sábado, 19 de diciembre de 2020

¿Gran relax a la orilla de una autopista? Columna Transversal de Paolo Luers

                                                  Fuente de la foto: MOP

Publicado en EL DIARIO DER HOY, domingo 20 diciembre 2020

La idea de Surf City me gustó. Me parece correcto focalizar las inversiones públicas y promover inversiones privadas para mejorar la infraestructura y la oferta turística en las zonas costeras con potencial para atraer el turismo internacional, sobre todo de los surfers de Estados Unidos, Canadá, Europa y Brasil. Esta idea tiene futuro, y tiene factibilidad.


El problema es que este proyecto, como muchos otros, fue contaminado y pervertido por la megalomanía con la que Bukele ha contagiado a todo su gabinete. Para fomentar el turismo en la costa, había que concentrase en medidas necesarias para crear las condiciones adecuadas para el desarrollo turístico: primero, priorizar y acelerar para resolver, de una vez por todas, el problema de aguas negras en todas la poblaciones costeras, en especial donde se concentran poblaciones y centros turísticos, como en el puerto Libertad y el tramo hasta El Zonte. Segundo, tranquilizar el tráfico en la carretera Litoral. En cuanto a las aguas negras, algunos proyectos están en marcha. Pero en cuanto al tráfico, el gobierno apostó exactamente a lo contrario. En vez de tranquilizar el tráfico, planifican convertir la Litoral en una autopista, por lo menos entre el puerto de La Libertad y El Zonte. Esto es absurdo y no compatible con el desarrollo turístico. ¿Quién quiere hacer vacaciones en la orilla de una autopista?


Una de las justificaciones para este plan absurdo es que la Litoral es la ruta de paso para los cientos de tráileres pesados que entran en El Amatillo y atraviesan el país para salir a Guatemala, más para el transporte de carga que el gobierno proyecta generar entre los puertos de Acajutla y La Unión. Es cierto, el trafico de vehículos de carga por la zona turística es un serio problema. Pero para resolver este problema serio, no hay que construir una autopista en la costa, sino completar el periférico de San Salvador, que conecta la autopista de Comalapa con la autopista a Quezaltepeque y con la carretera de Los Chorros. Esto sería un proyecto caro y a mediano plazo, pero uno en el cual urge que comencemos a invertir. Este sí es un proyecto para el futuro, la autopista litoral no.

Una vez que la litoral esté libre del tráfico de los tráileres, los pobladores y los turistas no tienen ninguna necesidad de una autopista de cuatro carriles para llegar del empalme del bypass del puerto Libertad a sus destinos en las playas del Tunco, del Sunzal o El Zonte. El turista demanda que puede llegar rápido hasta la costa, y con la ampliación de la carretera al puerto y el bypass esto está garantizado. Una vez que está en la costa, demanda tranquilidad y seguridad. Y un desarrollo y ambiente amigable.


Para las poblaciones y los negocios en este tramo de la Litoral, una autopista litoral sería un desastre. Dividirá las comunidades en dos espacios con poca comunicación. Aislará las residenciales, hoteles y restaurantes del lado de la montaña de la playa. A muchas casas y empresas turísticas les robarán parte de sus escasos terrenos, y sus instalaciones quedarán sin la distancia mínima de la autopista y su contaminación acústica y del aire. Menos mal que esto lo piensan para favorecer al turismo...


Hay que hacer lo contrario: no sólo eliminar el tráfico de tráileres, sino adoptar el principio moderno que se aplican en muchos lugares turísticos y ciudades del mundo: hacer el tráfico vehicular más lento, y por tanto más seguro y más amigable. Tiene sentido agregar a la carretera pistas seguras para bicicletas y para caminar o correr, aparte de construir malecones a la orilla de la playa. En esto vale la pena invertir. Pero no en adaptar la Litoral al tráfico rápido. El turista busca que sus hoteles sean parte de pueblitos pintorescos que invitan a caminar, y con la autopista sería imposible crear estos ambientes.


