sábado, 4 de julio de 2020

Columna Transversal: ¿Qué ondas con las elecciones internas? De Paolo Luers



Publicado en EL DIARIO DE HOY, domingo 5 julio 2020

Desde que nos agarró la pandemia, todos estamos hablando y escribiendo, todos los días, de nuestro sistema público de Salud, de cuarentenas con su impacto fatal sobre la economía (la nacional como la familiar), de un gobierno que en medio de la crisis de Salud nos metió en una crisis institucional. Son los problemas que, con toda razón, más nos preocupan, y que necesitamos entender y resolver.

Sin embargo, hay otros temas a los cuales tendríamos que poner atención con la misma urgencia. Sobre todo el tema electoral. Estamos a solo 8 meses de las elecciones legislativas, que van a definir si el rumbo del país será hacía un régimen autoritario, con el presidente, su clan familiar y su círculo de poder tomando control total del Estado -o si vamos a seguir teniendo condiciones para defender el orden republicano con pesos y contrapesos y división de poderes.

Suena dramático, pero no tiene ni una onza de exageración. La situación es dramática, por todo lo que está en juego. Igual o aún más que en la crisis de la epidemia…

En este sentido, es una actitud equivocada ver como antiético o insensible que en medio de la epidemia con sus sufrimientos se esté pensando en las elecciones. Es al revés: no hablar ahora sobre estas elecciones, sobre cómo articular una estrategia de contención al populismo autoritario, sobre opciones viables y atractivas, sería una irresponsabilidad imperdonable. Esto no se puede posponer para “después de la epidemia”, simplemente porque no habrá tal “después” antes de las elecciones.

Los únicos que parecen haber entendido esto son los Bukele. Su partido Nuevas Ideas es el único que está haciendo campaña pública en preparación de sus elecciones internas. Nos puede caer mal el desfile de sus precandidatos por las redes sociales, pero es un error denunciar esto como “campaña adelantada” y, por tanto, ilegal. Que muchos de los precandidatos de Nuevas Ideas están llevando su campaña a las comunidades, repartiendo los paquetes alimenticios del Estado, y que algunos de ellos promueven su campaña y su partido desde sus posiciones de poder dentro del gobierno, es condenable éticamente y debería ser tema del debate político-electoral, que lastimosamente no tiene lugar en el país.

Dejémonos de pajas: no tiene sentido que el legislador obligue a los partidos a celebrar elecciones primarias y que se considere campaña adelantada cuando los precandidatos compiten públicamente. ¿Cómo pueden competir libremente los precandidatos en organizaciones tan masivas como Nuevas Ideas, ARENA y el FMLN, si no pueden usar las redes sociales? Es más, las elecciones internas no son exclusivamente asuntos internos de los partidos que solo competen a los militantes con derecho de votar. Son asuntos públicos con relevancia para toda la ciudadanía.

Entonces, ¿por qué los partidos de oposición (con las únicas excepciones tímidas de Vamos y Nuestro Tiempo) ni siquiera hacen el intento de transparentar y hacer accesible a la ciudadanía su proceso interno y las precandidaturas? ¿Por qué el FMLN y ARENA no aprovechan la coyuntura de las primarias para presentar a la ciudadanía, y en especial a sus militantes, las opciones personales y conceptuales que compiten por alcaldías y diputaciones? ¿Por qué no hay ningún tipo de debate público sobre su estrategia, su agenda legislativa para el período 2021-2024, o sea para el resto del período presidencial de Nayib Bukele?

Las elecciones primarias de todos los partidos se celebrarán antes de terminar  julio. Y a estas alturas, ¿quién conoce los perfiles de candidatos nuevos en el FMLN y ARENA, en Vamos y Nuestro Tiempo? ¿Quién conoce sus propuestas? Nadie.

Están dejando el terreno a Nuevas Ideas, con el ridículo argumento de que no quieren hacer campaña adelantada. Hay un mandato de transparencia y de libre competencia entre los precandidatos (libre de decisiones de las cúpulas), ¿pero cómo habrá libre elección si no se conocen los precandidatos y sus propuestas políticas?

Les quedan pocos días para organizar sus elecciones primarias con transparencia y seriedad.


viernes, 3 de julio de 2020

Carta a las enfermeras, los médicos y todos los trabajadores de la salud: ¡Gracias!. De Paolo Luers

                                            

Publicado en MAS! y EL DIARIO DE HOY, sábado 4 junio 2020

Estimados amigos:

Si todo el mundo, incluyendo el gobierno y los diputados, les dicen ‘héroes’, ¿por qué son tan mal pagados? ¿Por qué tienen condiciones de trabajo tan inhumanos? ¿Por qué no les dan todo el equipo de protección que necesitan contra el contagio? 

 

Y ojo: ¿Por qué no los cuidamos? No es solo el gobierno, somos toda la sociedad que los trata con tanta hipocresía.

 

Es parecido a lo que vivieron los veteranos de la guerra de Vietnam. Cuando estaban lejos, en las junglas de Vietnam, eran ‘héroes’. Cuando regresaron a Estados Unidos, fueron olvidados, marginados, dejados al desempleo, el alcohol y las drogas. 

