sábado, 19 de marzo de 2022

A los payasos del circo en el cual Bukele ha convertido su gabinete. De Paolo Luers


Publicado en MAS! y EL DIARIO DE HOY, sábado 19 marzo 2022

Ilustres:

Tengo ratos de tratar de entender cómo funciona, visto desde adentro, el gabinete de gobierno de Nayib Bukele y no lo logro. Yo sé que es ingenuo suponer que el gabinete es las suma de los funcionarios más capaces y honestos que un presidente puede encontrar en el país. Siempre ha habido malos y buenos ministros.

Así que no tuve la ilusión de que alguien como Nayib Bukele tuviera la capacidad, la solvencia moral y la voluntad de romper con el pasado y componer un gabinete ideal, en el cual todos opinan, proponen, incluso critican, y en el cual el presidente es el primero entre iguales.

Pero viendo la manera en la que Bukele hace y desmonta ministros y otros funcionarios claves, sin transparencia y sin coherencia, realmente se me vuelve un misterio este gabinete. No sé cómo puede funcionar sin confianza, sin espacio de discusión, cuando lo único que prevalece es la incondicional subordinación a la figura presidencial.

Veamos uno de los últimos ejemplos: la familia Hanania. La madre, Karla Hanania de Varela, fue ministra de Educación. Luego, su hijo, Juan Carlos Bidegain Hanania, fue nombrado ministro de Gobernación, con ninguna otra calificación para el cargo que ser chero del presidente e hijo de la ministra de Educación. Es más, fue nombrado a pesar de que Guatemala dos veces ha pedido su extradición por un juicio penal de violencia familiar, incluyendo abusos violentos contra una de sus hijas. Lo que ha resuelto la justicia salvadoreña en ambas ocasiones fue negar la extradición, dando impunidad al ministro. Y Bukele lo ha dejado sentado en su silla de ministro.

Esto ya fue algo raro: Dos carteras claves y con enorme poder en las manos de madre e hijo. Huele a nepotismo. A diferencia de su hijo, Karla Hanania cumplía los requisitos formales para su cargo, aunque muchos vieron frustrados sus expectativas de que esta mujer profesional y sin trayectoria política-partidaria implementara las necesarias reformas educativas. Pero de repente, el presidente despide a la madre, sin dar una razón para esta decisión y deja en su cargo al hijo. Y el hijo, con cara de ‘a mi no me pregunten, porque sólo soy un humilde ministro’ dijo: Mi madre presentó su renuncia por problemas personales y de salud…

Mentira. Días después sale publicado en el Diario Oficial el oficio de que el presidente de la República había pedido la renuncia a la ministra. Y adivinen quién firmó este oficio a la par del presidente de la República: el ministro de Gobernación e hijo de la ministra que recibió esta patada. Luego de esto, ninguna reacción pública del hijo. Sólo podemos imaginarnos qué habrá dicho a su madre…

Viendo todo esto, podemos imaginarnos cómo funciona este gabinete, cómo son las relaciones de desconfianza, miedo, engaño y competencia en esta mesa de ministros; cómo los trata su semidiós Bukele y cómo lo aguantan los ministros… Ningún hombre, ninguna mujer que tiene la dignidad necesaria para dirigir un ministerio y hacerse responsable de políticas públicas aguantaría quedar sentado en este gabinete. Y mucho menos un hijo viendo cómo tratan a su madre.

No me entiendan mal. Soy partidario de que un buen presidente tenga el deber de revisar el desempeño de sus ministros y funcionarios, y cuando encuentra que actúan con corrupción, negligencia o incapacidad, cambiarlos por otros más idóneos. Pero ni es bueno este presidente, ni tampoco es para combatir la corrupción que está cambiando cada rato a sus ministros. Porque si fuera por su documentada corrupción que removió de su cargo al exministro de Agricultura Pablo Anliker, entonces lo hubiera denunciado ante la Fiscalía, y hubiera nombrado como sustituto a alguien altamente calificado y de probada honorabilidad. Pero no hizo ninguna de las dos cosas. Pablo Anliker anda tranquilo en sus negocios extraños de inundar al mercado salvadoreño con productos lácteos de dudosa procedencia nicaragüense, y a su sucesor el presidente lo tuvo que cambiar a los pocos meses, nombrando nuevamente a alguien que sólo se destaca por su lealtad incondicional y obediencia ciega a Nayib Bukele.

