sábado, 22 de octubre de 2016

Carta al ministro de Hacienda: ¿Adónde está el dinero

Estimado señor Carlos Cáceres:
Uno de sus predecesores en el cargo de ministro de Hacienda, Manuel Hinds, le hizo una pregunta que debería contestar: “¿Adónde está el dinero?”

Esta pregunta debería convertirse en el centro del debate sobre la crisis fiscal que ahora tiene (pre)ocupado a todo el mundo: los ciudadanos, las mesas de negociaciones entre gobierno y oposición en Casa Presidencial, el Fondo Monetario, la embajadora de Estados Unidos, los talk shows de todas las mañanas y noches.

Manuel Hinds se tomó la molestia de revisar, en el portal del Banco Central de Reserva, los ingresos que entran a su ministerio, y el resultado es sorprendente: Esta ‘emergencia’, que ha llevado al gobierno al punto de no pagar sus obligaciones (FODES, escalafones, proveedores, pensiones a militares, etc.), “no es una crisis que haya surgido porque hubiera habido una caída catastrófica de los ingresos fiscales. Al contrario. Los ingresos de enero a agosto fueron de 3,775.1 millones de dólares, 8 por ciento más altos que los de enero a agosto de 2015, que fueron de 3,484 millones.”

Entonces, si este año le han entrado 291 millones de dólares más que el año pasado; si en 2015 han pagado todas sus obligaciones; y si ahora el dinero no alcanza para pagar las obligaciones del Estado, ¿adónde está este dinero adicional?

Estoy seguro que usted, como guardián de las finanzas públicas, tiene una respuesta satisfactoria, pero la debería dar, antes de que esta situación cause sospechas.

En la mesa fiscal en CAPRES, esta pregunta “¿Adónde está el dinero?” debería ser la primera que se haga (y que se conteste), antes de pensar en préstamos o impuestos adicionales.

Se puede formular esta pregunta central de otra forma: ¿Si la crisis fiscal y la ‘emergencia’ decretada por el mismo presidente no se deben a una merma de ingresos, a qué se deben? ¿Cómo explicar que de repente el gobierno no puede cumplir con su propio presupuesto? Para citar un ejemplo: Los 29 millones del FODES tienen que salir mes a mes del 8% de los ingresos que la ley ordena reservar para este fin. Entonces, si el presidente dice que no hay dinero para cumplir con el rubro FODES en su propio presupuesto, ¿en qué otra cosa han gastado estos 29 millones mensuales supuestamente reservados para honrar esta obligación legal? ¿En algo fuera del presupuesto?

Debe haber una explicación racional y sustentada en cifras. ¿Por qué ustedes no la dan? Parece que el presidente no lo sabe, viéndolo en su última conferencia de prensa o en la reciente cadena nacional – pero usted, como ministro de Hacienda tiene que saber qué hicieron con el dinero. Los 291 millones adicionales que en lo que va del año 2016 han recaudado, en comparación con el 2015 cuando no tuvimos ‘emergencia fiscal’, se traducen en 29 millones mensuales. Otra vez: Adónde está este dinero?

Como ciudadanos no lo podemos saber. Podemos ir al sitio del Banco Central y ver detalladamente cuánto le ha entrado de dinero, pero no podemos chequear en qué lo han gastado. Pero usted tiene los número – y la obligación de sacarnos de esta duda.

En la mesa fiscal, la oposición no debería firmar ningún acuerdo, ni apoyar ningún préstamo, sin antes tener una respuesta satisfactoria sobre esta pregunta: ¿Adónde está el dinero?

Si en una empresa en un año el dinero alcanzó para pagar todas sus obligaciones, y si en el siguiente los ingresos han subido 8%, pero el gerente dice que lastimosamente no puede pagar a los proveedores ni cumplir otras obligaciones, ¿cuál es la primera pregunta que usted, como dueño del negocio, haría a su gerente? Le preguntaría: ¿En qué otra cosa ha gastado el dinero para que ahora estemos en crisis y emergencia con nuestras obligaciones presupuestadas, a pesar de que tuvimos mayores ingresos? ¿O iría usted al banco a pedir un préstamo de emergencia, antes de tener una respuesta satisfactoria de su gerente?

