viernes, 8 de octubre de 2021

Carta sobre una nueva Constitución para una República Bukeliana. De Paolo Luers

Publicado en MAS! y EL DIARIO DE HOY, sábado 9 octubre 2021



Esta carta va a todos los que están preocupados por la nueva Constitución que nos quieren recetar, hecha a la medida de la necesidad de Bukele de institucionalizar el poder absoluto en su manos: una “Nueva Constitución para una Nueva República”. ¿Cómo vamos a reaccionar los que defendemos el régimen democrático y pluralista?

Bukele encargó a Félix Ulloa a presidir una Comisión Presidencial para elaborar la nueva Constitución y le dio la instrucción de proceder de una forma que dé la apariencia de amplia participación y discusión. Esto fracasó. Ninguno de los expertos constitucionalistas serios y honestos aceptó participar en esta farsa inconstitucional. No es una Comisión Presidencial que puede elaborar una Constitución. Hasta el Dr. Fabio Castillo, amigo de Ulloa y de Bukele, se retiró de la Comisión, para no manchar su nombre. Entonces, cuando el 15 de septiembre Ulloa entregó la encomienda a su amo Bukele, era evidente que fue obra de un grupito reducido de insignificantes juristas.

Ahora ya es claro que van en serio con su atentado contra la Constitución, incluso contra la “cláusula pétrea” que prohíbe la reelección presidencial. Pero de repente parece que no está muy claro cómo reaccionar a este elefante blanco que está sentado en nuestra sala. No podemos hacer como si no existiera. Existe y está bravo. Resulta que la cosa se vuelve complicada porque Ulloa, para vendernos el trago amargo de una Constitución autoritaria, ofrece un cóctel mezclado con algunos ingredientes dulces: reformas racionales y no controversiales, que corresponden a necesidades populares.

Entonces, algunos se dejan jalar a un debate sobre cuáles elementos de la propuesta de Ulloa pueden ser aceptables, cuáles son discutibles y modificables, y cuáles hay que rechazar. Pero al hacer esto, caen en la trampa que nos pusieron cuando metieron algunos dulces a la medicina tóxica. Han puesto temas que parecen racionales. Son los ganchos para que los constitucionalistas y analistas políticos serios participen de la discusión. Pusieron otras cosas tan obviamente absurdas, sólo para retirarlas, una vez que logren que todos participen en la discusión. Bukele ya comenzó este juego: Puso a Ulloa a mencionar los temas de aborto y matrimonio sólo para él poder decir: ¡No conmigo! Tratarán de presentar el proyecto final como resultado de un proceso participativo.

Hay que decirlo con toda claridad: Mientras exista en el país un gobierno que destruye el orden constitucional y mientras no exista independencia de los otros órganos fundamentales del Estado, el Legislativo y el Judicial, no puede haber ninguna reforma constitucional, mucho menos un proceso constitucional que nos lleve a una Carta Magna nueva. La Constitución no es negociable.



El adefesio de Ulloa, que de hecho es de Bukele, hay que rechazarlo y combatirlo, pero como paquete. Sin abrirlo. Este gobierno y la Asamblea que controlan son antidemocráticos hasta los huesos, en su ADN. Son incapaces de concertar. Con ellos no se puede negociar, mucho menos reformas constitucionales.

Tal vez al final no podremos evitar que con el control que tienen sobre la Asamblea y la Corte aprueben la Constitución que quieren. Será una Constitución ilegítima y habrá que sustituirla, una vez que este régimen pierda el poder. Entonces, con la confluencia de toda la pluralidad de los sectores democráticos, se podrá iniciar un proceso constituyente Mientras tanto, hay que defender la Constitución vigente hasta con los dientes.

Saludos,






jueves, 7 de octubre de 2021

Abren la caja de Pandora, y sale: Nada. De Paolo Luers

 Publicado en EL DIARIO DE HOY, viernes 8 octubre 2021



Conocí en México a un chero, por cierto muy buena onda, activista de todas las causas revolucionarias, que orgullosamente se decía marxista. Nunca había leído un solo texto de Karl Marx, pero sí la tira (no tan) cómica del caricaturista mexicano Rius llamada “Marx para principiantes”. Un día, en octubre del 1987, lo visité y me encontré al buen hombre gustosamente estudiando la revista Forbes con su primera lista de los hombres más ricos del mundo. Y me explicó, desde su particular punto de vista, cómo todos estos multimillonarios habían hecho sus fortunas: por robo, por evasión de impuestos, por lavado de dinero, por narcotráfico, por corrupción. “Ve, hasta Pablo Escobar aparece en la lista…”.



