viernes, 9 de diciembre de 2022

Carta a los necios que siguen luchando contra la corrupción. De Paolo Luers

 "Dije que en El Salvador no hay nada que celebrar este Día contra la Corrupción. No es cierto: Hay que celebrar que contra viento y marea siguen existiendo en la sociedad civil y la prensa hombres y mujeres valientes que siguen luchando contra la corrupción. Son la verdadera oposición."

Escuche la carta: Carta-corrupción.mp3

Publicado en MAS! y EL DIARIO DE HOY, sábado 10 diciembre 2022

Estimados amigos:

Escribo esta carta el ‘Día contra la Corrupción’, que se celebra en el mundo entero todos los 9 de diciembre. Bueno, en algunos países, como El Salvador, no hay nada que celebrar.


Como no hay nada que celebrar, al gobierno le conviene obviar la fecha con este nombre incómodo. Es increíble, pero en El Salvador hay ahora una corrupción más normalizada, más sistémica, más amplia y más sinvergüenza que en los peores tiempos de Duarte, Funes y Saca. Y esto bajo un gobierno, que llegó al poder, porque la gente estaba harta de la corrupción y se creyó la promesa de Nayib Bukele de acabar con ella. Nunca nadie había hecho en El Salvador una campaña electoral tan enfocada en el cáncer de la corrupción. Esta promesa fue exitosa – e inmediatamente traicionada, desde el primer día del nuevo gobierno. Aparecieron en el círculo del nuevo poder los operadores de la corrupción de Funes y Saca, algunos abiertamente, como Carolina Recinos, Ernesto Sanabria, Walter Araujo, Mario Durán, Osiris Luna, Peter Dumas, Guillermo Gallegos – otros detrás del trono, como Herbert Saca, José Luis Merino, Porfirio Chica. 


El antídoto a la corrupción son la transparencia, la independencia de los órganos de controlaría, incluyendo la fiscalía y las Cortes. También los mecanismos legales como la LACAP que regula las compras del Estado y las licitaciones.


Todo este aparataje institucional y legal que es indispensable para luchar contra la corrupción, fue sistemáticamente desmontado. Toda la información pública relevante ahora es declarada reservada. A los periodistas, que siguen investigando, documentando y haciendo público los casos, las redes y los esquemas de corrupción estatal, el gobierno los declara primero opositores y luego enemigos. Les cierran el acceso a la información, los amenazan con persecución penal, les tratan de debilitar sus medios de comunicación – o, aun peor, de contaminarlos de oportunismo, miedo y al final de líneas editoriales oficialistas. 


La misma hostilidad sufren las organizaciones civiles, que se dedican a luchar por la transparencia y contra la corrupción. Sus investigadores igualmente son declarados opositores, enemigos y delincuentes.


En el aparato del gobierno están incrustadas las estructuras de corrupción. No son fenómenos de excepción, son la regla, son sistema. No sólo el gobierno no investiga a sus funcionarios corruptos, sino los protege. Si no fuera así, muchos de los funcionarios del gabinete no podrían estar sentados en la mesa del presidente.


De la necedad de todos ustedes, en los medios y en las organizaciones civiles, depende que la corrupción se siga investigando y exhibiendo. He escuchado a algunos de ustedes rechazar que los consideren opositores. Más vale que asuman esta responsabilidad -y este honor- de ser opositores a un gobierno corrupto, antidemocrático y represivo.


Ante un régimen como el que se está implementando en El Salvador (y casi en toda Centroamérica), insistir en la transparencia, la verdad, la libertad de investigación y expresión es subversivo. Subvierte el poder de los corruptos. No se avergüencen que los clasifiquen de oposición. La lucha de ustedes no es partidaria, pero sí es opositora. De todos modos, los gobernantes los están tratando como opositores, lo que para ellos es una mala palabra, así que más vale que lo asuman con orgullo. 

 

Plegarse a la presión no es opción. Callarse no es opción. Mantenerse neutrales o imparciales no es opción. El país necesita de se siga luchando contra la corrupción. Y quien lucha contra corrupción estatal es por definición opositor. Punto. Dejémonos de pajas y medias tintas.