Bueno, usted es nuestro gerente financiero. No me conteste a mi, conteste a la nación. Saludos,

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PD: Gracias, Manuel Hinds, por resumir el problema en una pregunta simple.
 La columna de Manuel Hinds: ¿Adónde?

(MAS!/El Diario de Hoy)

 

viernes, 21 de octubre de 2016

La sequía que causa inundaciones. Un ejercicio en lógica

Demasiadas vidas de policías le ha costado al país la guerra contra las pandillas. Dentro de los miles de muertes que esta guerra cobra al país cada año, las de los policías son las que duelen más a la sociedad.

El Diario de Hoy hizo, en su edición del 18 de octubre, un recuento de cada uno de los 29 policías entre los más de 4 mil homicidios acontecidos entre el 1 de enero y el 2 de septiembre del 2016. Tal vez de esta forma contribuyamos a crear conciencia del precio inaceptable que la sociedad está pagando en esta guerra.

Sin embargo, me toca explicar por qué no estoy de acuerdo con el enfoque que se dio a este homenaje a los policías víctimas de la violencia. En la portada, la nota se anuncia de una manera ambigua: “Tregua precedió matanza de policías”, reza la madera. Es como decir: “Sequía precedió inundaciones”.

Pero al interior del periódico, el titular cambia: “La tregua que aumentó los asesinatos a policías”. Ya no se trata una secuencia en el tiempo, sino de una causalidad: Es por culpa de la tregua que aumentaron los asesinatos a policías.

Es como decir: durante meses de fumigación, se logra bajar la incidencia del dengue. Cuando se deja de fumigar, el dengue se vuelve epidemia. ¿Qué tiene la culpa: la temporada de fumigación, o la suspensión? Imagínense un titular como este: “Campaña de fumigación precede epidemia de dengue…”.

En la nota se reitera la tesis del titular: “Los datos llevan a inferir que las treguas tuvieron como efecto el aumento de policías asesinados”.  Sólo que los datos citados en la nota son falsos: “En 2011 hubo 38 policías asesinados. El 2012 cerró con 40 policías asesinados”.

Según las estadísticas de la misma PNC, los datos son muy diferentes: en el 2009 murieron 18 policías; en el 2010: 18; en el 2011: 17, pero también 12 militares. (En el 2011, la Fuerza Armada había asumido el control periférico de los centros penales, incluyendo la revisión corporal de las esposas, hijas o madres que visitaban a los internos, lo que causó muchos conflictos).

La tregua comenzó a mitad de marzo del 2012. Este año, la cifra de policías asesinados o caídos en combate bajó a 15 (8 de ellos en los tres primeros meses, antes de iniciar la tregua). En el año 2013 son los 14 policías caídos.

A partir de junio del 2013 arrancó la campaña electoral, y el gobierno comenzó a desmarcarse de la tregua y a desmontar el esquema de mediación, que le dio sostenimiento. Y en 2014, con la tregua dada por muerta, el número de policías muertos casi se triplicó, llegando a 39. En el 2015, marcado por la plena implementación de la nueva política de Seguridad del gobierno Sánchez Cerén y su confrontación directa a las pandillas, la cifra de bajas de la policía llegó a 62.

Viendo estos números comparativos del 2009 al 2015, es obvio que durante la tregua no sólo se redujeron los homicidios en general, sino también las cifras de policías víctimas de la delincuencia. La conclusión lógica es: La tregua bajó los homicidios contra policías, y al desmontar el gobierno la tregua en el 2013/14, la cifra de policías aumentó drásticamente.

Esta conclusión -la única lógica que las cifras permiten- es diametralmente contraria a la tesis sostenida en la nota de El Diario de Hoy. Resulta que no es la tregua que aumentó los asesinatos, sino su desmontaje por parte del gobierno del FMLN.

