viernes, 20 de agosto de 2021

Carta sobre literatura “negra” de Marsella: Amor, rebelión y furia. De Paolo Luers

Publicado en MAS! y EL DIARIO DE HOY, sábado 21 agosto 2021


“Detesto a los que no toman partido, a los tibios.”

Es el credo de Montale, policía y anti héroe de la Trilogía de Marsella de Jean-Claude Izzo: Total Khéops, Chourmo, y Soleá. Sin duda, es el credo del autor. Lo expresa en casi en cada página de su saga de un policía que en su juventud fue delincuente; que como policía fue el protector de los jóvenes en los barrios marginados de Marsella; y quien renuncia a su cargo, porque ya no aguanta la corrupción, el racismo y las tendencias derechistas en la policía y en la política de su ciudad..

 

“Nunca creí que los hombres son buenos. Sólo que merecen ser tratados iguales.” 

 

Esta es la filosofía de Montale, que lo obliga a abandonar la policía, y lo hace pelear contra el racismo, el naciente movimiento derechista de Le Pen, contra la corrupción, incluso contra la mafia. Y lo hace quedar fiel, por siempre, a sus amigos con los cuales creció en las calles y barrios de la Marseilles vieja, quienes se convirtieron en criminales. El primero de los libros de la trilogía trata de esto: su relación con Ugo y Manu, los amigos del alma de Fabio Montale, quienes murieron, los que no pudo salvar - y con Lola, la princesa del barrios, novia succesiva de los tres, pero a quien nadie puede retener.

 

En el Marseille de Izzo, todos son inmigrantes: de Italia, de Argelia, de Marruecos, y la afinidad entre todos estos marginados se ve destruida por dos formas de cáncer que son los grandes temas de la trilogía: el fundamentalismo islámico intolerante, y el crímen organizado. Y siempre, las diferentes formas de corrupción. 

En Chourmo, el segundo libro de la trilogía, el tema es el fundamentalismo que se propaga en los proyectos habitacionales de los inmigrantes árabes. El último libro, Soleá, son las mafias. Izzo y Montale tienen mucha comprensión (y hasta amor) a los delincuentes de barrio, pero ninguna para la violencia de los islamistas y el crímen organizado.

 

Los libros son odas de amor a Marsella, sus barrios, su puerto, su mar, sus bares, sus vinos, su comida, sus inmigrantes. Amor que comparten el periodista, activista y novelista Izzo y su personaje Montale. Son odas melancólicas. Izzo no proyecta a su ciudad como algo idílico, sino como algo violento y roto, donde los tejidos sociales de los barrios todavía están vivos, y le ofrecen espacios de felicidad y consuelo, pero amenazados por los megaproyectos urbanísticos y la modernización de los barrios. 


Jean-Claude Izzo

Esta extraña convivencia entre páginas llenas de amor y los conflictos que vive Marsella es lo que hace tan extraordinarias estas novelas de Jean-Claude Izzo. El amor a la ciudad y el mar, a su amigos y sus mujeres se expresa en historias y reflexiones bellas. La convivencia entre Montale y sus amigos, incluyendo los dueños de los bares que visita, sus vecinos en barrio costero son tiernos, llenos de una nostalgia a estructuras sociales y urbanas confiables, seguras, donde prevalecen la lealtad, la solidaridad, la hermandad. Y las historias de Montale y sus amores perdidos son increíblemente bellas y tristes.


Les dejo con algunas citas de Chourmo, la segunda novela que en estos días estoy releyendo, por cuarta o quinta vez. Para que conozcan al personaje y su lenguaje.


Sobre el amor y la furia:

 

“Cuando de amor se trataba, las únicas cosas en las cuales creí eran libertad y confianza. Lo que no hizo más fáciles las relaciones...”

 

No son nuestras decisiones que determinan todo, sino qué tan abiertos somos a otra gente.”

 

“Donde hay rebelión, hay furia. Y donde hay furia, hay vida.”

 

Sobre cómo Fabio, Ugo, Many y Lola crecieron en el barrio:

 

Lo que aprendí de amistad y lealtad lo aprendí en las calles del barrio Panier y el los muelles.”