Dije que en El Salvador no hay nada que celebrar este Día contra la Corrupción. No es cierto: Hay que celebrar que contra viento y marea siguen existiendo en la sociedad civil y la prensa hombres y mujeres valientes que siguen luchando contra la corrupción. Son la verdadera oposición.


A ellos, todo mi respeto. Saludos,







 

 

miércoles, 7 de diciembre de 2022

Carta a los isleños: No crean en el presidente ni en sus ministros. De Paolo Luers

 "Una vez que se para el ‘Cancún de Tasajera’, ya no habrá necesidad de desalojar a nadie de la isla Tasajera."

Carta-Isleños.mp3

Publicado en MAS! y EL DIARIO DE HOY, jueves 8 diciembre 2022 

Estimados habitantes de la isla Tasajera:

 

Los van a desalojar. Ténganlo por seguro. a pesar de todas las promesas que recibieron del mismo presidente Bukele y de su ministra de Vivienda, Michelle Sol. Ambos les dijeron que los van a proteger, que nadie los podrá desalojar a la fuerza, que ellos les van a dar tierras y hasta viviendas. Ustedes se lo creyeron y se dejaron dormir. Ahora los agarran por sorpresa, con fiscales y policías – o sea con todo el poder del señor Nayib Bukele.

 

Uno se pregunta: Si es un conflicto entre ustedes, los habitantes, y la familia que dice ser dueña de estas tierras, ¿porqué vino un fiscal a la isla para ordenar el desalojo? ¿Porqué la policía que Bukele despachó a la isla no protege a los isleños sino a los trabajadores de la empresa que va a construir un megaproyecto turístico al estilo de Cancún?

 

Para entender el trasfondo de este conflicto, no sólo hay que preguntarse quién tiene el título oficial de estas tierras. En este país siempre hubo maneras y maneras de hacerse de la propiedad de las tierras. Entonces, hay que preguntase: ¿Cómo llegó esta familia Closa a ser dueña de la isla entera, a parte de otras tierras en la Costa del Sol, donde construyó el hotel Tesoro Beach?

 

Otra pregunta: ¿Qué hizo esta familia en las últimas décadas para proteger el hábitat natural de esta gran reserva natural? Sospecho que nada. Pero por otra parte, tengo información proveniente de organizaciones medioambientales que dicen que fueron ustedes, los habitantes presuntamente ‘ilegales’, quienes se encargaron de cuidar esta reserva natural, incluso durante los años de la guerra, cuando la mayoría de las familias terratenientes dejaron de verse en estos lados. 

 

Y la pregunta del millón: ¿Cómo es posible que el Ministerio de Medio Ambiente, al cual fue entregada la mayor parte de las tierras de Tasajera luego del embargo a la familia Closa, permite la construcción de un megaproyecto hotelero en medio de una de las más importantes reservas naturales del país? 

 

Mientras todas estas preguntas están abiertas, el desalojo procede y crea hechos irreversibles que afectan a los más débiles en todo este enredo entre terratenientes, inversionistas y funcionarios públicos. Los más débiles, los más vulnerables, los que no tienen poder son ustedes, los isleños.


ISLA TASAJERA

Este conflicto debería llevarnos a todos a no sólo apoyarlos a ustedes, sino de cuestionar el megaproyecto hotelero que va a destruir la reserva natural alrededor de la isla Tasajera. Este proyecto fue cocinado en secreto, sin discusión pública, sin que sepamos nada de permisos medioambientales, entre altos funcionarios, inversionistas internacionales y la familia, que tiene los títulos de propiedad de las tierras donde ustedes viven, ya en la tercera generación.

 

Hay que parar este proyecto turístico. Igual que la construcción del aeropuerto en Oriente, que también causará el desalojo de muchas familias campesinas. Una vez que se para el ‘Cancún de Tasajera’, ya no habrá necesidad de desalojar a nadie de la isla Tasajera.

 

Y a ustedes sólo puedo dar un consejo: No crean en nada de lo que Nayib Bukele o sus ministros les prometen. Saludos, 







 

lunes, 5 de diciembre de 2022

Carta sobre los shows mediáticos que sustituyen políticas de seguridad y reformas sociales. De Paolo Luers

"Lo mínimo que tiene que hacer el gobierno es financiar el sistema de pensiones en vez de desfinanciarlo permanentemente para poder cubrir su enorme déficit fiscal."