Me quedo con estos dos ejemplos, todo el mundo se puede los otros cambios en el gabinete e imaginarse los trasfondos. El último es en la presidencia de Bandesal, que es el instrumento clave que necesita el presidente para sus malabares financieros y su compras ilegales de Bitcoin. Cualquiera puede imaginarse las razones de mandar al carajo a un hombre tan clave como Juan Pablo Durán…

Gocen de sus privilegios, su poder y de la benevolencia de su presidente mientras duren. No será para mucho, a menos que estén dispuestos a despojarse, de una vez por todas, de su dignidad y autoestima.

Saludos, Paolo Luers





miércoles, 16 de marzo de 2022

Sobre héroes y civiles valientes. Columna Transversal de Paolo Luers

Publicado en MAS! y EL DIARIO DE HOY, jueves 17 marzo 2022

De repente, todo el mundo elevó a héroes a los ucranianos. En una guerra televisada en tiempo real, podemos ver sus caras, las despedidas de sus familias, sus casas destruidas, las armas que levantan para defenderse. Estudiantes, amas de casa, ingenieros, madres, soldados, enfermeras, milicianos, toda clase de ciudadanos. Nos impactan sus rostros serios y decididos. Los admiramos. Nos dan ánimo. Sus miradas nos obligan a tomar posición. Nos solidarizamos.

 

¿Ha nacido un nuevo culto a lo heroico, a los guerreros? No para mi. No tengo uso para héroes. Lo que hay en Ucrania son ciudadanos ordinarios que hacen frente a los desafíos que les pone la historia. No son supermen, tampoco  santos, sólo son mujeres y hombres decentes y responsables. No hay que idealizarlos, tienen defectos como todos nosotros. Pero en circunstancias demandantes se enfrentan a los retos que les tocan. En otras circunstancias, tal vez son débiles, egoístas o superficiales. Pero en el momento crítico, responden y luchan.

 

Y luego está Volodímir Zelensky. El joven presidente ucraniano, que en estos días es elevado a superhéroe, se convirtió en una figura de luz en la oscuridad de la guerra, en el antípoda de Vladimir Putin. ¿Cómo no admirar su temple, su liderazgo, su serenidad? ¿Cómo no resaltar su capacidad de unir a su gente y hablar al mundo? 

 

Pero, ¿es un héroe este hombre de 44 años, que se hizo popular como actor y comediante y en un momento de crisis se convirtió en presidente? Mejor dicho: ¿Tenemos nosotros que convertir en héroe a un hombre que cumple con su deber de manera decente y valiente? No nos engañemos con las imágenes de Zelensky despachando en camiseta verde militar. No es un héroe de guerra, es un ciudadano convertido en líder de un pueblo obligado a pelear una guerra. Es el más civil en todo este conflicto - y esta es su fuerza.

 

Zelensky siempre fue popular, pero hasta en el momento del máximo peligro para su país se convirtió en el líder carismático que admiramos ahora. Pero ojo: Cuando decimos que son las circunstancias que lo llevaron a ser un extraordinario líder, no estamos hablando de coincidencias. Putin mandó a invadir y bombardear Ucrania, precisamente porque no podía permitir que un país vecino, cuyo pueblo tiene muchas relaciones con el suyo, caminara hacía la democracia, el estado de derecho y la integración europea. Y este camino tiene mucho que ver con el liderazgo del presidente Volodímir Zelensky. Los ucranianos lo eligieron para consolidar la democracia y abrir el camino a Europa. El hombre lo hizo bien y Putin, quien sigue soñando con restablecer el dominio ruso sobre Europa Oriental, se vio obligado a reaccionar y atacar. Las circunstancias que convirtieron a Zelensky en el líder antípoda de Putin no son circunstanciales o accidentales, son resultado y punto crítico de un proceso histórico que Putin necesita parar. Gracias a la determinación de los ucranianos y el liderazgo de su presidente, todo el poderío militar de Rusia no podrá revertir el camino de los pueblos vecinos de Rusia hacía Europa y la democracia. 

 

Tiene razón la activista ucraniana de derechos civiles Oleksandra Matviichuk, que esta semana entrevistamos en este diario: Lo de Ucrania y Rusia “es una batalla entre autocracia y democracia.” Yo agregaría: también entre el militarismo y civilidad. Es por decisión de Putin que el conflicto ha tomado una forma militar, pero en el fondo la lucha de Ucrania es política y democrática y requiere de líderes que promueven los valores cívicos contra la amenaza de un vecino militarista. Requiere de ciudadanos dispuestos a defenderse, no de Rambos. Zelensky y los miles de hombres y mujeres de Ucrania, que vemos resistiendo la invasión, no son fanáticos de la guerra. Son ciudadanos ordinarios que responden a una responsabilidad histórica. 