 

Ustedes son ‘héroes’ mientras son anónimos. Cuando son vecinos, los ven como posibles portadores del virus.

 

Tal vez por eso, uno de ustedes escribió recientemente en Twitter: “No queremos ser héroes, mucho menos mártires. Solo queremos que nos den lo que necesitamos para poder hacer nuestro trabajo sin contagiarnos.”

 

A mi tampoco me gusta el discurso patético sobre los ‘héroes’. Escribí una columna sobre este tema: ¿Nación de Héroes o República de ciudadanos decentes?” Ustedes son ciudadanos que por decencia cumplen con su deber profesional y cívico. Y como tales merecen nuestro respeto y el pleno apoyo de la sociedad y del Estado.

 

Uno tiene que conocer los hospitales donde ustedes trabajan para entender esto. Yo nunca había entrado a un hospital público o del Seguro Social, y compartía buena parte de los perjuicios sobre la atención que uno puede esperar en ellos. Hasta que me tocó llevar a nuestro tío Rafa de emergencia al Rosales. La calidad humana y profesional de la atención que recibimos me llevó a dedicarles una carta a los médicos y enfermeras del Rosales: “Son los ángeles del infierno.”

 

Cuando me tocó operarme de corazón, terminé de paciente de cuidados intensivos en el Hospital MQ del Seguro Social. Otra lección sobre médicos y enfermeras trabajando en condiciones pobres, pero obteniendo resultados admirables. Mi único forma de poder reconocer y agradecerles su trabajo fue dedicarles otra carta pública - para contribuir a que la sociedad tome conciencia sobre el valor del trabajo en nuestros hospitales.

 

Ahora que estamos expuestos a la epidemia del Covid19, todos ustedes que trabajan en el área de Salud están enfrentando el reto más serio a su ética profesional y sus valores cívicos, y están pagando un precio muy alto e injusto por aceptarlo todos los días. La sociedad les queda debiendo mucho: no solo respeto, cariño y agradecimiento, sino expresar y movilizarse para exigir que el Estado les genere las mejores condiciones para hacer su trabajo sin ser condenados, por negligencia y falta de equipos de protección, al contagio y el peligro de perder la vida. 

 

Parece que al fin nuestra sociedad está desarrollando conciencia sobre lo que les debe a ustedes. Lo indican la portada de El Diario de Hoy de ayer, dedicada a los trabajadores de salud que han muerte en esta coyuntura de la epidemia, y la iniciativa promovida en redes sociales de unos minutos de aplauso colectivo para los ángeles que guardan nuestra salud.

 

En nombre de muchos silenciosos les digo: ¡Gracias!

 

Saludos,

Lea también:


Son los ángeles del infierno.


Carta de reconocimiento a los que me trataron en el Hospital MQ




miércoles, 1 de julio de 2020

Carta a los que se dejan engañar: Las mentiras tienen patas cortas. De Paolo Luers

                                                       

Publicado en MAS! y EL DIARIO DE HOY, jueves 2 julio 2020


Todo es mentira. 

 

El Hospital El Salvador es mentira.

Fue “inaugurado” el 21 de junio, pero solo para las cámaras. No está listo. No tiene el personal calificado. No ha recibido más de una docena de pacientes. No descongestiona los hospitales saturados de casos Covid. 

 

La estadística oficial del Covid19 es mentira.

Los laboratorios estatales no tienen capacidad de procesar los 2500 pruebas que diariamente reporta el ministerio de Salud. Los datos de fallecidos no coinciden con la cantidad de ataúdes que salen de las morgues de los hospitales con protocolo Covid19. El gobierno se niega a que profesionales independientes auditen la estadística oficial.

 

La necesidad de otra cuarentena nacional domiciliar y obligatoria es mentira.

En las audiencias que está realizando la Comisión Política de la Asamblea hay consenso de los expertos que se necesita cuarentenas o cercos sanitarios locales o sectoriales, basadas en inteligencia sanitaria confiable (que no hay, porque las estadísticas están manipuladas).

 

La afirmación que el transporte público es el principal foco de contagio es mentira.

Esto depende de los protocolos que se empleen. Además, ahora el gobierno tiene circulando más de mil unidades para transportar empleados públicos, y no hay indicios que ahí se generen los contagios. 

 

Decir que por más empresas reinicien operaciones, más contagio habrá es mentira.

El gobierno no ha mostrado ni un solo caso de un centro de trabajo (de los que han operado durante la cuarentena o de los que han reiniciado operaciones en la primera fase de la reapertura) hayan sido foco de contagio. El mismo ministro de trabajo, encargado de vigilar el cumplimiento de los protocolos de bioseguridad de las empresas, ha dicho que están cumpliendo con todas sus obligaciones. En cambio, siguen siendo focos de contagio las instituciones bajo control del gobierno: PNC, bartolinas, penales, Fuerza Armada, personal y usuarios de hospitales públicos, asilos de ancianos y niños...

