viernes, 6 de septiembre de 2024

Carta al mercenario en jefe: ¿Qué busca en El Salvador? De Paolo Luers

 

"Nosotros no tenemos manera de saber en qué anda, pero si podemos -y debemos- lanzar las preguntas. Ojala que usted sólo vino para verle la cara al presidente más cool del mundo, y no para hacer negocios. No queremos su clase de negocios."

El audio en la voz del autor: Carta-al-mercenario-en-jefe.mp3

        Publicado en MAS!y EL DIARIO DE HOY, jueves 5 septiembre 2024

Mr. Erik Prince:

Desde el fin de la guerra civil, nunca hemos tenido un visitante como usted, un comandante de mercenarios, que vende a los gobiernos hacerse cargo de su trabajo sucio, de operaciones encubiertas, de entrenar a sus soldados, policías, paramilitares y espías. Un heredero rico, que ha creado Blackwater, un ejército de mercenarios del tamaño y de las características del temible Grupo Wagner de Rusia. Su ejército privado hizo para el gobierno de Estados Unidos el trabajo sucio en Irak y Afganistán – y cuando sus crímenes de guerra salieron a la luz, usted vendió esta empresa y construyó un nuevo aparato privado de operaciones especiales mucho menos visible. 

 

Ya hemos visto desfilar por los salones de Casa Presidencial cantidades de personajes extraños (weird, para usar la palabra de moda en su patria), excéntricos. La mayoría locos, que no tienen nada que ofrecer al país, sino sólo buscan codearse con “el presidente más cool del mundo”. Otros que ofrecen extraños negocios, la gran mayoría pura fantasía. Otros ofreciendo enchuflar a nuestro presi con los futuros poderes en Washington, prometiéndole que Trump será el próximo inquilino de la Casa Blanca. 


Pero usted es de otro calibre. No vende humo como los bitcoiners o los que prometen convertir El Salvador en una potencia cinematográfica. Usted vende cosas serias: armas, operaciones encubiertas, entrenamiento de fuerzas especiales. Entonces, cuando lo vemos reuniéndose con Nayib Bukele, nos provoca una serie de preguntas: 

 

¿Y este magnate del mundo secreto, qué está está vendiendo a nuestro país?

 

Nadie lo ha visto surfear en El Tunco. Tampoco es un vago que busca codearse con un presidente exótico, ni un vendedor de contactos como el congresista Gaetz. Usted es un multimillionario con mucho poder, conectado con los servicios secretos y armados de los Estados Unidos y otros países. Usted es weird, pero de otra manera que los bitcoiners y los trumpistas. Usted es un hombre que cuando llega a un país, despierta el temor que algo oscuro y peligroso está por pasar. Despierta miedo. 

 

Entonces, Mr. Prince, ¿qué busca en El Salvador? 

 

Cuando todo es secreto, como lo es tanto en el mundo suyo y también en el mundo de Nayib Bukele, lo único que queda es hacer las preguntas pertinentes.

 

Nos preguntamos: ¿Este mercader de asuntos armados y secretos ha venido a nuestro país por invitación del gobierno? En caso que sí, ¿qué servicio le están solicitando? ¿O es al revés y usted vino a ofrecer soluciones a problemas del gobierno de El Salvador? ¿Cuáles serán los problemas que solo usted puede resolver?


Según sus mismas palabras en Casa Presidencial, usted reconoce que el “modelo Bukele de seguridad” es exitoso y ejemplar. Por tanto, no necesita mercenarios prepago para su lucha contra las pandillas, ni por el control en sus penales. 

 

Es documentado que las autoridades de seguridad de El Salvador el año pasado trataron a enlistar a un grupo de pandilleros salvadoreños afincados en México y a uno de los carteles de droga de este país para resolver un problema que no podían resolver solos. En el contexto de sus negociaciones con las cúpulas de las pandillas habían liberado a uno de su sus máximos jefes, el Crook, condenado a 40 años de prisión, y le facilitaron salir del país. Luego se dieron cuenta que el Departamento de Justicia de Estados Unidos estaba buscándolo en México. Era uno de los jefes de la MS 13, cuya extradición a Estados Unidos el gobierno salvadoreño había negado. Para evitar que caiga en manos de los gringos, con el peligro que testificara sobre las negociaciones entre el gobierno de Bukele y las pandillas, el gobierno estaba dispuesto a pagar un millón de dólares al Cartel Nueva Generación de Jalisco y $300 mil al Barrio 18 Sureños para encontrar y secuestrar al Crook.