No voy a reconstruir toda la discusión que se generó, porque duró horas, y como casi siempre, nunca llegó a nada. Yo traté de hacer ver que leyendo revista Forbes, aparte del caso del jefe del cartel de Medellín, nada indicó que las orígenes de las fortunas eran ilegales. “No me joda, todo el mundo sabe que son ladrones”, me dijo el buen hombre. Al fin me rendí…

Si hubiera sido un marxista de verdad, me hubiera dicho que estas fortunas son resultado de explotación capitalista, a veces por generaciones. Sobre esto hubiéramos podido tener una discusión seria. Pero para mi amigo, simplemente “robo es robo, y punto”.

De esta historia me acordé cuando empecé a leer, en diferentes periódicos, su gran revelación de los “Pandora Papers”, una extensa documentación de las cuentas y empresas que muchos ricos, incluyendo figuras políticas, mantienen en países considerados “paraísos fiscales”. Y sorpresa, sorpresa: resulta que hay políticos, expresidentes, incluso presidentes en ejercicio del poder, tienen fortunas grandes que en parte son manejadas por compañías creadas en lugares como Panamá, Islas Bahamas, Gibraltar y otros. Nadie tiene la mínima duda de que son mecanismos que se pueden usar para evasión de impuestos, lavado de dinero u otros delitos. Igual como se puede usar Bitcoin u otras cripto-monedas y cript-cuentas. Dice la Real Academia Española que cripto significa oculto o encubierto...

Pero los periódicos que participaron en el estudio minucioso de cientos de los miles de documentos financieros filtrados llamados “Pandora Papers” no hacen alegaciones de delitos. Sólo describen cómo y con qué socios y bufetes de abogados se montaron compañías y abrieron cuentas “offshore”, o sea afuera de sus países de procedencia.

Surprise, surprise: ahora sabemos que algunos expresidentes latinoamericanos son muy ricos y tienen compañías y cuentas en otros países, donde se pagan menos impuestos que en sus propios países. Y gracias a El Faro, que es parte del consorcio de los “Pandora Papers”, sabemos que uno de estos expresidentes es Alfredo Cristiani. “Ya ves”, me diría mi amigo mexicano, “cómo este hombre ha robado dinero, evadido impuestos y cometido a saber cuántos delitos más”.

Bueno, yo no puedo afirmar que no es el caso. No sé nada sobre las operaciones financieras de la familia Cristiani, y lo que leí ahora no indica que cometió delitos. Sólo puedo decir: Mientras nadie presente pruebas, no se puede asumir ilegalidades.

El Faro tampoco ha hablado de delitos. Cierto. Igual que Forbes nunca ha dicho que las fortunas, que figuran en su lista de los más ricos del mundo, son de origen ilícito. Lo que a los marxistas de capotilla y otros “perfectos idiotas latinoamericanos” no les impide asumir que así sea.

El Faro no alega delitos, porque quedó curado de una investigación anterior, en la cual documentó que FUSADES mantenía su fidecomiso en el extranjero. Lamentablemente lo hizo de una manera tan maliciosa, insinuando ilegalidades sin poder documentarlas, que después tuvo que recularse. Terminó pidiendo disculpas públicas a la fundación y a sus lectores, y al fin perdió a uno de sus mejores editores. Pero aún con esta experiencia, El Faro “enriquece” su documentación de los “pandora Papers” con algunas insinuaciones. De manera de contrabando, vincula su descripción de las operaciones “offshore” de Cristiani con alegaciones que diputados de Nuevas Ideas han hecho sobre el supuesto uso fraudulento de fondos reservados por parte del expresidente. Sólo mencionan estos alegatos, no cometen el error de hablar de ilegalidad. Igual en el caso de Francisco Flores: combinan la documentación de sus operaciones con menciones de los famosos cheques de Taiwan, sin tener la capacidad de vincularlos y con esto comprobar que el expresidente escondió fondos de origen ilícito.