Al gobierno de Sánchez Cerén le conviene que la sociedad acepte su tesis de que fue la tregua que causó el posterior aumento de la violencia, incluyendo las altas cifras de bajas entre los policías. Porque de otra manera el gobierno del FMLN tendría que tomar responsabilidad por la manera irresponsable en que desmontó la tregua y puso a los policías a implementar una guerra de confrontación militar, para la cual no están preparados. Usar la fuerza del orden para acciones de aniquilamiento y de “limpieza social” expone a los policías a riesgos incalculables, sin que el gobierno tenga capacidad de protegerlos. Sin quererlo, notas periodísticas como la mencionada resultan ayudando al gobierno a encubrir sus fracasos.
(El Diario de Hoy)

jueves, 20 de octubre de 2016

Carta a Oscar Martínez: Contra corriente se llega lejos

Estimado Óscar:
En nuestro país, las buenas noticias son demasiado escasas para no resaltarlas. El hecho que la Escuela de Periodismo de la Universidad de Columbia de New York otorgó por tercera vez su “Premio Maria Moors Cabot” a un periodista salvadoreño, es una de estas buenas noticias que hay que celebrar. La primera vez el jurado se equivocó:dieron el premio del 1994 a Mauricio Funes.

Equivocarse es humano, y el jurado no estaba solo: 1.354.000 salvadoreños se equivocaron, haciendo a Funes presidente de la República. Resultó mal presidente, lo que nos hubiéramos podido evitar si hubiéramos evaluado con más seriedad su rol de periodista.

El segundo salvadoreño que recibió el “Premio Cabot” fue Carlos Dada, fundador de El Faro, en el año 2011. Lo que premiaron fue la idea (hecha realidad) de fundar contra viento y marea El Faro, un medio digital, independiente, incómodo e investigativo, cuando nadie creía que era factible.

Pero es este tercer premio, el tuyo, que realmente me llena de orgullo. ¿Por qué? Ya lo expuse en la carta que te dediqué cuando la Universidad de Columbia hizo pública la decisión del jurado (Carta a Oscar Martínez: Cuidado, los premios a veces engañan, del 21 de julio 2016).

Lee Bollinger, presidente de la Columbia University (NY) presenta a Oscar Martínez
Lee Bollinger, presidente de la Columbia University (NY) presenta a Oscar Martínez
Pero ahora que vi en Facebook la foto de vos, sentado con tu smoking alquilado en la ceremonia en New York, me hice la pregunta: ¿Por qué esta foto no sale en la portada de nuestros periódicos? Es cierto que hay diferencias en la concepción del periodismo; que existe competencia entre los medios; que nos criticamos mutuamente, pero un premio tan importante para un colega salvadoreño sigue siendo noticia, y también fuente de orgullo para todo el gremio.

Yo que dejé de escribir para El Faro por serias diferencias, luego de que Carlos Dada decidió censurar una de mis columnas, me siento orgulloso del premio que esta semana fuiste a traer a New York. Porque es muestra de que el periodismo salvadoreño está avanzando, y que este avance está siendo reconocido en el mundo. Ninguno de nuestros periódicos, con la indecorosa excepción del CoLatino, ha quedado en el deplorable estado de antes y durante el conflicto armado, cuando censura y autocensura, represión y miedo tenían amarrado y postrado al periodismo nacional.

Aunque a muchos les cuesta reconocerlo: La manera irreverente y a veces controversial en que El Faro ha irrumpido en la escena mediática, que muchos todavía ven como amenaza, es lo contrario: Es un motor más de renovación de toda la prensa salvadoreña.

Y el hecho que el “Premio Cabot” haya caído a vos, Oscar, tiene una gran relevancia: Destaca que El Faro ha logrado convertirse en una escuela de periodismo que ya a esta altura está catapultando a reporteros jóvenes al estrellato internacional. Es una muestra que la irreverencia, la audacia, la independencia, y la rebeldía, combinados con perseverancia, al fin pagan, generan éxito, se vuelven sostenibles.

Sería penoso repetir todo el elogio que te hice en la primera carta,  pero te tengo que decir que admiro la tenacidad con la cual agarras los temas que adoptás y los riesgos que estés dispuesto a correr. No solo riesgos para la vida, sino sobre todo el riesgo de ir contra corriente. Solo los que saben escribir muy bien logran superar este peligro de quedarse encerrado en un nicho alternativo y sin relevancia. Vos lo lograste y el “Premio Cabot” lo certifica.

De los tres salvadoreños que han recibido este premio,
vos sos el que más lo merece. 
Saludos,

44298-firma-paolo 

Posdata: Como generosamente me señala Roberto Valnecia de El Faro, no spn tres sino cinco salvadoreños que ganaron el premio Cabot: en 1944 Jorge Pinto; y en 1960 José Dutriz.

