viernes, 28 de octubre de 2022

Carta a los ‘tepesianos’: En vez del TPS, necesitan un PPS, De Paolo Luers

 Exijan que el gobierno salvadoreño haga las gestiones necesarias para defender sus derechos, pero no confíen que esto va a pasar. No pueden contar con Bukele y su gobierno. 

Audio-TPS.mp3

Publicado en MAS! y EL DIARIO DE HOY, sábado 29 octubre 2022

 

Estimados paisanos en los Estados Unidos:

 

Nuevamente, les toca presionar, rogar y negociar para conseguir una prolongación del TPS y para proteger a sus familias y las existencias que han construido en Estado Unidos.

 

Y esta vez, les toca solos, con la total ausencia del gobierno salvadoreño. No es que en las ocasiones anteriores los gobiernos hayan sido de gran ayuda, pero algunas gestiones han hecho. Hoy, el gobierno parece totalmente indiferente frente a sus angustias. Les prometen facilitarles que ejerzan su derecho al voto por presidentes y diputados salvadoreños – y con esto, que ya dejen de joder. Esta es la política de Nayib Bukele, su canciller Alexandra Hill y su embajadora Milena Mayorga hacia los salvadoreños, que con sus remesas evitan una crisis social en El Salvador.


No sólo no ayudan, además estorban. El presidente no deja pasar ninguna oportunidad para escupirle en la cara a los que en Washington toman las decisiones que afectan a ustedes. Esto ya es grave. Pero además, el presidente y su partido emplean un discurso que es incompatible con la petición de seguir concediendo a ustedes el famoso TPS, el Estatus Provisional de Protección. Si uno escucha la propaganda de Bukele, se pregunta: ¿Protección de qué? Según la versión oficial, bajo la sabia conducción del presidente, El Salvador se ha convertido en un país en paz, prosperidad y progreso. Si ya no hay pandillas que amenazan la vida de los salvadoreños, si hay un gobierno que da de comida y trabajo a los pobres – ¿de qué necesita Estados Unidos proteger a los inmigrantes salvadoreños? 


Y ahí estamos en el meollo del problema. Aunque ahora les toca pelear por el TPS, porque es lo único que protege su existencia en Estados Unidos, lo que realmente necesitan -y merecen- no es un arreglo temporal, sino un arreglo permanente. El gobierno salvadoreño, sabiendo que por definición el TPS es un escudo temporal, tiene la obligación de trabajar, junto con el gobierno y Congreso de Estados Unidos, por una solución integral y permanente. Un PPS, Estados de Protección Permanente. 


El TPS tuvo su razón por peligros en el país de origen, sean terremotos o extrema inseguridad. Pero ustedes, luego de vivir por décadas en Estados Unidos, trabajando, pagando impuestos, aportando a la economía estadounidense, tienen derecho de protección de sus derechos adquiridos en ese país – independiente de la situación en su país de origen. Una buena parte de la sociedad y de la clase política norteamericana entiende esto y está en favor de una reforma migratoria que protegería sus derechos como residentes y trabajadores en Estados Unidos, ya no como pobres expulsados de su patria. Pero la solución hay que construirla.


La ausencia del gobierno en este debate, en este esfuerzo de carácter integral y histórico, es el verdadero pecado de Nayib Bukele. Sus insultos a la administración Biden y a todos los congresistas y senadores que han señalado los peligros para la democracia y los derechos humanos en El Salvador, solo agravan la situación, pero el pecado principal es la falta de una política destinada a ayudar a la comunidad salvadoreña en Estados Unidos a resolver, de una vez por todas, su situación.


Claro, en ausencia de una reforma migratoria -y de una política salvadoreña en favor de ella- a ustedes no les queda otra que defender el TPS. Es el gobierno que los condena a seguir rogando por otra prolongación, cuando tienen todo el derecho de exigir que se les reconozca que son parte de la sociedad de los Estados Unidos de América. 


Sólo les puedo decir: Exijan que el gobierno salvadoreño haga las gestiones necesarias para defender sus derechos, pero no confíen que esto va a pasar. No pueden contar con Bukele y su gobierno. Sabiendo que están solos y que todo depende de ustedes mismos, será más fácil unirse y dar la pelea. 

Saludos, 







miércoles, 26 de octubre de 2022

Carta al los fanáticos: A la larga siempre pierden. De Paolo Luers

El apoyo popular no es eterno. Me permito a adaptar a la actualidad la famosa frase de Abraham Lincoln: “Puedes fanatizar a todos por un tiempo - y a algunos todo el tiempo, pero no puedes fanatizar a todos todo el tiempo.” 