 

No busquemos héroes - y mucho menos mártires. Hasta los pacifistas (como p.ej. los dirigentes del Partido Verde que forman parte del gobierno alemán como ministros de Relaciones Exteriores y de Economía) exigen que los países democráticos provean a Ucrania de las armas que necesita para resistir. Esto no los convierte en militaristas. No apoyan a héroes militares, sino a ciudadanos democráticos consecuentes y a sus dirigentes.




martes, 15 de marzo de 2022

Exclusiva desde Kiev – Oleksandra Matviichuk: Abstenerse de condenar a Putin es “deshonesto” e “irresponsable”. Entrevista de Ricardo Avelar

En 2016, Oleksandra Matviichuk recibió un reconocimiento internacional por su labor de “Defensora por la Democracia” en Ucrania. Seis años después, ha elegido quedarse en su país y resistir la invasión rusa. Foto EDH/ USOSCE

 

La reconocida activista ucraniana trazó claros paralelismos entre Vladimir Putin y Adolfo Hitler y recuerda que quienes no lo condenaron a tiempo pagaron un alto costo. Mientras tanto, el gobierno de El Salvador se niega a condenar la invasión.

Publicado en EL DIARIO DE HOY, martes 15 marzo 2022

Deshonesta e irresponsable. Así califica Oleksandra Matviichuk la decisión de abstenerse de condenar la invasión de Vladimir Putin que por casi tres semanas ha llevado muerte, destrucción y caos a toda Ucrania.

En una entrevista exclusiva con El Diario de Hoy, la reconocida activista ucraniana reconoció que es “cómodo” para un país expresar que “ambos lados son culpables”, como si este fuera un conflicto tradicional, o simplemente guardar silencio ante las agresiones y las flagrantes violaciones a derechos humanos.

 

Sin embargo, expresó que es fácil darse cuenta que el mundo está presenciando una invasión a total escala de un país a otro, sin provocación, irrespetando numerosas normas del derecho internacional y cometiendo incluso crímenes de guerra.

Las palabras de Matviichuk son en respuesta a la pregunta de qué opina sobre esos países que decidieron no condenar a Vladimir Putin en la Asamblea General de las Naciones Unidas. Uno de ellos fue El Salvador, cuyo gobierno decidió no sumarse a las 141 naciones que abiertamente rechazaron la invasión rusa.

Lee también la primera parte de esta entrevista: “Putin le tiene miedo al futuro democrático de Ucrania. Por eso empezó esta guerra”, dice Oleksandra Matviichuk

Y en el caso salvadoreño, además de guardar silencio ante la invasión, el presidente Nayib Bukele ha ridiculizado a los líderes de la coalición de países que apoyan a Ucrania.

“No puedes poner a los dos lados como iguales”

Para Matviichuk, quien preside el Centro para la Defensa de los Derechos Civiles de Ucrania, y quien lidera la recolección de evidencia sobre crímenes de guerra cometidos por las tropas rusas, no hay espacio para una supuesta “neutralidad”.

“No puedes poner en una mesa a los dos lados como iguales y decir que eres neutral porque hay violencia de ambos lados. Tienes que entender quién invade un país y en este caso, es muy obvio que Rusia ha invadido Ucrania y está bombardeando ciudades ucranianas”, explicó.

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“No hay un solo avión de guerra ucraniano bombardeando Vorónezh, o Moscú, o San Petersburgo (tres ciudades rusas). Lo que tenemos es aviones de guerra rusos y cohetes y misiles que han bombardeado Járkov, Mariúpol y Kiev (ciudades ucranianas)”, ilustró.

“Neutralidad” empodera al agresor

El mensaje de la activista ucraniana es claro: mantener “neutralidad” ante una invasión no provocada, como la que ordenó Vladimir Putin el 24 de febrero, equivale a colocarse del lado de quien inicia la agresión.

Para ello, se remite a la historia.

Antes de la Segunda Guerra Mundial, “la Alemania Nazi y la Unión Soviética ocuparon otros países y pelearon contra sus vecinos”, recuerda y agrega: “Otras naciones tomaron posturas neutrales, pero terminaron siendo ocupadas”.

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Ante esto, Matviichuk asegura que la ambición de Vladimir Putin no termina en Ucrania y el riesgo no es solo de expansión, sino de proliferación de la tiranía.