Pero de repente, en medio de la descripción de las operaciones corporativas y financiera de Cristiani, con no tan sutil malicia El Faro insertó este párrafo: “La protección a los dueños de empresas extraterritoriales es legal. Sin embargo, esto puede prestarse a la evasión de impuestos en los países de donde sale el dinero, así como a delitos de mayor relevancia, como el pago de sobornos, el lavado de activos o el financiamiento al terrorismo, entre otros”.



Mi amigo en México diría: “¿Ves?, no te dije, todos los presidentes son ladrones. Ahora resulta que también financían el terrorismo…”.
Yo diría: Calmate, güey. En un país como El Salvador, donde la ley de extensión de dominio es aplicada como instrumento de confiscaciones sin debido proceso, y donde las acusaciones infundadas prosperan en la fiscalía, sería estúpido quien no aproveche todos los métodos legales para proteger su patrimonio.

Por suerte, no tengo este dilema…



miércoles, 6 de octubre de 2021

Carta a quien sea que esté a cargo de la Biblioteca Nacional. De Paolo Luers

 Publicado en MAS! y EL DIARIO DE HOY, jueves 7 octubre 2021

El concepto chino de moderno y salvadoreño



Estimados amigos:

Ni siquiera sabemos cuál instancia del gobierno es responsable del proyecto de la nueva Biblioteca Nacional en la Plaza Barrios. Por tanto no sé a quién dirigir esta carta. ¿Es el MOP? ¿Es el Ministerio de Cultura? ¿Es Casa Presidencial? El único que habla del proyecto y lo promueve es el presidente mismo. ¿O será que las decisiones se toman en la oficina de alguna autoridad estatal de la República Popular de China, país que va a financiar y ejecutar la obra?

Lo único que sabemos es que ya están demoliendo el edificio actual de la Biblioteca Nacional, el antiguo Banco Hipotecario, que junto a la Catedral Metropolitana, el Palacio Nacional forma la histórica Plaza Gerardo Barrios. ¿Quién tomó esta decisión? No sabemos. El edificio está bajo protección como patrimonio cultural, igual que el conjunto de la Plaza Barrios. Por tanto, teóricamente tuvo que haberse hecho un estudio y gestionado un permiso del Ministerio de Cultura, también de la OPAMSS y la alcaldía. ¿Existen esos permisos, y sobre cuáles bases legales han sido otorgados? No sabemos. Todo el proceso de la demolición ha sido declarado asunto reservado.



La otra cosa que sabemos es que existe un diseño para el nuevo edificio. Luce bastante futurista. No es feo, ¿pero se adapta a una plaza bajo régimen de patrimonio histórico? No sé, no he visto estudios, debates, foros de expertos y ciudadanos sobre esta interrogante. El diseño aparentemente se hizo en China, y por todo lo que sabemos y no sabemos lo puede haber aprobado el comisario del Partido Comunista en algún ministerio de China. No es que por esto el diseño sea feo, ¿pero es el diseño que corresponde a nuestra cultura? Esto no es algo que se puede decidir en China. Ni en Casa Presidencial. Para eso existen, o deberían existir, mecanismos de estudio, debate de expertos, participación ciudadana, concursos de ideas y diseños con arquitectos y urbanistas nacionales e internacionales. Nada de esto se hizo.

En cuanto a la concepción académica de una biblioteca nacional para el siglo 21, no sabemos quiénes la elaboraron. ¿Se lo dejaron también a los chinos, quienes no son el mejor ejemplo para la libertad y diversidad de pensamientos?

Tampoco sabemos si se hizo un estudio medioambiental, como lo exigen a cualquier empresa para construir un edificio nuevo. Si existe, no lo conocemos y no lo vamos a conocer, porque todo esto sólo se discute con los chinos. Y uno se pregunta quiénes discuten eso con los chinos?

Cosa parecida pasó con el Hospital Bukele en la Feria Internacional. No hubo concurso de diseño, no hubo expertos internacionales de construcción de hospitales, no hubo estudios para determinar si el lugar era el más adecuado.

Argumentaron que actuaron respondiendo a una emergencia nacional. Está bien, así se pueden construir hospitales de emergencia, pero no el hospital central de un país. El resultado: Puede ser que sirva para la emergencia, absorbiendo buena parte de los pacientes de Covid y el centro de vacunación, pero nunca se va a convertir en un hospital general funcional.