 

Esta trama fracasó, porque las autoridades estadounidenses encontraron al Crook en México y se lo llevaron a su país. Pero hay otros -nadie sabe exactamente cuántos- jefes pandilleros que andan sueltos en el extranjero, liberados por el gobierno salvadoreño, y buscados por los Estados Unidos. ¿Será este el problema que usted, Mr. Prince, ofrece resolverle a su amigo Bukele, encontrar y eleiminar a los ranfleros sueltos? La capacidad la tendría su organización, para este tipo de misiones los contratan. Los pagaron incluso para buscar a Osama Bin Laden...

 

Nosotros no tenemos manera de saber en qué anda, pero si podemos -y debemos- lanzar las preguntas. Ojala que usted sólo vino para verle la cara al presidente más cool del mundo, y no para hacer negocios. No queremos su clase de negocios.

 

Saludos, 






miércoles, 4 de septiembre de 2024

Carta de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos a Bukele: ¡Suspenda el Estado de Excepción! De Paolo Luers

 

"Basado en este informe, cualquier ciudadano puede demandar al Estado Salvadoreño o sus funcionarios ante la Corte Interamericana de Derechos Humanos o incluso ante la Corte Penal Internacional por seguir cometiendo graves y sistemáticas violaciones a sus derechos. El Estado de Excepción no protegerá a los responsables."

El audio en la voz del autor: INFORME CDIH.mp3


        Publicado en MAS!y EL DIARIO DE HOY, jueves 5 septiembre 2024
 

El gobierno hace todo en su poder -poder mediático, poder propagandístico, poder sobre el sistema judicial- para deslegitimar las denunciar que ciudadanos y organizaciones salvadoreños de Derechos Humanos hacen sobre el ‘modelo Bukele’, el modelo de Seguridad Pública a costa de los derechos de los ciudadanos. Este esfuerzo de silenciar la crítica ha sido exitoso en cuanto las denuncias no han tenido impacto negativo sobre el apoyo popular que recibe Nayib Bukele – que es lo único que importa en esta Nueva República.

Pero con esto, el problema principal del gobierno no está resuelto. No se resuelve von propaganda. Lo ilegítimo tampoco se vuelve legítimo a través de la aclamación popular. 

La Comisión Interamericana de Derechos Humanos CIDH ha retomado el tema y publicado su examen llamado “Estado de excepción y derechos humanos en El Salvador.” Es demoledor. Veamos:


El informe constata:

- falta de control judicial efectivo de las detenciones;
- ineficacia del recurso de habeas corpus;
- falta de elementos probatorios para apoyar los cargos imputados; 
- realización de audiencias judiciales masivas;
detenciones ilegales y arbitrarias sistemáticas y generalizadas; 
- allanamiento ilegal de moradas;
abusos en el uso de la fuerza y violaciones a los derechos de niñas, niños y adolescentes;
extensión de la pena de prisión, propia de adultos, a menores de 18 años;
tortura denunciada por organizaciones de la sociedad civil y personas entrevistadas;
- detenciones sin orden judicial por 15 días sin ninguna forma de control judicial; 
- detención provisional con duración indefinida, supeditada a lo que dure la tramitación del proceso hasta alcanzar una sentencia firme;
- aplicación obligatoria de la prisión preventiva;
- restricción de contacto entre las personas acusadas y sus representantes legales;
- suspensión del derecho de la persona detenida de ser informada sobre sus derechos y razones de su detención; 
obtención y uso de declaraciones obtenidas a partir de coacción;
insuficiente alimentación y atención médica para privados de libertad;
altos niveles de hacinamiento en determinados centros penales; 
- muertes violentas de personas privadas de libertad; 
- no cumplimiento del Estado de su obligación de investigar los delitos violatorios a los derechos humanos cometidos por sus agentes;
reserva de identidad de personas operadoras de justicia (“jueces sin rostro”) en procesos penales.