Fuente de la Foto: MOP


Alguien habrá traído el concepto equivocado a saber de dónde. Tal vez del Pacific Coast Highway en la costa californiana entre Santa Mónica y Malibu Aplicar este modelo californiano a nuestras playas sería una locura. Mejor revisemos como en Gracia, Italia, España, Portugal y la costa sur de Inglaterra han aprendido de sus errores y hoy aplican la receta contraria: conectar con buenas y rápidas carreteras las áreas metropolitanas y los aeropuertos con los destinos turísticos, pero en ellos mismos restringir el tráfico y su velocidad, dejándolo además libre del transporte de carga.


Pero aquí siguen midiendo el desarrollo por las cantidades de cemento desplegado en carreteras y parqueos. Siguen pensando que más grande siempre es mejor. Hay que parar la megalomanía antes de que destruya al país y su desarrollo.




viernes, 18 de diciembre de 2020

Carta a mis amigos de Morazán: El presidente no invitado. De Paolo Luers

 


Publicado en MAS! y EL DIARIO DE HOY, sábado 19 diciembre 2020

Queridos amigos y compañeros de lucha:

¿Qué pasó con los guerreros de Morazán? No puedo creer que permitieron con ganas que un mamarracho como Bukele vaya a El Mozote para insultar el aporte de ustedes al país: su lucha por la democracia y por construir la paz. Llegar a El Mozote en helicóptero, movilizarse los últimos metros en su caravana de 4 camionetas, pararse en frente de los sobrevivientes de El Mozote y decir que  “la guerra y los Acuerdos de Paz fueron una farsa, un pacto entre cúpulas corruptas” es un insulto a ustedes. Lo que dijo significa que el sacrificio de los muertos de ambas partes y sobre todo de las víctimas civiles fueron en vano. 

Ustedes son los que entendieron por experiencia propia que hacer la guerra fue necesario para transformar al país, y que encontrar una salida negociada fue necesario para que el país pudiese cosechar los frutos de tanto sacrificio. Ustedes fueron los protagonistas de la guerra y los más urgidos de la paz. Incluso la generación de jóvenes en Morazán, que no vivió esta historia, entiende la necesidad de la guerra y los beneficios de la desmilitarización y de las garantías de derechos humanos que trajeron los Acuerdos de Paz. Hay que ser muy ignorante e insensible para desconocer esto, como lo hizo Bukele. Y hay que ser muy cínico y atrevido para usar el aniversario de la masacre de El Mozote para dar este discurso.

Me imagino que la gente decente entre los veteranos de Morazán y de los liderazgos sociales simplemente prefirieron no estar cerca de El Mozote este día, por respeto a las víctimas, no por respeto al visitante. Me hubiera gustado que ustedes le dieran una bienvenida de protesta, siempre pacífica, pero clara y cara a cara. Me hubiera gustado que el público televisivo, porque como todo lo que hace este presidente se vuelve mediático y propagandístico, hubiera podido ver que la gente de Morazán, siempre combativa, le dio la espalda. Tal vez la próxima vez, aunque dudo que va a dejarse ver mucho en el Norte de Morazán…

Con sus ataques permanentes a los Acuerdos de Paz, Bukele le da la razón a los radicales y militaristas dentro de ambos bandos enfrentados, quienes con los asesinatos de Ignacio Ellacuría y José Antonio Rodríguez Porth intentaron boicotear los esfuerzos de poner fin a la guerra. Ambos fueron personas claves para alcanzar una solución negociada: Ellacuría como intermediario entre Alfredo Cristiani y la Comandancia del FMLN, Rodríguez Porth como principal asesor del presidente. Fracasó este intento de parar el proceso de paz, la razón triunfó sobre la intransigencia. Y ahora viene el séptimo presidente de la postguerra y rompe con el consenso nacional que dio fin a la guerra e inicio a la democratización. 