 

“No hay ninguna revolución en el mundo que puedes tomar como ejemplo. No sabíamos mucho, pero esto sílo sabíamos. Debajo de los adoquines de nuestras calles no hay ninguna playa.” 

 

Probablemente estos libros no están disponibles en librerías en San Salvador. Pero los tres títulos están en Amazon y Amazon Kindle. Los recomiendo.


Saludos, 








miércoles, 18 de agosto de 2021

Incongruencias y absurdos. De Paolo Luers

Publicado en MAS! y EL DIARIO DE HOY, jueves 19 agosto 2021



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               Aprobaron una “Ley Nacer con Cariño”. Cariño no es un término jurídico. Tampoco se puede decretar cariño. Uno puede hacer una campaña publicitaria con este lema del cariño, pero no una ley. La verdad: es una campaña, como todo lo que hace este gobierno. El decreto debe llamarse “Ley de Atención a Madres y recién Nacidos”. ¿Mañana tendremos una “Ley Policía Feliz”, que regula los bonos para los miembros de la PNC? ¿O van a aprobar la “Ley de la Función Pública”, pero bajo el nombre “Ley de los Políticos al Borde del Suicidio”?

 

·      Hay un código de honor que dicta a los militares evacuar a sus colaboradores civiles antes de retirarse. Un soldado no deja sólo e indefenso a su colaborador civil. En el caso de Afganistán, los altos jefes militares de Estados Unidos y sus aliados violaron este código.

 

·      Hablando de honor: Los dirigentes políticos tampoco pueden dejar solos a sus partidos y su país y ponerse a salvo en el exilio dorado - mucho menos luego de habernos metido en una crisis de legitimidad de la política que abrióel espacio al autoritarismo. Esto es válido en Afganistán igual que en El Salvador.

 

·      Para calmarse los nervios y evadir la responsabilidad ahora hablan de que los talibanes han cambiado, que no harán las barbaridades de la última vez que gobernaron y prohibieron a las niñas de ir a la escuela y a las mujeres a trabajar. Dicen que ya no pueden ser tan medievales, porque usan iPhones y redes sociales y manejan modernas técnicas de comunicación y propaganda. Pero en El Salvador sabemos que el uso cool de la tecnología no quita lo reaccionario y represivo.

 

·      Ernesto Castro puso a sus 63 diputados a aprobar un convenio, por cierto reservado para el público, con el cual el gobierno Bukele concede la administración de la terminal de carga a una empresa que dio 1 millón de dólares a GANA para la campaña presidencial de Bukele. El mismo día, en la misma Asamblea, Castro hizo un discurso en favor de la transparencia, proponiendo pasar las facultades de auditoría de la Corte de Cuentas al Ministerio de Hacienda.

 

·      GANA propone un encargar a una Secretaría de la Presidencia y la creación de una aplicación para el voto electrónico en el exterior. Quien controla la APP, controla las elecciones. El Tribunal Supremo Electoral es demasiado independiente para algo tan importante para Nuevas Ideas y GANA. 

 

·      El vicepresidente presenta una nueva Constitución cuyo texto reitera el principio de la presunción de inocencia. Pero no se expresa sobre la decisión arbitraria del Director General de Centros Penales, Osiris Luna, de no cumplir la orden de un juzgado de sacar a Ernesto Muyshondt de Mariona y pasarlo a un régimen de arresto domiciliario. Tampoco le molesta que Luna no permita que Violeta Menjívar, la que está bajo su custodia, reciba su medicamentos.


·      El ministro de defensa René Merino Monroy dijo que tener más soldados es más importante que tener más ingenieros. En Santa Tecla, cuatro soldados mataron a un ingeniero de 30 años. Bueno, pero esto tal vez no cabe en esta lista de incongruencias, porque parece congruente.

 

Saludos, 








lunes, 16 de agosto de 2021

Carta a los que piensan que la Constitución no les afecta. De Paolo Luers


Publicado en MAS! y EL DIARIO DE HOY, martes 17 agosto 2021

Estimados ciudadanos:
Muchos piensan que la Constituci
ón es una cosa abstracta y que no les afecta si la cambian. Bueno, depende quien la cambia y con qué fines. La Constitución no es más que un acuerdo para todos vigente sobre las reglas de nuestra convivencia en un país. Define los derechos de los ciudadanos y los límites del poder de los gobernantes y funcionarios. 