El audio de la Carta: Carta-Irán.mp3

Publicado en MAS! y EL DIARIO DE HOY, jueves 27 octubre 2022

Amigos:


Todo comenzó el 13 de septiembre 2022, cuando una muchacha de 21 años, llamada Masha Amini, fue arrestada, golpeada y matada por la ‘Policía Moral’, porque anduvo sin el ‘hijab’ - el velo que la ley islámica obliga a las mujeres a usar para cubrir su pelo. Si alguien cree que no existe tal cosa monstruosa como una ‘Policía Moral’, está equivocado: existe en Irán. Es una policía religiosa, que vigila la moda, las costumbres y el comportamiento moral de los iraníes, especialmente de las mujeres, las muchachas y las niñas. 


Masha Amini


Desde el día que la ‘Policía Moral’ asesinó a Masha Amini, la ‘República Islámica de Irán’, mejor dicho la dictadura de los mullahs, enfrenta las protestas más sostenidas y masivas de su triste historia. Comenzó con miles de mujeres jóvenes saliendo a las calles, quemando sus velos, reclamando libertad. Luego se incorporaron sus madres, las abuelas y las niñas en la escuelas. Luego se unieron a la protesta hombres, trabajadores, sindicalistas. Surgieron huelgas. Como Masha Amini y muchas otras víctimas de la represión eran parte de la minoría kurda en el oriente del Irán, el movimiento por la autonomía del pueblo kurdo se unió también a las protestas.


Las protestas se han convertido en rebelión y revelan que los fanáticos han perdido el apoyo popular que les permitió,durante décadas, ejercer el control total de la sociedad iraní. El fanatismo se desinfló – y como respuesta el régimen, como siempre hacen los autoritarios, recurre a la represión. 234 personas han muerto, muchas de ellas mujeres jóvenes, incluyendo 29 niños.


Lo que comenzó como una protesta contra imposiciones religiosas y se convirtió en un movimiento de las mujeres por sus derechos, está desembocando en un movimiento popular que se dispone a derrumbar el sistema autoritario.

 

A la par del grito ‘Mujer. Vida. Libertad’ de las mujeres, retomado ahora por todos, las multitudes gritan: ‘Libertad para Ucrania’. El apoyo político y militar de Irán a la invasión rusa en Ucrania se ha convertido en el otro gran tema de las movilizaciones populares. La gente entiende que esto va a empeorar la crisis económica-social que sufre el país. Y así se cierra el círculo: antes del asesinato de Masha Amini, las esporádicas protestas eran de carácter económico, ahora son integrales: contra el desempleo y el hambre, contra la imposición religiosa, por los derechos de las mujeres, por libertad, contra el envío de drones y cohetes iraníes a Rusia, provoca sanciones internacionales, que causarían más crisis social.  Ahora, es una lucha por un cambio de régimen.


Mujer sin velo frente de una masiva marcha de protesta hacia el cementerio de
Aichi en Saqez,donde está enterrada la mujer asesinada Mahsa Amini. Foto: AFP

 

Los fanáticos están perdiendo. Perdieron el apoyo popular mayoritario, que al principio sostuvo su régimen. Están perdiendo el control social – y van a perder el poder. Es un ciclo político, que siempre se repite en la historia de los sistemas autoritarios que se basan en sus mecanismos de fanatizar a las masas. No son sostenibles, porque el fanatismo no es sostenible. Cuando la persuasión ya no funciona, entra la represión. La represión provoca resistencia. Cuando la represión selectiva ya no alcanza para detener la resistencia, se vuelve masiva. 

 

Tanto en Irán y en el Kurdistán como en Ucrania y también en Rusia, al fin van a consolidarse la libertad y la democracia. Putin y los mullah iraníes no se van a poder salvar mutuamente. Los regímenes obsoletos, aunque son cómplices, no suman. Tampoco suman los gobernantes en otras latitudes, que coquetean con ellos porque comparten su desprecio al Estado de Derecho. Más bien refuerzan mutuamente sus debilidades. 

 

Así que hay que decir a los fanáticos -los de allá y acá- que el apoyo popular no es eterno. Me permito a adaptar a la actualidad la famosa frase de Abraham Lincoln: “Puedes fanatizar a todos por un tiempo - y a algunos todo el tiempo, pero no puedes fanatizar a todos todo el tiempo.”

Saludos, 




lunes, 24 de octubre de 2022

En vez de carta: Conversación con alguien que trata de entender su país. De Paolo Luers

“Por la gran p..., si ni siquiera Joaquín Villalobos defiende las conquistas de la guerra y de los Acuerdos de Paz, ¿quién las defiende?”