Sin embargo, el consenso social que dio inicio a la paz es más fuerte que el poder de un gobierno. Bukele le puede hacer daño, pero no lo puede destruir. Ustedes aprendieron durante la guerra que hay que recibir todo lo que el gobiernos sienten necesario ofrecerles como si fueran dádivas, pero nunca se dejaron comprar. Recibieron alimentos, medicinas, insumos agrícolas, jornadas médicas en las “acciones cívicas que el ejército y el gobierno repartieron, pero nunca se dejaron “ganar las mentes y los corazones de la población”. No creo que esto haya cambiado.

Déjenle a Bukele la ilusión de haberse ganado las mentes y corazones de la gente de El Mozote y de Morazán, y sigan adelante confiando en su propia fuerza moral y organizativa. Y los compañeros que se han dejado enrollar con el movimiento populista de Bukele, recapaciten y recuperen su dignidad. El hombre les escupió en la cara.

Saludos, 





miércoles, 16 de diciembre de 2020

Carta a los ticos: Tienen el país más “cool” de Centroamérica. De Paolo Luers


Publicado en MAS! y EL DIARIO DE HOY, el 17 de diciembre 2020

Estimados amigos:

Ustedes tienen el país más “cool” de Centroamérica, para usar una expresión muy abusada por nuestra presidente, quien piensa que es el gobernante más “cool”, y no sólo de Centroamérica. Ustedes dirían: el país más “tuanis” o más “pura vida”…

Costa Rica ha sido certificado como “cool”, no por el clima, sino por el desarrollo humano que ha alcanzado para sus ciudadanos. Según el recién publicado Índice de Desarrollo Humano, Costa Rica ocupa en este índice el lugar #62 a nivel mundial. El índice lo coloca entre el grupo privilegiado de países con “muy alto desarrollo humano”. El Salvador ocupa el lugar #124 entre los 189 países del mundo medidos, detrás de países en permanente crisis como Venezuela o en guerra como Irak y Libia. 

Ustedes avanzaron, nosotros quedamos estancados. ¿A qué se debe?

La respuesta espontánea de mucha gente sería: Porque Costa Rica abolió el ejército en 1948, mientras que El Salvador pasó por dictaduras militares y una guerra civil de 12 años. Es cierto, pero es más complejo. Casi todos los países mantienen su Fuerza Armada, pero muchos de ellos alcanzaron un alto desarrollo humano, social y económico. En América Latina, Chile y Uruguay son los mejores ejemplos.

Lo que Costa Rica hizo fue mucho más que quedarse sin Fuerza Armada. Definió con claridad sus prioridades: protección del Medio Ambiente, Educación y Salud. Los diferentes partidos que han gobernado Costa Rica aplicaron diferentes formas de cumplirlas, pero sostuvieron las prioridades. Es una gran ventaja, cuando la inversión en estos rubros es sostenida y acumulativa.

En la base de esto hay un amplio y profundo consenso social, y esto solo se construye mediante el diálogo y la inclusión social. Es una cuestión de confianza entre gobernados y gobernantes, y de acuerdos de país entre los principales partidos. Con gobiernos que predican la división, el odio y la mentira es imposible construir esta confianza.

Muchos de mis amigos ticos expresan serias críticas a los gobiernos que les tocaron en las últimas décadas, al estado fiscal de su país, y dudas en la eficiencia de sus sistemas de educación, salud y seguridad pública. Pero todo esto no tiene comparación con las crisis en las cuales se encuentran estos rubros vitales para el bienestar y desarrollo en El Salvador. Tampoco las críticas que he escuchado o leído sobre el gobierno de Carlos Alvarado tienen comparación con la improvisación, la corrupción sistémica, y las tendencias autoritarias del gobierno de Nayib Bukele. 

Nosotros en El Salvador nunca hemos invertido lo necesario en educación, salud y medio ambiente, por eso El Salvador está estancado en su desarrollo humano. Pero con el actual gobierno vamos a retroceder, debido al caos administrativo y fiscal que están creando, al hecho lamentable que están quemando todos los puentes necesarios para construir consensos sociales, acuerdos de país y para definir prioridades consensuadas.

