viernes, 22 de mayo de 2020

Carta al gabinete: el tiro se les fue por la culata. De Paolo Luers


Publicado en MAS y EL DIARIO DE HOY, sábado 24 de mayo 2020

¿Quién dice que este gobierno no es capaz de organizar acciones eficientes? El lunes 18 de mayo, a solo terminar la conferencia de prensa del presidente en San Bartolo, alguien dió la señal y dentro de una hora, entre las 9 y 10 p.m., funcionario tras funcionario del gabinete de gobierno comunicaron en Twitter a su jefe que ponían a su disposición su salario para seguir combatiendo la epidemia. Se entiende como una manera de protesta contra lo que el presidente había denunciado en su conferencia: que la Asamblea Legislativa y la Sala de lo Constitucional lo habían dejado sin recursos para salvar la vida de los salvadoreños.
Pero esa campaña resultó en un tiro por la culata. No tanto porque la gente se haya dado cuenta que la denuncia del presidente no estaba fundamentada en la realidad, sino simplemente porque todo el mundo empezó a enfocarse en los salarios que ganan los cheros de Nayib Bukele en su gabinete.
De repente nos dimos cuenta que el Secretario Jurídico, Conan Castro, que ejerce este cargo supuestamente ad-honorem, tiene otro cargo en el gobierno, aunque nadie ha querido revelar su carácter y el salario asignado. De repente todo el mundo se topó con la sorpresa de que los numerosos secretarios de la presidencia tienen salarios entre $6,000 y $8,000 dólares más gastos de representación. Alguien encontró en las páginas web del gobierno otra revelación: Peter Dumas, Jefe de Inteligencia, gana más de $11,000, no tomando en cuenta el casi irrestricto acceso a los fondos secretos del OIE. Al enterarse que el jefe de Hacienda, aparte de su salario de Ministro, tiene otro incluso mayor como asesor de su propio despacho, surgió la pregunta lógica ¿A cuál salario renuncio?
Después de esa impresionante muestra de obediencia, altruismo y coordinación del gabinete, quedan algunas dudas: ¿a cuántos meses de salario han renunciado? Nadie lo mencionó. Para alguien que gana $6,000, $8,000 u $11,000 al mes, regalar una mensualidad no es ningún sacrificio. Pero despojarse de su salario hasta que termine la emergencia ya sería otra cosa. De todos modos no tenemos ninguna manera de saber si realmente les descontaron sus salarios y qué destino tienen esos fondos.
Hay quienes dicen que las buenas obras valen más sin publicidad. En este caso obviamente es válido, porque ahora la gente se burla de los funcionarios ad-honorem que ponen a disposición su salario. Y una vez que se abre la caja de pandora y surge la curiosidad sobre los salarios que Bukele paga a sus cheros, ya nadie podrá volver a meter a la caja el fantasma de la morbosidad y la desconfianza. 
Saludos,

miércoles, 20 de mayo de 2020

Carta a los empresarios: pecados y juegos infantiles. De Paolo Luers


Publicado en MAS! y EL DIARIO DE HOY, 21 mayo 2020


Muchos han criticado a los empresarios que fueron a Casa Presidencial a hablar con el presidente sobre la necesidad de la reactivación económica. Algunos los criticaron con exceso de fanatismo.
Pero no puede ser que hablar con el presidente en situaciones críticas para el país de por sí sea un pecado. Pecado hubiera sido si hubieran avalado los abusos autoritarios, las acciones inconstitucionales y los ataques a Javier Simán y ANEP.
Nada de esto hicieron los empresarios. Por lo contrario, exigieron al presidente que sus medidas contra la epidemia no violen el marco de la constitución y de los derechos humanos. 
Era de esperar que el presidente y su maquinaria propagandística interpretaran esta reunión de otra manera, como aval a las políticas del gobierno y como desautorización de Simán como vocero del empresariado.
Los empresarios visitantes en Casa Presidencial no son los primeros ni serán los últimos que paguen este costo por intentar mantener abierto un canal de diálogo con un gobernante que no cree en el diálogo.
La reunión de los empresarios prominentes en CAPRES no significa una división del empresariado salvadoreño, aunque indudablemente el presidente lo interprete así.
Cuando Bukele anunció que no reconoce a Javier Simán como interlocutor, este nunca cayó en actitudes de berrinche, sino que dijo que entonces les tocará a otros hablar con el presidente.
Si los empresarios, al recibir la invitación a Casa Presidencial, la hubieran rechazado en solidaridad con Javier Simán, hubieran caído en los juegos infantiles de Nayib Bukele.
El mismo presidente de ANEP, a pesar de los ataques personales a él y sus familiares, sigue diciendo a Bukele que está dispuesto a sentarse con él para buscar soluciones a los problemas del país.
Alguien tenía que hacer el intento de convencer al presidente de que no podía seguir negando la necesidad de hacer un plan de reactivación económica con fechas y reglamentos confiables. Gracias a esta gestión, existe ahorita la fecha del 6 de junio para el supuesto inicio de la apertura de la actividad productiva y comercial. Obviamente, conociendo a Nayib Bukele, no hay ninguna garantía de que va a cumplir con ese compromiso.
Pero esto daría pauta para que se constituya una alianza más amplia y combativa para ejercer oposición a un gobierno, cuyas políticas están llevando al país al colapso económico, financiero, social e incluso de salud. Sin la economía funcionando no habrá dinero, y sin dinero no habrá servicios de salud, ni mitigación del hambre.
Toda esta historia, lejos de debilitar a ANEP y al liderazgo de Javier Simán, los ha fortalecido. No así al liderazgo del presidente. Solo hay que comparar la conferencia de prensa del presidente, con sus ataques de rabia, sus insultos y ataques, su incapacidad de enfrentar de manera racional las preguntas de los periodistas, con la entrevista de Nacho Castillo a Javier Simán.
Vimos a un hombre relajado, seguro, claro y racional. Una vez más se comprueba la sabiduría del dicho popular, “quien se enoja pierde”.
Lo único que pido a los empresarios es que todas sus gestiones frente al Gobierno, la Asamblea o los partidos sean transparentes. 
Saludos, 