Vea la Carta a Oscar Martínez del 21 julio 2016

(MAS!/El Diario de Hoy)

martes, 18 de octubre de 2016

Carta a Sherman Calvo: Resuelva su conflicto de intereses

Estimado Sherman:
Usted interviene en la vida política del país llevando tres sombreros: la de su agencia de publicidad; la de vocero de los movimientos católicos conservadores que pugnan por la aplicación de doctrinas religiosas en el sistema político y jurídico; y la director de Comunicaciones de ARENA.

Estas funciones no son compatibles. Tal vez sea compatible la de publicista y vocero anti-aborto. Pero ninguna de estas dos funciones es compatible con el cargo de vocero del principal partido de oposición. Es su opción personal y su riesgo empresarial contaminar su agencia de publicidad con su destacado rol en el movimiento contra el aborto. Pero otra cosa es contaminar un partido político, y justo cuando este está en camino de modernizarse, de liberarse de sus vicios históricos, y de prepararse para construir una nueva mayoría capaz de corregir el rumbo del país.

Déjeme ser lo más claro posible: Usted tiene todo el derecho de propagar su posición radical contra cualquier liberalización de la prohibición del aborto. Si para esto quiere poner en línea su nombre como publicista, es su libre decisión. Pero usted ha sido elegido director de comunicación de ARENA. La única forma de asumir este papel sin comprometer a su partido es que usted sepa separar limpiamente este cargo político de sus intereses empresariales como publicista – y de sus intereses como vocero del movimiento católico conservador.

Dentro de ARENA debe haber espacio para un debate sobre la problemática del aborto, sobre todo ahora que Lorena Peña presentó su iniciativa de despenalizar el aborto en casos de violaciones y cuando corre peligro la vida de la madre.

Claro que en este debate cada miembro de ARENA debe tener el derecho de sostener su punto de vista, en pro y en contra de esta reforma. Pero para garantizar que este debate sea libre, los máximos dirigentes deben de abstenerse a imponer sus convicciones personales. Por esto es tan problemático su doble rol de vocero del partido y vocero del movimiento anti-aborto. Constituye un serio conflicto de intereses.

No debe ser vocero de un partido político serio quien se expresa así sobre la tarea de los legisladores : “Como cristianos, debemos adoptar una posición al respecto, no porque sea necesario oponernos al establecimiento de una ley de este tipo, pues sabemos que las leyes no están confeccionadas por hombres espirituales, y rara vez atienden a lo que dice la Palabra de Dios sobre ellas.”

La presencia de un ideólogo fanático como usted en su dirección obliga a ARENA a reflexionar seriamente sobre el carácter laico de su partido (y de nuestro Estado y su orden jurídico). ARENA tiene que decidir si la mayoría social necesaria para cambiar el rumbo del país la quiere construir sobre consensos sobre las libertades que hay que defender y las oportunidades que hay que crear – o sobre divisiones de carácter religioso y sectario. Tiene que decidir si quiere ser el partido de la tolerancia, diversidad e inclusión – o de la división e imposición.

Yo también tengo serias dudas sobre el momento que Lorena Peña escogió para presentar su iniciativa para liberalizar la legislación del aborto. Sospecho que el FMLN está usando este tema para salir de la defensiva en que está metida por el fracaso total de su política fiscal. Pero ojo: La única manera de no caer en la trampa de un gran debate ideológico y divisivo es no aceptarlo. La única forma de evitar que una sociedad, justo cuando se está uniendo en rechazo a las políticas fiscales del FMLN, se divida sobre un tema religioso es no aceptar esta división y apostar 100% a la diversidad y la tolerancia.

Para hacer esto, y así dejar caer en el vacío la maniobra del Frente, lo único que ARENA tiene que hacer es decir: “No tenemos miedo a la disidencia, a la diversidad de opiniones y posiciones religiosas. En ARENA cada militante y diputado es libre de actuar y votar según su conciencia…”
Espero que usted resuelva su conflicto de intereses y no sea obstáculo
para esta solución, que es la única viable para evitar divisiones
en una sociedad que necesita unirse a favor de un cambio de rumbo.
Saludos,
44298-firma-paolo
(MAS/El Diario de Hoy)