Yo sé que a ustedes les queda mucho por mejorar y corregir, pero están avanzando y creando acumulativamente las condiciones para alcanzar su sueño de ser un país del primer mundo. Sé que no todos mis amigos en Costa Rica están contentos con su presidente Carlos Alvarado, su forma de gobernar y sus logros, pero para el resto de Centroamérica, si somos sinceros, es un ejemplo. Lastimosamente, en vez de emularlo, en Nicaragua, Guatemala, Honduras y El Salvador nos estamos hundiendo en crisis institucionales y sociales, y las mayorías se están agarrando de los palos equivocados: el populismo demagógico, el autoritarismo, la destrucción del Estado de Derecho, la anti política.

Cuiden a su país, mantengan los puentes de diálogo, sostengan sus prioridades y nunca se dejen engañar de los demagogos celestitos que ya adoptaron en Costa Rica los colores y discursos de Bukele.

Saludos, 







lunes, 14 de diciembre de 2020

Carta a los que vigilan el gasto público: Ojo con los medios gubernamentales. De Paolo Luers


Publicado en MAS! y EL DIARIO DE HOY, martes 15 diciembre 2020; en ensalmador.com lunes 14 

Estimados magistrados de la Corte de Cuentas y la Corte Suprema, fiscales, diputados, periodistas y organizaciones ciudadanas anti corrupción:

Siempre he sostenido que el diario oficialista que ha creado el gobierno Bukele no es sujeto válido de observación, ni siquiera de crítica, de su producción editorial, de su aporte al periodismo y la cultura. Pero sí debe ser sujeto de nuestro escrutinio de malversación de fondos públicos. Como producto editorial el ‘Diario El Salvador’ es tan irrelevante como las publicaciones de publicidad comercial que reparten en los supermercados, pero como expresión de corrupción es relevante.

Por tanto, analizar o denunciar el extraño manejo de la verdad que hace este medio no tiene sentido, pero es necesario analizar, describir y eventualmente llevar a juicio sus formas ilegítimas de financiamiento. Invito a todos ustedes a no evadir esta responsabilidad.

Esto lo he sostenido como regla para mi labor, pero también en discusiones con colegas periodistas, editores y columnistas. Jamás comentaré las (des)informaciones y opiniones difundidas en este boletín, porque caen por su propio peso. Nunca un diario oficialista (de un gobierno o partido) tiene credibilidad, y peso solamente cuando una dictadura le crea un monopolio prohibiendo medios independientes. 

Pero ayer la voz oficial del gobierno y del partido de Bukele publicó una nota, por cierto en portada, que sí merece comentario en el rubro corrupción o malversación de fondos. El ‘Diario El Salvador’ tendrá la mayor circulación en el país”, dice el titular, y luego se  “informa” que “a partir de mañana, el tiraje del periódico será cuadruplicado”.

¿Tiraje cuadruplicado? Cualquiera que conoce la industria de periódicos impresos y los enormes retos que enfrenta un sistema de circulación sabe que esto solo será posible si se cuenta con una subvención sustancial y permanente. Cualquier inversionista privado se plantearía un aumento de su tiraje y una ampliación de su sistema de circulación gradual, dependiendo principalmente del crecimiento gradual de sus ingresos por venta de anuncios. Pero para el gobierno esto no es ningún problema, ya que en este caso la subvención proviene de fondos públicos. El único problema para ellos es cómo esconder y disfrazar estos gastos indebidos dentro del caos que -para este fin- han creado en el manejo de sus presupuestos.

Ya que operan con fondos públicos, se dieron el lujo de fijar el precio de venta al público de su impreso al 50% de sus competidores comerciales e independientes. Y como piquete publicitario, generosamente anunciaron que el 100% de sus ingresos por circulación se queda en manos de sus distribuidores y no del periódico. Bien galán ser generoso con fondos públicos.