Escucha el audio de la carta.mp3

Publicado en MAS! y EL DIARIO DE HOY, martes 5 diciembre 2022 

Estimados amigos:

El cartero está de vuelta. Quienes pensaron que al fin me habían callado, se alegraron demasiado temprano. Sólo me tomé dos semanas de vacaciones.

¿Qué temas me perdí en estas dos semanas?

El cerco militar a Soyapango para ‘extraer’ pandilleros. Qué extraño, un cerco militar con 10 mil efectivos en una ciudad que, según su alcaldesa, la ‘novia de Soyapango’, ya era la ‘más segura de América Latina’. El presidente anunció que ahora viene la fase cinco del misterioso ‘plan de control territorial’: ‘la extracción’ definitiva de los pandilleros de las comunidades, mediante operativos militares de cercar las principales ciudades.

Uno se pregunta: ¿Cuántos pandilleros quedará por ‘extraer’ luego de detener a 60 mil supuestos terroristas y de 10 meses de régimen de excepción? Y la otra pregunta que todos nos hacemos: ¿Por qué el presidente anuncia con bombos y platillos este plan de los cercos militares? ¿Para darles tiempo a los terroristas de prepararse, apartarse, hacerse invisibles?

Bueno, la respuesta a todas estas interrogantes es muy sencilla: No es un plan de seguridad, es otro plan mediático, de propaganda, de show y como tal, necesita publicidad. Un plan de seguridad, en cambio, requiere de secretividad.

Cuando en febrero decretaron el estado de excepción, que hace meses dejó de ser excepcional y se convirtió en el nuevo régimen permanente de restricciones a las garantías constitucionales, uno se preguntaba: ¿Cómo es posible que luego de tres años de publicidad gubernamental, que hablaba de los éxito del mentado plan de control territorial, el gobierno se dio cuenta que en el país había, según la versión oficial, unos 80 mil terroristas libres, controlando comunidades, colonias y municipios y que se necesitaba un régimen de excepción para encontrarlos, capturarlos y enjuiciarlos?

Algo no cuadra en todo esto. Una de las dos cosas es ficción y pura mentira: o el éxito del plan de control territorial empleado entre 2019 y 2021 o la necesidad de un estado de excepción.

Y ahora, luego de 60 mil capturas de presuntos pandilleros terroristas, nos cuentan que necesitan poner cercos militares a las ciudades, invadir las colonias, sujetar a la población marginada a nuevos retenes, allanamientos y vejámenes para ‘extraer’ pandilleros. Desde el día que el presidente lo anunció públicamente, era claro que se trataba de otro show mediático y no de un plan de seguridad. 10 mil efectivos militares y policiales y cientos de miles de residentes se están convirtiendo involuntariamente en los extras de un gigantesco show del gobierno.

El otro tema actual: la anunciada ‘reforma’ de pensiones. Nuestro sistema de previsión social tiene problemas estructurales, que todos los expertos conocen, pero que nadie quiere tocar. El más importante es la mínima cobertura para la población, incluso de la población laboral. La gran mayoría no puede esperar ninguna pensión. Para resolver esto, el país requiere de una gran reforma social, no de una mezquina reformita que sólo abarca el sistema existente de pensiones.

Incluso, si la reformita de Bukele lograra mejorar la muy baja rentabilidad de los fondos de pensiones administrados por las AFP, no resolvería ninguno de los problemas estructurales. Lo mínimo que tiene que hacer el gobierno es financiar el sistema de pensiones en vez de desfinanciarlo permanentemente para poder cubrir su enorme déficit fiscal. Pero esto no lo va a lograr nunca, mientas no resuelva su desorden fiscal, el despilfarro y el ahogamiento del crecimiento económico.

Financiar una pensión universal con las cotizaciones de los pocos que tienen empleos formales es imposible, hagan las reformas que quieran a las AFP. Para que todos los trabajadores puedan recibir la pensión mínima que les garantice una vejez digna, se necesita que el Estado tenga la voluntad y la capacidad de subvencionar con fondos públicos la ampliación de la cobertura del sistema de pensiones. Pero repito: para poder pensar en esto, primero habrá que eliminar el desorden fiscal del gobierno y sus políticas clientelistas.

Todo lo demás es propaganda.

Saludos,