 

La acusación del presidente (y que se ha convertido en discurso oficial de todo el gabinete) de que la Asamblea y la Sala de lo Constitucional lo han despojado de los instrumentos legales para combatir la epidemia es mentira.

El gobierno no dispone de una Ley de Emergencia, porque el presidente vetó los dos últimos intentos de la Asamblea de establecer Estado de Emergencia. Los vetó porque la Asamblea, como es su deber, incluyó clausulas de transparencia y rendición de cuentas. 

 

La afirmación que la Asamblea no le ha dado al gobierno “ni un centavo partido en dos” para hacer frente a la epidemia y los estragos de las tormentas es mentira.

Las Asamblea autorizó al gobierno a endeudar al país con 3 mil millones de dólares adicionales para enfrentar las emergencias. Es tarea del gobierno, no de la Asamblea, de gestionar los créditos. Y es culpa del gobierno y sus berrinches con la Asamblea y la Sala que cada día se hace más difícil y caro conseguir prestado. El clima de inestabilidad institucional e inseguridad jurídica nos sale cara.

 

La propagando del gobierno que dice que mientras la gente muere en los hospitales los diputados están discutiendo si existe o no epidemia es mentira.

Ni los más tontos de los diputados niegan el hecho que estamos ante una epidemia y una emergencia. Lo que la Asamblea le niega al presidente son poderes absolutos sin rendición de cuentas y estados de excepción con suspensión de libertades constitucionales sin justificación.  

 

Sean más desconfiados, sobre todo cuando se acercan elecciones. Confronten la propaganda con los hechos. Escuchen a varias versiones en los medios o redes sociales. No le crean a nadie solo porque tiene el poder de difundirlo y repetirlo mil veces por canales oficiales. Pónganse busos.

 

Saludos,


lunes, 29 de junio de 2020

Carta a la oposición emergente: Hoy es cuando. De Paolo Luers

Bukele y Muyshondt


Publicado en MAS! y EL DIARIO DE HOY, martes 30 junio 2020

Estimados amigos:

Nadie ha gastado mucho pensamiento electorales a la alcaldía de San Salvador. Parecía un hecho consumado que Neto Muyshondt la iba a ganar otra vez, dado el acercamiento entre él y el presidente. Todo indicaba que el mismo alcalde partía de que podía darse el lujo de desafiar a su partido, que de todos modos lo iban a volver a postular, y que si perdía algunos votos tradicionales de ARENA, ganaba más que suficiente en el campo de los seguidores de Bukele. Para que todo esto funcionara, lo único que tenía que hacer el presidente era lanzar a un candidato débil a competir con Muyshondt.

 

Es imposible saber si hubo un acuerdo explícito entre Bukele y Muyshondt, o solamente una expectativa por parte del alcalde que podía contar con Bukele para continuar en la alcaldía capitalina. No importa. Sea que fue acuerdo o sea que fue una expectativa cuidadosamente creada, el presidente traicionó al alcalde. En vez de nombrar a un candidato débil para competir con Neto Muyshondt, mandó a uno de sus lugartenientes más cercanos, al ministro de Gobernación Mario Durán. Significa que en serio quieren quitarle a Muyshondt la alcaldía. 

 

Sea cual sea la paja que le dieron a Neto, lograron que el alcalde acercara sus posiciones políticas a Nuevas Ideas y a Casa Presidencial, y así se profundizara la incomodidad y la división en ARENA. Porque si hubo un acercamiento entre Bukele y Muyshondt, siempre fue el alcalde y nunca el presidente que modificó sus posiciones. Muyshondt se acercó al presidente y a su partido, jamás al revés.


Bukele y Durán


Ahora que Bukele traicionó lo que hubo entre ambos -acuerdo, entendimiento, expectativas de buena voluntad- a Muyshondt no le queda otra que regresar a ARENA y tomar posiciones de oposición al gobierno. Solo desde posiciones críticas a la presidencia de Bukele podrá enfrentarse al Mario Durán. Este obviamente no va a tener la decencia de renunciar a su cargo de ministro, sino usarlo para ganar ventaja electoral.

 

Habría que ver si Neto Muyshondt logra, más allá del aparato partidario, recuperar la confianza de los votantes de la oposición. Sería interesante que en esta situación surgiera una tercera opción con un candidato que con más credibilidad pueda representar a la amplia oposición que existe el intento de los Bukeles y sus partidos GANA y Nuevas Ideas de agarrar todas las palancas del poder. A ver si Nuestro Tiempo (o VAMOS, o ambos juntos) detecta y aprovecha esta gran oportunidad de posicionarse como alternativa – tal vez con pocas posibilidades de ganar la alcaldía, pero sí para ponerse en el mapa como nueva fuerza opositora. Sería atractivo para un montón de electores que ya no ven a Muyshondt como alternativa creíble a Nuevas Ideas. 

 

En cambio, si nadie se atreve a retar a Muyshondt y Durán, siempre tendremos un alcalde oportunista.

 

Saludos,