 El audio: El Compa.mp3


Publicado en MAS! y EL DIARIO DE HOY, martes 25 octubre 2022 

Me reencontré con un compa, excombatiente guerrillero de Morazán, luego de más de 30 años de no vernos. Vino de Estados Unidos. Luego de hablar de nuestras andanzas en la guerra, conversación obligatoria para estas ocasiones, llegamos a la situación actual del país. “Vine para entender qué p.... está pasando con nuestro país. Y me doy cuenta que todo por lo cual hemos luchado se fue al carajo: la independencia de la justicia ya no existe, la policía está nuevamente militarizada y captura arbitrariamente a la gente; el ejército está otra vez metido en política... ¿Cómo fue aquella fórmula mágica, con la cual me explicaste en aquel entonces el sentido de los Acuerdos de Paz?”

 

“El ejército se queda con las armas, pero tiene prohibido meterse en política. La guerrilla entrega sus armas y se mete en política. Este es el deal que hicimos.”

 

Me queda viendo, lleno de dudas, igual que en aquella plática en un campamento en las afueras de Perquín, donde cientos de combatientes estaban esperando su desmovilización. “Bueno, parece que tu fórmula no funcionó, viendo cómo está el país ahora.”

 

Seguimos hablando, preguntando, analizando, y cada vez nos acercamos más al abismo de la goma moral. Al final, me pregunta el compa: “Y Joaquín, ¿qué dice de todo esto?”

“¿Quién? Joaquín Villalobos?”

“Si, Atilio, nuestro jefe. ¿Qué dice él sobre el hecho que los Acuerdos de Paz ya no valen, que incluso nuestra lucha fue una farsa, ¡en el discurso del presidente de la República! A mi me hierve la sangre cuando escucho todo esto. ¿Qué dice Villalobos?”

“No sé.”

“Cómo que no sabés?”

“Bueno, que yo sepa, desde que llegó Bukele, no ha dicho nada.”

“Esperate, me estás diciendo que Joaquín no ha dicho nada sobre el intento de revertir todo lo que juntos hemos logrado? No te creo. Y los demás?”




Pasamos revista. La Comandancia General tuvo cinco miembros. Schafik murió a tiempo, ya no tuvo que observar que el hijo de su amigo Armando Bukele destrozara al FMLN, le robara un millón de votos y se los llevara a la deriva hacía la derecha más rancia.

“¿Y Leonel, Sánchez Cerén?”, me pregunta.

“Bueno, al sólo entregar la presidencia, se fue a vivir a Nicaragua, y nadie sabe qué hace, qué piensa, qué opina. Por todos los efectos prácticos, está muerto también. 

“Y Fermán Cienfuegos, el jefe de la Resistencia Nacional, el intelectual y poeta de la guerrilla, ¿qué dice de Bukele y su gobierno?”

“Nada. No habla, no escribe. Ni idea qué hace. Queda Francisco Jovel: también cero a la izquierda.”

“Por la gran p...., si ni siquiera Joaquín defiende las conquistas de la guerra y de los Acuerdos de Paz, ¿quién las defiende?”

“Nadie. O sea, un montón de compas no están de acuerdo, algunos incluso andan tratando de organizar una oposición, me consta, pero prefieren no hablar en público. Algunos lo hacen, pero con discursos obsoletos. Y algunos locos, como yo, siguen jodiendo, pero parecen a Don Quijote peleando contra molinos de viento.”

“Entonces, estamos fritos.”

“Es aun peor: la derecha está igual de desarmada. Freddy Cristiani tuvo que salir del país, igual que Javi Simán. Los que se han quedado, se han escondido -como Carlos Calleja, quien desde el día que perdió las elecciones no ha dicho ni guna sólo palabra- y se han acomodado con el nuevo poder. Otros, simplemente se callaron. Tienen miedo, y con razón.”

“¿Y el Frente?”

¿Cuál Frente? El FMLN como partido está destruido, y lo poquito que queda, lo paraliza Ramiro para que no haga oposición a su amigo Bukele.”

“Me estás pintando un cuadro demasiado oscuro, Paolo. ¿Y la gente que ha salido a la calle? ¿Los veteranos de guerra, que todavía siguen comiendo m....? ¿Los familiares de los miles que se están pudriendo en las cárceles?”

“Existen. Se mueven. Pero no han logrado articular una oposición unida, ni un proyecto político alternativo.”

“¿Entonces, todo está perdido?”

“No. El régimen de Bukele no es sostenible. Va a entrar en crisis, habrá tensión social, habrá resistencia. Ahí es donde va a nacer la alternativa. No de nosotros.”


“Dios te oiga, compa.”

 

    Saludos a todos,