacientes habrá una cuarta parte que requiere Cuidados Intensivos, y definitivamente el país no dispone de 2,500 cupos.
Bueno, tal vez no lleguemos a este número de 50,000 contagiados del coronavirus. Tal vez no necesitemos todas las 10,000 camas para atender el 30% que lo requiere. Ojalá. Pero tampoco tenemos las 10,000 camas disponibles. Están ocupadas y hay listas de espera. Habrá que comenzar desde ya una política de priorización radical de tratamientos internos e de intervenciones quirúrgicas para tener camas disponibles. Si ahora necesitáramos internar a 1,000 o 2,000 pacientes con coronavirus, y 25% de ellos en Cuidados Intensivos, el sistema colapsa. ¿Qué hacer para evitar esto?
Hay que negociar desde ya con el sector privado de salud la inclusión de los hospitales privados, con todos sus recursos, en cualquier plan de contingencia. Y no solo los hospitales, también los miles de consultorios privados. Una vez que los hospitales nacionales y del Seguro Social entren plenamente en la atención a los contagiados del nuevo virus, será imposible mantener el mecanismo de consulta externa en estos hospitales. Sus pasillos se convertirían en los principales puntos de contagio. Habrá que descentralizar las consultas no relacionadas con la epidemia en centros de salud y consultorios privados y crear mecanismos financieros para garantizar que todos tengan acceso.
¿Está el gobierno preparando todas estas condiciones para que el país pueda enfrentar la epidemia? No sabemos. Y esto lleva a otro punto: Todo esto requiere confianza y la confianza requiere transparencia. Si no, nadie se va a someter a las medidas que decrete el gobierno.
Saludos,