Las conclusiones principales:

·      Un régimen de excepción, que restringe los derechos y garantías constitucionales de esta forma masiva, sólo es legítimo en situación de extrema emergencia. No puede ser prolongado por años.

·      Esta emergencia, si ha existido, ya no existe en El Salvador. 


Por tanto, la CIDH exige al Estado salvadoreño: 

·      poner fin a la suspensión de derechos y garantías, suspendiendo el régimen de excepción; 

·      elaborar un registro de vulneraciones a derechos humanos cometidas durante la medida; 

·      construir una política de seguridad basada en el respeto a los derechos humanos.


Basado en este informe, cualquier ciudadano puede demandar al Estado Salvadore
ño o sus funcionarios ante la Corte Interamericana de Derechos Humanos o incluso ante la Corte Penal Internacional por seguir cometiendo graves y sistemáticas violaciones a sus derechos. El Estado de Excepción no protegerá a los responsables.


Lean bien el examen de la CIDH, se
ñores Nayib Bukele, Rodolfo Delgado, Gustavo Villatoro, Mauricio Arriaza, Osiris Luna, fiscales, jueces y magistrados.

Saludos,



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lunes, 2 de septiembre de 2024

Carta a los periodistas: Un publi-reportaje de Mariona. De Paolo Luers

 

"Si no hubiera habido tortura en Mariona y si esto no hubiera sido denunciado por testigos, jamás el gobierno hubiera llevado a cabo su tour guiado por los penales." 

El audio en la voz del autor: PUBLI REPORTAJE.mp3


        Publicado en MAS!y EL DIARIO DE HOY, martes 3 septiembre 2024  


Colegas: 

Los periodistas solemos introducir nuestras notas con una frase que indica de qué se trata - y para captar la atención del lector: el famoso lead, en español la entradilla. Cuando detecté en El Diario de Hoy -“mi” periódico, porque ahí escribo- el siguiente lead, se me pararon los pelos: 

 

“En una visita guiada, el gobierno permitió a periodistas de agencias ingresar a dos prisiones, en contraste con las denuncias de defensores de derechos humanos que señalan abusos.”


Es la introducción de una nota de la agencia EFE, publicada en EDH con el título: “Reinsertarse a la sociedad, una mirada al interior de dos prisiones de El Salvador.”

 

Momento, ¿qué diablos significa “en contraste” en este contexto? Lo que parecía a primera vista como un problema de mala redacción, resulta un problema mucho más de fondo: problema de criterio editorial; problema incluso de ética periodística. Disculpen que sea tan duro, pero es necesario llamar las cosas por su nombre.

 

¿Me están queriendo decir que una “visita guiada”, organizada por el gobierno, en dos cárceles “contrastó”, quiere decir relativizó o incluso desvalidó las decenas de denuncias que se han hecho sobre violaciones a los Derechos Humanos cometidos en los penales salvadoreños? ¿En serio? ¿Qué dirán de esto los que han sido víctimas de tortura en Mariona y cuyos testimonios hemos publicado en el Diario?

 

Por lo menos esta introducción dejó claro de antemano con qué intención el gobierno invitó a este tour guiado. Querían contrarrestar las denuncias, reparar el daño hecho, y dejar claro que los penales no son escenarios de tortura sistemática.

 

Surge, entonces, una pregunta inquietante: Si la intención del gobierno era tan clara, ¿por qué un periódico profesional y además sensible a los casos de violación de los derechos ciudadanos publicó esta crónica de un tour guiado? ¿Por qué no la contrastó con los innumerables noticias sobre detenciones arbitrarias, maltratos, tortura y hasta muertes violentas en los penales, que han salido en sus propias páginas? ¿Por qué no hizo una nota cuyo tema sería el intento del gobierno de manipular la opinión pública?

 

Las visitas guiadas de por sí son sospechosas. Si además una de las reglas impuestas por las autoridades era que ningún periodista podía hablar con los presos que les fueron exhibidos, ¿qué credibilidad puede tener el resultado?