Lo mismo puede pasar con el Hospital Rosales. Acaban de anunciar que van a reconstruirlo y completarlo con edificios nuevos, pero descartaron el diseño ya hecho con mucha asistencia de expertos internacionales. No vaya ser que los que planificaron tan mal el Hospital El Salvador hagan el nuevo diseño para el Rosales.

La moraleja de todo esta historia: No puede ser un egocentrista en Casa Presidencial que decida solo, sin criterios ni procedimientos profesionales, académicos, administrativos y de participación ciudadana sobre megaproyectos como hospitales, la Biblioteca Nacional, autopistas, aeropuertos, Surf City o cualquier locura que se le ocurra.

Ni modo, la Biblioteca Nacional, que podría (y debería) haber sido expresión de la identidad cultural del país y de una visión compartida de su futuro, nos caerá del cielo. Un día despertaremos y los chinos nos pusieron el edificio, a su estilo, con sus trabajadores, y cambiaron el carácter de la plaza central de nuestra capital.

Saludos, 









 



lunes, 4 de octubre de 2021

Carta a los que aún no se han vacunado: ¡Déjense de pajas!. De Paolo Luers

Publicado en MAS! y EL DIARIO DE HOY, martes 5 octubre 2021

El Hospital de Covid en la ex-feria



Estimados amigos:

Tal vez algunos todavía no se han dado cuenta que otra vez tenemos un pico alto de contagios de Covid-19, que los hospitales están llenos y que diariamente hay más muertos que en cualquier otro pico que hemos tenido el año pasado. Si no se han vacunado, porque no se dieron cuenta que el virus ahí anda más bravo que nunca, ¡despiértense ya!


El gobierno tiene interés político de esconder los verdaderos números de muertos. Reportan cifras de 15 o un máximo de 17 fallecidos diarios, pero los médicos que trabajan en los hospitales nos cuentan que son 2 o 3 veces más. 


Y saben otra cosa: Los que tienen ya sus dos vacunas, aunque también pueden contagiarse, no son los que están postrados y entubados en el Hospital de la feria, aislados de sus familias. Los que están graves y mueren, en su gran mayoría son gente como ustedes que no se han vacunado. Por las razones que sean: por ignorancia, porque les resulta incómodo ir a los centros de vacunación, porque tienen miedo a la vacuna - o incluso si creen a los pendejos que difunden que lo que mata no es el virus sino la vacuna.


Por la razón que sea, amigos, no son válidas. Aunque le salgo incómodo, cualquier salvadoreño, por donde viva, puede ir a vacunarse. El gobierno está llevando la vacuna a todas partes. No hay pretexto. Y olvídense del miedo y de la desinformación y de los falsos profetas: Hacerles caso les puede costar la vida.


Igual hagan caso a las recomendaciones que dan los médicos, el gobierno y los medios de comunicación: Hay que llevar mascarillas en los lugares donde hay gente. Aunque no lo crea, las pinches mascarillas pueden ser incómodas, pero salvan vidas. Tal vez la suya. 


El otro día me encontré con fulano que no llevaba mascarilla, y cuando le reclamé, me dijo: “Me extraña que vos que sos opositor al gobierno me decís lo mismo que Bukele. Yo no le hago caso al gobierno.” ¡Qué idiota! No entiende que ponerse la mascarilla y vacunarse no es hacerle caso a Bukele. Es hacerle caso a la razón. Es hacerse un favor a si mismo y a su familia... 


Por cierto, entre los miles que participaron en la marcha del 15 de septiembre no vi ni uno solo que anduviera sin máscara. El virus no conoce colores políticos, y tampoco la lucha contra la epidemia.


Así que si no tienen acceso a pedir la cita por internet, pidan a algún familiar o vecino que le ayude. Toma 2 minutos. Déjense de pajas, pretextos y comodidades y vayan a vacunarse. Si no lo hace, corre peligro de contagiarse y morir. Hágalo voluntariamente, antes de que el gobierno se vea obligado a tomar medidas drásticas de limitar su libertad de circulación y de entrar a restaurantes, parques, o buses. En muchos países ya lo están haciendo.


Saludos,