 

Si piensan que las reglas no aportan y no afectan a todos, traten de organizar un torneo de fútbol sin las reglas establecidas, o con nuevas reglas que el dueño de la pelota quiere imponer. 

 

Una cosa es aplicar cambios necesarios a algunas reglas, y otra muy diferente es que alguien, quien en este momento tiene el control, quiere imponer todas la reglas a su conveniencia. Con razón, los procesos de reformar las Constituciones son complejos y tardados - para evitar que los cambios sean sólo expresión de la voluntad de mayorías coyunturales. Y precisamente esto es lo que está tratando hacer el actual gobierno. Quieren una Constitución al estilo de un traje a la medida para sus intereses. Violan el principio más importante de las constituciones democráticas: Tienen que proteger a las minorías. La calidad de una Constitución no se mide por los derechos que concede a la mayoría, sino por la manera cómo protege los derechos de las minorías.

 

Y los derechos, las reglas y las limitaciones al poder tienen que ser lo más claros posibles. La nueva Constitución recién propuesta adolece del mal de inflar los artículos con mucha retórica. Donde están precisos y contundentes en la Constitución actual, le meten adorno y seudo filosofía. Debe ser la influencia de Félix Ulloa, quien dirige el equipo redactor... Sólo traten de leer la introducción y los artículos 1 a 7, y se marean...

 

Y antes cambiar algo que hasta ahora ha sido consenso de toda la ciudadanía, con reglas aceptadas por todos, hay que comprobar que son necesarios los 200 cambios propuestos.

 

¿En qué nos beneficia alargar el período presidencial de 5 a 6 años? Sólo pienso en los desastres y daños que los últimos presidentes, sobre todo Tony Saca, Mauricio Funes y Nayib Bukele han hecho al país, y diría: Ni un sólo día más. Igual con el segundo funcionario más poderoso (y más peligroso) del país, el fiscal general. Ulloa y Bukele le quieren duplicar su período. Si fiscales como Luis Martínez y Douglas Meléndez han hecho mucho daño en los tres años que la Constitución les dio, y si el actual impostor en la Fiscalía General lo ha logrado en pocos meses, ¿a quién puede ocurrirsele elegir a los futuros fiscales generales por 6 años?

 

¿A quién le beneficia reorganizar todo la organización de Justicia, creando nuevas salas y creando un Tribunal Constitucional fuera de la Corte Suprema, y metiendo a un montón de instituciones de control en la licuadora para que salga un mega institución llamada Contraloría Pública y Social? Sólo puede beneficiar a quienes quieren aprovechar la restructuración para colocar a funcionarios de su preferencia.

 

¿A quién beneficiaría que en la elección de magistrados de Corte Suprema la nueva Constitución elimina que los candidatos tengan que pasar por el filtro del Consejo Nacional de la Judicatura?

 

¿A quién aparte del ciudadano Nayib Bukele le puede beneficiar que la nueva Constitución permitiría que un presidente se puede reelegir a los 5 años en vez de los 10 años que dicta la actual Constitución?

 

¿Qué interés podemos tener los ciudadanos si una nueva Constitución facilitaría que por ley se puedan crear “grupos armados”, aparte de los que la actual Constitución permite: Fuerza Armada y PNC?

 

¿Cuál es la necesidad que mueve al gobierno para querer dictar en la Constitución la obligación de profesores universitarios y abogados de afiliarse en cámaras que rigen su profesión?



Ustedes saben que una mercancía se vende, en gran parte por su envoltorio. Puede haber una envoltorio bonito para meternos un contenido feo. Así también en la nueva Constitución que nos quieren vender. Le hicieron un envoltorio hecho de algunas reformas necesarias o que son atractivas para ciertos sectores. Pero estos son temas que a Bukele y Cia. les importan un bledo. Sólo es envoltorio y adorno. No se fijen en estos temas, fíjense en los que dan más poder a los gobernantes y menos derechos a los ciudadanos.

 

Saludos, Paolo Luers


Posdata: Algunos aplauden que la nueva Constitución nos daría el derecho de participar en las decisiones políticas mediante el plebiscito o el referéndum de revocatoria al presidente. Es otro engaño. Sobre esto en una futura columna.