 

Los medios -y nosotros, como periodistas- tenemos que tener muy claro que en un tour guiado se va a ver lo que las autoridades quieren que se vea. Y que no se verá lo que quieren esconder. Es la característica de una visita guiada. Cuando llegué como corresponsal a el Salvador en 1981, participé en este tipo de visitas guiadas, tanto a una cárcel como también a teatros de la guerra. Guiadas por los militares. Escribí las crónicas, pero el tema era cómo el Alto Mando militar quería manipular a la prensa. Simplemente contar lo que las autoridades nos cuentan y exhiben, no es una opción válida. 

 

Los reporteros que acompañan a unidades militares, en el conflicto que sea, para que vean que no se cometen crímenes de guerra, tienen que estar conscientes que la única razón por la cual los invitan es que hay crímenes de guerra. Esto es igual en el caso de los penales, en un país, donde está seriamente cuestionada la política carcelaria. Si no hubiera habido tortura en Mariona y si esto no hubiera sido denunciado por testigos, jamás el gobierno hubiera llevado a cabo su tour guiado por los penales. Quienes participan en un tour de este tipo, pero también el medio que piensa publicar la historia, tiene que tener claro que los quieren manipular – y actuar en consecuencia. La manipulación tiene que ser el tema central de la crónica. Hay que hablar de lo que no se ve, no sólo de lo que decidieron mostrarnos. 

 


Le que los periodistas vieron en Mariona: talleres de formación vocacional, clases de bachillerato, clínicas, misas, obras de arte producidas por internos. Custodios amables y reos felices. Lo que no vieron: los presos en detención bajo el régimen de excepción; las celdas de castigo; las celdas donde pasan las torturas; las bodegas llenas de alimentos y ropas que mandan las familias, pero no son entregados a los reos. En la crónica se menciona los números de sobrepoblación en Mariona (29 mil reos en un penal construido para 5 mil), pero no se describe lo que significa el hacinamiento para los internos. 

 

El tour guiado tuvo un momento cómico, yo diría grotesco: En algún momento los reporteros se cruzaron con el reo más famoso de Mariona: el ex presidente Tony Saca en persona, vestido de camiseta blanca, al parecer parte de un equipo de trabajo. ¡Hasta don Tony está en el programa de reeducación mediante el trabajo! Le tomaron fotos. No vaya ser que alguien dé crédito a los rumores que el hombre ya no está realmente preso, que sólo llega de vez en cuando al penal para que lo vean. Bueno, por suerte lo vieron los periodistas. En un pie de foto se menciona que no pudieron hablar con él, porque era prohibido hablar con los reos. Pero en la nota esta absurda prohibición no es tema. Bueno, no tan absurda para el gobierno, pero sí para el periodismo. 

 

Espero que, luego de esta experiencia, este tipo de publi-reportajes solo salgan publicadas en el periódico de Casa Presidencial. 

Saludos,





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domingo, 1 de septiembre de 2024

Columna Transversal: El nuevo populismo, versión alemana. De Paolo Luers

 

"Comparen este historia con el camino que tomó en El Salvador un señor llamado Nayib Bukele, que se afilió al FMLN cuando este iba en ascenso; que se colocó en la tendencia “radical de izquierda”; que trató de tomarse el control del partido y que terminó dividiéndolo y al fin formó su propio partido dándole su inicial N y dirigiéndolo como una empresa personal. No es coincidencia. Es el mismo guión."

Publicado en EL DIARIO DE HOY, lunes 2 septiembre 2024     

En Alemania se observa un fenómeno extraño: Está surgiendo con fuerza un partido como nunca ha existido antes, creado alrededor de una sola persona. Hasta lleva el nombre de su líder. El partido se llama BSW: Bündnis Sahra Wagenknecht/Alianza Sahra Wagenknecht. Cuando me enteré de su fundación hace menos de un año, pensé: esto no puede funcionar, no en Alemania, no en Europa, no en pleno Siglo 21. Nadie apoyará un partido que adopta el apellido de su fundador y dirigente. Aquí en El Salvador no sorprendería a nadie. Todo el mundo entendió, desde el principio, que la N cian representa a Nayib, no a Nuevas Ideas. ¿Pero en Alemania?