lunes, 18 de mayo de 2020

Carta a los ciudadanos: ¿Se dejarán hipnotizar por el presidente? De Paolo Luers


Publicado en MAS! y EL DIARIO DE HOY, 19 mayo 2020


Ahora el presidente nos quiso someter a una hipnosis colectiva. Vía televisión, en su cadena nacional. Lo que no sabe es que la hipnosis solo funciona cuando el paciente es relajado, nunca cuando lo ponen en pánico. Esto trató de hacer el presidente, pidiéndonos que cerráramos los ojos y nos imagináramos a nuestro ser más querido agonizando y ahogándose en la calle afuera de un hospital ya rebalsado de pacientes de la epidemia...

Esto obviamente no le funcionó, ni como ensayo de hipnosis colectiva, ni como discurso para recuperar la confianza de la gente en su actuación frente a la crisis de la epidemia. Cualquier sicólogo le puede explicar que la gente solo se deja hipnotizar por alguien de plena confianza. Estos juegos sicológicos pueden haber tenido éxito con los seguidores ciegos del presidente, pero no con el resto de la sociedad. 

Ante una crisis angustiante, la gente necesita que sus gobernantes les transmitan confianza y seguridad. Confianza basada en planes, argumentos sólidos, alianzas construidas. Esta confianza no se puede sustituir por la fe. Para los creyentes, la fe siempre ayuda, pero nunca sustituye la confianza que los ciudadanos saben que pueden depositar en sus gobernantes en tiempos de crisis, basada en planes coherentes y estricta transparencia. 

Esto es precisamente el gran vacío en el discurso y las medidas del gobierno Bukele. Y esta cadena nacional, presentada luego de una alargada ausencia del presidente (que incluso nuevamente dio pauta a sospechas de que se encontraba fuera del país), no aportó nada para llenar este vacío y esta opacidad. Si uno filtra la gran verborrea de más de media hora, con docenas de datos (muchos de estos dudosos), con imágenes que provocan terror, con ataques electoreros a los opositores, queda un mensaje central: “No hay plan para la gradual reactivación de la economía, tampoco para una flexibilización de la cuarentena domiciliar, por una simple razón: El presidente ha decidido que no habrá ni reactivación ni flexibilización mientras no estén disponibles medicamentos que curen la enfermedad provocada por el Covid19 o una vacuna. Y con la fe en Dios esperamos que esto sea pronto. Mientras tanto: Estado de emergencia, ley de cuarentena obligada, encierro, paralización del transporte y de la vida productiva y comercial. Punto. Y quien se opone a esto, es enemigo del pueblo...”

Lastimosamente, el desarrollo de medicamentos y vacunas no depende de nuestra fe en Dios, sino del trabajo de los científicos, de las pruebas y de las aprobaciones. No hay científico serio que no haya dicho que con mucha suerte puede haber resultados confiables y aprobados en el 2021.

Vaya, cierren los ojos e imagínense que la situación actual de encierro de la gente y cierre de empresas dure hasta el fin del año. Es una pesadilla. No es viable. Diga lo que diga Bukele, debe haber una política integral que combata al virus, pero también al desempleo y el hambre. Uno tras otro, los gobiernos han llegado a esta conclusión y diseñaron a tiempo planes de cómo gradualmente reactivar la economía.

Este tipo de plan nos debe el gobierno, no discursos que nos dan miedo en vez de confianza. Es lo mínimo que tenemos que exigir. 

Saludos,