De hecho, cree que el apetito expansionista de Putin es una amenaza a todas las democracias. “Si no detenemos esto, la autocracia tendrá influencia en otros países”, lamentó.

Finalmente, advirtió que las democracias deben cerrar filas contra Putin. “Si hemos decidido vivir en un mundo libre, debemos apoyarnos. Esta no es una cuestión de Rusia contra Ucrania, es una batalla entre la autocracia y la democracia y Ucrania solo es un frente de este conflicto”, sentenció desde Kiev.




lunes, 14 de marzo de 2022

Carta sobre el transporte público: El desmadre de siempre. De Paolo Luers


Publicado en MAS! y EL DIARIO DE HOY, martes 15 marzo 2022

Estimados lectores:

Esta carta no sé a quiénes dirigirla. ¿Al presidente, quien ordenó la expropiación de unos 300 buses, sin ninguna ley que lo respalde? No tiene sentido, nunca escucha, nunca reflexiona, nunca recapacita. ¿A los millones de usuarios? Tal vez, aunque sé que están hartos de gente hablando de la crisis de transporte sin que nadie se preocupe por resolverla. ¿A los buseros? Supongo que algunas cosas que voy a decir les gustarán, pero por otras se van a encachimbar…

No voy a hablar de las falencias jurídicas que está cometiendo el gobierno. Enfrenta problemas administrativos que no sabe cómo resolver con represión: la captura ilegal del empresario de transporte Catalino Miranda; la confiscación de buses; la militarización del transporte público. Estas aberraciones ya han sido ampliamente señaladas por expertos en materia de legalidad e ilegalidad.

Pero este nuevo exabrupto del presidente tiene un trasfondo político. Él ha decidido, una vez más, no enfrentar la crisis social con un plan de austeridad de su gobierno, sino sólo con algunas medidas paliativas. Por más que este presidente improvise y tome decisiones con el hígado, sabe que esto puede erosionar su amplio apoyo popular y meterlo en problemas de convulsión social – incluso de una oposición popular a su régimen. Por tanto, tiene que hacer algo para evitarlo…

Demonizar a los transportistas es casi un deporte nacional. El sistema de transporte público es obsoleto, deficiente y abusivo. Los motoristas están mal pagados, mal entrenados, mal supervisados y no sorprende que algunos traten mal a los usuarios y manejen como cafres. Con todo esto, no hay grupo social más odiado en El Salvador que los trabajadores y empresarios del transporte. Me atrevo a decir que la mayoría es gente decente, que trata de sobrevivir, pero algunos son pícaros o incluso mafiosos. Pero, ¿tienen ellos la culpa de que nuestro país no tenga un sistema moderno, eficiente y ecológicamente sostenible de transporte público? No. Los empresarios son parte del problema, pero los únicos que lo pueden resolver son los gobiernos. Sin una política pública coherente y la disposición de invertir en ella, nunca habrá solución.

Para el gobierno siempre tiene rédito político culpar a los transportistas de una crisis permanente que no está interesado en resolver. Todos los gobiernos -de ARENA, del Frente, y ahora de Bukele- han armado pleitos con los empresarios de transporte, aprovechando el hartazgo de la gente con el mal servicio que reciben, pero sin ofrecer nunca soluciones. En todos los casos, al rato se pusieron de acuerdo con los transportistas, básicamente para que todo siga igual, incluyendo la corrupción, en la cual son socios los empresarios y los funcionarios. Y no es diferente ahora…

Así, nunca vamos a salir del desmadre que es el transporte público. Así, siempre los usuarios van a sufrir de un servicio deficiente. Así, el transporte público siempre va a ser el monstruo que amenaza el medio ambiente y la sostenibilidad de nuestras ciudades, cuando en otros lados ya lo han convertido en la solución, haciendo más vivibles las ciudades y reduciendo el tráfico de vehículos.

Lo que más ha obstaculizado cualquier solución del problema de transporte masivo es el manejo populista que le dan los gobiernos. Lo que ahora está pasando, con el nuevo desmadre que el gobierno está armando con su improvisación, su arrogancia y su desprecio a los debidos procesos administrativos y jurídicos, es la mejor muestra de que este régimen representa lo peor de los mismo de siempre: incapacidad, demagogia, represión. Peor que antes, porque hoy de paso se llevan de encuentro el Estado de derecho.

El Estado necesita una política coherente y audaz de transporte público, y en ella serán indispensables los empresarios, los gobiernos locales, y un gobierno central capaz y dispuesto de concertar. El gobierno solo no puede resolver el problema, la muestra de esta verdad la tenemos hoy a la vista en las calles de nuestra ciudad.

