sábado, 27 de marzo de 2021

El dilema de Washington con la CICIES. Columna Transversal de Paolo Luers

Los padres de la CICIES: Luis Almagro y Nayib Bukele

Publicado en EL DIARIO DE HOY, domingo 28 marzo 2021

Hoy que la administración Biden ha demostrado su interés en convertir la CICIES en un instrumento eficaz e independiente de investigación de corrupción, vale la pena entrar en serio en el debate sobre este proyecto. Lamentablemente, la CICIES surgió con tantos defectos de nacimiento que nadie en la sociedad civil salvadoreña la tomóen cuenta. Nació de un acuerdo bilateral entre el gobierno de Bukele y la OEA dirigida por su amigo Luis Almagro, sin involucramiento de la Fiscalía General, de la Asamblea legislativa y de las organizaciones de la sociedad civil dedicadas a la lucha contra la corrupción y en pro de la transparencia. 

 

A finales del año pasado surgió, lastimosamente sin la debida discusión participativa y amplia, en algunas organizaciones cívicas la iniciativa de reformar la CICIES para darle a la criatura la independencia y los dientes que sus padres Almagro y Bukele le habían negado. Algunos diputados retomaron esta idea y le dieron iniciativa de ley. Otros vimos esta idea con mucha reserva, porque al no poder tener como resultado una CICIES independiente del gobierno y eficiente, se corría el riesgo de dar legitimidad a una farsa que usaba el gobierno para crear la ilusión que estaba luchando contra la corrupción.

 

¿Por qué pensamos que esta reforma de la CICIES estaba condenada a fracasar? Porque en la presente configuración política de El Salvador, con Nayib Bukele a punto de tomar el control absoluto de la Asamblea, luego de la Fiscalía y al fin de la Corte Suprema, no cab una CICIES independiente. Por mandato de la Constitución, una Comisión Internacional Anticorrupción no puede operar sin estrecha cooperación con la Fiscalía, que tiene el monopolio de la investigación y acción penal. En este escenario, sin una Asamblea y una Fiscalía que pueden garantizar la independencia de la CICIES, sería contraproducente otorgarle legitimidad a este adefesio, porque daría al gobierno un instrumento para blindarse de investigaciones de la corrupción sistémica en su propio seno, e incluso para perseguir a empresarios, políticos y medios de comunicación incómodos.

 

A menos que un actor externo, con suficiente poder y dedicación, asumiera lo que ahora ningún actor nacional puede asumir: garantizar la independencia de la CICIES. Este actor externo, obviamente no es la OEA, ya que no tiene la credibilidad ni la voluntad ni el poder para jugar este rol. Naciones Unidas tampoco. El único que puede asumir esta tarea es Estados Unidos y su nueva administración Biden. Y ahora que sus funcionarios a cargo de la relación con Centroamérica han demostrado interés en hacerlo, cambia el debate sobre la CICIES.

 

Washington tiene que entender que si quieren patrocinar una reforma de la CICIES, lo tienen que hacer de manera radical y completa. Si se quedan a medio camino, obtendrán lo contrario a lo que quieren conseguir. Si el gobierno de Estados Unidos quieren apostar a la CICIES, porque saben que las instituciones nacionales, en la presente configuración del poder en El Salvador, no tendrán capacidad de luchar contra la corrupción, tiene que crear las dos condiciones mínimas: a) Estados Unidos tendrá que usar toda su influencia en la OEA para que esta organización regional deje de actuar en complicidad con el gobierno de Bukele y conduzca y supervise la CICIES con los criterios de independencia, profesionalidad y eficiencia; b) la administración Biden tendrá que ejercer toda la presión necesaria para obligar al gobierno salvadoreño a no atentar contra la independencia de la Fiscalía, usando su nuevo poder legislativo para sustituir al fiscal general actual o para nombrar, cuando termine su mandato, a un fiscal general dispuesto a supeditarse al poder ejecutivo. 

 

Lo que planteo es cosa seria: Yo sé que “intervención” es mala palabra, pero si Estados Unidos quiere que funcione una CICIES independiente, tendría que intervenir fuertemente en el funcionamiento de la OEA y también de los asuntos internos de El Salvador. Tendría que tomar la decisión y las acciones necesarias para convertirse en garante de la independencia no solo de la CICIES sino de la Fiscalía General. Porque sin fiscalía independiente no puede funcionar una CICIES independiente. 

 

Si el gobierno Biden no está dispuesto de intervenir de manera contundente, por miedo a lo mal que en América Latina suena la palabra “intervención de Estados Unidos”, que mejor no haga nada. Porque repito: No pueden quedarse a medio camino, dando legitimidad a la CICIES, pero sin garantizar su plena independencia. Si no están dispuestos de intervenir de manera radical, por favor no se metan. 