 

Me equivoqué. En septiembre habrá elecciones en tres de los estados que forman la República Federal de Alemania y que antes de la reunificación del país eran parte de la República Democrática Alemana, país dominado por la Unión Soviética. Y todo indica que este partido unipersonal BSW entrará a la vida parlamentaria con unos 20-30% de los votos. El otro partido que ha crecido en estos tres estados excomunistas es la AFD, la ultraderechista Alternativa para Alemania. Ninguno de los partidos democráticos -de derecha y de izquierda- está dispuesto a formar gobierno con los neonazis. Así que todos ahora están quebrándose la cabeza cómo van a justificar formar gobiernos con el partido BSW. Sin ellos, probablemente no habrá gobernabilidad.

 

El problema: El BSW es un partido populista igual de peligroso que la AFD. Para mi criterio, aun más peligroso. Es la nueva marca política que trata de recoger tanto en la derecha como en la izquierda des espectro político a los sectores resentidos, escépticos de la integración europea y que sienten miedo y rechazo a la inclusión de migrantes a la sociedad alemana. El BSW combina consignas nacionalistas con otras socialistas. 

 

La fundadora Sahra Wagenknecht viene de la izquierda ortodoxa. Cuando el régimen comunista en Alemania Oriental estaba ya al punto de caer, ella se afilió al partido comunista para salvarlo. En el país reunificado este partido se convirtió en ‘Die Linke’, La Izquierda, y ella se agrupó en el ala que quería preservar los dogmas comunistas. Trató de tomar el control del partido y de apartar a quienes querían convertirlo a una fuerza  democrática que apoya la integración europea. Cuando no pude imponerse, dividió el partido y fundó uno propio, dándole su apellido. 



Comparen este historia con el camino que tomó en El Salvador un señor llamado Nayib Bukele, que se afilió al FMLN cuando este iba en ascenso; que se colocó en la tendencia “radical de izquierda”; que trató de tomarse el control del partido y que terminó dividiéndolo y al fin formó su propio partido dándole su inicial N y dirigiéndolo como una empresa personal. No es coincidencia. Es el mismo guión.

 

Sahra Wagenknecht y su extensión partidaria manejan, de manera magistral, una absurda, pero exitosa mezcla del discurso radical de izquierda contra el imperialismo americano y en favor de los pobres que se sienten dejados atrás por el sistema de democracia liberal, con un discurso de extrema derecha contra la inmigración y contra la Unión Europea. Polemizan contra la ayuda política, financiera y militar que Alemania, la Unión Europea y Estados Unidos dan a Ucrania. Defienden el derecho de Putin de invadir a Ucrania para evitar que caiga en manos del imperialismo americano.

 

En la confusión que está reinando sobre ideologías, y que debilita a los partidos tradicionales -conservadores, democratacristianos, socialdemócratas, liberales y ecologistas- este nuevo tipo de partido logra ganar apoyo en ambos franjas marginales de la sociedad, de derecha y de izquierda. Igual que Nuevas Ideas, el BSW se presenta como un movimiento que está superando las ideologías. Es populismo puro y duro: detectar, formular, reforzar y explotar políticamente las frustraciones, los resentimientos y los miedos de sectores que no se sienten representados. Si no les parece conocido, pregunten a los ex dirigentes del FMLN y de ARENA cómo Bukele les desmanteló a sus partidos...

 

El cálculo de Sahra Wagenknecht y su BSW es robarse masivamente votos tanto a la ultraderechista AFD como al otro extremo, los postcomunistas de ‘La Izquierda’. Si logran lo que las encuestas pronostican, no habrá gobernabilidad sin ellos. Quien quiera formar gobierno en los tres estados en cuestión, tendrá que aliarse con Wagenknecht. Ella ya formulósus condiciones: Cese de la ayuda para Ucrania y medidas drásticas contra la inmigración. Si esta estrategia le funciona, el BSW se consolidaría como el nuevo partido al margen derecho del sistema político, debilitando a los neofascistas que dirigen la AFD. 

Y Putin tendría un pie en Alemania. 


 




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