Mientras no superemos el populismo, no saldremos de esta crisis.

Saludos, Paolo Luers



Exclusiva desde Kiev – Oleksandra Matviichuk: “Los ucranianos vamos a pelear por nuestra libertad y vamos a morir por nuestra libertad”. Entrevista de Ricardo Avelar

 

Oleksandra Matviichuk es activista ucraniana, preside el Centro para la defensa de Derechos Civiles en su país y concedió una entrevista exclusiva a El Diario de Hoy. Foto EDH / Cortesía

Publicado en EL DIARIO DE HOY, lunes 14 marzo 2022

Oleksandra Matviichuk es una de las más reconocidas activistas de Ucrania y ha estado documentando crímenes de guerra de parte de las tropas rusas en las últimas semanas. Desde Kiev, concedió una entrevista exclusiva a El Diario de Hoy en la que entre otras cosas advirtió que Vladimir Putin es un enemigo acérrimo de la libertad y no se detendrá hasta castigar a los ucranianos que luchen por la libertad y la democracia. Esto nos dijo:

¿Cuál es la situación actual que se vive en Ucrania?

En Kiev nos estamos preparando para un ataque masivo de Rusia. Las tropas rusas han tratado de rodear la ciudad y todos estamos en nuestras casas estamos tratando de apoyar a la resistencia general.

En este momento, puedo decirte que es un gran fallo del ejército ruso, porque estaban seguros que iban a tener a Kiev sitiado dos o tres días después de cruzar la frontera. Pero ahora hemos resistido por dos semanas a un ejército que se nos ha dicho es el segundo más poderoso del mundo. Creo que es un gran fallo del ejército ruso.

¿Qué es lo que no calcularon bien los rusos?

Hay varios factores. El primero es que no entienden que los ucranianos somos totalmente diferentes de los rusos. Incluso considerando que estuvimos juntos en la Unión Soviética. Para los ucranianos la libertad es un valor de primera categoría. Y vamos a pelear por nuestra libertad y vamos a morir por nuestra libertad.

Segundo, creo que el ejército ruso no es tan poderoso como el mundo piensa. No puedes tener una institución tan efectiva dentro de un Estado tan inefectivo. Rusia es un Estado donde todo es corrupto y las cosas no funcionan bien y su ejército es un reflejo de la situación general.

¿Cómo explicas el coraje y la determinación de la resistencia ucraniana?

Para contestar esto, debes conocer la historia de Ucrania. Somos una nación muy antigua que ha luchado por su soberanía por siglos, ni siquiera por años. Al inicio, fuimos capturados por el Imperio Ruso, luego por la Unión Soviética, y cuando obtuvimos la oportunidad de ser independientes, decidimos que lucharemos por la oportunidad de una transformación democrática.

"Foto de mi vida previa en Kiev, una ciudad pacífica
y majestuosa. No sé cuándo podrémos volver a tenerla."

Debo admitir que es positivo sentir la ola de solidaridad alrededor del mundo pero no necesitamos emociones y palabras vacías, necesitamos acciones proactivas porque nos están matando. Es posible que esta sea una gran página de coraje en la historia mundial pero yo quiero que ganemos.

¿Cómo puede ayudarles el mundo a ganar?

El problema no es que no sepan cómo detener a Putin, el problema es que no saben cómo salir de la zona de comodidad.

Por ejemplo, dejar de comprar petróleo y gas de Rusia. Cortar a todos los bancos rusos del sistema bancario internacional. Proveer a los ucranianos las armas necesarias para proteger nuestros cielos. Poner a Rusia en una lista negra del Grupo de Acción Financiera Internacional. El problema es que no sabemos cuánto tiempo tenemos.

¿Por la brutalidad de los ataques?

He estado documentando crímenes de guerra y puedo decirte que están incrementando intensamente día con día. Recientemente, los rusos deliberadamente atacaron un hospital de maternidad en Mariúpol, de donde salieron estas fotos horribles de mujeres embarazadas y niños en medio de los escombros del hospital.

Han recurrido a crímenes de guerra y están derribando las ciudades al suelo. Cada día que las democracias solo se sientan y dudan si tomar acciones resulta en más muertes de ucranianos.

¿Qué otros crímenes de guerra han cometido?

Deliberadamente han bombardeado sitios que nada tienen que ver con la defensa de Ucrania como escuelas, jardines de niños, hospitales, etcétera. Han atacado a personas que están intentando escapar de las ciudades por los bombardeos.