 

Alguien va a decir que estoy exagerando y que la actual CICIES ha dado muestras que quiere contribuir a la lucha contra la corrupción. Pero yo no creo en cachetadas de payaso. 


El Diario de Hoy, edición del 28 de marzo 2021, página 19



 

 


viernes, 26 de marzo de 2021

Carta de sábado: El secuestrado. De Paolo Luers


 Publicado en MAS! y EL DIARIO DE HOY, sábado 27 marzo 2021

(Las cartas de sábado: capítulos de un libro no terminado) 

Vamos a Morazán. Al fin voy a llegar a La Guacamaya, a la Venceremos. Voy a volver a encontrarme con Maravilla y Santiago. Quiero ver si es real este gran proyecto de comunicación guerrillera, al cual me apunté…

Llevo a Harry Mattison, el fotógrafo de TIME. Otro colega nos hace el favor de movilizarnos en su vehículo, primero a San Miguel, luego a un punto en la Ruta Militar, donde nos recogerían los compas.

En el carro, escuchamos una noticia inquietante: “La Iglesia Católica denuncia la desaparición del padre Maryknoll Roy Bourgeois. Salió del Camino Real para hacer compras en Metrocentro, y nunca regresó al hotel.”

Harry lo conoció: “Es un padre activista. Se hizo famoso cuando se infiltró a Fort Benning, uniformado como coronel, reunió a los miembros de uno de los batallones especiales salvadoreños en entrenamiento, y les dio un discurso citando a monseñor Romero. Fue uno de tantos arrestos de Roy Bourgeois por ‘desobediencia civil’.”

“¿Y qué diablos está haciendo en El Salvador? Lo van a matar…”

“Bueno, me dijo que quería ir a Morazán, para difundir su mensaje a los soldados salvadoreños por la Venceremos…”

“¡Oh no! Tengo un presentimiento. Me dijeron que en San Miguel vamos a recoger a dos personas más…”

Cuando llegamos a la casa del contacto en San Miguel, se me confirma la sospecha: Nos esperan dos personas, mochilas lisas. Uno es Roy Bourgeois, el otro un muchacho flaco, pálido, callado, cara de pocos amigos. Harry y yo armamos una discusión, convencidos que sería un error político llevar a este cura a la zona guerrillera. Todo el mundo denuncia su desaparición, culpa al gobierno – y de repente saldría en la Venceremos, desde La Guacamaya.” Estoy furioso: “¿Quién diablos autorizó esto, sin decirme nada?”

El tipo flaco dice: “Yo decidí llevarlo. Y así lo haremos.” – “Disculpe, ¿y quién sos vos?” Resulta que es Roger Blandino Nerio, recién liberado, luego de más de un año de preso político. Prominente líder de las LP 28…

“Estamos poniendo en riesgo a Roy, lo van a fregar a su regreso, pero también a Harry y a mi, si saben que anduvimos juntos. Y para la Iglesia será un gran escándalo. Tiene que regresar a San Salvador. Puede ir en el carro en el cual llegamos.”

Nuestro contacto nos apura: “Pónganse de acuerdo. Tenemos que ir ahora, si no perdemos la cita en Rio Seco.”

Bueno, “Jeremías” ( el seudónimo de Roger) es el cuadro del partido. Me cayó mal desde el primer día de conocernos, pero no tengo voto. Nos montamos en el carro y nos vamos.

Pasamos por la antena militar en el kilómetro 18. Hay un retén, pero no nos paran. Seguimos la Ruta Militar en dirección de Santa Rosa de Lima. Ya está oscureciendo. En una curva el contacto dice: “Luego del puente, dobla a la izquierda.” Cuando paramos, vemos unas señales de lámpara, bajamos las mochilas, el carro retrocede y se va. Caminamos unos 50 metros, y detrás de una casa están los compas. Sólo un susurro: “Vámonos ya, compas. Rápidos. Nadie habla.”

Y comienza la marcha. Mi primera columna guerrillera.

Caminamos rápido por un camino vecinal, pasando por algunas casas. Alejándonos de la carretera ya no hay más casas. Nadie habla. Nadie alumbra. Nos encontramos con dos compas más, de repente todos tienen fusiles. Cruzamos la carretera que conduce a Gotera, uno por uno, corriendo. Llegamos a un caserío, entramos a una casa, y al fin se

Jimmy "El Gato"

puede hablar. Estamos en un cantón llamado Río Seco. El líder de la escuadra es Jimmy, un tipo de tal vez 20 años. Nadie nos explica que él es el jefe, no hace falta, se nota de la manera como todos se relacionan con él. Le dicen “El Gato”, y tiene por misión llevarnos hasta el campamento en el cerro Cacahuatique.

El Gato explica: “Tenemos que llegar antes de que amanezca, hay partes donde no se puede caminar de día. No hay ejército, pero sí hay orejas.”