Entonces, no recibirán ni un centavo de la venta de sus productos. Y el otro producto que vende un periódico, los anuncios, casi en su totalidad se limita a publicidad gubernamental. O sea, casi la totalidad de sus costos de producción (redacción e impresión) proviene de fondos públicos, sin que exista una ley que respalde estas derogaciones.

Es la responsabilidad de todos ustedes, sobre todo de las instancias estatales que tienen que ver con el presupuesto y su ejecución, con malversación y corrupción, investigar cómo este gobierno disfraza fraudulentamente el financiamiento de la propaganda oficialista y partidista. 

Saludos, A todos ustedes, cada uno con sus facultades y capacidades, les compete monitorear y controlar el gasto público. Uno de los rubros es el gasto creciente del gobierno en publicidad y propaganda, tanto el gasto declarado como, y sobre todo, el encubierto.

Siempre he sostenido que el diario oficialista que ha creado el gobierno Bukele no es sujeto válido de observación, ni siquiera de crítica, de su producción editorial, de su aporte al periodismo y la cultura. Pero sí debe ser sujeto de nuestro escrutinio de malversación de fondos públicos. Como producto editorial el ‘Diario El Salvador’ es tan irrelevante como las publicaciones de publicidad comercial que reparten en los supermercados, pero como expresión de corrupción es relevante.

Por tanto, analizar o denunciar el extraño manejo de la verdad que hace este medio no tiene sentido, pero es necesario analizar, describir y eventualmente llevar a juicio sus formas ilegítimas de financiamiento. Invito a todos ustedes a no evadir esta responsabilidad.

Esto lo he sostenido como regla para mi labor, pero también en discusiones con colegas periodistas, editores y columnistas. Jamás comentaré las (des)informaciones y opiniones difundidas en este boletín, porque caen por su propio peso. Nunca un diario oficialista (de un gobierno o partido) tiene credibilidad, y peso solamente cuando una dictadura le crea un monopolio prohibiendo medios independientes. 

Pero ayer la voz oficial del gobierno y del partido de Bukele publicó una nota, por cierto en portada, que sí merece comentario en el rubro corrupción o malversación de fondos. "El ‘Diario El Salvador’ tendrá la mayor circulación en el país”, dice el titular, y luego se  “informa” que “a partir de mañana, el tiraje del periódico será cuadruplicado”.

¿Tiraje cuadruplicado? Cualquiera que conoce la industria de periódicos impresos y los enormes retos que enfrenta un sistema de circulación sabe que esto solo será posible si se cuenta con una subvención sustancial y permanente. Cualquier inversionista privado se plantearía un aumento de su tiraje y una ampliación de su sistema de circulación gradual, dependiendo principalmente del crecimiento gradual de sus ingresos por venta de anuncios. Pero para el gobierno esto no es ningún problema, ya que en este caso la subvención proviene de fondos públicos. El único problema para ellos es cómo esconder y disfrazar estos gastos indebidos dentro del caos que -para este fin- han creado en el manejo de sus presupuestos.

Ya que operan con fondos públicos, se dieron el lujo de fijar el precio de venta al público de su impreso al 50% de sus competidores comerciales e independientes. Y como piquete publicitario, generosamente anunciaron que el 100% de sus ingresos por circulación se queda en manos de sus distribuidores y no del periódico. Bien galán ser generoso con fondos públicos.

Entonces, no recibirán ni un centavo de la venta de sus productos. Y el otro producto que vende un periódico, los anuncios, casi en su totalidad se limita a publicidad gubernamental. O sea, casi la totalidad de sus costos de producción (redacción e impresión) proviene de fondos públicos, sin que exista una ley que respalde estas derogaciones.

Es la responsabilidad de todos ustedes, sobre todo de las instancias estatales que tienen que ver con el presupuesto y su ejecución, con malversación y corrupción, investigar cómo este gobierno disfraza fraudulentamente el financiamiento de la propaganda oficialista y partidista. 

Saludos, 







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