Han usado armas prohibidas por la ley penal internacional y han disfrazado a soldados rusos de civiles o de militares ucranianos que al acercarse al ejército ucraniano los matan. Hubo un caso en Kiev donde usaron una ambulancia, y bajo el derecho internacional está prohibido usar vehículos médicos para estos propósitos.

También han atacado deliberadamente al personal médico que está proveyendo ayuda sanitaria a gente lastimada. También han usado armas indiscriminadas como bombas no guiadas y bombas de racimo que han provocado grandes bajas de civiles.

https://twitter.com/avalaina/status/1502715513054576642

¿Te genera optimismo la investigación en curso de la Corte Penal Internacional sobre crímenes de guerra cometidos por Rusia?

Creo totalmente que tarde o temprano las investigaciones internacionales servirán para sus juicios en el futuro. El problema es que la justicia internacional tarda pero la gente está muriendo ahora, en este momento, y por eso debemos consolidar esfuerzos como comunidad internacional para evitar que haya más víctimas. Esto implica detener a Putin.

¿A qué aspiran los ucranianos? ¿Qué significa “ganar” para ustedes?

Esta es una batalla entre autocracia y democracia. Hace ocho años, nos levantamos en contra de un régimen autoritario, el pueblo protestó pacíficamente para vivir en un país donde la vida y los derechos de todos están protegidos, donde las cortes son independientes, el gobierno rinde cuentas y la policía no golpea a quienes manifiestan pacíficamente. Ahora estamos pagando un alto costo por esto.

Putin le tiene miedo al futuro democrático de Ucrania. Por eso empezó esta guerra.

¿Qué opinas de la posibilidad de que Ucrania conceda algunas de las peticiones de Vladimir Putin para cesar los ataques?

No hay ninguna concesión porque Putin nos quiere devolver al pasado, a la lógica soviética de creer que los ucranianos somos el mismo pueblo que los rusos, a imponer el modelo autoritario de gobernar. Y si nos negamos, nos matará. Hay muy poco espacio para concesiones en este sentido.

¿Qué hay sobre la decisión de no unirse a la OTAN?

Putin no le tiene miedo a la OTAN, Putin le tiene miedo a la diseminación de la libertad. Si los ucranianos giran a una autocracia corrupta, Putin va a estar bien con eso. Pero cuando los ucranianos se movieron hacia una transformación democrática, Putin empezó una ocupación en Crimea y una guerra híbrida. No hay concesión, eso es retrasar el fracaso y es algo que los ucranianos nunca podremos aceptar.

Hemos hablado mucho de Putin, pero ¿qué opinas del pueblo ruso? ¿Crees que apoyan esta invasión?

Desafortunadamente, sí. Yo tengo muy buenos colegas en Rusia, defensores de derechos humanos con quienes hemos trabajado por años. Estos colegas son muy valientes y me recuerdan que Rusia no es solo el país de la guerra y de Putin.

El problema es que la mayoría de rusos realmente querían esta guerra. Esto es por su legado imperialista, por no haber aprendido las lecciones de la historia y por eso siguen creyendo que Stalin fue un gran administrador y no un genocida que cometió crímenes de lesa humanidad.

¿Entonces Putin representa un sentir generalizado?

Mi colega ruso Vladimir Pastukhov ha dicho que Putin es el oído colectivo que refleja la intención grupal del pueblo ruso. Desafortunadamente los rusos son responsables históricos de esta guerra. Esta minoría pequeña que emprende acciones antiguerra es muy valiente y pero son una minoría pequeña, no representan a toda la nación.

¿Ves una salida a esta invasión?

Sí, veo que los socios democráticos de occidente como la Unión Europea, Estados Unidos, el Reino Unido y otros países puedan empezar acciones radicales contra Putin. Él ha comprendido rápidamente que no los puede dividir como creyó que podía hacerlo. Ahora el occidente está consolidado y se para como un solo frente en su contra. Antes de esto, continuará este ataque y las negociaciones actuales no son negociaciones, son ilusiones.

Si no se le detiene, ¿le bastará a Putin invadir Ucrania?

Claro que no. Putin ha recurrido al conflicto armado en Chechenia, en Transnistria (Moldavia), en Abkazia y Osetia del Sur (Georgia), en Siria, en Crimea y Donbás (Ucrania) y ahora en esta invasión a toda intensidad. Él solo incrementa su apetito, como Hitler. La historia se está repitiendo.

Vea el martes la segunda parte de esta entrevista.