Nadie de nosotros está preparado para la marcha que nos espera. Roger, recién salido de la cárcel, está en las peores condiciones. Los tres ‘gringos’ tampoco estamos entrenados, y mucho menos acostumbrados a caminar en lo oscuro en terreno quebrado. Es una marcha brutal, siempre cuesta arriba, malos caminos. Llego a un estado de cansancio físico combinado con desesperación.

Odio este cerro. Comienzo a putear en alemán, cada vez que me tropiezo con una piedra. La vista me juega chistes, ya no puedo distinguir si el terreno a la par es inclinado para abajo o para arriba, es una especie de mareo. Odio este cerro…





lunes, 22 de marzo de 2021

Carta a Fito Salume: Piratería. De Paolo Luers


Publicado en MAS! y EL DIARIO DE HOY, martes 23 marzo 2021

Estimado señor:
Si usted hubiera fundado su medio digital ‘Diario1’ con ambiciones editoriales, y si sus redactores estuvieran trabajando bajo la ética profesional de los periodistas, no se le ocurrir
ía piratear artículos de otros medios o autores sin pedir y obtener permiso. Es uno de los pecados que entre periodistas profesionales y empresas mediáticas serias no se cometen. Es cuestión de honor.

Pero su ‘Diario1’ lo cometió - no sé si bajo instrucciones suyas, pero seguramente sin que usted interviniera para reparar el daño, retirar la publicación pirateada y pedir disculpas. Errores se pueden cometer, pero también se pueden reconocer y reparar. También es cuestión de honor.


El miércoles 17 entregué una crónica sobre las elecciones municipales en Metapán a mi periódico, El Diario de Hoy, para ser publicados en dos entregas el jueves 18 y el viernes 19 de marzo. Desde hace 13 años, todo el mundo sabe que EDH es el único periódico salvadoreño en el cual publico. Siempre acostumbré postear mis notas, columnas o cartas para EDH la noche anterior en mi blog personal Siguiente Página – más o menos a la misma hora que desde EDH las suben a su sitio digital elsalvador.com. Ya no lo voy a hacer, sabiendo que hay piratas acechando al periodismo.


Esta vez, posteé el material para jueves en mi blog el miércoles a las 6pm. Por razones técnicas, en EDH hasta las 9.15pm estaban listos para subirlo al sitio elsalvador.com. Pero cuando estaban al punto de hacerlo, nuestros editores se dieron cuenta que a las 9pm este mismo material de mi autoría ya había salido en ‘Diario1’. Valoraron la situación inédita y decidieron suspender la publicación de este material, tanto en su versión digital como en su versión impresa, porque ya estaba ‘quemado’ por la piratería de otro medio. Y no cualquier nota ni cualquier medio: Mi nota “Una ‘golpiza de cantina’ contra todos los poderes de Metapán” fue pirateado precisamente por ‘Diario1’, un medio creado por usted como instrumento para su guerra privada contra el Cartel de Texi y el consorcio Gumerasal, que compite con sus empresas. 

Nadie desconoce que usted y su ‘Diario1’ tienen el interés establecido de perjudicar a Juan Samayoa y ‘Chepe Diablo’, los caciques de Metapán. Si salía en ‘Diairio1’ una nota de El Diario de Hoy, que menciona de manera crítica a estos personajes, al mismo tiempo en ‘Diario1’, cualquier podría sospechar que esta doble publicación era producto de una maniobra política entre los dos medios. Pero nosotros no nos dedicamos a este tipo de maniobras. Es más: Si ustedes me hubieran pedido permiso, yo se lo hubiera negado. Y aunque a mi como autor me dolió que la nota de “la golpiza de cantina” no saliera en las páginas de El Diario, fue prudente no publicarla, una vez que ustedes nos habían hecho trampa pirateándola. Cuestión de principios.


Yo no escribí esta nota para tomar parte en la guerra comercial, de comunicación y jurídica entre usted y el grupo Samayoa/Salazar. La escribí por curiosidad. Quería entender porqué en la votación por alcalde en Metapán hubo un resultado tan diametralmente diferente al resto del país. Y déjeme asegurarlo, don Israel Peraza, el personaje principal en esta crónica, no decidió correr por la alcaldía de Metapán por ninguna razón que tuviera que ver con usted y sus intereses personales y comerciales.


En este contexto, apoderarse ilegalmente de mi crónica y lanzarla en su ‘Diario1’ no sólo fue una acción violatoria a la ética periodística, sino al la vez una maniobra política de muy bajo nivel.


Cuando un empresario pone un medio de comunicación, una fundación supuestamente en pro de la transparencia y hasta un partido político, con la única razón de tener instrumentos en su pelea comercial contra competidores, todo sale mal: el medio, la fundación, el partido, y el hombre detrás de los tres.


El periodismo es una cosa seria y responsable. Pero esto a la mejor usted no lo entiende y no le preocupa.


Saludos,